Introducción:
Basándonos en las evidencias que el Nuevo Testamento nos provee, la música instrumental no estuvo presente en la adoración de la Iglesia Primitiva. Por otro lado, el canto estuvo presente sin lugar a dudas en la vida de los cristianos de aquel entonces.
Para todo cristiano que sinceramente desea hacer la voluntad de Dios, la ausencia de la música instrumental en el Nuevo Testamento, debería ser un hecho suficiente como para alabar a Dios con su canto tan sólo (apoyamos esta idea por el fracaso de la gran mayoría de los traductores o lexicógrafos, comentaristas e historiadores de la música en la Iglesia para encontrar una referencia clara a la adoración con instrumentos); existe mucha controversia entre los miembros de varios grupos religiosos (incluidos hermanos de la Iglesia de Cristo), acerca de este tema.
Con el propósito de sostener la conclusión de que la alabanza a Dios en el Nuevo Testamento debe ser solamente por medio del canto, continuaremos estudiando detalladamente la antigua palabra griega “psallo”, la cual en la historia de su uso hace referencia tanto a la música instrumental como a la música vocal.
I. Psallo: su historia y significado
Es importante recordar que en nuestro propósito de encontrar la verdad, acudiremos a léxicos o comentarios que nos permitan tener un mejor entendimiento acerca de este tema; sin embargo, hay una manera correcta y una manera incorrecta de utilizar los léxicos (Libro en que se recogen y definen las palabras). No es extraño que mentes jóvenes, mal informadas en cuanto a la evolución de las palabras en la historia de una lengua, puedan aplicar mal una definición encontrada en el léxico. El valor de un léxico radica en la importancia de saber utilizarlo.
En clases pasadas, habíamos citado algunas definiciones de la palabra Psallo, las mismas que fueron tomadas de eruditos prestigiosos. Consideremos un ligero resumen de sus definiciones:
Significado radical: “Tocar”, sin importar el objeto tocado, el mismo que no es inherente en la palabra.
Significado según lo aplicado a la literatura griega:
Arrancar el pelo o la barba
Tocar las cuerdas de un instrumento con los dedos
Cantar con el acompañamiento de instrumentos musicales
Tocar los acordes del corazón humano, es decir para cantar, celebrar con himnos de alabanza.
Como podemos ver, son cinco definiciones distintas que se dan a una misma palabra, demostrando así que las lenguas cambian, pero no cambian de la noche a la mañana. Las costumbres, los hábitos, condiciones y circunstancias cambian, y la lengua de un país o nación no es la excepción. ¿Por qué existe este cambio? Porque es la lengua es producto de la mente humana. La lengua es inestable, es obligada a cambiar su significado original. Es por esta razón que las palabras pierden su significado.
Veamos unos ejemplos acerca de cómo el significado de las palabras fueron cambiando:
La palabra lascivia.- Esta palabra primeramente se utilizó para distinguir al pueblo del clero. Mientras que el los miembros del clero se creían superiores, educados, al pueblo lo consideraban como ignorantes y simples. Ese fue el significado original. Esta palabra fue evolucionando, y ahora sabemos que tiene una connotación negativa relacionada con pensamientos impuros.
La palabra idiota: Su significado original fue para referirse a una persona que estaba en su oficina privada, opuesta a participar en asuntos públicos. Después llegó a significar “una persona que no tiene ningún conocimiento profesional, ni de política”; por esta razón Jeremías Taylor en el siglo XVII la utilizó en la siguiente frase: “La humildad es un deber de los grandes y de los idiotas”. Después evolucionó esta palabra y llegó a significar ignorante o simple, opuesto a una persona educada. Luego llegó a significar “un ser humano necesitado de las energías intelectuales comunes; una persona que no entiende desde el nacimiento. Dícese del que padece de idiocia, un término médico con el que se hace referencia a un trastorno caracterizado por una deficiencia muy profunda de las facultades mentales, congénita o adquirida en las primeras edades de la vida.
La palabra tonto. Esta palabra significó “feliz o afortunado, bueno, bendecido”. Así fue utilizado en el siglo XV. Luego llegó a significar “débil mental”.
En la actualidad, citar una de las definiciones (de Psalmo) que dejó de tener vigencia sería un error, y muchos caen en él cuando lo citan con el propósito de defender su argumento. Pongamos atención a la primera definición de la palabra: Arrancar el pelo o la barba. ¿Sonaría lógico que un cristiano se arranque el pelo o la barba en muestra de adoración a Dios? Alguien podría decir: Eso me dice el léxico griego y por esa razón lo estoy haciendo. Si somos sinceros, esa explicación no es aceptada por ninguna razón.
Por otro lado, El Léxico Griego del periodo Romano y Bizantino (desde 146 a.C. al 1100 d.C.) de E.A. Sófocles (griego nativo; profesor de griego en Harvard) define “psallo” como “entonar o cantar himnos religiosos”. Él declaró que; no hay un solo ejemplo de psallo a través de este largo periodo que indique o que implique el uso del instrumento musical. Al contrario, él ratificó que siempre significó “cantar; cantar himnos religiosos”. La palabra así perdió posteriormente el significado para referirse a un instrumento y es por eso que en el griego moderno (el cual tomó el formato del uso eclesiástico) significa simplemente cantar”.
El léxico griego de Thayer, que según muchos testimonios, ocupa el lugar más alto dentro de la lexicografía del Nuevo Testamento, también da los varios significados de esta palabra, pero cuando viene al periodo del Nuevo Testamento, él omite todos los significados anteriores y usa la palabra para decir que se refiere exclusivamente a “tocar los acordes del corazón humano” y para “cantar un himno; celebrar alabanzas a Dios por medio de una canción”.
Podemos decir también que no existe diferencia entre los lexicógrafos y teólogos en cuanto al significado clásico de la palabra. Durante un periodo de 400 años la palabra psallo significó las definiciones que ya las hemos considerado anteriormente. Pero esto no es todo, los lexicógrafos y teólogos que dieron las definiciones clásicas de la palabra también concuerdan que su significado cambió a “cantar” solamente, y así fue como se utilizó en el Nuevo Testamento. Hay muchos que afirman que en el nuevo Testamento la palabra psallo incluye un instrumento musical, pero las autoridades dedicadas exclusivamente al estudio del griego de ese periodo han hablado en honor a la verdad y concluyen que significa “cantar”.
Resulta curioso saber que aquellos lexicógrafos que se han aventurado a afirmar que la palabra en el Nuevo Testamento implica el uso de instrumentos musicales, son los mismos lexicógrafos que se han atrevido a decir que la aspersión es lo mismo que el bautismo.
La palabra Psallo con el simple significado de “cantar” o “cantar adoración” (cantar salmos) está bien documentada antes de los tiempos del Nuevo Testamento. Tal fue el uso de “Los salmos de Salomón, que eran himnos judíos del siglo primero antes de Cristo, los mismos que fueron atribuidos con frecuencia a los fariseos pero que representaban a los piadosos religiosos palestinos muy poco antes del Nuevo Testamento. Consideremos unos ejemplos: “¿Por qué duermes mi alma, y no bendices al Señor? Canta, (psalle) un nuevo himno al Dios quien es digno de ser adorado. Canta (psalle) y permanece alerta frente a sus ojos abiertos, pues es bueno un salmo a Dios que nace de un buen corazón (Salmos de Salomón 3:1,2). La preferencia por la música vocal puede verse en el Salmo 15:3 de la misma colección: “Un nuevo salmo con una oda en forma de alegría de corazón, el fruto de los labios con el instrumento bien afinado de la lengua, las primicias de los labios con un corazón piadoso y justo”. Las palabras salmo, himno y oda se utilizan con el sentido de cantar. Podemos ver que existe una similitud de este último salmo con Hebreos 13:15.
Psallo en el Antiguo Testamento en griego
El uso de Psallo en la Septuaginta, la traducción griega del Antiguo Testamento, que se inició en el tercer siglo a.C. ha ocupado un lugar importante en el estudio de la historia de la palabra.
En la Septuaginta, psallo hace referencia a la música instrumental en aquellas instancias en las que traduce la palabra hebrea nagan. Podemos ver esto claramente en 1 Samuel 16:16-18; 23; 18:10 y 19:9 donde en el contexto se hace referencia a instrumentos.
Por otro lado Psallo, en la Septuaginta aparece con frecuencia como una traducción de zamar , que es una palabra hebrea, y se define como “hacer música en adoración a Dios”, y el léxico indica muchas instancias “de cantar”, en algunas de las cuales el acompañamiento instrumental está mencionado en el contexto (pero no incluido en el significado de la palabra en sí mismo).
Considerando esto, el contexto nos permite ver claramente en varios pasajes que por medio de la palabra psallo se quiere expresar solamente la adoración vocal. De esta forma, el Salmo 47:6,7 termina en la Septuaginta con “cantar (psalat) inteligiblemente”; y en el salmo 71:23 y siguiente dice: “Mis labios se alegrarán cuando te cante (psalo)… también mi lengua dirá a todas horas que Tú eres justo…” El salmo 105:2 dice: “Canta a él y haz melodía (psalate) a Él, cuenta acerca de todas sus maravillas”. En casi todos los casos los traductores de la Septuaginta han combinado la palabra psallo con otra palabra que denota adoración verbal. Notemos las siguientes citas bíblicas: Salmos 18:49 (mencionado en Romanos 15:9), “Te confesaré entre las naciones, oh Señor, y cantaré (psalo) a tu nombre”. Salmos 30:4, “Canten (psalate) al Señor, ustedes fieles, ¡confiesen en conmemoración de su santidad!” Salmos 138:1, “Te confesaré, Señor, con todo mi corazón, porque has escuchado las palabras de mi boca, y cantaré (psalo) a ti delante de los ángeles”. Salmo 135:3 “Alaben al Señor, porque Él es bueno; canten (psalete) himnos a su nombre, porque Él es bondadoso”. Salmo 146:2, “Alabaré al Señor mientras yo viva; cantaré (psalo) himnos a mi Dios mientras yo exista”.
Es posible que el significado exacto de algunos versículos esté en duda, pero lo que si está claro es que un instrumento no está incluido en la palabra psallo de la Septuaginta. Psallo podría traducirse como una palabra que significase sólo “cantar” sólo “tocar” (nagan), otra palabra que significase “cantar” (shir), o una palabra general (zamar). El significado que cubriría a todas estas palabras sería “hacer melodía”.
II. Psallo y los rollos del Mar Muerto
Zamar es la palabra que se encuentra detrás de la mayoría de las apariciones de psallo en la Septuaginta. Se uso apareció muy poco tiempo antes del inicio del Nuevo Testamento en los Rollos del Mar Muerto. Estos documentos propios de la comunidad de Qumram, la cual estuvo ubicada cerca de la costa noroeste del Mar Muerto, nos proporcionan más información acerca de la vida de los judíos en Palestina.
En este contexto, la palabra zamar mantiene su significado general de “hacer melodía”, por esta razón el contexto debe indicar si dicha melodía debe hacerse con un instrumento o sólo con la voz.
Existió preferencia por la música vocal en los Rollos del Mar Muerto, y esto lo podemos confirmar considerando “La Regla de la Comunidad”, que no era otra cosa sino el Manual de Disciplina que ellos tenían:
“Durante mi vida entera, el precepto grabado estará sobre mi lengua, como fruto de alabanza y la porción de mis labios. Cantaré “Zamar” con conocimiento y toda mi música será para la gloria de Dios, y mi laúd y arpa sonarán para el Santo Orden y afinaré la flauta de mis labios para su justa medida”. Parece claro que los instrumentos son metafóricos para el cuerpo humano. Eric Werner, en su libro titulado “Aspectos musicales de los Rollos del Mar Muerto”, sugiere que los Rollos (con la excepción del Rollo de Guerra con sus referencias a muchos instrumentos del Antiguo Testamento) sólo pueden hacer referencia metafórica a los instrumentos.
III. Psallo en la literatura Apócrifa e intertestamentaria
En las obras apócrifas e intertestamentaria el significado de psallo no está del todo claro en la mayoría de las veces. Sin embargo, en la literatura intertestamentaria, los traductores modernos y eruditos de las obras más conocidas, sólo ven una referencia a la música vocal en el uso de psallo. Es por esta razón que la Nueva Versión Standard Revisada (en inglés) y la Biblia Inglesa Revisada, traducen las referencias de 1 Esdras (1:15;5:27;8:22; 9:24) como cantantes del templo, sin hacer alusión alguna a los instrumentos musicales.
Es importante notar que en ese entonces la lengua era considerada mejor que un instrumento: “el aulos (flauta) y el psalterion (salterio), producen melodía amena,, pero la lengua agrada más que ambos” (Eclesiástico 40:21).
IV. Preferencia por el uso vocal de psallo en la literatura judía
Filón de Alejandría, un escritor filosófico judío (alrededor de 20 a.C al 50 d.C, sus escrituras son la mayor fuente de información para el judaísmo helenístico y filosófico griego del primer del siglo primero), se refiere a los psalmos como “himnos”, “himnario” o “canciones”. Él tiene mucho que decir con respecto a la música, en especial de la música vocal. Un hecho que resulta interesante es que en el índice de palabras griegas de sus obras no incluye la palabra psallo. Él utiliza la palabra Epipsallo, de la misma familia de palabras, está usada con el significado de “ejecutar con la mano”, pero en sentido metafórico. El alma del hombre sabio es tocada armoniosamente como una lira (Sobre la inmutabilidad de Dios 24). Este mismo sentido de “ejecutar” sobre un instrumento aparece en su obra “Sobre sueños”, en donde los cielos son considerados instrumentos musicales: “la mente del hombre es capaz de ofrecer himnos a Dios, alabanzas y bendiciones; esta expresión vocal recibe sus acompañamientos instrumentales en los movimientos armoniosos de los cuerpos celestiales.
¿Por qué la palabra psallo no aparece en los escritos de Filón?
Una hipótesis sería que Filón evita su uso debido a que él estuvo consciente de la connotación primariamente instrumental de la palabra para los lectores paganos. Filón hace énfasis sobre una clase diferente de música y por eso evita una palabra que podría confundir al lector. Él conocía muy bien el significado de esta palabra. Para un lector moderno y para sus compañeros no habría existido duda que psalmos quería decir “salmo” pero ya que el significado clásico era “la tonada ejecutada”, Filón escogió un término que no les confunda a los lectores y que claramente demuestre que se estaba refiriendo a la música vocal.
Filón discrepa con la música instrumental en comparación con la vocal: “Todos los sonidos melodiosos producidos por instrumentos de viento y de cuerdas son tan inferiores a los de la música producida por ruiseñores y cisnes, como una copia e imitación, es inferior al original, o una especie perecedera a otra imperecedera. Porque no podemos comparar la música producida por voces humanas con la que se produce de cualquier otra manera, ya que tiene el preeminente” don de la articulación, por el cual se estima de alto valor” ( Posteridad de Caín 105).
Filón utiliza el verbo “cantar himnos” para significar “adorar” o “enaltecer” sin ninguna connotación musical. Este filósofo en ninguna parte se refiere a los instrumentos de música en el contexto de la música religiosa judía de su propia época. Por el contrario, da notables descripciones acerca del canto puramente vocal. Cuando la población judía de Alejandría fue liberada de un gran peligro, Filón cuenta cómo se reunieron y “con las manos extendidas al cielo cantaron himnos y dirigieron cánticos de triunfo a Dios”. Y cuenta también que toda la noche continuaron en himnos y odas.
Con esto queremos decir, que la evidencia lingüística parece indicar que fue en el lenguaje religioso judío que encontramos el cambio de su uso de psallo de música instrumental a vocal.
V. Psallo en la literatura de la iglesia temprana o de los primeros tiempos
Melito de Sardis ( Obispo de Sardis 170 d.C). En su Homilía de Pascua utiliza psallo para hablar del canto de los judíos en la Pascua.
Clemente de Alejandría ( Autor cristiano de tendencia filosófica quien da mucha información sobre las costumbres de su tiempo. Falleció alrededor del año 215 d.C.) Fue el primer escritor cristiano en emplear un vocabulario musical extenso por lo que proporciona un amplio material para un estudio lingüístico.
El tratamiento más completo de Clemente acerca de la música se encuentra en “Instructor II. Iv. 42-44), en su discurso acerca de la conducta apropiada en los banquetes. En contraste con la música sensual de los entretenimientos paganos, Clemente cita el Salmo 150 y procede a dar una interpretación alegórica:
“El Espíritu, distinguiéndose de tales divertimientos al servicio divino, canta,
Adórenlo a Él con el sonido de las trompetas; puesto que con el sonido de las trompetas Él resucitará a los muertos. Adórenlo con el salterio, porque la lengua es el salterio del Señor. Y adórenlo con la lira. Por la lira se quiere decir la boca impulsada por el Espíritu como si fuese un plectro. Adórenlo con las panderetas y las danzas, refiriéndose a la meditación de la Iglesia sobre la resurrección de los muertos… Adórenlo sobre las cuerdas y el órgano. Él llama a nuestro cuerpo un órgano, y sus nervios son las cuerdas, mediante las cuales ha recibido armoniosa tensión, y cuando es tocado por el Espíritu, produce voces humanas. Adórenlo sobre los platillos tintineantes. El llama a la lengua el platillo de la boca, la cual resuena con la pulsación de los labios. De este modo, pregonó a la humanidad “Deje que cada aliento adore al Señor, porque Él se preocupa por cada cosa que respira que Él ha hecho. Porque el hombre es un instrumento pacífico; en tanto que otros instrumentos, si usted investiga, encontrará que son belicosos, inflaman la lujuria, encienden las pasiones, o incitan a la ira. (41,4-42,1).
Él continúa posteriormente:
Él único instrumento de paz, sólo la palabra por la cual honramos a Dios, es lo que empleamos. Ya no empleamos más el antiguo salterio, y trompeta, y pandereta, y flauta, los que los expertos en guerra y los que despreciaban el temor a Dios solían emplear en los coros de sus asambleas festivas: porque por tales melodías ellos podrían elevar sus mentes abatidas (42,3).
Esta interpretación alegórica de los instrumentos del Antiguo Testamento como partes reales del cuerpo llegó a estar de gran moda más tarde en la Iglesia. Clemente parece haber tomado esta idea de Filón. Igual que Filón, Clemente compara al hombre, compuesto de cuerpo y alma, y como una miniatura del universo, a un instrumento:
La Palabra de Dios, despreciando a la lira y al arpa, los que no son más que instrumentos inanimados y habiendo afinado el universo por el Espíritu Santo, y especialmente al hombre… hace melodía (psallo) a Dios con este instrumento de muchos tonos; y a este instrumento _ quiero decir al hombre _ él canta (prosado) de la siguiente manera: Pues tú eres mi arpa, flauta y templo. (Exhortación a los paganos I. 5.3).
Clemente, típicamente, cuando conserva del uso clásico de psallo, lo hace sólo en un sentido metafórico. En otra parte Clemente es explícito sobre la interpretación alegórica que él da a los instrumentos en los Salmos:
La lira, de acuerdo con su significado primario, puede ser usada por el salmista en forma figurada para el Señor; de acuerdo a lo secundario, para aquellos que continuamente hacen sonar las cuerdas de sus almas bajo la dirección del coro, el Señor. Y si la gente salvada es llamada la lira, será entendido en consecuencia al estar dando gloria musicalmente, a través de la inspiración de la Palabra y el conocimiento de Dios, siendo hechos tañer por la Palabra para producir fe. (Miscellanies VI.ix.88).
Cuando Clemente quiere decir “cantar y ejecutar”, él usa “ado” junto con una palabra para ejecutar un instrumento, como “kitharizo”, o bien dice “cantar (ado) con la lira.
Los autores cristianos del tercer siglo continúan el uso vocal de psallo; citamos a continuación a algunos de ellos:
Orígenes (Maestro cristiano de Alejandría y luego de Cesarea, vivió desde alrededor del 185 al 254. El pensador más grande y el autor más prolífico de los primeros siglos). En sus escritos sobre la oración 2,4 usa la palabra en el sentido de cantar (como sinónimo de humneo) con referencia a 1 Co. 14:15.
“Porque ni puede nuestro entendimiento orar, a menos que previamente el Espíritu ore, prestando atención como si fuera a Él, ni del mismo modo le puede cantar (psalai) y cantar himnos al Padre en Cristo con ritmo, melodía, compás y armonía, a menos que el Espíritu… primero adore y le haga himnos a Él”.
Metodio (Obispo cristiano de Olimpo en Lisia; falleció alrededor de 311). Conocía muy bien el uso clásico, pero tomó a psallo en su sentido eclesiástico de “cantar” sin acompañamiento. Cristo canta (psallei) estas alabanzas, dijo en su obra Banquete VII.1. Justo antes del himno responsorial hacia el final del Banquete, Metodio escribe que Tecla “cantó (psallo) melodiosamente”, y lo que se cantó se describe como un himno de agradecimiento. Metodio habló en otra obra acerca de los mártires que cantan (psallo) el Salmo 124:2-7.
Eusebio (Obispo e historiador eclesiástico. La fuente principal para la historia primitiva cristiana del siglo cuarto). A inicios del siglo cuarto, describe a ciertos mártires egipcios de la persecución Dioclesiana,
“Recibieron la sentencia final de muerte con alegría, risa y felicidad tal que pudieron cantar (psallein) y elevaron himnos y agradecimientos al Dios del Universo hasta que ellos dieron su último aliento”. (Historia de la Iglesia VIII.ix.5).
El uso vocal de psalmos es evidente cuando Eusebio habla de Cristianos quienes habían sido desterrados a las minas y luego regresan a sus casas después de la persecución: “Sí. Multitudes agolpadas de hombres fueron en sus peregrinajes, alabando a Dios en medio de los caminos y mercados con canciones y salmos”.
En lo concerniente a los himnos más ortodoxos, Eusebio cita a un autor anónimo del segundo siglo: “Tantos salmos y odas escritos por hermanos fieles desde el comienzo son himnos a Cristo como la Palabra de Dios y hablan de Él como un Dios”. Es importante dejar en claro que el sentido de la palabra salmos fue ampliada por los primeros cristianos, los mismos que partieron del libro del Antiguo Testamento y luego incluyeron sus propias composiciones. Esta palabra (psalmos) fue transformada para significar composiciones netamente vocales.
Cirilo de Jerusalén (Obispo de Jerusalén desde alrededor del 349 al 386) mostró claramente el uso vocal de psallo.
“Y, otra vez, que las mujeres jóvenes se sienten juntas de la misma manera, ya sea cantando (psallon) o leyendo tranquilamente, de tal modo que sus labios hablen…” (Procatequésis 14, PG 33:356B).
Isidoro de Pelosio (Abad de un monasterio cerca de la desembocadura del Río Nilo; murió alrededor del año 450 d.C.) Este hombre expresó un pensamiento similar al de Cirilo en el siglo quinto.
Basilio de Cesarea (Conocido como “El Grande”. Obispo de Cesarea en Capadocia desde 370 al 379 y el obispo griego de más influencia en su tiempo). En su Homilía sobre Salmos 28, dice: “Tienes un salmo, tienes una profecía, ordenanzas evangélicas, la predicación de los apóstoles. Que la lengua cante (psalleto), que la mente interprete el significado de las palabras, para que tú puedas cantar con el espíritu y también con la mente. (PG 29:304A).Utilizó la palabra psallo metafóricamente: “Es necesario adorar al Señor primero con la cítara, lo cual es ejecutar armoniosamente las obras hechas a través del cuerpo…después de esta confesión, uno es digno de adorar (psallein) a Dios sobre las diez cuerdas del salterio. Porque es necesario primero presentar las justas acciones con el cuerpo tanto como actuar armoniosamente con la palabra divina, y de esta manera ascender a la contemplación de las cosas espirituales. Porque se llama salterio a la mente que busca las cosas de arriba, porque en la construcción de este instrumento el poder del sonido viene desde las partes superiores…”
La Constitución Apostólica (Una compilación de regulaciones eclesiásticas hechas en la última parte del siglo cuarto a partir de fuentes más primitivas), se refiere al uso eclesiástico de psallo: “Si te quedas en casa, lee los libros de la Ley, de los Reyes, con los Profetas: canta (psallo) los himnos de David: y estudia diligentemente el Evangelio” (I.v.2). Esta Constitución apostólica exhortaba a que la conducta de las viudas era la de estar sentadas en la casa, cantando (psallo), orando, leyendo, vigilando y ayunando, hablando a Dios continuamente en canciones (ode) e himnos). Podemos ver que el uso de la palabra psallo en su significado de “cantar” fue muy conocido en estas épocas, el mismo que tuvo su aplicación tanto para la vida diaria de los cristianos como para cuando ellos se reunían en adoración de toda la iglesia. Veamos unos ejemplos: “Si no es posible la reunión ni en la Iglesia ni en la casa, que cada uno cante (psallo), y sólo lean, y oren, dos o tres juntos”. ”Pero reúnanse cada día a la mañana y a la noche, cantando salmos (psallo) y orando en la casa del Señor”. Podemos saber qué actividades realizaban los domingos considerando el siguiente párrafo: “Pero cuando hayan leído dos lecciones, que alguna otra persona cante (psallo) los himnos de David, y que las otras personas se unan en el canto (hupopsallo) para la parte final de las estrofas”.
VI. La Adoración en el Templo
El cristianismo comenzó dentro del contexto del judaísmo, por esta causa es necesario tener presente qué tipo de música estuvo presente en la adoración judía.
La música instrumental acompañaba los sacrificios en el Antiguo Testamento, y todo esto fue establecido mediante la autoridad divina. (Leer Números 10:10; 2 Crónicas 29:20-36). David jugó un papel determinante en la organización del ministerio de la música en el Antiguo Testamento (Leer 1 Crónicas 16:4-6;23:5).
La música instrumental fue una característica importante de la adoración en el Templo. Esta adoración se describe al comienzo de la era cristiana en la literatura Apòcrifa como en el Talmud. (Leer Eclesiástico 50:11-22).
La música instrumental fue un elemento importante de la adoración en el Templo. Pero, ¿cómo se explica que algo que fue tan importante en la forma de adoración de los judíos, no se mencione en los escritos del Nuevo Testamento? Una pista que podemos encontrar para explicar la ausencia de instrumentos musicales en la adoración cristiana, es que el cristianismo de los primeros tiempos vio el sistema sacrificial y la adoración en el templo como superados por el sacrificio de Cristo y la adoración en la Iglesia. El sacerdocio levítico y los cultos sacrificiales fueron abolidos por medio del sacrificio perfecto de Cristo, y por lo tanto fueron también abolidos también los acompañamientos musicales.
En el Diálogo con Trifón de Justino el Mártir 116-118, se habla de las adoraciones espirituales de los cristianos, las mismas que reemplazan a los sacrificios del Antiguo Testamento. De la misma manera, el incienso, el cual acompañaba las ofrendas de sacrificios de animales, se convirtió en símbolo de las oraciones de los santos (Ap. 5:8), pero en ningún lugar encontramos una referencia al uso literal de incienso en la adoración de los cristianos primitivos, más bien esta idea fue rechazada por varios hombres importantes de la Iglesia como Justino, Ireneo, Clemente de Alejandría, etc.
Los sacrificios de animales representaban algo externo, pero ese no era su final, pues fueron reemplazados por algo mucho mejor que es lo interno, es decir por algo espiritual. Por esta razón, algo externo y mecánico como un instrumento de música fue reemplazado por canciones de alabanza. Cualquier esfuerzo que pretenda justificar la presencia de la música instrumental dentro de la adoración cristiana, debe tener en cuenta su contexto original y las funciones que tenía la misma en el culto del templo.
VII. La adoración en la sinagoga
Los judíos habían desarrollado una forma alternativa de adoración independiente del templo y del sacrificio animal; en las sinagogas se practicó la adoración racional de la oración y la instrucción en las Escrituras. La sinagoga se convirtió en la sede permanente de la vida religiosa judía. En la sinagoga las Escrituras se leían con melodía o tonada, llamada “cantilación”. La recitación o el canto de los Salmos no se mencionan con mucha frecuencia, pero se puede asegurar que formaba parte de la práctica de las sinagogas en los tiempos del Nuevo Testamento. En las sinagogas las oraciones como los salmos fueron efectuados para ser respondidos. Algunos comentarios rabínicos nos muestran que el pueblo israelita tenía la costumbre de practicar el canto responsorial, el mismo que consistía en repetir una frase específica durante el canto. Podemos ver esto claramente al analizar el comentario sobre Éxodo 15 del Rabí Akiba: Moisés dijo: “Cantaré al Señor”, y ellos respondieron “cantaré al Señor”; Moisés dijo: “porque Él ha triunfado gloriosamente” y ellos respondieron, “cantaré al Señor”. Según otro maestro rabínico, la palabra aleluya constituía una respuesta congregacional. Los salmos se recitaban sin acompañamiento vocal en el culto de la sinagoga.
En la literatura judía se conservan varios relatos de controversias entre los maestros judíos en los que se discute si la parte esencial de la música en el templo era instrumental o vocal. Según Everett Ferguson, la disputa que existió entre los rabinos acerca de la música, fue debido a que como en la sinagoga la música fue puramente vocal, así también quisieron que la música esencial del templo fuera vocal. Algunos argumentaban que los esclavos podrían tocar los instrumentos, pero sólo los Levitas podían cantar puesto que lo esencial en la música del Santuario era el cantar con la boca, siendo la música instrumental sólo para endulzar el sonido.
Algunos rabinos dieron expresión definitiva a la convicción que la música vocal era superior a la instrumental. “El Santo, bendito sea Él, dirá a ellos: Aunque ustedes me adoren a mí con salterios y con arpas, su adoración no me es dulce hasta que llegue desde sus bocas” (Midrash Tehillim Sobre Salmos 149,5). “El Santo, bendito sea Él, dijo: deseo de Israel no música de arpas sino solemne expresión de sus bocas” (Sobre Salmos 92:7; del mismo autor).
Se ratifica nuevamente que no existe evidencia acerca de que se usó música instrumental en la sinagoga primitiva. McKinnon, en su obra “Los Padres de la Iglesia y los Instrumentos Musicales”, explica acerca de la razón de la ausencia de la música instrumental en la sinagoga: “el instrumento era simplemente incoherente con el tipo de adoración que se había desarrollado en la sinagoga. Allí se celebraba un culto sin sacrificios y un servicio racional al cual, como una extensión ya sea de la oración o de la lectura de las Escrituras, se había agregado el cantar de los Salmos”.
De estos factores puede desprenderse una hipótesis razonable para explicar el cambio del uso de psallo. El cambio en las costumbres de la sinagoga, donde los salmos ya no se cantaban acompañados con los instrumentos que caracterizaban el culto del templo, trajo consigo un cambio en el sentido de la palabra para que significara “Cantar los Salmos” (sin el acompañamiento de instrumentos) ¿Qué nos enseñan todos estos factores? La enseñanza básica es que los cristianos tomaron la palabra “psallo” del medio ambiente judío, donde nació la Iglesia; no la tomaron del uso clásico griego (donde anteriormente había significado “con instrumentos”).
CONCLUSIÓN:
Toda esta información analizada hasta el momento, nos muestra que las prácticas judías proporcionan firme evidencia en contra de la presencia de instrumentos de música en la adoración en la Iglesia Primitiva. “LOS INSTRUMENTOS NO SE MENCIONAN EN LA ADORACIÓN DE LA IGLESIA DEL NUEVO TESTAMENTO”.
Basándonos en las evidencias que el Nuevo Testamento nos provee, la música instrumental no estuvo presente en la adoración de la Iglesia Primitiva. Por otro lado, el canto estuvo presente sin lugar a dudas en la vida de los cristianos de aquel entonces.
Para todo cristiano que sinceramente desea hacer la voluntad de Dios, la ausencia de la música instrumental en el Nuevo Testamento, debería ser un hecho suficiente como para alabar a Dios con su canto tan sólo (apoyamos esta idea por el fracaso de la gran mayoría de los traductores o lexicógrafos, comentaristas e historiadores de la música en la Iglesia para encontrar una referencia clara a la adoración con instrumentos); existe mucha controversia entre los miembros de varios grupos religiosos (incluidos hermanos de la Iglesia de Cristo), acerca de este tema.
Con el propósito de sostener la conclusión de que la alabanza a Dios en el Nuevo Testamento debe ser solamente por medio del canto, continuaremos estudiando detalladamente la antigua palabra griega “psallo”, la cual en la historia de su uso hace referencia tanto a la música instrumental como a la música vocal.
I. Psallo: su historia y significado
Es importante recordar que en nuestro propósito de encontrar la verdad, acudiremos a léxicos o comentarios que nos permitan tener un mejor entendimiento acerca de este tema; sin embargo, hay una manera correcta y una manera incorrecta de utilizar los léxicos (Libro en que se recogen y definen las palabras). No es extraño que mentes jóvenes, mal informadas en cuanto a la evolución de las palabras en la historia de una lengua, puedan aplicar mal una definición encontrada en el léxico. El valor de un léxico radica en la importancia de saber utilizarlo.
En clases pasadas, habíamos citado algunas definiciones de la palabra Psallo, las mismas que fueron tomadas de eruditos prestigiosos. Consideremos un ligero resumen de sus definiciones:
Significado radical: “Tocar”, sin importar el objeto tocado, el mismo que no es inherente en la palabra.
Significado según lo aplicado a la literatura griega:
Arrancar el pelo o la barba
Tocar las cuerdas de un instrumento con los dedos
Cantar con el acompañamiento de instrumentos musicales
Tocar los acordes del corazón humano, es decir para cantar, celebrar con himnos de alabanza.
Como podemos ver, son cinco definiciones distintas que se dan a una misma palabra, demostrando así que las lenguas cambian, pero no cambian de la noche a la mañana. Las costumbres, los hábitos, condiciones y circunstancias cambian, y la lengua de un país o nación no es la excepción. ¿Por qué existe este cambio? Porque es la lengua es producto de la mente humana. La lengua es inestable, es obligada a cambiar su significado original. Es por esta razón que las palabras pierden su significado.
Veamos unos ejemplos acerca de cómo el significado de las palabras fueron cambiando:
La palabra lascivia.- Esta palabra primeramente se utilizó para distinguir al pueblo del clero. Mientras que el los miembros del clero se creían superiores, educados, al pueblo lo consideraban como ignorantes y simples. Ese fue el significado original. Esta palabra fue evolucionando, y ahora sabemos que tiene una connotación negativa relacionada con pensamientos impuros.
La palabra idiota: Su significado original fue para referirse a una persona que estaba en su oficina privada, opuesta a participar en asuntos públicos. Después llegó a significar “una persona que no tiene ningún conocimiento profesional, ni de política”; por esta razón Jeremías Taylor en el siglo XVII la utilizó en la siguiente frase: “La humildad es un deber de los grandes y de los idiotas”. Después evolucionó esta palabra y llegó a significar ignorante o simple, opuesto a una persona educada. Luego llegó a significar “un ser humano necesitado de las energías intelectuales comunes; una persona que no entiende desde el nacimiento. Dícese del que padece de idiocia, un término médico con el que se hace referencia a un trastorno caracterizado por una deficiencia muy profunda de las facultades mentales, congénita o adquirida en las primeras edades de la vida.
La palabra tonto. Esta palabra significó “feliz o afortunado, bueno, bendecido”. Así fue utilizado en el siglo XV. Luego llegó a significar “débil mental”.
En la actualidad, citar una de las definiciones (de Psalmo) que dejó de tener vigencia sería un error, y muchos caen en él cuando lo citan con el propósito de defender su argumento. Pongamos atención a la primera definición de la palabra: Arrancar el pelo o la barba. ¿Sonaría lógico que un cristiano se arranque el pelo o la barba en muestra de adoración a Dios? Alguien podría decir: Eso me dice el léxico griego y por esa razón lo estoy haciendo. Si somos sinceros, esa explicación no es aceptada por ninguna razón.
Por otro lado, El Léxico Griego del periodo Romano y Bizantino (desde 146 a.C. al 1100 d.C.) de E.A. Sófocles (griego nativo; profesor de griego en Harvard) define “psallo” como “entonar o cantar himnos religiosos”. Él declaró que; no hay un solo ejemplo de psallo a través de este largo periodo que indique o que implique el uso del instrumento musical. Al contrario, él ratificó que siempre significó “cantar; cantar himnos religiosos”. La palabra así perdió posteriormente el significado para referirse a un instrumento y es por eso que en el griego moderno (el cual tomó el formato del uso eclesiástico) significa simplemente cantar”.
El léxico griego de Thayer, que según muchos testimonios, ocupa el lugar más alto dentro de la lexicografía del Nuevo Testamento, también da los varios significados de esta palabra, pero cuando viene al periodo del Nuevo Testamento, él omite todos los significados anteriores y usa la palabra para decir que se refiere exclusivamente a “tocar los acordes del corazón humano” y para “cantar un himno; celebrar alabanzas a Dios por medio de una canción”.
Podemos decir también que no existe diferencia entre los lexicógrafos y teólogos en cuanto al significado clásico de la palabra. Durante un periodo de 400 años la palabra psallo significó las definiciones que ya las hemos considerado anteriormente. Pero esto no es todo, los lexicógrafos y teólogos que dieron las definiciones clásicas de la palabra también concuerdan que su significado cambió a “cantar” solamente, y así fue como se utilizó en el Nuevo Testamento. Hay muchos que afirman que en el nuevo Testamento la palabra psallo incluye un instrumento musical, pero las autoridades dedicadas exclusivamente al estudio del griego de ese periodo han hablado en honor a la verdad y concluyen que significa “cantar”.
Resulta curioso saber que aquellos lexicógrafos que se han aventurado a afirmar que la palabra en el Nuevo Testamento implica el uso de instrumentos musicales, son los mismos lexicógrafos que se han atrevido a decir que la aspersión es lo mismo que el bautismo.
La palabra Psallo con el simple significado de “cantar” o “cantar adoración” (cantar salmos) está bien documentada antes de los tiempos del Nuevo Testamento. Tal fue el uso de “Los salmos de Salomón, que eran himnos judíos del siglo primero antes de Cristo, los mismos que fueron atribuidos con frecuencia a los fariseos pero que representaban a los piadosos religiosos palestinos muy poco antes del Nuevo Testamento. Consideremos unos ejemplos: “¿Por qué duermes mi alma, y no bendices al Señor? Canta, (psalle) un nuevo himno al Dios quien es digno de ser adorado. Canta (psalle) y permanece alerta frente a sus ojos abiertos, pues es bueno un salmo a Dios que nace de un buen corazón (Salmos de Salomón 3:1,2). La preferencia por la música vocal puede verse en el Salmo 15:3 de la misma colección: “Un nuevo salmo con una oda en forma de alegría de corazón, el fruto de los labios con el instrumento bien afinado de la lengua, las primicias de los labios con un corazón piadoso y justo”. Las palabras salmo, himno y oda se utilizan con el sentido de cantar. Podemos ver que existe una similitud de este último salmo con Hebreos 13:15.
Psallo en el Antiguo Testamento en griego
El uso de Psallo en la Septuaginta, la traducción griega del Antiguo Testamento, que se inició en el tercer siglo a.C. ha ocupado un lugar importante en el estudio de la historia de la palabra.
En la Septuaginta, psallo hace referencia a la música instrumental en aquellas instancias en las que traduce la palabra hebrea nagan. Podemos ver esto claramente en 1 Samuel 16:16-18; 23; 18:10 y 19:9 donde en el contexto se hace referencia a instrumentos.
Por otro lado Psallo, en la Septuaginta aparece con frecuencia como una traducción de zamar , que es una palabra hebrea, y se define como “hacer música en adoración a Dios”, y el léxico indica muchas instancias “de cantar”, en algunas de las cuales el acompañamiento instrumental está mencionado en el contexto (pero no incluido en el significado de la palabra en sí mismo).
Considerando esto, el contexto nos permite ver claramente en varios pasajes que por medio de la palabra psallo se quiere expresar solamente la adoración vocal. De esta forma, el Salmo 47:6,7 termina en la Septuaginta con “cantar (psalat) inteligiblemente”; y en el salmo 71:23 y siguiente dice: “Mis labios se alegrarán cuando te cante (psalo)… también mi lengua dirá a todas horas que Tú eres justo…” El salmo 105:2 dice: “Canta a él y haz melodía (psalate) a Él, cuenta acerca de todas sus maravillas”. En casi todos los casos los traductores de la Septuaginta han combinado la palabra psallo con otra palabra que denota adoración verbal. Notemos las siguientes citas bíblicas: Salmos 18:49 (mencionado en Romanos 15:9), “Te confesaré entre las naciones, oh Señor, y cantaré (psalo) a tu nombre”. Salmos 30:4, “Canten (psalate) al Señor, ustedes fieles, ¡confiesen en conmemoración de su santidad!” Salmos 138:1, “Te confesaré, Señor, con todo mi corazón, porque has escuchado las palabras de mi boca, y cantaré (psalo) a ti delante de los ángeles”. Salmo 135:3 “Alaben al Señor, porque Él es bueno; canten (psalete) himnos a su nombre, porque Él es bondadoso”. Salmo 146:2, “Alabaré al Señor mientras yo viva; cantaré (psalo) himnos a mi Dios mientras yo exista”.
Es posible que el significado exacto de algunos versículos esté en duda, pero lo que si está claro es que un instrumento no está incluido en la palabra psallo de la Septuaginta. Psallo podría traducirse como una palabra que significase sólo “cantar” sólo “tocar” (nagan), otra palabra que significase “cantar” (shir), o una palabra general (zamar). El significado que cubriría a todas estas palabras sería “hacer melodía”.
II. Psallo y los rollos del Mar Muerto
Zamar es la palabra que se encuentra detrás de la mayoría de las apariciones de psallo en la Septuaginta. Se uso apareció muy poco tiempo antes del inicio del Nuevo Testamento en los Rollos del Mar Muerto. Estos documentos propios de la comunidad de Qumram, la cual estuvo ubicada cerca de la costa noroeste del Mar Muerto, nos proporcionan más información acerca de la vida de los judíos en Palestina.
En este contexto, la palabra zamar mantiene su significado general de “hacer melodía”, por esta razón el contexto debe indicar si dicha melodía debe hacerse con un instrumento o sólo con la voz.
Existió preferencia por la música vocal en los Rollos del Mar Muerto, y esto lo podemos confirmar considerando “La Regla de la Comunidad”, que no era otra cosa sino el Manual de Disciplina que ellos tenían:
“Durante mi vida entera, el precepto grabado estará sobre mi lengua, como fruto de alabanza y la porción de mis labios. Cantaré “Zamar” con conocimiento y toda mi música será para la gloria de Dios, y mi laúd y arpa sonarán para el Santo Orden y afinaré la flauta de mis labios para su justa medida”. Parece claro que los instrumentos son metafóricos para el cuerpo humano. Eric Werner, en su libro titulado “Aspectos musicales de los Rollos del Mar Muerto”, sugiere que los Rollos (con la excepción del Rollo de Guerra con sus referencias a muchos instrumentos del Antiguo Testamento) sólo pueden hacer referencia metafórica a los instrumentos.
III. Psallo en la literatura Apócrifa e intertestamentaria
En las obras apócrifas e intertestamentaria el significado de psallo no está del todo claro en la mayoría de las veces. Sin embargo, en la literatura intertestamentaria, los traductores modernos y eruditos de las obras más conocidas, sólo ven una referencia a la música vocal en el uso de psallo. Es por esta razón que la Nueva Versión Standard Revisada (en inglés) y la Biblia Inglesa Revisada, traducen las referencias de 1 Esdras (1:15;5:27;8:22; 9:24) como cantantes del templo, sin hacer alusión alguna a los instrumentos musicales.
Es importante notar que en ese entonces la lengua era considerada mejor que un instrumento: “el aulos (flauta) y el psalterion (salterio), producen melodía amena,, pero la lengua agrada más que ambos” (Eclesiástico 40:21).
IV. Preferencia por el uso vocal de psallo en la literatura judía
Filón de Alejandría, un escritor filosófico judío (alrededor de 20 a.C al 50 d.C, sus escrituras son la mayor fuente de información para el judaísmo helenístico y filosófico griego del primer del siglo primero), se refiere a los psalmos como “himnos”, “himnario” o “canciones”. Él tiene mucho que decir con respecto a la música, en especial de la música vocal. Un hecho que resulta interesante es que en el índice de palabras griegas de sus obras no incluye la palabra psallo. Él utiliza la palabra Epipsallo, de la misma familia de palabras, está usada con el significado de “ejecutar con la mano”, pero en sentido metafórico. El alma del hombre sabio es tocada armoniosamente como una lira (Sobre la inmutabilidad de Dios 24). Este mismo sentido de “ejecutar” sobre un instrumento aparece en su obra “Sobre sueños”, en donde los cielos son considerados instrumentos musicales: “la mente del hombre es capaz de ofrecer himnos a Dios, alabanzas y bendiciones; esta expresión vocal recibe sus acompañamientos instrumentales en los movimientos armoniosos de los cuerpos celestiales.
¿Por qué la palabra psallo no aparece en los escritos de Filón?
Una hipótesis sería que Filón evita su uso debido a que él estuvo consciente de la connotación primariamente instrumental de la palabra para los lectores paganos. Filón hace énfasis sobre una clase diferente de música y por eso evita una palabra que podría confundir al lector. Él conocía muy bien el significado de esta palabra. Para un lector moderno y para sus compañeros no habría existido duda que psalmos quería decir “salmo” pero ya que el significado clásico era “la tonada ejecutada”, Filón escogió un término que no les confunda a los lectores y que claramente demuestre que se estaba refiriendo a la música vocal.
Filón discrepa con la música instrumental en comparación con la vocal: “Todos los sonidos melodiosos producidos por instrumentos de viento y de cuerdas son tan inferiores a los de la música producida por ruiseñores y cisnes, como una copia e imitación, es inferior al original, o una especie perecedera a otra imperecedera. Porque no podemos comparar la música producida por voces humanas con la que se produce de cualquier otra manera, ya que tiene el preeminente” don de la articulación, por el cual se estima de alto valor” ( Posteridad de Caín 105).
Filón utiliza el verbo “cantar himnos” para significar “adorar” o “enaltecer” sin ninguna connotación musical. Este filósofo en ninguna parte se refiere a los instrumentos de música en el contexto de la música religiosa judía de su propia época. Por el contrario, da notables descripciones acerca del canto puramente vocal. Cuando la población judía de Alejandría fue liberada de un gran peligro, Filón cuenta cómo se reunieron y “con las manos extendidas al cielo cantaron himnos y dirigieron cánticos de triunfo a Dios”. Y cuenta también que toda la noche continuaron en himnos y odas.
Con esto queremos decir, que la evidencia lingüística parece indicar que fue en el lenguaje religioso judío que encontramos el cambio de su uso de psallo de música instrumental a vocal.
V. Psallo en la literatura de la iglesia temprana o de los primeros tiempos
Melito de Sardis ( Obispo de Sardis 170 d.C). En su Homilía de Pascua utiliza psallo para hablar del canto de los judíos en la Pascua.
Clemente de Alejandría ( Autor cristiano de tendencia filosófica quien da mucha información sobre las costumbres de su tiempo. Falleció alrededor del año 215 d.C.) Fue el primer escritor cristiano en emplear un vocabulario musical extenso por lo que proporciona un amplio material para un estudio lingüístico.
El tratamiento más completo de Clemente acerca de la música se encuentra en “Instructor II. Iv. 42-44), en su discurso acerca de la conducta apropiada en los banquetes. En contraste con la música sensual de los entretenimientos paganos, Clemente cita el Salmo 150 y procede a dar una interpretación alegórica:
“El Espíritu, distinguiéndose de tales divertimientos al servicio divino, canta,
Adórenlo a Él con el sonido de las trompetas; puesto que con el sonido de las trompetas Él resucitará a los muertos. Adórenlo con el salterio, porque la lengua es el salterio del Señor. Y adórenlo con la lira. Por la lira se quiere decir la boca impulsada por el Espíritu como si fuese un plectro. Adórenlo con las panderetas y las danzas, refiriéndose a la meditación de la Iglesia sobre la resurrección de los muertos… Adórenlo sobre las cuerdas y el órgano. Él llama a nuestro cuerpo un órgano, y sus nervios son las cuerdas, mediante las cuales ha recibido armoniosa tensión, y cuando es tocado por el Espíritu, produce voces humanas. Adórenlo sobre los platillos tintineantes. El llama a la lengua el platillo de la boca, la cual resuena con la pulsación de los labios. De este modo, pregonó a la humanidad “Deje que cada aliento adore al Señor, porque Él se preocupa por cada cosa que respira que Él ha hecho. Porque el hombre es un instrumento pacífico; en tanto que otros instrumentos, si usted investiga, encontrará que son belicosos, inflaman la lujuria, encienden las pasiones, o incitan a la ira. (41,4-42,1).
Él continúa posteriormente:
Él único instrumento de paz, sólo la palabra por la cual honramos a Dios, es lo que empleamos. Ya no empleamos más el antiguo salterio, y trompeta, y pandereta, y flauta, los que los expertos en guerra y los que despreciaban el temor a Dios solían emplear en los coros de sus asambleas festivas: porque por tales melodías ellos podrían elevar sus mentes abatidas (42,3).
Esta interpretación alegórica de los instrumentos del Antiguo Testamento como partes reales del cuerpo llegó a estar de gran moda más tarde en la Iglesia. Clemente parece haber tomado esta idea de Filón. Igual que Filón, Clemente compara al hombre, compuesto de cuerpo y alma, y como una miniatura del universo, a un instrumento:
La Palabra de Dios, despreciando a la lira y al arpa, los que no son más que instrumentos inanimados y habiendo afinado el universo por el Espíritu Santo, y especialmente al hombre… hace melodía (psallo) a Dios con este instrumento de muchos tonos; y a este instrumento _ quiero decir al hombre _ él canta (prosado) de la siguiente manera: Pues tú eres mi arpa, flauta y templo. (Exhortación a los paganos I. 5.3).
Clemente, típicamente, cuando conserva del uso clásico de psallo, lo hace sólo en un sentido metafórico. En otra parte Clemente es explícito sobre la interpretación alegórica que él da a los instrumentos en los Salmos:
La lira, de acuerdo con su significado primario, puede ser usada por el salmista en forma figurada para el Señor; de acuerdo a lo secundario, para aquellos que continuamente hacen sonar las cuerdas de sus almas bajo la dirección del coro, el Señor. Y si la gente salvada es llamada la lira, será entendido en consecuencia al estar dando gloria musicalmente, a través de la inspiración de la Palabra y el conocimiento de Dios, siendo hechos tañer por la Palabra para producir fe. (Miscellanies VI.ix.88).
Cuando Clemente quiere decir “cantar y ejecutar”, él usa “ado” junto con una palabra para ejecutar un instrumento, como “kitharizo”, o bien dice “cantar (ado) con la lira.
Los autores cristianos del tercer siglo continúan el uso vocal de psallo; citamos a continuación a algunos de ellos:
Orígenes (Maestro cristiano de Alejandría y luego de Cesarea, vivió desde alrededor del 185 al 254. El pensador más grande y el autor más prolífico de los primeros siglos). En sus escritos sobre la oración 2,4 usa la palabra en el sentido de cantar (como sinónimo de humneo) con referencia a 1 Co. 14:15.
“Porque ni puede nuestro entendimiento orar, a menos que previamente el Espíritu ore, prestando atención como si fuera a Él, ni del mismo modo le puede cantar (psalai) y cantar himnos al Padre en Cristo con ritmo, melodía, compás y armonía, a menos que el Espíritu… primero adore y le haga himnos a Él”.
Metodio (Obispo cristiano de Olimpo en Lisia; falleció alrededor de 311). Conocía muy bien el uso clásico, pero tomó a psallo en su sentido eclesiástico de “cantar” sin acompañamiento. Cristo canta (psallei) estas alabanzas, dijo en su obra Banquete VII.1. Justo antes del himno responsorial hacia el final del Banquete, Metodio escribe que Tecla “cantó (psallo) melodiosamente”, y lo que se cantó se describe como un himno de agradecimiento. Metodio habló en otra obra acerca de los mártires que cantan (psallo) el Salmo 124:2-7.
Eusebio (Obispo e historiador eclesiástico. La fuente principal para la historia primitiva cristiana del siglo cuarto). A inicios del siglo cuarto, describe a ciertos mártires egipcios de la persecución Dioclesiana,
“Recibieron la sentencia final de muerte con alegría, risa y felicidad tal que pudieron cantar (psallein) y elevaron himnos y agradecimientos al Dios del Universo hasta que ellos dieron su último aliento”. (Historia de la Iglesia VIII.ix.5).
El uso vocal de psalmos es evidente cuando Eusebio habla de Cristianos quienes habían sido desterrados a las minas y luego regresan a sus casas después de la persecución: “Sí. Multitudes agolpadas de hombres fueron en sus peregrinajes, alabando a Dios en medio de los caminos y mercados con canciones y salmos”.
En lo concerniente a los himnos más ortodoxos, Eusebio cita a un autor anónimo del segundo siglo: “Tantos salmos y odas escritos por hermanos fieles desde el comienzo son himnos a Cristo como la Palabra de Dios y hablan de Él como un Dios”. Es importante dejar en claro que el sentido de la palabra salmos fue ampliada por los primeros cristianos, los mismos que partieron del libro del Antiguo Testamento y luego incluyeron sus propias composiciones. Esta palabra (psalmos) fue transformada para significar composiciones netamente vocales.
Cirilo de Jerusalén (Obispo de Jerusalén desde alrededor del 349 al 386) mostró claramente el uso vocal de psallo.
“Y, otra vez, que las mujeres jóvenes se sienten juntas de la misma manera, ya sea cantando (psallon) o leyendo tranquilamente, de tal modo que sus labios hablen…” (Procatequésis 14, PG 33:356B).
Isidoro de Pelosio (Abad de un monasterio cerca de la desembocadura del Río Nilo; murió alrededor del año 450 d.C.) Este hombre expresó un pensamiento similar al de Cirilo en el siglo quinto.
Basilio de Cesarea (Conocido como “El Grande”. Obispo de Cesarea en Capadocia desde 370 al 379 y el obispo griego de más influencia en su tiempo). En su Homilía sobre Salmos 28, dice: “Tienes un salmo, tienes una profecía, ordenanzas evangélicas, la predicación de los apóstoles. Que la lengua cante (psalleto), que la mente interprete el significado de las palabras, para que tú puedas cantar con el espíritu y también con la mente. (PG 29:304A).Utilizó la palabra psallo metafóricamente: “Es necesario adorar al Señor primero con la cítara, lo cual es ejecutar armoniosamente las obras hechas a través del cuerpo…después de esta confesión, uno es digno de adorar (psallein) a Dios sobre las diez cuerdas del salterio. Porque es necesario primero presentar las justas acciones con el cuerpo tanto como actuar armoniosamente con la palabra divina, y de esta manera ascender a la contemplación de las cosas espirituales. Porque se llama salterio a la mente que busca las cosas de arriba, porque en la construcción de este instrumento el poder del sonido viene desde las partes superiores…”
La Constitución Apostólica (Una compilación de regulaciones eclesiásticas hechas en la última parte del siglo cuarto a partir de fuentes más primitivas), se refiere al uso eclesiástico de psallo: “Si te quedas en casa, lee los libros de la Ley, de los Reyes, con los Profetas: canta (psallo) los himnos de David: y estudia diligentemente el Evangelio” (I.v.2). Esta Constitución apostólica exhortaba a que la conducta de las viudas era la de estar sentadas en la casa, cantando (psallo), orando, leyendo, vigilando y ayunando, hablando a Dios continuamente en canciones (ode) e himnos). Podemos ver que el uso de la palabra psallo en su significado de “cantar” fue muy conocido en estas épocas, el mismo que tuvo su aplicación tanto para la vida diaria de los cristianos como para cuando ellos se reunían en adoración de toda la iglesia. Veamos unos ejemplos: “Si no es posible la reunión ni en la Iglesia ni en la casa, que cada uno cante (psallo), y sólo lean, y oren, dos o tres juntos”. ”Pero reúnanse cada día a la mañana y a la noche, cantando salmos (psallo) y orando en la casa del Señor”. Podemos saber qué actividades realizaban los domingos considerando el siguiente párrafo: “Pero cuando hayan leído dos lecciones, que alguna otra persona cante (psallo) los himnos de David, y que las otras personas se unan en el canto (hupopsallo) para la parte final de las estrofas”.
VI. La Adoración en el Templo
El cristianismo comenzó dentro del contexto del judaísmo, por esta causa es necesario tener presente qué tipo de música estuvo presente en la adoración judía.
La música instrumental acompañaba los sacrificios en el Antiguo Testamento, y todo esto fue establecido mediante la autoridad divina. (Leer Números 10:10; 2 Crónicas 29:20-36). David jugó un papel determinante en la organización del ministerio de la música en el Antiguo Testamento (Leer 1 Crónicas 16:4-6;23:5).
La música instrumental fue una característica importante de la adoración en el Templo. Esta adoración se describe al comienzo de la era cristiana en la literatura Apòcrifa como en el Talmud. (Leer Eclesiástico 50:11-22).
La música instrumental fue un elemento importante de la adoración en el Templo. Pero, ¿cómo se explica que algo que fue tan importante en la forma de adoración de los judíos, no se mencione en los escritos del Nuevo Testamento? Una pista que podemos encontrar para explicar la ausencia de instrumentos musicales en la adoración cristiana, es que el cristianismo de los primeros tiempos vio el sistema sacrificial y la adoración en el templo como superados por el sacrificio de Cristo y la adoración en la Iglesia. El sacerdocio levítico y los cultos sacrificiales fueron abolidos por medio del sacrificio perfecto de Cristo, y por lo tanto fueron también abolidos también los acompañamientos musicales.
En el Diálogo con Trifón de Justino el Mártir 116-118, se habla de las adoraciones espirituales de los cristianos, las mismas que reemplazan a los sacrificios del Antiguo Testamento. De la misma manera, el incienso, el cual acompañaba las ofrendas de sacrificios de animales, se convirtió en símbolo de las oraciones de los santos (Ap. 5:8), pero en ningún lugar encontramos una referencia al uso literal de incienso en la adoración de los cristianos primitivos, más bien esta idea fue rechazada por varios hombres importantes de la Iglesia como Justino, Ireneo, Clemente de Alejandría, etc.
Los sacrificios de animales representaban algo externo, pero ese no era su final, pues fueron reemplazados por algo mucho mejor que es lo interno, es decir por algo espiritual. Por esta razón, algo externo y mecánico como un instrumento de música fue reemplazado por canciones de alabanza. Cualquier esfuerzo que pretenda justificar la presencia de la música instrumental dentro de la adoración cristiana, debe tener en cuenta su contexto original y las funciones que tenía la misma en el culto del templo.
VII. La adoración en la sinagoga
Los judíos habían desarrollado una forma alternativa de adoración independiente del templo y del sacrificio animal; en las sinagogas se practicó la adoración racional de la oración y la instrucción en las Escrituras. La sinagoga se convirtió en la sede permanente de la vida religiosa judía. En la sinagoga las Escrituras se leían con melodía o tonada, llamada “cantilación”. La recitación o el canto de los Salmos no se mencionan con mucha frecuencia, pero se puede asegurar que formaba parte de la práctica de las sinagogas en los tiempos del Nuevo Testamento. En las sinagogas las oraciones como los salmos fueron efectuados para ser respondidos. Algunos comentarios rabínicos nos muestran que el pueblo israelita tenía la costumbre de practicar el canto responsorial, el mismo que consistía en repetir una frase específica durante el canto. Podemos ver esto claramente al analizar el comentario sobre Éxodo 15 del Rabí Akiba: Moisés dijo: “Cantaré al Señor”, y ellos respondieron “cantaré al Señor”; Moisés dijo: “porque Él ha triunfado gloriosamente” y ellos respondieron, “cantaré al Señor”. Según otro maestro rabínico, la palabra aleluya constituía una respuesta congregacional. Los salmos se recitaban sin acompañamiento vocal en el culto de la sinagoga.
En la literatura judía se conservan varios relatos de controversias entre los maestros judíos en los que se discute si la parte esencial de la música en el templo era instrumental o vocal. Según Everett Ferguson, la disputa que existió entre los rabinos acerca de la música, fue debido a que como en la sinagoga la música fue puramente vocal, así también quisieron que la música esencial del templo fuera vocal. Algunos argumentaban que los esclavos podrían tocar los instrumentos, pero sólo los Levitas podían cantar puesto que lo esencial en la música del Santuario era el cantar con la boca, siendo la música instrumental sólo para endulzar el sonido.
Algunos rabinos dieron expresión definitiva a la convicción que la música vocal era superior a la instrumental. “El Santo, bendito sea Él, dirá a ellos: Aunque ustedes me adoren a mí con salterios y con arpas, su adoración no me es dulce hasta que llegue desde sus bocas” (Midrash Tehillim Sobre Salmos 149,5). “El Santo, bendito sea Él, dijo: deseo de Israel no música de arpas sino solemne expresión de sus bocas” (Sobre Salmos 92:7; del mismo autor).
Se ratifica nuevamente que no existe evidencia acerca de que se usó música instrumental en la sinagoga primitiva. McKinnon, en su obra “Los Padres de la Iglesia y los Instrumentos Musicales”, explica acerca de la razón de la ausencia de la música instrumental en la sinagoga: “el instrumento era simplemente incoherente con el tipo de adoración que se había desarrollado en la sinagoga. Allí se celebraba un culto sin sacrificios y un servicio racional al cual, como una extensión ya sea de la oración o de la lectura de las Escrituras, se había agregado el cantar de los Salmos”.
De estos factores puede desprenderse una hipótesis razonable para explicar el cambio del uso de psallo. El cambio en las costumbres de la sinagoga, donde los salmos ya no se cantaban acompañados con los instrumentos que caracterizaban el culto del templo, trajo consigo un cambio en el sentido de la palabra para que significara “Cantar los Salmos” (sin el acompañamiento de instrumentos) ¿Qué nos enseñan todos estos factores? La enseñanza básica es que los cristianos tomaron la palabra “psallo” del medio ambiente judío, donde nació la Iglesia; no la tomaron del uso clásico griego (donde anteriormente había significado “con instrumentos”).
CONCLUSIÓN:
Toda esta información analizada hasta el momento, nos muestra que las prácticas judías proporcionan firme evidencia en contra de la presencia de instrumentos de música en la adoración en la Iglesia Primitiva. “LOS INSTRUMENTOS NO SE MENCIONAN EN LA ADORACIÓN DE LA IGLESIA DEL NUEVO TESTAMENTO”.
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