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    Tema: La Deidad

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    Tema: La Deidad Empty Tema: La Deidad

    Mensaje  administrador Vie 4 Dic 2009 - 12:12

    Cada primer día de la semana nos reunimos para adorar a Dios (Jn. 4:23-24). También no reunimos para recordar la muerte de Jesús (I Co. 11:23-26), y también leemos un libro que fue inspirado por el Espíritu Santo (II P. 1:20-21; II Ti. 3:16-17). Esto hace de este tema, algo de suma importancia. Por lo tanto, es el propósito de este curso instruir a los estudiantes en cuanto al tema de la Deidad y como entenderlo conforme a la luz de las Sagradas Escrituras.
    LA DEIDAD
    POR QUE ESTUDIAR ESTE TEMA?
    El tema de la “Deidad” es un tema de suma importancia. Hoy en día existe mucha
    confusión sobre este tema. Existen algunos que no creen en la Deidad, mientras que
    otros sostienen un concepto erróneo en cuanto a dicho tema. Este tema es importante porque tiene mucho que ver con nuestro Dios, Jesús y el Espíritu Santo.
    Pienso que el concepto de la Deidad es un concepto muy profundo, sin embargo, esto no significa que no podemos conocer ciertos factores acerca de este tema (Ef. 3:4).
    Por lo tanto, el tema de la Deidad debe de ser estudiado por las siguientes razones:
    1. Porque es un tema Bíblico (Hch. 17:29; Ro. 1:20; Col. 2:9).
    2. Porque muchos necesitan ser instruidos en cuanto a este tema.
    3. Porque existe mucha confusión en cuanto a este tema.
    4. Porque un conocimiento de este tema nos ayudara a poder apreciar mas a Dios, a Su Hijo, y el Espíritu Santo.
    5. Porque cada cristiano debe estar siempre preparado para presentar defensa con mansedumbre y reverencia (I P. 3:15).
    LA PALABRA DEIDAD
    I. El Termino Deidad.
    1. El termino “Deidad” también es conocido como divinidad, divino y Deidad.
    2. De acuerdo al diccionario W.E.Vine, el termino “Deidad” significa la esencia divina, la personalidad de Dios, los atributos de Dios y Su naturaleza divina (p. 331).
    3. El señor Kittel dice de la Deidad lo siguiente: “La Deidad es aquello que se refiere a Dios como Dios, y lo que le da el derecho de ser adorado.” (Vol. 3, p. 123).
    4. Este termino aparece tres veces en el Nuevo Testamento (Hch. 17:29; Ro. 1:20; Col. 2:9).
    5. En Hechos 17:29 el término Griego es theion, señalando “divinidad” or “la Deidad” con el artículo definido. Un concepto perfecto para expresar el verdadero Dios como opuesto a los dioses del paganismo griego.
    6. En Romanos 1:20 es termino Griego es theiotes, el cual se refiere a la naturaleza divina del Creador, o Su esencia divina de Dios. Por ejemplo, Su poder ilimitado e infinita sabiduría.
    7. En Colosenses 2:9 el término Griego es theotes, el cual lleva un significado de Deidad o divinidad. Este texto afirma que la plenitud de la naturaleza divina es manifestada en la persona de Cristo Jesús.
    8. El termino de la “Deidad,” “Divinidad,” o “Divino” representan la idea de que la naturaleza divina es compartida por tres distintas personalidades, e.g., Dios, Hijo, y Espíritu Santo.
    9. Estos términos son presentados con mucha claridad en el Nuevo Testamento (Mt. 28:19; I Co. 12:4-6; II Co. 13:14; Ef. 4:4-6; I P. 1:2; Ap. 1:4-5).

    II. El Termino “Trinidad”
    1. La palabra “Trinidad” no se encuentra en las Escrituras; Sin embargo el concepto se encuentra implícitamente en las Sagradas Escrituras.
    2. La palabra se deriva del latín, trinus, que significa “tres.”
    3. En el vocabulario del cristiano, da la idea de “tres” personas divinas que funcionan como una unidad absoluta.
    4. Es necesario entender y aclarar que esto no se relaciona al politeísmo, esto es, muchos dioses.
    5. El concepto de la trinidad se relaciona a tres distintas personalidades, las cuales comparten la misma naturaleza divina.
    6. En las Escrituras las tres Personas Sagradas son, en cierto sentido, representadas como “uno”. Favor de observar los siguientes textos (Dt. 6:4; Jn. 10:30; Ga. 3:20; Stg. 2:19). Ellas son una en naturaleza; cada una compartiendo la esencia de la Deidad.

    III. Tres Diferentes Personalidades.
    1. Existe otro sentido en el cual estas identidades son tres, esto es, son distintas personalidades.
    a. El Padre no es el Hijo (Mr. 13:32).
    b. El Hijo no es el Espíritu (Jn. 14:16).
    c. El Espíritu no es el Padre (Ga. 4:6).
    2. Aquellos que profesan que el “Padre,” y el “Hijo,” y el “Espíritu Santo” son solamente tres manifestaciones de una persona divina, están en error.
    3. Los términos “Deidad” y “Trinidad” son palabras respetadas, cada una representando conceptos que son presentadas en las Sagradas Escrituras.
    4. Los siguientes pasajes muestran que son tres en la Deidad…
    a. Mateo 3:16-17 “Después de ser bautizado, Jesús salio del agua inmediatamente; y he aquí, los cielos se abrieron, y el vio al Espíritu de Dios que descendía como una paloma y venia sobre El. Y he aquí, se oyó una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo amado en quien me he complacido.”
    b. Mateo 28:19 “Id pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.”
    c. Hechos 7:55 “Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios.”
    d. II Corintios 13:14 “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros.”
    5. Estos pasajes nos ayudan a entender claramente que existen tres en la Deidad, y no solo uno.

    IV. El Nombre de Dios Implica Mas de Una Persona.
    1. En Génesis 1:1 el texto dice, “En el principio creó Dios los cielos y la tierra.”
    a. En Hebreo, el nombre “Dios” es ELOHIM. Este nombre es plural, mientras que la palabra “creó” es singular.
    2. En Génesis 1:26 encontramos las frases “hagamos,” “nuestra”. Esta frase indica más de uno.
    a. La palabra “hagamos” es plural.
    b. Es interesante notar que el texto no dice “Imágenes,” o “Semejanzas” ya que la naturaleza divina es una, pero compartida por tres personalidades (Padre, Hijo y Espíritu Santo).
    c. El texto no esta hablando de tres Deidades.
    d. Es una imagen singular y no plural.
    3. El pronombre “nosotros” indica que la Deidad consiste de más de una persona (Gen. 3:22; 11:7).
    4. En el Antiguo Testamento el nombre para Dios es “Elohim.” En el lenguaje Hebreo, el singular para Dios es “El,” y el plural para Dios es “Elohim.”
    5. El mismo nombre de Dios señala el hecho de que la Deidad consiste de más de una persona.
    6. En Eclesiastés 12:1 el texto dice, “Acuérdate, pues, de tu Creador en los días de tu juventud.”
    a. La palabra “Creador” se encuentra en el nombre plural.

    V. Existe un Ser Divino—Dios.
    1. Hablar de la Deidad, en el sentido en el cual lo hemos definido no es hablar de tres dioses o naturalezas divinas. La Biblia afirma en varias ocasiones que solo hay un Dios. Los siguientes pasajes comprueban esta verdad.
    a. Dt. 4:35 “A ti te fue mostrado, para que supieras que el Señor, El es Dios; ninguno otro hay fuera de El.”
    b. Dt. 4:39 “Por tanto, reconoce hoy y reflexiona en tu corazón, que el Señor es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra; no hay otro.”
    c. Dt. 6:4 “Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor uno es.”
    d. Isaias 44:6 “Así dice el Señor, el Rey de Israel, y su Redentor, el Señor de los ejércitos; Yo soy el primero y yo soy el ultimo, y fuera de mi no hay Dios.”
    e. Isaias 45:5 “Yo soy el Señor, y no hay ningún otro, fuera de mi no hay Dios. Yo te ceñiré, aunque no me has conocido.”
    f. Isaias 46:9 “Acordaos de las cosas anteriores ya pasadas, porque yo no soy Dios, y no hay otro, yo soy Dios, y no hay ninguno como yo.”
    g. I Ti. 2:5 “Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre.”
    2. Por medio de estos pasajes, y muchos mas que pudiéramos citar, nos damos cuenta de la verdad de que existe solo un Dios, y no muchos dioses.

    V. Los Tres Son Uno En Esencia.
    1. Los siguientes pasajes muestran que los tres son uno en esencia.
    a. I Juan 5:7 “Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, y estos tres son uno…”
    b. Juan 10:30 “Yo y el Padre somos uno.”
    2. El Padre es la Primera Persona de la Deidad.
    a. Juan 14:28 “Oísteis que yo os dije: “Me voy, y vendré a vosotros.” Si me amarais, os regocijaríais porque voy al Padre, ya que el padre es mayor que yo.”
    b. I Ti. 1:17 “Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, único Dios, a El sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amen.”
    c. Juan 1:8 “Nadie ha visto jamás a Dios, el unigénito Dios, que esta en el seno del Padre, El le ha dado a conocer.”
    3. El Hijo es la Segunda Persona de la Deidad.
    a. Juan 1:1, 2 En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. El estaba en el principio con Dios.”—existía en el principio con Dios.
    b. He. 1:18-10 “Pero del Hijo dice: Tu trono, Oh Dios, es por los siglos de los siglos, y cetro de equidad es el cetro de tu reino. Has amado la justicia y aborrecido la iniquidad, por lo cual Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría mas que a tus compañeros. Y: Tu, Señor, en el principio pusiste los cimientos de la tierra, y los cielos son obra de tus manos.”—El Padre le llama Dios.
    c. Mateo 1:23 “He aquí, la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: Dios con nosotros.”—Vino a ser Emmanuel (Dios con nosotros).
    d. Ap. 3:21 “Al vencedor, le concederé sentarse conmigo en mi trono, como yo también vencí y me senté con mi Padre en Su trono.”—Ahora esta en el trono de Dios.

    4. El Espíritu Santo es la Tercera Persona de la Deidad.
    a. Génesis 1:2 “Y la tierra estaba sin orden y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas.”—Existió en el principio con Dios.
    b. He. 9:14 “¿Cuánto mas la sangre de Cristo el cual por el Espíritu eterno se ofreció a si mismo sin mancha a Dios, purificara vuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo?”—Espíritu
    Eterno.
    c. Juan 14:16, 17, 26—El Espíritu Santo es llamado “El Consolador,” “El Espíritu de Verdad,” “Espíritu Santo.”

    VI. Diferentes Clases de Creencias.
    1. El Ateismo.
    a. Esta es una palabra compuesta—A significa no, y Theos significa Dios, por lo tanto significa “No Dios”.
    b. Efesios 2:12 usa la palabra Griega “Atheost.”
    2. Diferentes clases de Ateismo:
    A. Ateismo Clasico — Este ateismo rechaza el dios de la nación o cultura.
    a. El Budismo y el Hinduismo son ejemplos del ateismo clásico.
    B. Ateismo Dogmatico — Este ateismo consiste en la creencia de una negación absoluta de la existencia de un Ser Supremo.
    a. Este es el infiel.
    C. Ateismo Critico — Este ateismo argumenta que ningún Ser Divino ha sido demostrado que existe.
    a. Su ateismo esta basado en la falta de evidencia Empírica.
    b. Probablemente uno de los ateos más famosos en cuanto al Ateismo Critico fue T.H. Huxley.
    D. Ateismo Filosofico — Este ateismo declara que si existiera un Dios no pudiéramos saber porque causa de nuestras facultades físicas.
    E. Ateismo Practico — Este ateismo enseña que el hombre dice que Dios no existe en su corazón.
    a. Esta es la clase de ateismo que prevalece en nuestros días.
    b. Salmo 14:1.
    3. El Materialismo.
    A. Algunos materialistas son ateos, pero unos no lo son.
    B. El materialismo trata de encontrar una explicación a todas las cosas en la fuerza de la materia.
    C. Según esta corriente de pensamiento, todo, incluyendo el funcionamiento de la mente y el desarrollo de la historia, depende de la materia y de los procesos físicos. El materialismo no es simplemente el reconocimiento de que existe la materia, sino la doctrina que la materia es lo único que existe. El materialismo no da lugar a Dios ni a ninguna clase de realidad inmaterial, espiritual y trascendente
    4. Agnosticismo.
    A. Este nombre fue dado por T.H. Huxley en 1869 y fue tomado de Hechos 17:23.
    B. Robert Ingersoll murió profesando ser un agnóstico.
    C. La doctrina del agnosticismo afirma que el ser humano no puede tener ninguna certeza acerca de la existencia de Dios ni de los sobrenatural en general, puesto que por naturaleza tal conocimiento esta fuera del alcance de la razón humana2
    5. Deismo. A. Esta teoría dice que en el principio la Deidad lastimo todas las cosas y las dejo ir.
    B. Falla en reconocer que la Deidad toma una parte activa en los asuntos de los hombres.
    1. Cierto estudiante hizo una oración, y al final de la oración un anciano se puso de pie y reprendió al estudiante diciéndole que Dios no contesta las oraciones.
    a. Dijo que en Pentecostés “Colgó el teléfono.”
    b. Este hombre era un deísta.
    La Primera Persona De La Deidad:
    Dios El Padre
    El siguiente estudio trata sobre la primera persona de la Deidad, esto es, nuestro Dios. La información que se estará considerando nos ayudara a poder apreciar más el Dios que servimos y adoramos.

    I. Dios—Sus Atributos.
    1. La Omnipresencia de Dios se puede notar en los siguientes pasajes…
    a. Dios esta en todas partes y al mismo tiempo (1 R. 8:29; Sal. 139:7-12; Is. 6:3 (toda la tierra); 66:1; Amos 9:2; Hch. 17:24-28).
    b. Is. 57:15
    c. Jer. 23:23-24
    d. I R. 8:27
    e. He. 4:13
    f. Pr. 15:2-3
    2. La Omnisciencia de Dios se puede ver en los siguientes pasajes…
    a. Sal. 147:5
    b. Hch. 15:18
    c. I Sam. 2:3
    d. Sal. 139:1-6, 15-6
    e. Sal. 147:4
    f. Job 38:31, 32
    g. Sal. 50:11
    h. Mt. 6:26
    i. Mt. 10:29
    j. Sal. 33:13-15
    k. Job 34:25
    l. Jer. 17:10
    3. La Omnipotencia de Dios se puede ver en los siguientes pasajes…
    a. Gen. 49:24
    b. Num. 24:4
    c. Josué 22:22
    d. Job 5:17
    e. Sal. 50:1
    f. Sal. 91:1
    g. Jer. 32:18
    h. Nahum 1:3
    4. La Sabiduria de Dios se puede observar en los siguientes pasajes…
    a. I Cron. 28:9
    b. Job 34:21
    c. Sal. 139:1-6
    d. Hch. 1:24
    e. He. 4:13
    f. Pr. 3:19
    g. Pr. 8:22-31
    h. Job 12:13
    i. Sal. 104:24
    j. Sal. 136:5
    k. 147:5
    l. Dan. 2:20-21
    m. Ro. 11:33
    n. Ef. 3:10
    5. Dios es un Dios verdadero, y esto lo podemos comprobar en los siguientes pasajes…
    a. Jeremias 10:10
    b. I Jn. 5:20
    c. I Ts. 1:9
    d. Num. 23:19
    6. Dios es un Dios Santo y no hay pecado en El.
    a. I Pedro 1:15-16
    b. Lev. 11:44
    c. Hab. 1:13
    d. Dt. 32:4
    e. 2 R. 19:22
    f. Sal. 71:22
    g. I Jn. 1:5
    h. Mt. 5:48
    i. Ro. 9:14; 1 Jn. 5:17
    j. Ex. 15:11
    k. Lev. 11:44, 45
    l. Sal. 99:9
    m. Sal. 111:9
    n. Ez. 39:7
    7. Dios es Eterno, siempre ha existido y siempre existirá.
    a. Gen. 21:33
    b. Judas 25
    c. Dt. 33:27
    d. Is. 40:28
    e. Is. 57:15
    f. Sal. 102:12, 25-27
    g. Jer. 10:10
    h. Gen. 1:1
    i. II Ti. 1:9
    j. Tito 1:2
    8. Dios es un Dios Justo.
    a. Ex. 9:27
    b. Dt. 32:4
    c. II Cron. 12:6
    d. Esd. 9:15
    e. Neh. 9:8
    f. Sal. 7:9
    g. Is. 24:16
    h. Is. 45:21
    i. Jer. 12:1
    j. Jn. 17:25
    9. Dios es un Dios inmutable.
    a. II S. 15:29
    b. Job 23:13
    c. Sal. 33:11
    d. Sal. 119:89-91
    e. Pr. 19:21
    f. Ecl. 3:14
    g. Ecl. 7:13
    h. Is. 31:2
    i. Is. 59:1
    j. Óseas 13:14
    k. Ro. 11:29
    l. He. 13:8
    m. Num. 23:19
    n. Mal. 3:6
    o. He. 6:17-18
    p. Stg. 1:17
    10. Dios es un Dios bueno, pero también un Dios que paga conforme a los hechos de los seres
    humanos.
    a. Ro. 11:22
    b. II Jn. 4:8
    c. Lev. 10:1-2
    d. II Cron. 13:9
    e. Nahum 1:7
    f. Sal. 118:1
    g. Lam. 3:22
    h. Gen. 18:25
    i. Dt. 32:4
    j. Hch. 17:31
    k. Ro. 3:25-26
    l. II P. 1:11
    m. Jer. 23:5-6
    n. Is. 9:7
    11. La Misericordia de Dios.
    a. Tito 3:4
    b. Ro. 3:21-26
    c. I P. 1:3
    d. Ef. 1:3-4
    e. I Co. 1:3
    f. II Co. 1:2, 3
    g. Ef. 1:2
    LA EXISTENCIA DE DIOS Y LA DEIDADISTENCIA DE DIOS Y DEIDAD
    I. La Existencia De Dios.
    La Existencia de Dios puede ser probada por medio de los siguientes argumentos:
    1. El Argumento Cosmológico: La Creación (Ro. 1:19-20; Gen. 1:1; Sal. 33:6, 9; Sal. 19:1).
    a. Si el universo fue creado, alguien tuvo que haberlo creado.
    b. Nadie puede negar que el universo existe, por lo tanto, algo tuvo que haberlo creado.
    c. El universo no vino de la nada, por la simple y la sencilla razón de que no podemos sacar nada de la nada.
    2. El argumento Teológico: Diseño en el universo.
    a. El universo muestra prueba de un diseño perfecto, por lo tanto, esto exige que exista un diseñador.
    b. Si hay un poema, hay un poeta.
    c. Si hay un edificio, hay un arquitecto que lo diseño.
    d. Si hay un universo, hay uno que lo creó, y el que crea todas las cosas es Dios (He. 3:4).
    e. El cuerpo humano muestra prueba de que existe un diseñador.
    f. Un simple estudio del universo y nuestro cuerpo físico, y como están diseñados, demanda la existencia de un diseñados perfecto.
    3. El Argumento Moral.
    a. Existen cualidades morales en el hombre que no pueden ser deducidas con un simple chance de la vida, o la evolución.
    b. El hombre tiene un concepto de lo que es correcto y lo que no es correcto. Esto lo tiene porque Dios asi lo ha creado.
    c. Esto es algo que los animales no tienen.
    d. Hasta este momento no he visto a un león ponerse triste porque mato otro animal.
    e. Los animales no tienen las emociones y la percepción de lo que es correcto en ellos.
    f. Si esto es correcto entonces debe de haber un dador de esta ley.
    g. La ley moral no tuvo su inicio en la mente del hombre, sino más bien, en la mente de Dios, y esta ley moral fue incluida al ser creados.
    4. Simplemente no hay excusa que el hombre pueda emplear para negar la existencia de Dios.
    a. No existe un simple argumento para probar que Dios no existe.
    b. Los ateos han pasado años y años tratando de probar que Dios no existe, sin embargo no lo han logrado.
    c. Muchos ateos han llegado a la conclusión de que Dios si existe.
    II. Los Nombres de Dios.
    Los siguientes nombres describen a nuestro Dios, la primera Persona de la Deidad.
    1. El Elyon, “Dios Altísimo” Génesis 14:18.
    2. El Shaddai, “Dios Todopoderoso” Génesis 17:1.
    3. El Olam, “Dios Eterno” Génesis 21:33.
    4. Adonai Yahveh, “Señor Dios” Génesis 15:2.
    5. Yahveh Yireh, “El Señor Proveerá” Génesis 22:14.
    6. Yahveh Nissi, “El Señor es mi Estandarte” Éxodo 17:15.
    7. Yahveh Shalom, “El Señor es Paz” Jueces 6:24.
    8. Yahveh Sabaot, “El Señor de los Ejércitos” I S. 1:3.
    9. Yahveh Maccaddeschem, “El Señor que os santifico” Éxodo 31:13.
    10. Yahveh Raah, “El Señor es mi Pastor” Sal. 23:1.
    11. Yahveh Tsidkenu, “El Señor, justicia nuestra” Jeremías 23:6.
    12. Yahveh Elohim, “El Señor Dios” Génesis 2:4.
    13. Teos (Gr.), “Dios” Mateo 1:23.
    14. Kurios (Gr.), “Señor” Romanos 9:29.
    15. Pater (Gr.), “Padre” Juan 4:23.

    III. Dios Es…
    1. Espíritu (Jn. 4:24; 2 Co. 3:17).
    2. Luz (Is. 60:19; Stg. 1:17; 1 Jn. 1:5).
    3. Amor (1 Jn. 4:8, 16).
    4. Invisible (Job 23:8-9; Jn. 1:18; 5:37; Col. 1:15; I Ti. 1:17).
    5. Profundo (Job 11:7; 37:23; Sal. 145:3; Is. 40:28; Ro. 11:33).
    6. Incorruptible (Ro. 1:23).
    - 16 - Willie Alvarenga, Instructor
    7. Eterno (Dt. 33:27; Sal. 90:2; Ap. 4:8-10).
    8. Inmortal (I Ti. 1:17; 6:16).
    9. Omnipotente (Gen. 17:1; Ex. 6:3).
    10. Omnisciente (Sal. 139:1-6; Pr. 5:21).
    11. Inmutable (Sal. 102:26-27; Stg. 1:17).
    12. Glorioso (Ex. 15:11; Sal. 145:5).
    13. Sumo Altísimo (Sal. 83:18; Hch. 7:48).
    14. Perfecto (Mt. 5:48).
    15. Santo (Sal. 99:9; Is. 5:16).
    16. Justo (Dt. 32:4; Is. 45:21).
    17. Verdadero (Jer. 10:10; Jn. 17:3).
    18. Bueno (Sal. 25:8; 92:15).
    19. Grande (II Cron. 2:5; Sal. 86:10).
    20. Lleno de Gracia (Ex. 34:6; Sal. 116:5).
    21. Fiel (II Co. 10:13; 1 P. 4:19).
    22. Misericordioso (Ex. 34:6-7; Sal. 86:5).
    23. Paciente (Num. 14:18; Mic. 7:1).
    24. Celoso (Josué 24:19; Nahum 1:2; Ex. 20:1-3).
    25. Lleno de compasión (II R. 13:23).
    26. Un fuego consumidor (He. 12:29).
    27. Dios vivo (He. 10:31).
    28. No hay otro aparte de El (Dt. 4:35; Is. 44:6).
    29. No hay otro antes de El (Is. 43:10).
    30. No hay otro como El (Ex. 9:14; Dt. 33:26; 2 S. 7:22; Is. 46:5-6; Jer. 10:6).
    31. Dios esta cerca de Su pueblo (Dt. 4:7; Sal. 145:18).

    IV. El Anticipado Conocimiento De Dios.
    1. I Sam. 23:10-12 David le pregunta a Dios acerca del futuro.
    2. Is. 42:9 Antes que sucedan las cosas Dios ya las ha anunciado.
    3. Is. 44:7 Dios conoce el futuro.
    4. Is. 45:11Dios sabe acerca de las cosas venideras.
    5. Dan. 2:28 Dios revela los misterios y sabe lo que pasara en el futuro.
    6. Mt. 6:8 Dios sabe lo que necesitamos antes que le preguntemos.
    7. Hch. 15:18 Dios hace saber todo desde tiempos antiguos.
    8. Ro. 8:29 Nos conoció de antemano.
    9. Ro. 11:2 Dios conoce a Su pueblo con anterioridad.
    10. I P. 1:2 El previo conocimiento de Dios.
    En cuanto a la Primera Persona de la Deidad pudiéramos seguir escribiendo más y más; sin
    embargo, ahora hablaremos en cuanto a la Segunda Persona de la Deidad.
    La Segunda Persona De La Deidad:
    Jesucristo
    I. La Divinidad de Jesús
    1. Jesús es como Jehová (Is. 40:3; Mt. 3:3).
    2. Gloria de Jehová (Sal. 24:7, 10; I Co. 2:8; Stg. 2:1).
    3. Jehová nuestra justicia (Jer. 23:5, 6; 1 Co. 1:30).
    4. Jehová sobre todo (Sal. 97:9; Jn. 3:31).
    5. Jehová el primero y el ultimo (Is. 44:6; Ap. 1:17; Is. 48:12-16; Ap. 22:13).
    6. Jehová e igualdad con Jesús (Zac. 13:7; Fil. 2:6).
    7. Jehová de los ejércitos (Is. 6:1-3; Jn. 12:41; Is. 8:13, 14; I P. 2:8).
    8. Jehová (Sal. 110:1; Mt. 22:42-45).
    9. Jehová el Pastor (Is. 40:10, 11; He. 13:20).
    10. Jehová, para quien la gloria de todas las cosas fueron creadas (Pr. 16:4; Col. 1:16).
    11. Jehová el mesanjero del pacto (Mal. 3:1; Lc. 7:27).
    12. Invocado como Jehová (Jl. 2:32; 1 Co. 1:2).
    13. Como el eterno Dios y Creador (Sal. 102:24-27; He. 1:8, 10-12).
    14. El Dios poderoso (Is. 9:6).
    15. El grande Dios y Salvador (Os. 1:7; Tit. 2:13).
    16. Dios el juez (Ec. 12:14; 1 Co. 4:5; 2 Co. 5:10; II Ti. 4:1).
    17. Emmanuel (Is. 7:14; Mt. 1:23).
    18. Rey de reyes y Señor de señores (Dn. 10:17; Ap. 1:5; 17:14).
    19. El Santo (1 S. 2:2; Hch. 3:14).
    20. El Señor del cielo (I Co. 15:47).
    21. Señor del sábado (Gen. 2:3; Mt. 12:8).
    22. Señor de todos (Hch. 10:36; Ro. 10:11-13).
    23. Hijo de Dios (Mt. 26:63-67).
    24. El Unigénito Hijo del Padre (Jn. 1:14, 18; 3:16, 18; I Jn. 4:9).
    25. Su sangre es llamada la sangre de Dios (Hch. 20:28).
    26. Uno con el Padre (Jn. 10:30, 38; 12:45; 14:7-10; 17:10).
    27. Como enviando el Espíritu igualmente con el Padre (Jn. 14:16; 15:26).
    28. Como Creador de todas las cosas (Is. 40:8; Jn. 1:3; Col. 1:16).
    29. Sostenedor y preservador de todas las cosas (Neh. 9:6; Col. 1:17; He. 1:3).
    30. Reconocido por santos del Antiguo Testamento (Gen. 17:1; Gen. 48:15, 16; 32:24-30; Os. 12:3-
    5; Jue. 6:22-24; 13:21, 22; Job 19:25-27).

    II. La Eternidad de Jesús
    1. Is. 9:6
    2. Miq. 5:2
    3. Mr. 12:36-37
    4. Jn. 1:1-4, 15
    5. Jn. 6:62
    6. Jn. 8:23, 58
    7. Jn. 12:41
    8. Jn. 1:10-12
    9. Sal. 102:24-27
    10. Ef. 3:21
    11. Ef. 4:10
    12. Col. 1:17
    13. 2 Ti. 1:9
    14. He. 1:10-12
    15. He. 7:16, 24-25
    16. He. 6:20
    17. He. 13:8
    18. I P. 1:20
    19. I Jn. 1:1,2
    20. I Jn. 2:13-14
    21. Ap. 1:8, 11, 17, 18
    22. Ap. 5:13, 14

    III. La Preexistencia de Jesús
    1. Gen. 1:26
    2. Sal. 102:25-27
    3. He. 1:8-12
    4. Jn. 1:1-3
    5. Jn. 3:13
    6. Jn. 6:62
    7. Jn. 8:56-58
    8. Jn. 17:5
    9. Ro. 11:36
    10. 1 Co. 8:6
    11. Fil. 2:5-7
    12. Col. 1:15-17
    13. He. 1:1-2
    14. He. 2:9, 14-16
    15. Ap. 4:11

    IV. La Encarnación de Jesús
    1. Gen. 3:15
    2. Dt. 18:15-18
    3. 1 Cr. 5:2
    4. Sal. 2:7
    5. Hch. 13:33
    6. Sal. 40:7, 8
    7. Sal. 80:17
    8. Sal. 89:19
    9. Is. 7:14-16
    10. Is. 9:6
    11. Is. 11:1
    12. Is. 32:2
    13. Is. 49:1, 5
    14. Jer. 23:5
    15. Mic 5:2-3
    16. Mt. 2:5, 6
    17. Mt. 1:1, 16, 17
    18. Lc. 3:23-38
    19. Mt. 1:18, 23
    20. Mt. 8:20
    21. Mt. 13:55, 56
    22. Mt. 22:45
    23. Lc. 1:26-35
    24. Jn. 1:14
    25. Jn. 7:42
    26. Jn. 20:27
    27. Hch. 2:30
    28. II S. 7:12
    29. Sal. 89:35, 36
    30. Hch. 3:22
    31. Ro. 1:3
    32. Ro. 8:3
    33. I Co. 15:47
    34. II Co. 5:16
    35. Ga. 3:16
    36. Gen. 12:3
    37. Fil. 2:7-8
    38. Col. 1:15
    39. I Ti. 3:16
    40. He. 1:3
    41. He. 2:9
    42. I Jn. 1:1-3
    43. I Jn. 4:2, 3
    44. II Jn. 7
    45. Ap. 22:16

    V. La Humanidad de Jesús
    1. Gen. 3:15
    2. Sal. 22:22
    3. Is. 8:18
    4. Is. 9:6
    5. Dan. 7:13
    6. Mt. 16:27-28
    7. Mt. 18:11
    8. Mt. 20:28, 30-31
    9. Mt. 21:9
    10. Mt. 26:2, 26-28, 36-45
    11. Mr. 14:34, 42
    12. Mt. 26:64
    13. Mr. 2:28
    14. Mr. 9:9, 12
    15. Mr. 10:33, 45
    16. Mr. 14:21, 62
    17. Lc. 2:11-14
    18. Lc. 5:24
    19. Lc. 17:22, 24
    20. Lc. 18:31
    21. Lc. 19:10
    22. Lc. 21:36
    23. Lc. 22:48, 69
    24. Jn. 1:14
    25. Jn. 5:27
    26. Jn. 12:34
    27. Jn. 13:31
    28. Hch. 7:56
    29. Hch. 17:31
    30. Ga. 4:4
    31. Fil. 2:7, 8
    32. I Ti. 2:5
    33. He. 2:9, 10, 14-18
    34. He. 10:12
    35. I Jn. 4:2, 3
    36. II Jn. 7
    37. Ap. 1:13
    38. Ap. 14:14

    VI. Los Milagros de Jesús Prueban Su Divinidad
    1. Convirtió el agua en vino (Jn. 2:1-11).
    2. Sano el hijo de un noble (Jn. 4:46-54).
    3. Alimentación de miles (Lc. 5:1-11).
    4. Sano un endemoniado (Mr. 1:23-26; Lc. 4:33-36).
    5. Sano la suegra de Pedro (Mt. 8:14-17; Mr. 1:29-31; Lc. 4:38-39).
    6. Sano un leproso (Mt. 8:1-4; Mr. 1:40-45).
    7. Sano un paralítico (Mt. 9:1-8; Mr. 2:1-12).
    8. Sano un invalido (Jn. 5:1-16).
    9. Restauro una mano seca (Mt. 12:9-13; Mr. 3:1-5).
    10. Restauro un siervo de un centurión (Mt. 8:5-13; Lc. 7:1-10).
    11. Resucito el hijo de una viuda (Lc. 7:11-16).
    12. Sano un endemoniado (Mt. 12:22-37; Mr. 3:11).
    13. Calmo la tempestad (Mt. 8:23-27; 14:32; Mr. 4:35-41).
    14. Echo fuera demonios de dos endemoniados (Mt. 8:28-34; Mr. 5:1-20).
    15. Resucito la hija de Jairo (Mt. 9:18, 19, 23-26; Mr. 5:22-24, 35-43).
    16. Sano la mujer que padecía del flujo de sangre (Mt. 9:20-22; Mr. 5:25-34).
    17. Restaura la vista a dos ciegos (Mt. 9:27-31).
    18. Da de comer a cinco mil personas (Mt. 14:15-21; Mr. 6:35).
    19. Anda sobre el mar (Mt. 14:22-33; Mr. 6:45-52; Jn. 6:16-21).
    20. Sana la hija de la mujer serofenicia (Mt. 15:21-28; Mr. 7:24-30).
    21. Provee alimentos para cuatro mil personas (Mt. 15:32-39; Mr. 8:1-9).
    22. Restablece un sordo mudo (Mr. 7:31-37).
    23. Da vista a un ciego (Mr. 8:22-26).
    24. Sana a un epiléptico (Mt. 17:14-21).
    25. Hace que una moneda aparezca de la boca de un pez (Mt. 17:24-27).
    26. Sana a diez leprosos (Lc. 17:11-19).
    27. Abre los ojos de uno que nació ciego (Jn. 9).
    28. Resucita a Lázaro (Jn. 11:1-46).
    29. Sana a una mujer con espíritu (Lc. 13:10-17).
    30. Sana la oreja de Malco (Lc. 22:49-51).

    VII. Los nombres de Jesús comprueban Su Deidad
    1. Jesús (Mt. 1:21)
    2. Jesucristo (Jn. 1:17)
    3. Mesías (Jn. 1:41; 4:25)
    4. Salvador (Jn. 4:42; Lc. 2:11)
    5. Ungido (Lc. 2:26)
    6. Hijo de Dios (Jn. 1:34)
    7. Cristo (Mt. 16:16)
    8. Emmanuel (Mt. 1:23)
    9. Dios (I Ti. 3:16; Jn. 1:1; He. 1:18; Mt. 1:23)
    10. Verbo (Jn. 1:1)
    11. Señor (Jn. 20:18; Hch. 2:36)
    12. El Todopoderoso (Ap. 1:8)
    13. Creador (Col. 1:16; Jn. 1:3)
    14. Hijo de Hombre (Mr. 10:33)
    15. Cordero de Dios (Jn. 1:29)
    16. La Vid (Jn. 15:5)
    17. Pan de Vida (Jn. 6:35)
    18. Luz del mundo (Jn. 8:12)
    19. Roca (1 Co. 10:4)
    20. Piedra Viva (I P. 2:4)
    21. Cabeza del Angulo (I P. 2:7)
    22. Deseado de todas las naciones (Hageo 2:7)
    23. Regalo de Dios (Jn. 3:16; Jn. 4:10)
    24. Sumo Sacerdote (He. 3:1)
    25. Mediador (I Ti. 2:5)
    26. Intercesor (He. 7:25)
    27. Abogado (I Jn. 2:1)
    28. Fiador (He. 7:22)
    29. Pastor de las ovejas (He. 13:20)
    30. Buen Pastor (Jn. 10:11)
    31. Rabí (Jn. 1:49)
    32. Puerta (Jn. 10:9)
    33. Camino (Jn. 14:6)
    34. Verdad (Jn. 14:6)
    35. Vida (Jn. 14:6)
    36. Señor de Paz (2 Ts. 3:16)
    37. Maestro (Mt. 23:10)
    38. El Postrer Adán (I Co. 15:45)
    39. León de la tribu de Juda (Ap. 5:5)
    40. Amen (Ap. 3:14)
    41. Testigo Fiel (Ap. 1:5)
    42. Fiel y Verdadero (Ap. 19:11)
    43. Señor de todos (He. 10:36)
    44. Sumo Sacerdote (He. 7:26)
    45. Obispo de las almas (1 P. 2:25)
    46. Príncipe de los pastores (I P. 5:4)
    47. Rey de Reyes (Ap. 17:14; 19:16)
    48. Estrella de la mañana (Ap. 22:16)
    49. Alfa y Omega, Primero y ultimo (Ap. 1:7)
    50. Primogénito (Jn. 1:18)
    51. Ministro (He. 8:2)
    52. Apóstol (He. 3:1)
    53. Autor (He. 12:2; 5:9)
    54. Principio de la creación (Ap. 3:14)
    55. Amado (Ef. 1:6)
    56. Puerta (Jn. 10:9)
    57. Amigo de los pecadores (Mt. 11:19)
    58. Cabeza de la Iglesia (Col.1:18)
    59. El Gran Medico (Mt. 9:12)
    60. Príncipe (Hch. 3:15; 5:31)
    61. Profeta (Hch. 3:22)
    62. Sacerdote (He. 4:14)
    63. Resurrección (Jn. 11:25)
    64. Segundo Adán (I Co. 15:47)
    65. Hijo de Maria (Mr. 6:3)
    Posiciones Históricas Sobre
    La Deidad de Cristo
    Una de las doctrinas más básicas y fundamentales del Nuevo Testamento es el hecho de que Jesucristo era más que un hombre. La Verdad proclama que El es en realidad Divino, Dios el Hijo (Juan 1:1; He. 1:6-8). Es tan importante creer en Su Deidad que Jesús dijo: "... si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis" (Juan 8:24). Jesús, en efecto, está usando la designación divina
    que fue dada a Moisés cuando le preguntó a Dios: "He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es Su nombre?, ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros" (Éxodo 3:13-14). Nuevamente, el punto que debe ser enfatizado es que ¡la creencia en la Deidad de Cristo es esencial para la salvación! En la
    tierra El era "Dios con nosotros", Dios y hombre (Mat. 1:23; Juan 1:14).
    La Cuestión: .Quien es Jesucristo? Jesús consideró que la opinión que los hombres tenían de él era de importancia fundamental. C.S. Lewis, quien fuera profesor de Cambridge y que durante un tiempo fuera agnóstico, escribió: "Estoy tratando aquí de prevenir a cualquiera para que no diga la necedad que la gente dice a menudo respecto de él: Estoy dispuesto a aceptar a Jesús como un
    gran maestro de moral, pero no acepto sus aseveraciones de ser Dios.
    Eso es lo que no debemos decir. Un hombre que fuese meramente hombre y dijera las cosas que dijo Jesús, no sería un gran maestro de moral. Podría ser un lunático - en un mismo nivel con el hombre que dice que es un huevo revuelto - o bien podría ser un demonio infernal. Le corresponde a usted hacer la elección. Si este hombre fue, y es, el Hijo de Dios; o si es un demente o algo peor". C.S. Lewis añade que: "Usted puede encerrarle por loco, puede escupirle y darle muerte como si fuera un demonio; o puede postrarse a sus pies y llamarle Señor y Dios. Pero no nos presentemos con la necedad de una arrogante condescendencia acerca de que él es un gran maestro humano.
    El no nos ha dejado abierta esa posibilidad. Ni siquiera lo intentó". A través de los siglos, han surgido objeciones a esta gran Verdad. Deberíamos estar enterados de las principales controversias:

    Los Sabelianos (D.C. 215)
    Sabelio fue un maestro de Roma y líder de la escuela de pensamiento "modalistic monarchian" con respecto a la divinidad ("monarquía" que sugiere la primacía del Padre). El monarquianismo Modelístico se llama también el Patripasianismo, porque enseñaba que el Padre sufrió; también se le conoce como Sabelianismo, por Sabelio, su exponente más famoso. Noeto y Praxeas, sus primeros defensores, enseñaban que el Padre nació como Jesucristo, viniendo así a ser el Hijo, y que el Padre murió y se levantó de entre los muertos. Sabelio creía que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son tres modos o aspectos de Dios, así como el sol es brillante, caliente y redondo.
    Esta forma de monarquianismo llegó hasta Roma al fin del primer siglo y en el primer cuarto del segundo siglo. Ganó apoyo parcial de parte de dos obispos de Roma: Ceferino (año 198-217) y Calixto (217-222). Aunque Calixto excomulgó a Sabelio, publicó un informe en el cual declaró que el Padre y el Hijo son uno mismo, y que el Espíritu que se encarnó en la Virgen María no es diferente
    del Padre, sino uno y el mismo. Mientras negaba que el Padre sufriera, sostenía que el Padre sufrió junto con el Hijo. Esto parece una forma modificada del monarquianismo modelístico. Hipólito, contemporáneo de Ceferino y Calixto, en Roma, escritor prolijo y teólogo de distinción, condenó amargamente las opiniones de Calixto. El monarquianismo vino a Roma desde el Este, y permaneció en varios lugares como en Siria, Asia Menor, Libia y Egipto, por muchos años. Fue especialmente persistente en Egipto. En el quinto siglo Agustín se inclinaba hacia el monarquianismo modalístico. Sabelio argumentaba que Dios es una "Persona" que se proyecta a Sí mismo en tres "maneras" (llenando tres papeles):
    – a. Visto como el "Padre", El crea y da la ley;
    – b. Visto como el "Hijo", redime y salva;
    y – c. Visto como "el Espiritu", santifica dando vida espiritual.
    Las formas modernas de Sabelianismo son sostenidas por los Unitarios y los Solo Jesús (Pentecostales Unitarios, La Luz del Mundo, etc.).

    Los Arrianos (ca. 318-381 D.C.)
    Arrio era un teólogo de Alejandría que murió en el 336 D.C. Alejandro (también de Alejandría) respondió a sus visiones ante el Concilio de Nicea (325 D.C.) y Atanasio disputó después con él.
    Arrio argumentaba que Jesús era un ser creado y no eterno. Jesús era un ser intermedio entre la Deidad y la humanidad, dijo: "El Padre solo es el verdadero Dios. El Hijo es llamado "Dios" solo en un sentido metafórico y por tanto, no es de la misma esencia (no homoousion, la misma sustancia)
    que el Padre. Una forma moderna de esta falsa posición es sostenida por los Testigos de Jehová.
    (El capítulo 2 trata más extensamente sobre el Arrianismo).

    Los Apolinaristas (ca 361-381 D.C.)
    El obispo de Laodicea, Apolinar, fue un agresivo polemista del siglo cuarto. Afirmaba que Jesús era Divino hasta el punto de que no podía ser verdaderamente humano al mismo tiempo. El único principio de vida en Cristo era el Logos, dijo: "Y por tanto todo el envolvimiento humano en Jesús era observado `pasivamente' pero no experimentado realmente. Consecuentemente, Jesús no
    tenía una voluntad humana y no participó en el proceso del pensamiento humano (aprendizaje, etc.). Tampoco fue tentado realmente.
    Esta posición llevó a la adoración de la carne de Jesús en la visión de la transubstanciación de la Cena del Señor. Apolinar sostenía que en un mismo ser, Cristo, dos naturalezas completas y contrarias no podían existir, es decir, la divina: eterna, invariable y perfecta, y la humana: temporal, corruptible, finita e imperfecta. Juntamente con otros, el mantenía que cada ser humano se compone de cuerpo, alma y mente o razón, siendo ésta lo que distingue al hombre de los animales
    inferiores. Si las dos naturalezas estuvieran en Jesús, éste tendría en sí dos seres. Además, el lado humano de Jesús podría pecar, así como los arrianos extremistas lo habían declarado posible.
    Esto, para Apolinar, haría imposible la salvación de los hombres. El resolvió el problema de la relación entre lo divino y lo humano en Jesús, diciendo que en él el Lógos divino era el elemento racional. Esto, naturalmente, haría que Cristo fuese menos que completamente humano y dejaría en él completa la naturaleza divina. Con todo, Apolinar creía haber permanecido fiel a la ortodoxia nicena, y que había resuelto con éxito uno de los enigmas más irresolubles.
    Los Nestorianos (ca. 428-451 D.C.)
    Originalmente un monje en Antioquía, Nestorio se convirtió en obispo de Constantinopla. Enseñó que Jesús era en realidad dos personas distintas, una humana y una divina. El Cristo divino no estuvo envuelto en el sufrimiento, tentación, crecimiento, muerte, etc. La parte humana nació por María. María no era, por tanto, una portadora de Dios (theotokos).

    Los Monofisitas (empezaron ca. 440 D.C.)
    En el principio este movimiento fue dirigido por Eutiques, cabeza de un monasterio en Constantinopla. Otro importante defensor de la posición era Cirilo de Alejandría. Estos hombres rehusaron aceptar que Jesús tenía dos naturalezas (la humana y la divina) y creían que Su Logos divino absorbió Su humanidad. Jesús, decían ellos, no tuvo una verdadera naturaleza después de Su nacimiento. Lo humano fue deificado en El de manera que Su cuerpo no era de la misma sustancia como nosotros. La Deidad en El fue capaz, no obstante, de sufrir y morir.

    Los Monotelitas (ca. 580 D.C.)
    Esta posición se pensó que había sido acometida por el emperador Heraclio. La doctrina esencialmente ratificaba el monofisitismo y lo complementaba. Sostenía que las voluntades humanas y divinas de Jesús se fundieron en una voluntad. Continuó erigiendo la cuestión de si Jesús verdaderamente tuvo una personalidad humana. Los teólogos "ortodoxos" respondieron que la unión de lo divino y lo humano no privó a Jesús de algún elemento de humanidad sino que más
    bien lo perfeccionó.

    Los Adopcionistas (ca. 780 D.C.)
    La controversia adopcionista surge de las enseñanzas de Elipando de España. Esto había sido insinuado en algunas de las primeras literaturas de aquellos tomando las posiciones ya descritas. Básicamente Elipando sostenía que Jesús se convirtió en Hijo de Dios por adopción en Su bautismo (algunos dicen que en Su resurrección). Jesús en naturaleza era simplemente un hombre dotado con la divinidad como resultado de Su fuerte deseo de unión con Dios y Su buena vida.

    Los Socinianos (ca. 1525-1600)
    El movimiento Sociniano fue dirigido por dos teólogos Italianos, Lelio y Fausto Zozzini. Aceptaron la posición adopcionista pero afirmaron que Jesús fue concebido y resucitado sobrenaturalmente. Negaban la pre-existencia de Cristo.

    Los Mormones (1820 - )
    La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días proviene ella misma del fundador José Smith y del promotor Brigham Young. Afirmaban que Jesús era el espíritu primogénito (o el primer creado). Declaran que Jesús es un dios en el mismo sentido en que otros de nosotros podemos alcanzar la divinidad. Que los otros espíritus de los hombres que fueron creados antes del mundo, sostenían la misma posición como Jesús; eso es, encarnados en esta tierra o en otro planeta. Los Mormones tienen un completo "panteón" de dioses y Jesús es uno de ellos. Adán también era uno, como lo fue José Smith.

    La Ciencia Cristiana (1875 - )
    Fundada por Mary Baker Glover Patterson Eddy, la Ciencia Cristiana ha declarado que Jesús es la manifestación suprema de un ideal o principio divino que existe inherentemente dentro de todo hombre. La Sra. Eddy negaba la verdadera existencia del universo físico; por tanto, declaraba que Jesús era una ilusión de la mente mortal. El era una idea y no Dios en la carne.

    Los Testigos de Jehova (1879 - )
    Los Testigos de Jehová fueron establecidos por el Pastor Charles Taze Russell y promovidos por el Juez Joseph Franklin Rutherford. El movimiento resultó de influencias Adventistas. Los Testigos afirman que Jesús es un dios poderoso pero no el Dios Todopoderoso. El es la primera creación de Jehová Dios. Es "un Dios" pero no el Hijo. Esta posición es similar a la posición Arriana y usa mucho de la misma argumentación sobre pasajes Bíblicos tales como Juan 1:1-3.
    La Tercera Persona De La Deidad:
    El Espiritu Santo
    “El Espíritu Santo”

    INTRODUCCION
    El estudio del Espíritu Santo es un tema de suma importancia y debe de ser presentado al cuerpo de Cristo para una mejor comprensión. Existe mucha controversia en cuanto al tema del Espíritu Santo y por esta razón veo la necesidad de enseñar acerca de este tema. Muchos lamentablemente no saben mucho acerca del Espíritu Santo. La culpa es del Predicador, tanto como del miembro ya que ambos tienen la responsabilidad en cuanto a este tema. El
    Predicador debe de enseñar acerca del Espíritu Santo, y los miembros deben de estudiar acerca de este tema. Por lo tanto, en esta lección estaremos estudiando el tema del Espíritu Santo para que de esta manera entendamos lo mas que podamos en cuanto a este muy importante tema. Los puntos principales serán presentados en forma de preguntas para que podamos proveer la respuesta y de esta manera poder aprender mucho. Que el Dios del cielo nos ayude a poder
    aprender mucho y poder usar bien Su Palabra (II Ti. 2:15).

    Nombres Por los Cuales el Espíritu Santo es Identificado
    1. Espíritu Santo (Hch. 1:8)
    2. Espíritu (I Co. 2:10)
    3. Espíritu de Dios (I Co. 3:16)
    4. Espíritu de Verdad (Jn. 15:26)
    5. Espíritu Eterno (He. 9:14)
    Los Testigos de Jehová creen lo siguiente: "El Espíritu Santo no es una persona; es la fuerza activa de Dios". Puesto que no creen que el Espíritu Santo sea una persona ni Dios, sino sólo una fuerza, ellos no escriben "Espíritu Santo" con mayúsculas, incluso cuando traducen las Escrituras. Otros traductores lo consideran Dios y lo escriben con mayúsculas. Este ha llegado a ser el uso correcto en nuestro idioma, como podemos comprobarlo al verlo en los diccionarios.
    ¿QUÉ es el espíritu santo? Ya en sus primeros versículos, la Biblia habla del Espíritu Santo —
    también llamado “la fuerza activa de Dios”— y dice que “se movía de un lado a otro sobre la superficie de las aguas” (Génesis 1:2). Por otra parte, al relatar el bautismo de Jesús, las Escrituras muestran a Dios en “los cielos” y al Espíritu Santo procediendo a “descender como paloma” sobre el Hijo (Mateo 3:16, 17). Además, Cristo se refirió al Espíritu Santo como “ayudante” (Juan 14:16).
    Basándose en pasajes bíblicos como los anteriores, hay quienes llegan a la conclusión de que el espíritu santo es una persona de naturaleza espiritual, tal como lo son Dios, Jesús y los ángeles. Durante siglos, algunas de las iglesias más influyentes han atribuido personalidad al espíritu santo. Pero, a pesar del arraigo de esta doctrina, muchos feligreses se encuentran hoy confundidos y hasta llegan a discrepar de sus guías religiosos. Por ejemplo, en una encuesta reciente, el 61% de los entrevistados aseguraron que el Espíritu Santo “no es un ser vivo, sino un símbolo de la presencia o el poder de Dios”.
    ARGUMENTOS PRESENTADOS POR LOS TESTIGOS DE JEHOVA EN
    CONTRA DEL ESPIRITU SANTO SIENDO UNA PERSONA
    La Biblia dice que cuando María, la madre de Jesús, fue a visitar a su prima Elisabet (o Isabel), que estaba embarazada, la criatura saltó en su vientre “y Elisabet se llenó de Espíritu Santo” (Lucas 1:41). ¿Le parece lógico afirmar que una persona “se llenó” de otra? Cuando Juan el Bautista reveló a sus discípulos que Jesús lo iba a reemplazar, dijo: “Yo, por mi parte, los bautizo con agua [...]; pero el que viene después de mí es más fuerte que yo, y no soy digno de quitarle las sandalias. Ese los bautizará con espíritu santo” (Mateo 3:11). Como Juan
    indicó que Jesús bautizaría a algunos con Espíritu Santo, es obvio que dicho espíritu no podía ser
    una persona. Durante la visita que hizo a un oficial del ejército romano y su familia, el apóstol Pedro mencionó que Dios había ungido a Jesús “con Espíritu Santo y poder” (Hechos 10:38). Al rato, “el espíritu santo cayó sobre” los miembros de la casa de este oficial. El relato agrega que muchos se asombraron “porque la dádiva gratuita del Espíritu Santo también estaba siendo derramada sobre gente de las naciones” (Hechos 10:44, 45). Nuevamente, el lenguaje que se emplea no respalda la idea de que el espíritu santo sea una persona. En muchas ocasiones, la Palabra de Dios personifica, o presenta como personas, a cosas que no lo son, como la sabiduría, el discernimiento, el pecado, la muerte y la bondad inmerecida (Proverbios 8:1–9:6; Romanos 5:14, 17, 21; 6:12). El propio Jesús dijo que “la sabiduría queda probada justa por todos sus hijos”, es decir, por los buenos resultados que produce (Lucas 7:35). Obviamente, la sabiduría no es una persona con hijos de carne y hueso. De igual modo, el espíritu santo no es un ser vivo aunque en ocasiones aparezca personificado. Que es el espiritu santo? En la Biblia se identifica al espíritu santo como el poder de Dios en acción. Por ello, una traducción fiel del texto hebreo de las Escrituras se refiere a dicho espíritu como “la fuerza activa de Dios” (Génesis 1:2). Este concepto encuentra amplio apoyo en toda la Biblia (Miqueas 3:8; Lucas 1:35; Hechos 10:38). En contra de la opinión generalizada, Dios no está presente al mismo tiempo en todos los lugares. Más bien, vive en el mundo espiritual, en “el lugar establecido de [su] morada” (I Reyes 8:39; II Crónicas 6:39). Las Escrituras también dicen que reside y tiene su “trono” en un lugar concreto (I Reyes 22:19; Isaías 6:1; Daniel 7:9; Revelación [Apocalipsis] 4:1-3). No obstante, desde ese “lugar establecido de [su] morada” emplea su fuerza activa para llegar hasta el último rincón del mundo físico y del espiritual (Salmo 139:7).
    En 1879, el biblista Charles L. Ives ilustró con maestría la capacidad que Dios tiene de ejercer su poder desde el lugar que ocupa. Escribió: “Por ejemplo, nosotros decimos: ‘Abre las contraventanas para que entre el sol en la habitación’. No nos referimos al cuerpo celeste, el Sol, sino a la radiación solar, los rayos procedentes del Sol”. Así mismo, Dios no tiene que viajar a cada sitio donde va a
    usar su fuerza activa. Sencillamente se vale de su espíritu santo, con el que puede alcanzar hasta los puntos más lejanos de su creación. En fin, ver al espíritu santo como lo que es —la poderosa fuerza activa de Dios— nos llena de confianza en que Jehová cumplirá sus promesas.
    UN BREVE ESTUDIO SOBRE LA PALABRA “ESPIRITU”
    La palabra Hebrea ruach es traducida “espiritu,” “viento,” y “aliento,” así como también “el Espiritu de Dios” en el Antiguo Testamento. La palabra Griega equivalente es, pneuma que significa espíritu en el Nuevo Testamento, ya sea en referencia al espíritu del ser humano (I Co. 2:11; Pr. 20:27) o seres divinos, tales como Dios (Jn. 4:24) y Ángeles (He. 1:13, 14). Por lo tanto, la palabra Hebrea
    ruach, y la palabra Griega pneuma, que significan espíritu, ambas tienen el significado literal de viento, aliento. Ambas palabras vinieron a ser usadas para referirse a la realidad de seres vivientes invisibles, especialmente Dios y el hombre
    [1] Emmet Russell, “Holy Spirit,” The New International Dictionary of the Bible, eds. J.D. Douglas and Merill C. Tenney (Grand Rapids, Mich.: Zondervan, 1987), 447
    El Espíritu puede ser aquella naturaleza que Dios coloca dentro de cada ser humano (Zac. 12:1; Ecl. 12:7) y que cuando muere se aleja del cuerpo físico (Ecl. 12:7; Stg. 2:26).
    También puede ser referencia a una actitud (Ro. 8:15; I Co. 4:21; Ga. 6:1) o a seres invisibles que no poseen un cuerpo físico (Ef. 2:2; 2 Ts. 2:2). Jesús indica la naturaleza no-física del espíritu: “Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.” (Lc. 24:39), un Espíritu como Dios (Jn. 4:24), y que no puede ser visto con el ojo humano (I Ti. 6:16) dado a que los espíritus existen en una dimensión no física (II Co. 4:18). Estos son solo algunos principios acerca de la palabra espíritu. Para más información en cuanto al estudio del espíritu, mirar las notas que se dieron en cuanto al estudio del alma y el espíritu.

    QUIEN ES EL ESPIRITU SANTO?
    Algunos han hecho la pregunta, ¿Qué es el Espíritu Santo? Pero... esta pregunta no es correcta ya que la pregunta es quien es el Espíritu Santo y no que es el Espíritu Santo. ¿Por qué decimos que es incorrecto decir que es el Espíritu Santo? La respuesta es simple. El Espíritu Santo no es una cosa, o fuerza como algunos lo han dicho. El Espíritu Santo es un ser divino, que posee una personalidad. Observe los siguientes textos que comprueban el Espíritu Santo ser un ser divino con personalidad...
    EL ESPIRITU SANTO TIENE ATRIBUTOS DE UNA PERSONA
    EL ESPIRITU SANTO PUEDE HABLAR “El Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostataran de la fe, escuchando a espíritus engañadores y doctrinas de demonios” (I Ti. 4:1). Note lo que Pablo dice en este texto: “el Espíritu Santo dice” Una fuerza o viento no puede hablar, mientras que el Espíritu Santo si puede hablar. “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, el os guiara a toda la verdad; porque no hablara por su propia cuenta, sino que hablara todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.” (Jn. 16:13; Cf. Hch. 8:29; 11:12; I Ti. 4:1).
    Nuevamente encontramos al Espíritu Santo hablando palabras. Un viento no puede hablar palabras como el Espíritu Santo lo hace. Ahora... esto no significa que el Espíritu Santo nos habla a nosotros hoy en día. Si nos habla, pero lo hace por medio de las Escrituras. ¿Cómo nos dimos cuenta de que en los postreros tiempos algunos apostataran de la fe? La respuesta es simple, leyendo lo que el
    Espíritu Santo nos dejo en la Biblia.

    EL ESPIRITU SANTO PUEDE ENSENAR Y RECORDAR
    “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviara en mi nombre, el os enseñara todas las cosas, y os recordara todo lo que yo os he dicho” (Jn. 14:26). Note las palabras “Enseñara” y “Recordara” ¡Un viento o fuerza no puede hacer esto! Hoy en día nos enseña por medio de la Palabra de nuestro Dios.

    EL ESPIRITU SANTO PUEDE DAR TESTIMONIO
    “Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviare del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí” (Jn. 15:26). Un viento o fuerza no puede dar testimonio, mientras que una persona si puede hacerlo.

    EL ESPIRITU SANTO PUEDE GUIAR A TODA VERDAD
    “Pero cuando venga el Espíritu de Verdad, el os guiara a toda la verdad; porque no hablara por su propia cuenta, sino que hablara todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir” (Jn. 16:13). Note lo que dice Jesús: “Os guiara a toda verdad” lo cual implica personalidad en el Espíritu Santo.

    EL ESPIRITU SANTO PUEDE OIR
    “... hablara todo lo que oyere” (Jn. 16:13) Un viento no puede oír. El Espíritu Santo si puede oír.

    EL ESPIRITU SANTO PUEDE PROHIBIR
    “Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia” (Hch. 16:6).

    EL ESPIRITU SANTO PUEDE REVELAR Y ESCUDRIÒAR
    “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios” (I Co. 2:10; Cf. Ef. 3:3-5).

    EL ESPIRITU PUEDE INVITAR
    “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera del agua de la vida gratuitamente” (Ap. 22:17).

    EL ESPIRITU SANTO PUEDE SER ENTRISTECIDO
    “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención” (Ef. 4:30; Cf. I Ts. 5:19). Cuando vivimos en el pecado, entristecemos al Espíritu Santo.

    EL ESPIRITU SANTO PUEDE SER RESISTIDO
    “¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros” (Hch. 7:51).

    EL ESPIRITU SANTO PUEDE SER INSULTADO
    “¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?” (He. 10:29).

    EL ESPIRITU SANTO PUEDE SER BLASFEMADO
    “Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; Mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada” (Mt. 12:31-32)

    SE PUEDE INTENTAR MENTIR AL ESPIRITU SANTO
    “Y dijo Pedro: Ananias, ¿por qué lleno Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?” (Hch. 5:3).
    EL ESPIRITU SANTO POSEE UNA NATURALEZA DIVINA. El Espíritu Santo es mencionado junto con el Padre y el Hijo, como iguales, teniendo la misma naturaleza. La Biblia enseña que la persona debe de ser bautizada en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Mt. 28:18-20). Otro pasaje que presenta al Padre, Hijo y Espíritu Santo es 1 Co. 8:6; 12:4-6; 2 Co. 13:146 El Nuevo Testamento provee mucha evidencia de que el Padre, Hijo, y Espíritu Santo son tres personas distintas con una misma naturaleza. Cada uno de ellos tiene una función en Particular y un mismo plan para beneficio de la humanidad.
    Cualidades que posee la Deidad son atribuidas al Espíritu Santo. Note los siguientes atributos que el Padre y el Hijo poseen:
    Eternidad: Las siguientes son declaraciones bíblicas acerca de la naturaleza eterna del Espiritu Santo “¿cuánto mas la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiara vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?” (He. 9:14).
    También el Padre es eterno según lo que la Biblia nos enseña “Firme es tu trono desde entonces; Tú eres eternamente.” (Sal. 93:2).

    El Hijo también es eterno “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” (He. 13:8).
    Omnisciente: El Espíritu Santo es Omnisciente según la enseñanza de las Escrituras “Pero Dios nos las revelo a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo deDios.” (1 Co. 2:10).
    El Padre es omnisciente según lo que la Biblia enseña “Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en Su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.” (He. 4:13; Sal. 139:9-11).

    El Hijo también posee el mismo atributo “Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos, y no tenia necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues el sabia lo que había en el hombre.” (Jn. 2:24-25).
    Omnipotente: La Biblia enseña que el Espíritu Santo es omnipotente “Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con Su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.” (Lc. 1:35). “Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió Su fama por toda la tierra de alrededor.” (Lc. 4:14). “Pero
    recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo...” (Hch. 1:8).
    El Padre es omnipotente según lo que la Biblia enseña “Porque nada hay imposible para Dios” (Lc. 1:37).

    El Hijo es omnipotente según la enseñanza de las Escrituras “... Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra...” (Mt. 28:18).
    Omnipresente: La Biblia enseña que Dios, Jesús, y Espíritu Santo son omnipresente. El Espíritu Santo “¿a dónde me iré de tu Espíritu?” (Sal. 139:7).

    El Padre es omnipresente según la enseñanza bíblica “¿Se ocultara alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra.” (Jer. 23:24; Cf. Sal. 139:9-11).
    El Hijo es omnipresente “He aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt. 28:20).
    EL ESPIRITU SANTO TAMBIEN SE PUEDE ENCONTRAR EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
    Los siguientes pasajes muestran la existencia / presencia del Espíritu Santo en el Antiguo Testamento:
    A. “Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su Santo Espíritu; por lo cual se les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos. 11Pero se acordó de los días antiguos, de Moisés y de su pueblo, diciendo: ¿Dónde está el que les hizo subir del mar con el pastor de su rebaño? ¿Dónde el que puso en medio de él su Santo Espíritu” (Is. 63:10-11)
    B. “No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu Santo Espíritu” (Sal. 51:11)
    C. “Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.” (2 P. 1:20-21)
    D. “Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. 29Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días” (Joel 2:28-29)
    EL ESPIRITU SANTO EN LA CONVERSION DE LOS HOMBRES
    Otro factor que debemos de tener en mente es la función que el Espíritu Santo tiene en la conversión de los hombres. ¿Cómo trabaja el Espíritu Santo en la conversión del hombre? ¿Directamente o indirectamente? La Biblia nos muestra esta verdad de una manera muy clara para que no haya ninguna confusión. Es esencial que entendamos la manera de cómo el Espíritu Santo
    trabaja en la conversión de las personas. Por ejemplo, Juan Calvino enseña que el Espíritu Santo trabaja de una manera directa en la conversión del hombre, trabajando de una manera en la cual el hombre no tiene ninguna decisión en su
    conversión. El Espíritu es el que viene al hombre para convertirlo sin que el hombre tenga nada que hacer. Esta es la enseñanza de los calvinistas. Sin embargo, la Biblia nos muestra un panorama totalmente diferente al que los calvinistas están enseñando. Note lo que la Biblia enseña en cuanto a como el Espíritu Santo trabaja en la conversión del hombre.
    En el libro de los Hechos, podemos ver como el Espíritu Santo trabajo en la conversión de cada una de las personas que obedecieron el Evangelio de Cristo. Esto fue lo que hicieron...
    1. La Palabra fue predicada por los apóstoles (Hch. 2:14-36, 39, 40; 4:31; 5:20; 8:4, 25; 11:14, 19; 13:5, 26, 46, 49; 14:25; 15:35; 16:32; 17:13; 18:11).
    «
    2. Las personas escucharon el mensaje predicado por los apóstoles (Hch. 2:37; 8:12; 18:8)
    «
    3. Las personas recibieron el mensaje predicado por los apóstoles (Hch. 2:41; 4:4; 8:12, 14; 11:1; 17:11, 12)
    «
    4. Las personas fueron bautizadas para perdón de pecados (Hch. 2:41; 8:12; 35-39; 16:14-15, 33; 18:8; 19:5).
    Leo Boles, Predicador de la Iglesia de Cristo escribió en su comentario las siguientes palabras: “El Nuevo Testamento no enseña que el Espíritu Santo opera de una manera directa sobre el corazón del pecador;... No hay ningún caso en Hechos o en el Nuevo Testamento donde alguien fue convertido, sin haber escuchado la Verdad, y creído en Cristo, arrepintiéndose de sus pecados, y
    siendo bautizado en Cristo.” El apóstol Pablo en Efesios 1:13-14 dice las siguientes palabras, las cuales nos ayudan a entender el proceso que la persona sigue para poder obtener la salvación, “En el también vosotros, habiendo oído la Palabra de Verdad, el Evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa que es las arras de vuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida para alabanza de Su gloria.” Note lo que dice Pablo, oyeron, creyeron y luego fueron sellados. No dice, el Espíritu vino a ellos y luego los salvo. Recibieron el sello del Espíritu Santo después que escucharon la palabra y creyeron en ella, y no antes. El Espíritu Santo no puso la fe en los corazones de las personas, sino más bien, las personas tuvieron que escuchar el mensaje de salvación para luego creer en él y poder recibir la salvación.
    EL ESPIRITU SANTO MORA EN EL CRISTIANO
    La Biblia es muy clara cuando habla del Espíritu Santo en la vida del creyente. Los siguientes
    pasajes nos muestran que el Espíritu Santo mora en la vida del creyente... 1. “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20Porque habéis sido comprados por precio; Glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” (I Co. 6:19-20).
    2. “Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen” (Hch. 5:32).
    3. “Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” (Ro. 5:5). La frase “Nos fue dado” no solo se aplica a los apóstoles, sino también a todos los que obedecen.
    4. “El cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones” (II Co. 1:22)
    5. “Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio Su Espíritu Santo” (I Ts. 4:8).
    6. Si hemos obedecido el evangelio de Cristo, venimos a ser de Cristo, y si somos de Cristo, entonces el Espíritu Santo esta en nosotros “Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él” (Ro. 8:9).
    7. El Escritor a los Hebreos dijo: “Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo.” (He. 6:4). El texto dice “fueron hechos participantes del Espíritu Santo” lo cual implica que somos participantes del Espíritu que esta en nosotros, basado en los demás textos que hemos observado. La palabra “Participantes” viene del Griego (metochos)8 y denota el tener comunión, un asociado, uno que comparte.
    8. Dios profetizo que iba a poner Su Espíritu en Su pueblo “Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra” (Ez. 36:27).
    9. “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por Su Espíritu que mora en vosotros” (Ro. 8:11).
    10. “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” (I Co. 3:16).
    11. “En quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu” (Ef.
    2:22).
    12. “Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros” (II Ti. 1:14).
    Todos estos pasajes nos ayudan a entender que el Espíritu Santo mora en el creyente que ha obedecido el Evangelio de Cristo y que pertenece a Cristo. Este factor no puede ser negado ya que la Escritura lo muestra con mucha claridad.
    La espada del Espíritu Santo es la Palabra de Dios (Ef. 6;17; He. 4:12), por lo tanto, cuando leemos
    la Palabra y la practicamos estamos usando la espada del Espíritu para poder vencer a Satanás. Jesús venció a Satanás usando la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios. Así que, adelante en la lucha, confiados en que somos de Dios y que Su Espíritu mora en nosotros por medio de Su Palabra inspirada (2 Ti. 3:16 17).
    Habiendo estudiado esta información hago la siguiente
    pregunta, .Cual debería de ser nuestra después de este
    estudio?
    1. Deberíamos de amar mas y mas a nuestro Dios (Mr. 12:30)
    2. Deberíamos de buscar primeramente Su Reino (Mt. 6:33)
    3. Deberíamos de poner nuestra mirada en las cosas de arriba y no las de abajo (Col. 3:1-4)
    4. Deberíamos de apreciar el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo (Jn. 14:15; Fil. 1:21)
    5. Deberíamos de apreciar la obra que el Espíritu Santo hizo por nosotros al proveer las Escrituras (II P. 1:20-21)
    6. Deberíamos de vivir fielmente hasta el fin (Ap. 2:10; 1 Co. 15:58)
    7. Deberíamos de desechar el pecado de nuestras vidas por todo lo que las tres personas de la Deidad hicieron por nosotros (I P. 1:15-16; I Jn. 2:15-17)

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