¿Cuáles Son Los Libros Verdaderos De La Biblia?

¿Cuáles Son Los Libros Verdaderos De La Biblia?

A veces un estudiante nos pregunta: "¿Por qué contiene mi Biblia 46 libros en el Antiguo Testamento, en vez de 39?" Es sencillo. Está utilizando una versión católica-romana que contiene siete libros que no figuran en al Biblia hebrea, y adiciones al texto hebreo de otros dos libros. Los libros y porciones adicionales son los siguientes:

1. Libro de Tobías
2. Libro de Judit
3. Adiciones al Libro de Ester (10:4 - 16:24)
4. I de Macabeos
5. II de Macabeos
6. Libro de la Sabiduría
7. Libro de Eclesiástico
8. Libro de Baruc
9. Adiciones al Libro de Daniel (3:24-90; 13:1 - 14:43)

Existen motivos para dudar de la inspiración de esto libros adicionales, llamados por algunos "deuterocanónicos".

1. Los libros del Antiguo Testamento fueron confiados por Dios al pueblo judío (Romanos 3:1-2). Ellos han rechazado los libros y porciones adicionales y reconocen solamente los libros de la Biblia hebrea.

2. Estos libros tampoco fueron aceptados como parte de la Palabra de Dios por Jesús, o por los apóstoles. Citaron casi todos los libros del Antiguo Testamento, pero nunca se refirieron a estos libros adicionales en calidad de ESCRITURA. Cristo habla de "la sangre de todos los profetas que se ha derramado desde la fundación del mundo, desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías que murió entre el altar y el templo" (Lucas 11:49-51). Esto se refiere a todos los homicidios narrados en el Antiguo Testamento, el primero en Génesis 4:8 y el último (de acuerdo al orden de los libros en la Biblia hebrea) en II Crónicas 24:20-21. Esta referencia confirma que la lista de libros que Jesucristo conoce es la misma que fue ratificada por los judíos en Jamnia hacia los años 90-95 d. c. y sigue siendo la lista de los libros de la Biblia hebrea.

3. Estos libros adicionales nunca fueron aceptados por los autores cristianos o judíos que vivieron en los primeros años después de la muerte de Jesús. San Jerónimo, uno de los eruditos más destacados de la Iglesia Católica, afirma que los libros adicionales no debían formar parte de la Palabra de Dios.

4. Estos libros adicionales contienen errores históricos y geográficos. Además, contradicen a veces lo que enseñan los otros libros de la Biblia. Por ejemplo, en el libro de Judit se dice que Holofernes es el General de Nabucodonosor, "que reinó sobre los asirios en la gran ciudad de Nínive" (Judit 1:1). Pero, al contrario de lo que dice este libro, sabemos por la historia secular que Holofernes en realidad fue un general del antiguo Imperio Persa y, como sabe todo el mundo, Nabucodonosor fue rey de Babilonia (Daniel 1:1). Este es solamente uno de los tantos errores que se encuentran en los libros adicionales. Tanto la evidencia externa que hemos presentado, como la evidencia interna de los libros mismos, muestra que no se trata de libros inspirados por el Espíritu Santo.

5. También es de conocimiento histórico que, luego de centenares de años de mucha discusión, la Iglesia Católica Romana en el Concilio de Trento, en el año 1516, toma la decisión de agregar estos libros adicionales a la Biblia. La decisión estaba basada en el hecho de que estos libros figuraban en la versión de los Setenta (La Septuaginta), una versión griega del Antiguo Testamento hecha por los judíos de Alejandría. Pero si nos hemos de guiar por la opinión de los judíos alejandrinos, )por qué no incluir TODOS los libros adicionales que figuran en esa versión? (También figuran III y IV de Esdras, III y IV de los Macabeos, Odas, y los Salmos de Salomón.)

En vez de buscar la solución en algún concilio eclesiástico, el cristiano con toda la confianza puede aceptar la aprobación tácita que Jesucristo les da a los libros de la Biblia hebrea y reconocer que en esos 39 libros tenemos TODO el Antiguo Testamento que Dios hizo con los judíos.

Por los motivos que acabamos de exponer, nosotros no reconocemos los libros adicionales como parte auténtica de la Biblia y no los tomamos en cuenta en nuestro curso bíblico. Sin embargo, no hay inconveniente en que usted siga usando una Biblia Católica para sus estudios, si toma en cuenta la distinción entre los libros "deuterocanónicos" y los libros aceptados por todos.