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    Hades 1 Parte Empty Hades 1 Parte

    Mensaje  administrador Lun 1 Mar 2010 - 13:52

    HADES Transcripción de una palabra griega empleada en la LXX para traducir el vocablo hebreo  SEOL, morada de los muertos, buenos y malos sin distinción.
    (Mt 11.23; Lc 10.15); se entra a él a través de puertas que simbolizan el poder de la muerte (Mt 16.18). Se menciona en relación con la muerte de Jesucristo (Hch 2.27, 31; cf. Sal 16.10). Como consecuencia del desarrollo doctrinal en los últimos libros del Antiguo Testamento, el concepto del Seol se bifurcó, y el Tartaro llegó a referirse al lugar de oscuridad y sufrimiento reservado para los impíos Lc 16.23), mientras  SENO DE ABRAHAM y  PARAÍSO indicaban el destino de los piadosos. Relacionado íntimamente con la  MUERTE, el Hades casi se personifica en Ap 1.18; 6.8; 20.13s (cf. 1 Co 15.55).


    HINOM Valle profundo al sur de Jerusalén, conocido también como el valle del hijo de Hinom (Jos 15.8a; etc.), que demarcaba el límite entre las tribus de Benjamín y de Judá (Jos 15.8b; 18.16). La mayoría de los expertos lo identifican con Wadi al-Rababi que actualmente circunda la ciudad de Jerusalén hacia el sudeste y el oeste. Cerca a la parte más ancha que da al Cedrón se le llama  TOFET (2 R 23.10; Jer 7.31s; 19.2–6).
    Fue en Hinom donde Salomón erigió lugares altos a Moloc (1 R 11.7), y Acaz y Manasés hicieron «pasar a sus hijos por fuego» (2 R 16.3; 2 Cr 28.3; 33.6; Jer 32.35). Para poner fin a estas abominaciones, Josías profanó el sitio con huesos humanos y otras contaminaciones (2 R 23.10, 13s; 2 Cr 34.4s), y lo convirtió en crematorio donde echaban las inmundicias de la ciudad. Así, este lugar llegó a simbolizar para todo Jerusalén el horror y el deshonor, y su fuego permanente que destruía las basuras tipificó la ira divina (cf. Is 30.33; 66.24). Posteriormente los judíos aplicaron el nombre de este valle, que en la LXX es Gueena (con base en el arameo gue-hinnam), al lugar de eterno sufrimiento destinado a los ángeles rebeldes y a las personas condenadas. En este sentido se usa en el Nuevo Testamento (Mt 5.22, 29s; 10.28; Mc 9.43, 45, 47; Lc 12.5; Stg 3.6;  HADES; INFIERNO).

    SENO DE ABRAHAM Término que Jesús emplea en la parábola de Lázaro y el rico (Lc 16.22) para referirse al lugar adonde van los justos al morir. El seno de Abraham es también sinónimo del  «PARAÍSO» que Jesús prometió al ladrón arrepentido (Lc 23:43.

    PARAÍSO Palabra de origen persa (que significa parque, jardín, huerto), cuyo equivalente hebreo es pardes y griego es paraŒdeisos.
    A veces pardes aparece traducida «bosque» (Neh 2.8) o «huerto» en RV (Ec 2.5), pero en Cnt 4.13 se traduce paraíso. Por otra parte, en pasajes como Is 51.3 paraíso es traducción del hebreo gan (jardín). En Gn 2.8 de la LXX este término, gan, que se refiere al  EDÉN, se traduce paraŒdeisos. En el Antiguo Testamento paraíso no adquiere todavía el significado escatológico que tiene en la teología judaica posterior y en el Nuevo Testamento.
    Los judíos asociaban la palabra paraíso con el huerto del Edén. Luego llegaron a creer que los justos al morir iban a un lugar similar al paraíso. Ya en el rabinismo desarrollado el paraíso podría significar: (1) el huerto original del Edén; (2) la morada temporal de los justos muertos entretanto llega la resurrección, o 3) el huerto, morada eterna de los justos. Por otro lado, los rabinos creían que la gehenna era la morada de los injustos.
    La palabra paraíso aparece solamente tres veces en el Nuevo Testamento. En Lc 23.43, Jesús promete al ladrón arrepentido que irá al paraíso ese mismo día, indicando así que es el lugar al que iban provisionalmente los justos al morir. El mismo concepto se halla en la parábola del rico y Lázaro, pero se vale de la figura del  «SENO DE ABRAHAM» (Lc 16.23). En 2 Co 12.2ss, Pablo identifica el tercer  CIELO con el paraíso. Luego, en los últimos capítulos de Apocalipsis es prominente la idea de un hermoso huerto eterno para los justos, pero no se usa la palabra paraíso.

    CIELO Término que puede referirse a las regiones atmosféricas y siderales o a la morada de Dios. Con ambos sentidos suele usarse indistintamente en plural y singular tanto en el castellano como en los idiomas originales.

    «Los Cielos Y La Tierra»
    Expresión que aparece en el primer versículo de la Biblia (Gn 1.1) y en otros muchos pasajes para designar todo el universo. Los escritores bíblicos aluden metafóricamente a las puertas o ventanas del cielo, las cuales se abren o se cierran para dar paso al agua o detenerla (Dt 11.17; Sal 78.23). Se habla del sol, la luna y los astros como si estuvieran colocados en el cielo (Gn 1.14–17). Sería un error interpretar al pie de la letra tales metáforas escritas en una época precientífica.

    Los Tres Cielos
    En 2 Co 12.2 se menciona «el tercer cielo» de donde se deduce la existencia del primero y segundo cielo. Sin embargo, en la Biblia no se habla de ello. Puede ser que el primero sea la atmósfera que rodea nuestro planeta; el segundo, el espacio físico más allá de la atmósfera; y el tercero, la morada de Dios. Pablo fue arrebatado hasta el tercer cielo, pero se le prohibió divulgar lo que allí vio y oyó (2 Co 12.1–9). Según parece, Juan tuvo una experiencia similar (Ap 4.1) en la cual basó la mayor parte de Apocalipsis.
    Lo fundamental en estas experiencias de Pablo y Juan no es lo que nos permiten descifrar en cuanto a la estructura del cielo, sino lo que aportan al conocimiento de Dios.

    La Morada de Dios
    En varios pasajes aparece el cielo como morada de Dios y los seres que con Él habitan. Por ejemplo: «Padre nuestro que estás en los cielos» (Lc 11.2). Con Dios viven «los ejércitos de los cielos» (Neh 9.6) y los ángeles (Mc 13.32). Después de su resurrección, Cristo ascendió al cielo (Hch 1.11) y de allí volverá otra vez (1 Ts 4.16).
    A veces cielo es sinónimo de Dios. El hijo pródigo dice: «He pecado contra el cielo y contra ti» (Lc 15.18). Ejemplo conocido es el término «reino de los cielos» en Mateo, evidentemente sinónimo de «reino de Dios».
    La Biblia le promete al hombre regenerado una morada en el cielo (Jn 14.1–3). Hebreos 2.10 lo llama «la gloria». Hay una herencia incorruptible reservada en el cielo para los creyentes (1 P 1.4). El cielo es un lugar de bendición, mientras que el infierno promete tormento y miseria.
    La referencia en Ap 21.1 a «un cielo nuevo y una tierra nueva» se refiere a que habrá un cielo nuevo y una tierra nueva de verdad.,

    SEOL Palabra hebrea que designa el lugar adonde van los muertos (Dt 32.22; Is 14.9, 11, 15). No es el destino solamente de los perdidos, sino el estado intermedio de todos los muertos. La muerte en el Antiguo Testamento lleva consigo el sentido de entrar en un lugar de sombra (Job 38.17), donde el hombre ya no tiene fuerza (Sal 88.3, 4), y donde está olvidado (Sal 88.5). No obstante, los habitantes del Seol tienen conciencia y reciben a los nuevos muertos que entran en el lugar (Is 14.9). El equivalente griego es Hades, palabra con que se traduce Seol en la Septuaginta.
    En algunos pasajes bíblicos parece que el Seol es el lugar adonde van los condenados, en contraste con el cielo. Amós 9.2 dice: «Aunque cavasen hasta el Seol ... y aunque subieren hasta el cielo». Job 11.8 y Sal 139.8 repiten la misma idea. Sin embargo, estos pasajes no hacen una distinción escatológica de los distintos destinos de los muertos, sino que indican los puntos geográficos opuestos en la dimensión vertical que imaginaba la mentalidad humana de la época (en aquel entonces se conceptuaba la ubicación del Seol como la parte baja de la tierra). Equivale a la oposición horizontal de «oriente y occidente» (Sal 103.12).
    Ciertamente algunos textos indican que los malos van al Seol como castigo (Sal 9.17; 55.15; Pr 23.14), pero esto tal vez se explica por la doctrina bíblica de que la muerte es resultado del pecado (Ro 6.23). Parece que el castigo en sí no es ir al Seol sino morir y entrar en el Seol prematuramente.
    Se debe distinguir el uso figurado del Seol en muchos pasajes como Sal 116.3 («Me encontraron las angustias del Seol») y Jonás 2.2 (donde el Seol equivale al vientre del pez).
    Hay varios sinónimos de Seol en el Antiguo Testamento: «abismo» (Is 14.15), «sepulcro» (Sal 88.4), «Abadón» (Job 26.6), «lugar de corrupción» (Sal 16.10). Ninguno de estos pasajes requiere la interpretación de que sea lugar de castigo.
    Es de notar que el Antiguo Testamento no da enseñanza clara sobre las condiciones en el Seol, tampoco acerca de castigo ni de corona. Sin embargo, Dahoad (Psalms III, Anchor Bible, pp. 304–305) sugiere que se encuentra los inicios de la doctrina del infierno en textos como Sal 140.10; Job 15.30; 20.26.
    En la literatura judaica posterior al Antiguo Testamento, vemos el desarrollo de la idea de que el Seol está dividido en dos partes, una para los justos y otra para los injustos, dentro del mismo estado preliminar al destino final (Enoc 22.1–14). Es posible que Dn 12.2 refleje este mismo concepto, puesto que los muertos que «duermen en el polvo de la tierra» posteriormente «serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua».
    Nunca se usa la palabra Seol en el Antiguo Testamento como la morada de Satanás y de los ángeles caídos.

    SEPULCRO Construcción levantada para dar en ella sepultura al cadáver de una persona y honrar su memoria. En la época preisraelita hubo monumentos funerarios como los dólmenes y los crematorios neolíticos de Gezer y Jerusalén. Hubo también sepulcros formados de dos partes: una rampa o pozo de acceso y una cámara funeraria, cerrada a veces por un pequeño muro.
    Los israelitas recién llegados a Canaán imitaron las costumbres funerarias de sus antecesores. Pero, durante la monarquía, el pozo de acceso lateral se suprimió, y lo reemplazaron con un simple agujero perforado sobre una de las extremidades del techo, y por el cual se entraba de un salto en el sepulcro.
    Para no depositar en tierra los cadáveres, se preparaba un lecho de piedra, que se fue transformando en banqueta y más tarde en nicho profundo en el cual podía introducirse un sarcófago. A veces se situaban varias tumbas (consistentes en cuevas naturales o ampliadas) muy cerca las unas de las otras. Todas tenían acceso a un patio común. Cuando la costumbre de depositar los cadáveres en banquetas se generalizó, las adosaban alrededor de todo el recinto funerario. Los muertos se depositaban generalmente echados sobre el costado izquierdo, y con las rodillas encogidas y cerca del mentón.

    SIMA Cavidad profunda en un terreno. Este término solo se encuentra en la parábola de Lázaro y el rico (Lc 16.26), y expresa la distancia infranqueable entre el  «SENO DE ABRAHAM» donde se encuentran los justos, y el  TARTARO, donde se encuentran los injustos después de la muerte. Indica que el destino eterno del hombre no queda definido al concluir la existencia terrena si no que después de esta tendrá que enfrentarse al Juicio de Dios

    EL HADES




    INTRODUCCION: Todo el mundo admite el carácter extraordinario de los tiempos en que vivimos. Cosas nunca puestas en tela de juicio algunos años antes, son ahora abiertamente escarnecidas. Verdades que una vez fueran reverenciadas son livianamente rechazadas por muchos.

    Se habla mucho de “Pensadores” en estos días, pero en realidad hay muy poca profundidad de pensamiento en la mayoría de las personas. La gente generalmente cree lo que les agrada, rechazando aquello que les es desagradable. La credulidad esta de moda, ha llegado al púlpito, y ha invadido la congregación, se ha introducido en “La Cátedra Teológica”, y aún en la pedagogía. Esta siembra de duda e incredulidad esta produciendo una terrible cosecha de Decrecimiento, Licencia y Maldad.
    Vivimos en una época en que todas las cosas tienen que comprobarse, o somos barridos por la avalancha de la incredulidad religiosa ó prevalecemos contra ella. Nuestra creencia debe estar basada en la Palabra de Dios y no depender de lo que otros enseñen.

    La masa inconsciente corre velozmente a los brazos de la abierta Apostasía, gracias a Dios por aquellos que, viendo la plaga creciente de la “Alta Crítica” y el “Modernismo”, afincan más las raíces de su fe en la palabra de Dios y encuentran en ella la estabilidad y el consuelo que necesitan.

    Es con el fin de ayudar a los investigadores honrados, a jóvenes y adultos, que creen en la palabra de Dios, que se afirmen en las grandes Verdades de la Biblia; mediante las ayudas de este estudio bíblico. En el cual estudiaremos a fondo el Tema del Hades. Las preguntas serán:



    * ¿QUÉ ES EL HADES?
    * ¿QUE DICE LA BIBLIA DEL HADES?
    * ¿QUÉ ENSEÑAN LOS LIDERES RELIGIOSOS
    DEL HADES?




    I.- ¿QUÉ ES EL HADES? Pagina 2



    1).- La palabra HADES, es una palabra griega, que significa:
    1).- El Mundo Inferior
    2).- El Mundo de los Muertos
    3).- El Mundo Espiritual de los Muertos
    4).- El Mundo Invisible

    Con el tiempo esta palabra vino significando:
    1).- El Poder de la Muerte
    2).- Los Infiernos
    3).- La Sepultura
    4).- El Sepulcro, etc. Aunque estos dos últimos significados son grandemente discutidos por los teólogos de la Biblia.

    A).- La palabra HADES:
    Es usada en el Nuevo Testamento ¿ veces, y corresponde a traducción de la palabra Hebrea ¿ Sheol. El Sheol hebreo y el Hades griego son usados de forma similar por los escritores bíblicos. Véase ejemplo. Salmo _______ y Hch. 2_____ por consiguiente podemos afirmar que Sheol y Hades son la misma cosa.
    Sin embargo, debemos definir primero ¿Qué es el Hades?


    1. El Hades para los Griegos:
    Nunca fue el sepulcro. Los griegos creían en la inmortalidad del alma; y para ellos era más importante el alma que el cuerpo. Ellos creían que el alma sobrevivía a la muerte; y que esta iba al mundo Espiritual de los Muertos; donde regía el dios_________ . El alma iba al Hades viajando en una barcaza, en el gran océano dirigida por Hermes; y después la corriente la llevaba a un río subterráneo, que lo conducía hasta el mundo del Hades.

    Lo primero que encontraba el alma era el Bosque de Perséfone, (que era una diosa de Fertilidad que había sido raptada por el dios Hades), después llegaba a la Roca Blanca llamada “Leuca”. Luego se encontraba con dos ríos: 1.- El Estigia (________), 2.- El Flegantes. Allí tenía que pagar, el alma que necesitaba llegar a los campos Elíseos. Se dice, que a los muertos se les ponía una moneda debajo de la lengua, para que en el otro mundo ellos pagaran su viaje a Carante. Así podían viajar en una barcaza y atravesar estos dos ríos.
    Atravesando estos dos ríos (El Estigia y el Flegantes) estaba un perro llamado:
    “Cerbero”, que tenía 3 cabezas y tenía una cola de serpiente, y guardaba la entrada del Hades. Pero solo atacaba a los que deseaban salir del Hades, después llegaban las almas al “Campo de Asfodelos” (Mivios) (Algunos lo llaman Limbo), donde la mente se volvía confusa y olvidadiza. De allí el alma pasaba al “Valle del Lamento”, donde el alma se desahogaba de sus Amores y de aquellos que lo hiciera sentir “desgraciado”. Luego pasaba a “La pradera o Explanada del Juicio”, de donde salen dos Ramales o Caminos, uno que lleva a las “Islas de los Bienaventurados” ó “Campos Elíseos”, y el otro al Tártaro que es el Lugar de Castigo.

    En la Explanada del Juicio, se dice que hay varios jueces que juzgarán las almas están:
    1. Eaco, 1er Rey de Egivia. (Juzga a los que vienen de Europa, guarda las
    llaves del Hades)
    2. Minos II, antiguo Rey de Creta. (Goza de la Decisión final sobre las almas)
    3. Radamantis, hno. De Minos II. (Juzga a los que vienen de Asia)

    NOTA: Se dice que Radamantis (hno. De Minos II), es el gobernador del Tártaro; y es el único que con normas severas procesa y castiga a los malhechores y los fuerza a confesar.


    B).- El Tártaro:
    Era un lugar de Castigo. Sus puertas, son de Hierro y tiene un Umbral de bronce y tiene una pared triple a su alrededor. Tisifune I, desde una Cima, guarda la entrada de día y de noche. Es un lugar de suma oscuridad, es un lugar triste, es un lugar de Dolor, pues Tisifone I es el encargado de azotar y castigar las almas día y noche, etc.

    Al Tártaro van aquellas personas que odiaron a sus hermanos, golpeaban a sus padres, robaron haciendo fraudes, guardaron sus riquezas para sí mis- mos sin compartirlas (avaros y codiciosos), adúlteros.

    Solo algunos que cometieron pocas injusticias pueden ser recuperados del Tártaros, permanecen cierto tiempo en el Tártaro, siendo castigados; para luego las olas de los Ríos Cocito ó Piriflegente, llegan hasta el Tártaros y los sacan, llevándolos hasta “La Laguna del Aquerante”, desde donde suplican a aquellos que han agraviado que sean compasivos y les permitan salir de la Laguna. Si los convencen, entonces ellos pueden salir, si no, entonces vuelven al Tártaro empezando otra vez sus castigos.


    Antes de que las almas pasen a la “Explanada del Juicio”, para ser juzgadas ó condenadas; las almas de justos e injustos pueden estar hablando y platicando unos con otros los juston en el lugar de consuelo y los ijnustos en tartaro, después a ser juzgados Pues los malos irán al Tártaro, destino final del alma y los justos irán al Cielo, donde tendrán dicha y felicidad. Y si alguno de ellos desea volver tendrá que tomar agua del Río Lete que son las aguas del olvido.

      Fecha y hora actual: Vie 10 Mayo 2024 - 13:19