En adición a esto, el Antiguo Testamento permitió la practica de la poligamia, mandó el matrimonio Levirato, y muchas otras cosas que no serían aceptadas hoy día. En Gál. 5:3 Pablo escribió, "Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley". El Antiguo Testamento no es una religión de restaurante de autoservicio moderno del cual los Cristianos pueden tomar y escoger artículos para añadir a la adoración religiosa acorde a su gusto personal. Si un hombre va a aceptar el Antiguo Testamento como su autoridad para un punto, Pablo dice que "está obligado a guardar toda la ley". Uno debe practicar todo el Antiguo Testamento o nada de este.
(b) Los instrumentos mecánicos de música no fueron añadidos a la adoración del Antiguo Testamento como un asunto de preferencia personal al capricho de los santos del Antiguo Testamento. Los instrumentos mecánicos de música fueron añadidos por mandamiento divino.
"Puso también levitas en la casa de Jehová con címbalos, salterios y arpas, conforme al mandamiento de David, de Gad vidente del rey, y del profeta Natán, porque aquel mandamiento procedía de Jehová por medio de sus profetas" (2 Cr. 29:25).
El Señor mandó los instrumentos mecánicos de música en el Antiguo Testamento. ¿Dónde está el mandamiento similar para que sean usados en la adoración del Nuevo Testamento?
Todos aquellos que utilizan el argumento de que David los usó en el A.T., ignoran la diferencia que existe entre la adoración de los Judíos bajo la Antigua Ley, y la adoración de los Cristianos bajo la Nueva Ley, el Nuevo Testamento. Pablo se refiere a esta distinción en Rom. 3:19 cuando declaró, "Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley ..." ¿Somos todos Judíos viviendo bajo la Antigua Ley? ¡Obvio que no! No adoramos a Dios bajo los términos de la Antigua Ley. Los Cristianos adoran a Dios bajo los términos del nuevo pacto.
El Antiguo Testamento no continua siendo obligatorio sobre los hombres como un sistema de doctrinas y prácticas religiosas. Ha sido clavado en la cruz, abrogado, para que el Nuevo Testamento pudiera entrar en vigencia. "... quita lo primero, para establecer esto último. En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre" (Heb. 10:9-10). "Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz" (Col. 2:14). Cristo es la autoridad en religión para la iglesia, no Moisés. "Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo" (Jn. 1:17). En el monte de la Transfiguración (Mat. 17) cuando aparecieron Moisés y Elías hablando con él (Jesús), v.3; Moisés representando la ley, y Elías representando a los profetas; hubo la voz del Padre que dijo: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd" (v.5). Nosotros los Cristianos no debemos escuchar a Moisés (la ley), ni a Elías (los profetas), sino a Jesucristo, nuestro Dueño y Señor. "Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra" (Mat. 28:18). "Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuando es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas" (Heb. 8:6). Cristo no dio autoridad para el uso de instrumentos de música en la adoración, y todo Cristiano fiel rechaza esta práctica a causa de su respeto por la voluntad del Señor expresada en el Nuevo Testamento. El apóstol Pedro recordando las palabras de Moisés en el Antiguo Testamento, dice en Hechos 3:22-23 - "Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable; y toda alma que no oiga a aquel profeta, será desarraigada del pueblo".
Pablo dijo, "Decidme, los que queréis estar bajo la ley: ¿No habéis oído la ley?" (Gál. 4:21). Si uno apela al Antiguo Testamento para justificar el uso de instrumentos de música en la adoración, para ser consistente está obligado a aceptar todas las otras actividades de adoración encontradas en ella, tal como el quemar incienso, el sacrificio de animales, etc.; pero la iglesia de Cristo rechaza todas estas practicas por la sencilla razón de que no están incluidas en las enseñanzas del Nuevo Testamento, la autoridad de Cristo.
El Antiguo Testamento fue abrogado por virtud de la muerte de Jesús en la cruz y la Nueva Ley fue dada en su lugar. Esto es lo que la Biblia dice:
Heb. 7:12 - "Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley". Y nuevamente, en Heb. 8:13 - "Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer".
Heb. 9:15 - "Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto ..."
Estamos bajo Cristo y no bajo David. Cristo tiene ahora toda la autoridad (Mat. 28:18). Dios mandó a oírlo a El (Mat. 17:5). Debemos adorar como Cristo y el Nuevo Testamento lo enseña. Ni la enseñanza de Moisés ni la enseñanza de David es el modelo de autoridad para los Cristianos. Debemos adorar acorde a la enseñanza del Nuevo Testamento, y no del Antiguo. Bajo Cristo, tenemos un Nuevo Pacto, sellado con sangre nueva. En Cristo uno es una nueva criatura (2 Cor. 5:17). Los Cristianos tienen un nuevo día de adoración (Hch. 20:7), y un nuevo método de adoración.
La música mandada en la adoración de los Cristianos fue vocal, cantando (Ef. 5:19). La música que fue usada era el canto (1 Cor. 14:15). Somos mandados a no ir más allá de lo que está escrito (1 Cor. 4:6); sino a permanecer en la doctrina de Cristo (2 Jn. 9). La música instrumental no está en la enseñanza de Cristo.
No estamos en libertad de traer al Nuevo Testamento algo de lo que fue autorizado bajo el Antiguo. En Hechos 15:24, la iglesia primitiva estaba siendo perturbada por hombres que estaban buscando traer dentro de la iglesia eso que fue autorizado bajo la Antigua Ley pero no bajo la Nueva. El asunto era el tema de la circuncisión. Después de considerable discusión, los apóstoles y los ancianos en Jerusalén enviaron cartas a todas las demás iglesias desautorizando la doctrina de estos falsos maestros. Su carta contenía duras palabras para todos los que intentaran traer dentro de la iglesia lo que no estaba autorizado en el Nuevo Testamento. Nótese el versículo 24, "Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos orden, os han inquietado con palabras, perturbando vuestras almas, mandando circuncidaros y guardar la ley". Los apóstoles acusaron a estos falsos maestros de perturbar las almas de los Cristianos por medio de intentar traer dentro de la iglesia lo que no estaba mandado o autorizado en el Nuevo Testamento. Por supuesto, el asunto inmediato era la circuncisión, pero el principio es igualmente aplicable al tema de la música instrumental.
Algunas veces es escuchado el argumento de que estamos en libertad de traer dentro de la iglesia cualquier cosa bajo la ley de Moisés que no esté específicamente condenada en el Nuevo Testamento. De esta manera, va el argumento, la circuncisión no puede ser traída porque es enseñado que no es importante en el Nuevo Testamento (Gál. 5:6). Los sacrificios de animales no pueden ser traídos porque han sido reemplazados con un mejor sacrificio, el de Cristo (Heb. 9:11-14). La guarda del día de reposo está condenada de igual manera como todos los días santos de la Antigua Ley (Col. 2:16), por tanto, estas cosas no pueden ser traídas dentro de la iglesia. No obstante, ahí el argumento, en ninguna parte los instrumentos de música están condenados específicamente en el Nuevo Testamento, por tanto, estamos en libertad de continuar con su uso hoy día. Este argumento, realmente es débil puesto que ignora lo que los apóstoles declararon en Hechos 15:24. En ese pasaje, la circuncisión fue condenada como un asunto de fe sencillamente porque "a los cuales no dimos orden". De igual manera, la música instrumental está condenada porque los apóstoles "no dimos orden".
No obstante, la consistencia es el enemigo de nuestros amigos porque no están deseando aplicar la lógica usada para traer la música instrumental a todas las demás cosas en la Antigua Ley. Por ejemplo, el incienso fue usado en la adoración bajo la Antigua Ley, sin embargo, su uso no está condenado específicamente en ninguna parte en el Nuevo Testamento. Una tina de remojar para el lavamiento de las manos y los pies fue usada en el adoración del Antiguo Testamento como lo fueron los candelabros y la mesa de los panes de la proposición, pero ninguno de estos está condenado específicamente en el Nuevo Testamento. Pero ¿quién estará deseando traer todas estas cosas dentro de la iglesia? ¿Puede ser que realmente no entendemos que lo que fue autorizado en el Antiguo Testamento no indica que es una práctica aceptable bajo en Nuevo Pacto pero que no estamos deseando aplicar el principio de la consistentemente a las cosas que queremos practicar?
La realidad de todo el asunto es que todas estas cosas están condenadas en el Nuevo Testamento. En Col. 2:14 leemos, "Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz". ¿Qué fue lo que Jesús clavó en la cruz? La Antigua Ley. No sólo una parte de esta, sino toda. La música instrumental sufrió el mismo destino como los sacrificios de los animales. La guarda del Día de Reposo sufrió el mismo destino de la circuncisión. Todo lo que formaba parte de la Antigua Ley fue quitado (Mat. 5:17). Ninguno de estos permaneció después de la cruz. En su lugar, Cristo nos dio un Nuevo Pacto. En muchos aspectos la Nueva Ley es similar a la Antigua. El asesinato, la fornicación, la idolatría, y la mentira están condenadas en ambas, pero son leyes diferentes. Nos abstenemos de la fornicación no porque fue condenada bajo la Antigua Ley, sino porque está condenada bajo la Nueva. Oramos a Dios no porque la Antigua Ley lo mandó sino porque está mandado en la Nueva. Nuestra autoridad en todas las cosas viene de Cristo, no de Moisés (Col. 3:17; Heb. 1:1-2). Por tanto, es un grave error apelar o recurrir a la Antigua Ley para la justificación de algo que no está autorizado en la Nueva.
3. No veo nada de malo en esto. Aquellos que argumentan de esta manera están observando el asunto simplemente desde un punto de vista natural, y no de lo que la Biblia enseña. Las cosas espirituales deben ser juzgadas espiritualmente (1 Cor. 2:14). El hombre natural (o carnal), quien se va simplemente por los deseos, juicios humanos, y el sentimiento animal, no percibe las cosas de Dios. Los caminos y pensamientos de Dios son más altos y diferentes que los caminos pensamientos del hombre (Isa. 55:8-9). Este es un asunto religioso y debe ser observado desde un punto de vista religioso. Una cosa puede ser moralmente correcta y al mismo tiempo religiosamente incorrecta. ¿Hubo algo de malo en Eva comiendo del fruto prohibido en el huerto de Edén? ¿Hubo algo de malo en Uza tocando el arca del pacto? (2 Sam. 6:6-7). Perdió su vida como castigo de Dios por haberlo hecho así. Este no fue un pecado de inmoralidad el que cometió, sino un pecado religioso.
El uso de música instrumental en la adoración no es un pecado de inmoralidad, sino una violación de la ley religiosa de la adoración a Dios, y exactamente tan pecado como infringir cualquier otra ley de Dios. Debemos adorar a Dios como lo ha mandado y autorizado. Esto no es un asunto de si vemos algo de malo o no; sino en si está autorizado en el Nuevo Testamento?
Hay algo de malo en esto. Ha dividido al mundo religioso; a causado problema en casi todo grupo religioso; desanima al cántico congregacional; a menudo es fuente de fricción y celos; hace más difícil entender el significado exacto de las palabras y enseñanza de un cántico. Esto se convierte en una adoración vana (Mat. 15:9).
4. La Biblia no dice que no usemos instrumentos mecánicos de música en la adoración. Dios siempre ha dado a los hombres instrucciones en cuanto a cómo adorarlo y servirlo, y siempre ha requerido que anden acorde a Su voluntad revelada. Este es el principio de andar por fe. La fe viene por oir la palabra de Dios (Rom. 10:17). Somos mandados a hacer todas las cosas, de palabra u obra, en el nombre de Cristo (Col. 3:17). Esto significa confiando, creyendo, obedeciendo a Cristo, y haciendo solamente lo que El autoriza.
No hay condenación expresa de los instrumentos mecánicos en la adoración. No obstante, la Biblia no es un libro designado para dar una lista de todo lo que el Señor rechaza. ¿Puede usted imaginarse qué libro sería la Biblia si el Señor tuviera que decirnos todo lo que no debemos hacer?
(a) Dios no le dijo a Noé que no usará pino, ni cedro ni todas las otras clases de madera en la construcción del arca; sino que especificó la clase de madera a usar, gofer. Noé sabía que esto quería decir NO USAR OTRA CLASE DE MADERA. El mandamiento de usar una clase excluyó el uso de cualquier otra clase.
(b) La Biblia no dice, "No practicarás los juegos de azar". No obstante, casi todos admiten que es incorrecto. ¿Por qué? Porque otros principios de verdad y justicia son violados de esta manera.
(c) La Biblia no dice, "No quemarás incienso en la adoración". Pero no hay autoridad para esto, y en vista de que no hay autoridad para esto en la adoración del Nuevo Testamento, no puede ser hecho en el nombre de Cristo, o por Su autoridad.
Quizás este diagrama ayude: (Remítase por favor a las Págs. 10 al 12 de este estudio)
Cuando Dios especificó la clase de animal a ser usado en un sacrificio dado, eso eliminó todas las otras clases de animal. Cuando Dios especificó que Naamán se sumergiera 7 veces en el Río Jordán para ser limpio de su lepra, eso eliminó todos los otros ríos. Cuando Dios especificó los elementos a ser usados en la Cena del Señor, eso eliminó toda otra clase de elementos que pudieran ser usados. Cuando Dios especificó la clase de música a ser usada en Su adoración -- cantar, eso eliminó toda otra clase de música. Por tanto, el Señor no tiene que decir, "No lo harás ..." para que los instrumentos mecánicos de música en la adoración no estén autorizados.
Hay también muchas otras prácticas religiosas que muchas personas condenan para las que no hay "No lo harás". Aquí están algunas de ellas:
Un sacerdocio separado
Un papa
Aspersión o chorriamiento para el bautismo
La celebración de la Navidad, etc.
Quemar incienso y prender velas
El uso del agua bendita
Los sínodos, concilios, y asociaciones Eclesiásticas, etc.
Si el argumento que dice "El Señor no dice, `no usaras instrumentos de música´" prueba que uno puede usar instrumentos mecánicos de música en la adoración, entonces el mismo argumento probará que todo lo anterior (y muchas otras cosas no mencionadas en el diagrama anterior) son también aceptables.
La enseñanza sobre la música en la iglesia es clara. La enseñanza por medio del mandamiento y el ejemplo es a usar música vocal -- cantando. Esta es una CLASE específica de música, y esta es la CLASE que Dios quiere y acepta (Ef. 5:19; Col. 3:16). Puesto que Dios manda la CLASE a usar, toda otra clase de música está prohibida. Cantando es la única clase autorizada para la adoración hoy día. Esta es la única clase encontrada en la doctrina de Cristo. Todo mandamiento de no ir más allá de la doctrina de Cristo prohibe traer algún elemento extraño dentro de la adoración -- e incluye la música instrumental.
5. Es simplemente una ayuda para el que canta. Esta objeción es ofrecida por aquellos que confunden la palabra ayuda con adición. La siguiente ilustración mostrará la distinción en significado de estas dos palabras: (a) Madera es un término genérico. Hay varios tipos específicos en la clasificación genérica de la madera tal como el pino, abeto, roble, gofer, etc. Dios mandó a Noé a hacer un arca de madera de gofer (Gén. 6:14). Si Dios hubiera mandado que el arca fuera construida de madera, no especificando alguna cierta clase, Noé podría haber usado cualquier clase o alguna mezcla de las variedades de madera y ser obediente a Dios. Pero Dios mandó a Noé a usar madera de gofer; por medio de usar solamente esta clase de madera Noé sería obediente a Dios. Si hubiera usado otra clase de madera junto con la de gofer, no importando en qué cantidad limitada, no habría ayudado en la construcción del arca sino que habría añadido al mandamiento de Dios. Noé era un hombre de verdadera humildad, teniendo un profundo respeto por la voluntad de Dios; por tanto, construyó el arca como se le mandó, de madera de gofer y nada mas: "Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó" (Gén. 6:22). (b) Animal es un término genérico. Hay varias clases especificas en la clasificación genérica de animal, tal como caballo, vaca, perro, oveja, etc. En Exodo 12:5 Dios mandó a los hijos de Israel a seleccionar un cordero para la pascua, "... En el diez de este mes tómese cada uno un cordero ... El animal será sin defecto ..." (v.3,5). Cordero es una clase específica de la clasificación general de animal. Si Dios hubiera mandado a usar un animal, no especificando alguna clase particular, cualquier clase habría sido aceptable. Pero el mandamiento era cordero y nada mas. Si ciertos Judíos hubieran comido la carne de una vaca, un perro, o caballo junto con esa de un cordero en la fiesta de la pascua, no habrían ayudado al mandamiento de Dios sino que le habrían añadido. Al Judío fiel le fue requerido implícitamente lo que Dios mandó; solamente cordero cumpliría el requerimiento divino en este caso. Nótese cuidadosamente al siguiente principio pertinente de la demanda de Dios a los Judíos con respecto a Sus mandamientos divinos: "Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás" (Deut. 12:32). (c) Música es un término genérico. Hay dos clases de música especificas: cantar (vocal) e instrumental. Si Jesucristo en el Nuevo Testamento hubiera mandado a los hombres a hacer música en la adoración de Dios, no especificando alguna clase particular, entonces cantar y/o el uso de instrumentos sería aceptable. Pero el Señor mandó específicamente a cantar y no a usar instrumentos; de esta manera el último está excluido. Cuando los hombres usan música instrumental no están ayudando al canto sino que están añadiendo al mandamiento divino. El principio de Deuteronomio 12:32 está reiterado en 1 Corintios 4:6 - "... para que aprendáis ... a no pensar más de lo que está escrito ..." Aquellos que usan música instrumental en la adoración piensan más de lo que está escrito.
Dice la Enciclopedia Católica:
"Que la música vocal es en general más expresiva que los tonos de los instrumentos mecánicamente producidos es innegable. El sentimiento religioso encuentra su mas natural expresión en la pronunciación vocal porque el corazón humano es la fuente de la devoción y del canto". (Enc. Cat. Vol. 10, Pág. 651)
No obstante, antes de que una cosa pueda ser usada como una ayuda o conveniencia, primero debe ser lícita. Puesto que el instrumento no está autorizado y es ilícito, está excluido, aún si pudiera ser probado que es una ayuda. Pero tampoco está autorizado ni es una ayuda. [Si desea tener un estudio más amplio acerca de la autoridad genérica y específica, sobre el silencio de Dios, sobre las ayudas y las conveniencias, puede solicitar el libro "LA AUTORIDAD BIBLICA", a este servidor, A.A. 1254, Manizales, Colombia, S.A.]
6. La música instrumental es disfrutada en la casa, ¿por qué no así en la iglesia? En una sección previa de esta discusión aprendimos que una actividad puede ser moralmente correcta y aún incorrecta religiosamente. Hay muchas actividades en las que nos comprometemos en el hogar que no son hechas en la adoración, tal como el lavamiento de las manos, comer alimento para nutrir nuestro cuerpo, y envolvernos en varias formas de recreación. Ninguna de estas acciones, que no son moralmente incorrectas, serían correctas en la adoración a Dios. Muchos reciben deleite y relajación mental por el uso del instrumento de música en la casa, lo cual es totalmente correcto; en la adoración de Dios sería incorrecto, porque el Nuevo Testamento solamente autoriza cantar.
7. Hay instrumentos de música en el cielo, ¿por qué no en la iglesia?
Las Arpas de Apocalipsis
Entre aquellos asociados en alguna forma con el así llamado «Movimiento de Restauración» el uso de instrumentos mecánicos de música en la adoración ha sido un largo punto de contención, y los proponentes de la práctica han promovido una gran variedad de argumentos en su defensa a través los años. No cae dentro de la mira limitada de este artículo dirigirse a cada uno de tales argumentos desarrollados sino enfocarse particularmente en uno de ellos.
El argumento referido y uno de los más sobresalientes en esta controversia es la contención de que en vista que las arpas estaban supuestamente asociadas con el cántico de los santos en el cielo en el libro de Apocalipsis, la música instrumental puede entonces acompañar el cántico de adoración de los santos en la tierra. Este argumento tiene una atracción que los otros no tienen, y por tanto, merece la inmediata atención. Su fortaleza se encuentra en el hecho de que, de todos los argumentos, este parece llegar a la mas estrecha incorporación de la actual contención de los proponentes del instrumento. Juan dice que oye en el cielo las voces de los santos «... de arpistas que tocaban sus arpas» (Ap. 14:2). ¿No parece esto confirmar la contención esencial de los instrumentalistas de que los santos (los Cristianos) pueden acompañar su adoración cantando con un arpa, o algún otro instrumento musical? Por supuesto, para aquellos que se oponen al instrumento en la adoración y están enseñados en los argumentos de la cuestión en este punto quisieran entrar precipitadamente con toda clase de atenuantes (como lo hará brevemente el escritor), pero los mas prudentes, ilustrados, buscadores de la verdad no son los que están bajo consideración. ¿Cómo reaccionará el instrumentalista quien hasta aquí ha sido ignorante por largo tiempo de la cuestión cuando esté confrontado con este argumento, especialmente si está buscando desesperadamente alguna justificación para su práctica? Una lectura superficial, no crítica, del texto mencionado sin duda, parece proveerle con toda la justificación que necesita. Piensa que aquí están los Cristianos adorando con el instrumento — en el cielo, no menos. El argumento basado en el uso de David del instrumento puede haberlo contrariado porque podría fácilmente ser refutado por medio de redargüir que David no era un Cristiano y no estaba limitado al Nuevo Testamento como un modelo de autoridad en algo mas de lo que un Cristiano puede recurrir al Antiguo Testamento para justificar sus prácticas. También puede haber sido contrariado por el argumento basado en el término Griego Psallo porque parece llevar a una pelea sobre la claridad etérea de los eruditos que cambian con una agitación de citas que él no se siente educacionalmente equipado para seguirlas. A lo tal, entonces, las arpas de Apocalipsis pueden ser un «texto de prueba» como un oasis en el desierto. Es eso exactamente lo que él necesita .... ¿ o no?
Lo Que Dicen los Pasajes
Hay cuatro pasajes en el apocalipsis de Juan que mencionan las arpas, arpistas, o tocando arpas (5:8; 14:2; 15:2; 18:22), pero el último puede ser eliminado de la consideración en vista de que se refiere solamente a un uso secular del arpa. Los otros tres pasajes citados pueden ser resumidos como sigue:
(1) 5:8 — La escena es el trono de Dios en el cielo rodeado por los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos cada uno teniendo un arpa y copas de oro llenas de incienso. Ellos se postran delante del Cordero y le cantan un cántico nuevo.
(2) 14:2 — Juan oye la voz del cielo como el sonido de muchas aguas, trueno, y arpistas tocando sus arpas.
(3) 15:2 — Juan ve a los victoriosos de pie sobre un mar de vidrio mezclado con fuego, sosteniendo las arpas de Dios.
Una Examinación Concienzuda
Hay un número de consideraciones que socavan decisivamente el uso instrumentalista de los textos antes mencionados como base para su defensa del instrumento en la adoración.
Primero, en realidad ninguno de estos tres pasajes dice lo que los instrumentalistas dicen que dice, que las arpas eran tocadas en el cielo. Dos de los tres pasajes (5:8; 15:2) sencillamente dicen que los protagonistas tenían (o sostenían) arpas. No dicen que las tocaban. Francamente, este escritor no se opondrá a que los instrumentalistas hagan con sus instrumentos en los servicios exactamente lo que estos pasajes dicen que fue hecho con las arpas. Si los instrumentalistas quieren venir a los servicios con pesados pianos y órganos, este escritor no ofrecerá la mas leve objeción, con tal que se sienten calladamente sosteniéndolos. Esto es todo lo que estos dos pasajes dicen que los protagonistas hicieron con sus arpas. (Por supuesto, uno naturalmente podría preguntar por qué ellos tenían arpas si no las tocaron, pero este punto será atendido más tarde).
El tercer pasaje (14:2) pudiera parecer ser un refugio de este contra-argumento, pero realmente ni aún dice que las arpas fueron tocadas. Lo que dice es que Juan oyó una voz, un sonido, el cual dice que sonaba como tres cosas: muchas aguas, trueno y arpistas que tocaban sus arpas. Con respecto a este asunto primero podría ser dicho que el texto específicamente dice que él oyó una «voz». Por supuesto, el término Griego «phone» es, ampliamente definido, «un sonido», y necesariamente no se refiere a una voz humana. No obstante, en el contexto la voz es claramente identificada como una voz humana. La voz que Juan oye la identifica en el mismo versículo siguiente como el cántico de los ciento cuarenta y cuatro mil redimidos de entre los de la tierra (v.3). (Los instrumentalistas que no están deseando aceptar esta conclusión no ganan nada con su negativa, porque al hacerlo así se colocan a sí mismos en el dilema de ser incapaces de probar cuatro cosas que tendrán que probar para establecer su proposición; es decir, que habían arpas literales que realmente fueron tocadas, que el toque de las arpas acompañó, o realmente eran coexistentes con el cántico, que el toque de las arpas fue hecho con un propósito religioso o de adoración, y que los redimidos eran los que estaban tocando las arpas). Por tanto, en vista de que la «voz» está cantando, no puede estar tocando, porque el cántico no puede ser el toque de las arpas.
También, Juan no dice que la voz que oyó era realmente el sonido de arpas siendo tocadas, sino que era como tal sonido. Fallar en apreciar esta distinción es fallar en entender una figura literaria básica indicada por el término Griego «hos» (Español, «como», o «así») y conocida como un «símil». Un «símil» es simplemente «una declaración en que una cosa se asemeja a otra»1. Los dos elementos de un símil no son idénticos sino similares en algunos respectos. Por ejemplo, cuando Jesús dice que vendrá «como» («hos») ladrón (Ap. 16:15), no quiere decir que él es realmente un ladrón sino que la naturaleza inesperada y repentina de Su venida será como la de una ladrón. Por tanto, si Juan dice que la voz es «como» de arpistas que tocaban sus arpas, con eso implica que esto no es arpistas tocando sus arpas. (Debiera ser notado que Juan estaba lo bastante cerca para ver a los ciento cuarenta y cuatro mil en el cielo; tan cerca, en realidad, que parece que pudo ver el escrito en sus frentes. Por tanto, si la «voz» que escuchó saliendo de ellos hubiera observado que eran sus arpistas tocando sus arpas, clara y sencillamente habría identificado la «voz» como tal y no un sonido tan incierto como la fuente de la «voz» por medio de usar el término «hos»). De esta manera, ninguno de los pasajes aducidos en apoyo del instrumento en la adoración habla realmente de arpas siendo tocadas en la adoración. Por tanto, el caso puede reposar aquí.
No obstante, un segundo punto que puede ser hecho es que, aún si fuera concedido que estos pasajes prueban el arpa tocada en la adoración, ellos relatan que fue hecho en el cielo y no que esto debe ser hecho en la iglesia. A menos que uno esté deseando aceptar la poca envidiable premisa de que todo lo que es aceptado en el cielo debe ser aceptado en la iglesia en la tierra, no puede concluir que el uso de música instrumental en la adoración del cielo autoriza su uso en la adoración de la iglesia en la tierra. La realidad es que hay un número de cosas que son, o serán aceptadas en el cielo que no son aceptables, o aún posibles, en la iglesia en la tierra. Por ejemplo, la relación marital no existirá en el cielo (Mat. 22:30; Comp. Ap. 14:4). ¿Puede uno argumentar que los Cristianos deberían ser célibes? Los bebés entrarán al cielo. ¿Significa esto que la iglesia en la tierra puede practicar el bautismo de bebés y la membresía de bebés? El trono de Dios está en el cielo (Ap. 4:2). ¿Puede uno argumentar de esta manera como lo hacen los premilenarios, que el trono de Dios puede ser establecido en la tierra? Ha habido ejércitos y guerra en el cielo (Ap. 11:7; 19:11-16). ¿Puede entonces la iglesia, crear un ejército para pelear batallas físicas en el nombre de Cristo? Es dicho que en el cielo hay un templo, un altar, y la quema de incienso (Ap. 5:8; 6:9; 15:5), pero ¿significa esto que la iglesia en la tierra puede tener tales cosas? Además, Cristo ministra como sumo sacerdote en el cielo, pero El no puede hacerlo así en la tierra (Heb. 8:4). La iglesia sobre la tierra tiene hombres de carne y sangre, pero este no será el caso en el cielo (1 Cor. 15:50). Los hombres en la tierra no pueden ver el rostro de Dios (Ex. 33:20), pero lo harán en el cielo (Ap. 22:4). La experiencia celestial será completamente diferente de la experiencia terrenal (Ap. 21:4). El cielo y la tierra son dos mundos completamente diferentes. Lo que pudiera estar presente en el primero podría no estar presente en el segundo. Si es la voluntad de Dios incluir la música instrumental en la adoración del cielo, es Su prerrogativa hacerlo así, pero El aún no ha dicho nada autorizando su presencia en la adoración de la iglesia en la tierra. Las prácticas de los seres en el cielo no sirve mas como modelo de autoridad para las actividades de la iglesia en la tierra que lo que hacen las prácticas de los Israelitas en y alrededor del Tabernáculo del Antiguo Testamento. Es como si los Cristianos en la tierra están en un país extranjero (Fil. 3:20; Heb. 11:13) y, de esta manera, no pueden comprometerse en tales actividades que pudieran ser permitidas en su tierra nativa.
Tercero, aún si uno pudiera probar que los redimidos en el cielo tocan arpas que acompañan su cántico de adoración y que lo tal sirve como autorización para la música instrumental en la adoración de la iglesia sobre la tierra, aún tendría que probar que las «arpas» son literales. Que el Apocalipsis de Juan, y particularmente, los pasajes bajo consideración, son altamente simbólicos es algo que aún el mas ardiente instrumentalista tendrá que admitir. Aún una lectura cuidadosa casual de los textos hará esto claro. ¿Habrá en el cielo una quema de incienso literal, el Monte de Sion, Cordero, muchas aguas, truenos, ciento cuarenta y cuatro mil varones Judíos vírgenes con escritos en sus frentes y el mar de vidrio mezclado con fuego? Si uno no está deseando dar a esto una interpretación literal, en el nombre de la consistencia, ¿cómo es que él puede justificablemente redimir un artículo de tal contexto figurativo y darle una interpretación literal? Si los instrumentalistas pueden argumentar por y usar el instrumento sobre la base de la referencia a las arpas en estos pasajes, ¿por qué no incluyen en su doctrina y práctica las otras cosas mencionadas en los mismos pasajes? ¿Por que no quemar incienso, instalar una caída de agua, simular el trueno, y adorar en el Monte de Sion en un edificio con un mar de vidrio mezclado con fuego y los adoradores limitados a ciento cuarenta y cuatro mil varones Judíos vírgenes? Por supuesto, esto es admitidamente absurdo, pero no mas de lo que pueden dar a las arpas una interpretación literal. Uno no puede dar una interpretación literal a un pasaje admitidamente figurativo.
Esto introduce la pregunta que fue postergada al principio; es decir, por qué las arpas aún son mencionadas. Son mencionadas porque, como las otras cosas, connotan una idea o cualidad abstracta. No tienen realidad concreta. Porqué, un pasaje aún da una interpretación figurativa a algunos elementos mencionados junto con las arpas (Ap. 5:8), indicando de esta manera como debe ser interpretado el elemento en el pasaje. Las copas de oro llenas de incienso son dichas que son (eso es, representan) las oraciones de los santos. Si este es el caso que las copas no son literales sino que simbolizan una idea, ¿por qué no debería ser verdad de los elementos que preceden inmediatamente a las copas? Ciertamente, es el caso que las copas simbolizan el gozo y la alabanza. Las arpas invariablemente tienen esta connotación en la Biblia (Sal. 137:1-3; Isa. 24:8; Ap. 18:22). De esta manera, las arpas de Apocalipsis sencillamente simbolizan el gozo y la alabanza de los redimidos, y nada más allá de esto puede ser construido de su mención en contexto figurativo.
No obstante, si el instrumentalista aún insiste que el Apocalipsis habla de tocar arpas literales, y que lo tal constituye justificación para su inclusión en la adoración de la iglesia en la tierra, lo que él consigue es sino arpas, y nada mas. Los instrumentalistas hacen explosión por las arpas literales en Apocalipsis, y luego adhieren el piano u órgano en su adoración sobre esa base. Bueno, los pianos y los órganos no son arpas. Las arpas autorizarían arpas y nada mas. El Señor nunca ha permitido ser menos exacto en cumplir Sus mandamientos que lo que ha sido en dictarlos (Comp. Lev. 10:1-3). Si El dijo madera de gofer (Gén. 6:14), ¡no quiso decir Acacia! Si dijo una vaca alazana (Núm. 19:2), ¡no quiso decir blanca o negra! Si dijo un macho cabrío de un año (Ex. 12:5), ¡no quiso decir una hembra de dos años! Si dijo pan (Mat. 26:26), ¡no quiso decir carne! En resumidas cuentas, Dios quiere decir exactamente lo que dice y ¡nada mas! Los hombres no pueden permitirse simplemente aproximarse a la obediencia de los mandamientos de Dios. Si no han aprendido ese principio básico, entonces no han comprendido mucho del Antiguo Testamento (Gál. 3:24). Los hombres no pueden argumentar que las arpas de Apocalipsis justifican cualquier otro instrumento en la adoración simplemente a causa de alguna similitud entre ellos. (Incidentalmente, pianos y órganos no son tan similares a las arpas como un pudiera pensar. Son tan fundamentalmente diferentes que el arpa está clasificada como instrumento de cuerda, el piano como un instrumento de percusión, y el órgano como un instrumento de viento). Si el arpa justifica el piano, órgano, trompeta, o bombo sobre la base de alguna similitud entre ellos, por la misma señal el jugo de uva en la Cena del Señor podría ser reemplazado aceptablemente con jugo de tomate (siendo ambos jugos de rojo oscuro obtenido de las viñas, etc.). De esta manera, si las arpas de Apocalipsis justifican el uso de algún instrumento en la adoración de la iglesia, solamente justificarán las arpas, y no nada que no sea un arpa.
Finalmente, si el instrumentalista ha seguido la argumentación hasta aquí y aún insiste en que las arpas de Apocalipsis son literales y justifican otro instrumento en la adoración de la iglesia en la tierra, entonces, para ser consistente, tendrá que insistir en que cada participante tenga un arpa, o al menos un instrumento de alguna clase. En Apocalipsis cuando son mencionadas las arpas, son siempre mencionadas en plural, indicando que cada participante tenía una. Nunca es mencionada «un arpa». En realidad, un pasaje habla de los adoradores «todos tenían arpas» (Ap. 5:8). [«cada uno tenía un arpa» - Biblia de las Américas]. Si los instrumentalistas insisten en usar estos pasajes de Apocalipsis como justificación para su práctica, debieran seguirlos enteramente y tener a cada adorador tocando un instrumento.
En resumen, pudiera probarse útil colocar las contorsiones exegéticas en las que los instrumentalistas han torcido estos pasajes de Apocalipsis en una forma sencilla y cápsular de manera que lo que han hechos con ellos pueda ser visto fácilmente (pero solamente ellos pueden tragárselo). (1) Contienden por el uso de instrumentos de pasajes que realmente no dicen que los instrumentos fueron tocados. (2) Contienden por una práctica en la tierra que admitidamente no ocurre en la tierra. (3) Contienden por un uso literal de instrumentos de pasajes que no los usan literalmente. (4) Contienden que las arpas son tocadas en estos pasajes y luego tocan cualquier y todo instrumento pero no un arpa. (5) Contienden por el uso de instrumentos de pasajes que indican que todo adorador tenía uno y luego limitan su uso en sus servicios a solamente uno, o a unos pocos, adoradores. ¿No es extraño que algunas personas hagan una cantidad de «arpista tocando sus arpas» sobre un texto de prueba y sin embargo se la ingenien para que se haga solamente una cosa?
8. Si no pueden ser usados en la Iglesia, entonces puedo usarlos en la casa para cantar y alabar a Dios. El Espíritu Santo a través de Pablo, el apóstol de Señor, ordena: «Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él» (Colosenses 3:17). En el contexto de 1 Corintios 10, discutiendo la idolatría de Israel, y la fornicación, Pablo advirtió a los creyentes a «huir de la fornicación» (v.14), a no tener «comunión con los demonios» (v.16-22), y a hacer solamente las cosas que «edifican» y a demostrar amor hacia la «conciencia» de los demás (v.23-33). Es en este arreglo que el Espíritu Santo dice: «Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios» (v.31). En Efesios 5:20, Pablo declara: «Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo».
Todos estos pasajes claramente ilustran le necesidad de hacer todo para «la gloria» o poder maravilloso, majestuoso y esplendoroso de Dios. Y, cuando esto es hecho podemos verdaderamente «dar gracias por todo...en el nombre de nuestro Señor Jesucristo». Pero una cosa es hecha para Su «gloria» y «en su nombre» solamente cuando esto es llevado a cabo con el reconocimiento de Su autoridad soberana. El tiene «toda la autoridad», y esta autoridad está revelada al hombre y atada sobre los hombres a través de Su palabra la cual permanece escrita (Juan 12:48; 1 Cor. 2:9-13; 2 Ped. 1-3; Judas 3; 2 Tim. 3:16-17). Por tanto, en las cosas religiosas la pregunta crucial es siempre: «¿Qué dicen las Escrituras?» «¿Qué está escrito?» No importa que asuntos estén siendo discutidos, la respuesta autorizada es sólo encontrada por la investigación de lo que Dios habló, de lo que Cristo trajo, de lo que el Espíritu Santo reveló, de lo que los apóstoles escribieron, enseñaron, y predicaron, y de lo que la temprana iglesia practicó bajo la guía apostólica, por medio de la revelación que vino de Dios, a Cristo, por el Espíritu Santo, a través de los apóstoles y los otros escritores inspirados, y finalmente en el obligado volumen del libro que tenemos (Juan 12:48; Juan 16:13; Efesios 3:3-5; Judas 3; Colosenses 4:16; etc.).
El canto de «salmos, himnos, y cánticos espirituales» es un acto de adoración por medio del cual alabamos a Dios, y nos «enseñamos y amonestamos unos a otros» (Rom. 15:9; Hechos 16:25; Col. 3:16). La palabra de Dios regula nuestras actividades en la adoración congregacional, y en la adoración privada con respecto a la clase de música que debemos ofrecerle. Las Escrituras nos enseñan que Dios nos obliga a comprometernos en el canto, a la exclusión de los instrumentos mecánicos de música con respecto a los actos del individuo en su adoración privada.
Lucas escribió: «Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios, y los presos los oían» (Hechos 16:25). Santiago escribió lo siguiente: «¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas» (Santiago 5:13). Pablo y Silas no estaban en una reunión de adoración pública, estaban en prisión. La acción atribuida a ellos fue ejecutada fuera de una reunión congregacional; la devoción privada, individual, está expresada. El canto de alabanza mandado por Santiago debe ser hecho por alguien que este alegre — individualmente, privadamente.
Por tanto, en el caso de Pablo y Silas comprometidos en la adoración privada a Dios con cánticos, fuera de la congregación, tenemos un ejemplo apostólico de cántico sin el acompañamiento musical. En el texto de Santiago, el Espíritu Santo mandó al alegre a cantar alabanzas. Por tanto, por ejemplo y declaración directa aprendemos que el cántico es la única clase de música autorizada por Dios en la adoración privada, tal como en la casa de uno. Siendo esto verdad, si uno puede añadir una clase de música diferente a su adoración privada en lugar de la que Dios requiere, ¿no podría él (o nosotros) hacer la misma cosa en la adoración congregacional, y por las mismas razones?
Algunos argumentan: «Estoy de acuerdo en que sería pecaminoso cantar con instrumentos de música si tal cántico fuera hecho como un acto de adoración, pero podremos cantar `salmos, e himnos, y cánticos espirituales’ para el entretenimiento con instrumentos mecánicos de música y no ser culpables de pecado». Este argumento tiene dos implicaciones muy peligrosas, a saber, que uno podrá correctamente cantar «salmos, e himnos, y cánticos espirituales» para el entretenimiento (y no estamos hablando aquí de disfrutar un buen espíritu que venga del cántico de canciones con significado, sino por simple espectáculo, despliegue de talento, y sin la completa consideración por las palabras y sentimientos expresados por los cantos), y que uno podrá añadir instrumentos mecánicos, aún cuando Dios nos da autoridad para cantar solamente. Por tanto, en lugar de dar justificación Bíblica para la práctica, ¡este argumento es una mezcla para el pecado!
Además, no solamente es pecaminoso usar instrumentos mecánicos de música con el cántico en la adoración privada, pues nos estamos colocando en una muy grande desventaja al hacer nuestra defensa verbal contra esta misma práctica entre las denominaciones, la Iglesia Cristiana incluida, a causa de la inconsistencia doctrinal implicada. Si ellos violan las Escrituras porque van más allá de la enseñanza de Cristo, y repudiando la autoridad de la palabra de Dios, y por añadir un elemento a la adoración que es extraño al Nuevo Testamento, por tanto nosotros, ¡cuando lo hacemos, hacemos la misma cosa!
¿Puede un Cristiano tener un piano u otro instrumento de música en su hogar? Si. ¿Puede un Cristiano tocar música secular en el instrumento de música? Si. Estas cosas no son el asunto. La cuestión es, ¿Puede un Cristiano (o alguien más) usar instrumentos mecánicos de música como un acompañamiento para el canto de «salmos, e himnos y cánticos espirituales» en la adoración privada? Respondemos inequívocamente NO, porque no hay autoridad provista para tal cosa en el Nuevo Testamento. La conclusión, es pecaminoso para uno cantar canciones religiosas con instrumentos mecánicos de música en cualquier momento, en cualquier ocasión, en cualquier lugar, y por cualquier razón.
9. Nos gusta, la queremos, y estamos determinados a tenerla. Cuando ninguna evidencia Bíblica puede ser aducida para la música mecánica en la adoración, cuando todo argumento ha sido contestado; muchos simplemente admiten que la usan porque les gusta y la quieren. Aquellos que así contienden están andando por el sentimiento antes que por fe. Están más interesados en agradarse a sí mismos que en agradar a Dios. No está en el hombre el dirigir sus propios pasos (Jer. 10:23; Pr. 14:12), y Dios le ha dado al hombre un registro escrito de Su voluntad. Es imposible llegar y enseñar a aquellos que no respetarán y no serán guiados por la palabra escrita. Debemos hacer la voluntad de Dios para ser salvos (Mat. 7:21). En la adoración y servicio a Dios, debemos esforzarnos por agradarlo -- y no a nosotros mismos, "Porque ni aún Cristo se agradó a sí mismo ..." (Rom. 15:3). Seremos juzgados por la palabra escrita (Jn. 12:48; Ap. 20:12). Permanezcamos fielmente en la doctrina de Cristo sin añadir o quitar de ella.
La gran diferencia fundamental de la Iglesia de Cristo y los otros grupos religiosos es la diferencia en la actitud hacia la Biblia. Creemos que debemos hacer solamente lo que está autorizado y enseñado en la Biblia, y seguir el principio de andar por fe (2 Cor. 5:7), y la fe viene por oir la palabra de Dios (Rom. 10:17).
Podríamos presentar mas argumentos, pero estos son suficientes para refutar la justificación del uso de los mismos en la adoración del Nuevo Testamento.
(b) Los instrumentos mecánicos de música no fueron añadidos a la adoración del Antiguo Testamento como un asunto de preferencia personal al capricho de los santos del Antiguo Testamento. Los instrumentos mecánicos de música fueron añadidos por mandamiento divino.
"Puso también levitas en la casa de Jehová con címbalos, salterios y arpas, conforme al mandamiento de David, de Gad vidente del rey, y del profeta Natán, porque aquel mandamiento procedía de Jehová por medio de sus profetas" (2 Cr. 29:25).
El Señor mandó los instrumentos mecánicos de música en el Antiguo Testamento. ¿Dónde está el mandamiento similar para que sean usados en la adoración del Nuevo Testamento?
Todos aquellos que utilizan el argumento de que David los usó en el A.T., ignoran la diferencia que existe entre la adoración de los Judíos bajo la Antigua Ley, y la adoración de los Cristianos bajo la Nueva Ley, el Nuevo Testamento. Pablo se refiere a esta distinción en Rom. 3:19 cuando declaró, "Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley ..." ¿Somos todos Judíos viviendo bajo la Antigua Ley? ¡Obvio que no! No adoramos a Dios bajo los términos de la Antigua Ley. Los Cristianos adoran a Dios bajo los términos del nuevo pacto.
El Antiguo Testamento no continua siendo obligatorio sobre los hombres como un sistema de doctrinas y prácticas religiosas. Ha sido clavado en la cruz, abrogado, para que el Nuevo Testamento pudiera entrar en vigencia. "... quita lo primero, para establecer esto último. En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre" (Heb. 10:9-10). "Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz" (Col. 2:14). Cristo es la autoridad en religión para la iglesia, no Moisés. "Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo" (Jn. 1:17). En el monte de la Transfiguración (Mat. 17) cuando aparecieron Moisés y Elías hablando con él (Jesús), v.3; Moisés representando la ley, y Elías representando a los profetas; hubo la voz del Padre que dijo: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd" (v.5). Nosotros los Cristianos no debemos escuchar a Moisés (la ley), ni a Elías (los profetas), sino a Jesucristo, nuestro Dueño y Señor. "Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra" (Mat. 28:18). "Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuando es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas" (Heb. 8:6). Cristo no dio autoridad para el uso de instrumentos de música en la adoración, y todo Cristiano fiel rechaza esta práctica a causa de su respeto por la voluntad del Señor expresada en el Nuevo Testamento. El apóstol Pedro recordando las palabras de Moisés en el Antiguo Testamento, dice en Hechos 3:22-23 - "Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable; y toda alma que no oiga a aquel profeta, será desarraigada del pueblo".
Pablo dijo, "Decidme, los que queréis estar bajo la ley: ¿No habéis oído la ley?" (Gál. 4:21). Si uno apela al Antiguo Testamento para justificar el uso de instrumentos de música en la adoración, para ser consistente está obligado a aceptar todas las otras actividades de adoración encontradas en ella, tal como el quemar incienso, el sacrificio de animales, etc.; pero la iglesia de Cristo rechaza todas estas practicas por la sencilla razón de que no están incluidas en las enseñanzas del Nuevo Testamento, la autoridad de Cristo.
El Antiguo Testamento fue abrogado por virtud de la muerte de Jesús en la cruz y la Nueva Ley fue dada en su lugar. Esto es lo que la Biblia dice:
Heb. 7:12 - "Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley". Y nuevamente, en Heb. 8:13 - "Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer".
Heb. 9:15 - "Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto ..."
Estamos bajo Cristo y no bajo David. Cristo tiene ahora toda la autoridad (Mat. 28:18). Dios mandó a oírlo a El (Mat. 17:5). Debemos adorar como Cristo y el Nuevo Testamento lo enseña. Ni la enseñanza de Moisés ni la enseñanza de David es el modelo de autoridad para los Cristianos. Debemos adorar acorde a la enseñanza del Nuevo Testamento, y no del Antiguo. Bajo Cristo, tenemos un Nuevo Pacto, sellado con sangre nueva. En Cristo uno es una nueva criatura (2 Cor. 5:17). Los Cristianos tienen un nuevo día de adoración (Hch. 20:7), y un nuevo método de adoración.
La música mandada en la adoración de los Cristianos fue vocal, cantando (Ef. 5:19). La música que fue usada era el canto (1 Cor. 14:15). Somos mandados a no ir más allá de lo que está escrito (1 Cor. 4:6); sino a permanecer en la doctrina de Cristo (2 Jn. 9). La música instrumental no está en la enseñanza de Cristo.
No estamos en libertad de traer al Nuevo Testamento algo de lo que fue autorizado bajo el Antiguo. En Hechos 15:24, la iglesia primitiva estaba siendo perturbada por hombres que estaban buscando traer dentro de la iglesia eso que fue autorizado bajo la Antigua Ley pero no bajo la Nueva. El asunto era el tema de la circuncisión. Después de considerable discusión, los apóstoles y los ancianos en Jerusalén enviaron cartas a todas las demás iglesias desautorizando la doctrina de estos falsos maestros. Su carta contenía duras palabras para todos los que intentaran traer dentro de la iglesia lo que no estaba autorizado en el Nuevo Testamento. Nótese el versículo 24, "Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos orden, os han inquietado con palabras, perturbando vuestras almas, mandando circuncidaros y guardar la ley". Los apóstoles acusaron a estos falsos maestros de perturbar las almas de los Cristianos por medio de intentar traer dentro de la iglesia lo que no estaba mandado o autorizado en el Nuevo Testamento. Por supuesto, el asunto inmediato era la circuncisión, pero el principio es igualmente aplicable al tema de la música instrumental.
Algunas veces es escuchado el argumento de que estamos en libertad de traer dentro de la iglesia cualquier cosa bajo la ley de Moisés que no esté específicamente condenada en el Nuevo Testamento. De esta manera, va el argumento, la circuncisión no puede ser traída porque es enseñado que no es importante en el Nuevo Testamento (Gál. 5:6). Los sacrificios de animales no pueden ser traídos porque han sido reemplazados con un mejor sacrificio, el de Cristo (Heb. 9:11-14). La guarda del día de reposo está condenada de igual manera como todos los días santos de la Antigua Ley (Col. 2:16), por tanto, estas cosas no pueden ser traídas dentro de la iglesia. No obstante, ahí el argumento, en ninguna parte los instrumentos de música están condenados específicamente en el Nuevo Testamento, por tanto, estamos en libertad de continuar con su uso hoy día. Este argumento, realmente es débil puesto que ignora lo que los apóstoles declararon en Hechos 15:24. En ese pasaje, la circuncisión fue condenada como un asunto de fe sencillamente porque "a los cuales no dimos orden". De igual manera, la música instrumental está condenada porque los apóstoles "no dimos orden".
No obstante, la consistencia es el enemigo de nuestros amigos porque no están deseando aplicar la lógica usada para traer la música instrumental a todas las demás cosas en la Antigua Ley. Por ejemplo, el incienso fue usado en la adoración bajo la Antigua Ley, sin embargo, su uso no está condenado específicamente en ninguna parte en el Nuevo Testamento. Una tina de remojar para el lavamiento de las manos y los pies fue usada en el adoración del Antiguo Testamento como lo fueron los candelabros y la mesa de los panes de la proposición, pero ninguno de estos está condenado específicamente en el Nuevo Testamento. Pero ¿quién estará deseando traer todas estas cosas dentro de la iglesia? ¿Puede ser que realmente no entendemos que lo que fue autorizado en el Antiguo Testamento no indica que es una práctica aceptable bajo en Nuevo Pacto pero que no estamos deseando aplicar el principio de la consistentemente a las cosas que queremos practicar?
La realidad de todo el asunto es que todas estas cosas están condenadas en el Nuevo Testamento. En Col. 2:14 leemos, "Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz". ¿Qué fue lo que Jesús clavó en la cruz? La Antigua Ley. No sólo una parte de esta, sino toda. La música instrumental sufrió el mismo destino como los sacrificios de los animales. La guarda del Día de Reposo sufrió el mismo destino de la circuncisión. Todo lo que formaba parte de la Antigua Ley fue quitado (Mat. 5:17). Ninguno de estos permaneció después de la cruz. En su lugar, Cristo nos dio un Nuevo Pacto. En muchos aspectos la Nueva Ley es similar a la Antigua. El asesinato, la fornicación, la idolatría, y la mentira están condenadas en ambas, pero son leyes diferentes. Nos abstenemos de la fornicación no porque fue condenada bajo la Antigua Ley, sino porque está condenada bajo la Nueva. Oramos a Dios no porque la Antigua Ley lo mandó sino porque está mandado en la Nueva. Nuestra autoridad en todas las cosas viene de Cristo, no de Moisés (Col. 3:17; Heb. 1:1-2). Por tanto, es un grave error apelar o recurrir a la Antigua Ley para la justificación de algo que no está autorizado en la Nueva.
3. No veo nada de malo en esto. Aquellos que argumentan de esta manera están observando el asunto simplemente desde un punto de vista natural, y no de lo que la Biblia enseña. Las cosas espirituales deben ser juzgadas espiritualmente (1 Cor. 2:14). El hombre natural (o carnal), quien se va simplemente por los deseos, juicios humanos, y el sentimiento animal, no percibe las cosas de Dios. Los caminos y pensamientos de Dios son más altos y diferentes que los caminos pensamientos del hombre (Isa. 55:8-9). Este es un asunto religioso y debe ser observado desde un punto de vista religioso. Una cosa puede ser moralmente correcta y al mismo tiempo religiosamente incorrecta. ¿Hubo algo de malo en Eva comiendo del fruto prohibido en el huerto de Edén? ¿Hubo algo de malo en Uza tocando el arca del pacto? (2 Sam. 6:6-7). Perdió su vida como castigo de Dios por haberlo hecho así. Este no fue un pecado de inmoralidad el que cometió, sino un pecado religioso.
El uso de música instrumental en la adoración no es un pecado de inmoralidad, sino una violación de la ley religiosa de la adoración a Dios, y exactamente tan pecado como infringir cualquier otra ley de Dios. Debemos adorar a Dios como lo ha mandado y autorizado. Esto no es un asunto de si vemos algo de malo o no; sino en si está autorizado en el Nuevo Testamento?
Hay algo de malo en esto. Ha dividido al mundo religioso; a causado problema en casi todo grupo religioso; desanima al cántico congregacional; a menudo es fuente de fricción y celos; hace más difícil entender el significado exacto de las palabras y enseñanza de un cántico. Esto se convierte en una adoración vana (Mat. 15:9).
4. La Biblia no dice que no usemos instrumentos mecánicos de música en la adoración. Dios siempre ha dado a los hombres instrucciones en cuanto a cómo adorarlo y servirlo, y siempre ha requerido que anden acorde a Su voluntad revelada. Este es el principio de andar por fe. La fe viene por oir la palabra de Dios (Rom. 10:17). Somos mandados a hacer todas las cosas, de palabra u obra, en el nombre de Cristo (Col. 3:17). Esto significa confiando, creyendo, obedeciendo a Cristo, y haciendo solamente lo que El autoriza.
No hay condenación expresa de los instrumentos mecánicos en la adoración. No obstante, la Biblia no es un libro designado para dar una lista de todo lo que el Señor rechaza. ¿Puede usted imaginarse qué libro sería la Biblia si el Señor tuviera que decirnos todo lo que no debemos hacer?
(a) Dios no le dijo a Noé que no usará pino, ni cedro ni todas las otras clases de madera en la construcción del arca; sino que especificó la clase de madera a usar, gofer. Noé sabía que esto quería decir NO USAR OTRA CLASE DE MADERA. El mandamiento de usar una clase excluyó el uso de cualquier otra clase.
(b) La Biblia no dice, "No practicarás los juegos de azar". No obstante, casi todos admiten que es incorrecto. ¿Por qué? Porque otros principios de verdad y justicia son violados de esta manera.
(c) La Biblia no dice, "No quemarás incienso en la adoración". Pero no hay autoridad para esto, y en vista de que no hay autoridad para esto en la adoración del Nuevo Testamento, no puede ser hecho en el nombre de Cristo, o por Su autoridad.
Quizás este diagrama ayude: (Remítase por favor a las Págs. 10 al 12 de este estudio)
Cuando Dios especificó la clase de animal a ser usado en un sacrificio dado, eso eliminó todas las otras clases de animal. Cuando Dios especificó que Naamán se sumergiera 7 veces en el Río Jordán para ser limpio de su lepra, eso eliminó todos los otros ríos. Cuando Dios especificó los elementos a ser usados en la Cena del Señor, eso eliminó toda otra clase de elementos que pudieran ser usados. Cuando Dios especificó la clase de música a ser usada en Su adoración -- cantar, eso eliminó toda otra clase de música. Por tanto, el Señor no tiene que decir, "No lo harás ..." para que los instrumentos mecánicos de música en la adoración no estén autorizados.
Hay también muchas otras prácticas religiosas que muchas personas condenan para las que no hay "No lo harás". Aquí están algunas de ellas:
Un sacerdocio separado
Un papa
Aspersión o chorriamiento para el bautismo
La celebración de la Navidad, etc.
Quemar incienso y prender velas
El uso del agua bendita
Los sínodos, concilios, y asociaciones Eclesiásticas, etc.
Si el argumento que dice "El Señor no dice, `no usaras instrumentos de música´" prueba que uno puede usar instrumentos mecánicos de música en la adoración, entonces el mismo argumento probará que todo lo anterior (y muchas otras cosas no mencionadas en el diagrama anterior) son también aceptables.
La enseñanza sobre la música en la iglesia es clara. La enseñanza por medio del mandamiento y el ejemplo es a usar música vocal -- cantando. Esta es una CLASE específica de música, y esta es la CLASE que Dios quiere y acepta (Ef. 5:19; Col. 3:16). Puesto que Dios manda la CLASE a usar, toda otra clase de música está prohibida. Cantando es la única clase autorizada para la adoración hoy día. Esta es la única clase encontrada en la doctrina de Cristo. Todo mandamiento de no ir más allá de la doctrina de Cristo prohibe traer algún elemento extraño dentro de la adoración -- e incluye la música instrumental.
5. Es simplemente una ayuda para el que canta. Esta objeción es ofrecida por aquellos que confunden la palabra ayuda con adición. La siguiente ilustración mostrará la distinción en significado de estas dos palabras: (a) Madera es un término genérico. Hay varios tipos específicos en la clasificación genérica de la madera tal como el pino, abeto, roble, gofer, etc. Dios mandó a Noé a hacer un arca de madera de gofer (Gén. 6:14). Si Dios hubiera mandado que el arca fuera construida de madera, no especificando alguna cierta clase, Noé podría haber usado cualquier clase o alguna mezcla de las variedades de madera y ser obediente a Dios. Pero Dios mandó a Noé a usar madera de gofer; por medio de usar solamente esta clase de madera Noé sería obediente a Dios. Si hubiera usado otra clase de madera junto con la de gofer, no importando en qué cantidad limitada, no habría ayudado en la construcción del arca sino que habría añadido al mandamiento de Dios. Noé era un hombre de verdadera humildad, teniendo un profundo respeto por la voluntad de Dios; por tanto, construyó el arca como se le mandó, de madera de gofer y nada mas: "Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó" (Gén. 6:22). (b) Animal es un término genérico. Hay varias clases especificas en la clasificación genérica de animal, tal como caballo, vaca, perro, oveja, etc. En Exodo 12:5 Dios mandó a los hijos de Israel a seleccionar un cordero para la pascua, "... En el diez de este mes tómese cada uno un cordero ... El animal será sin defecto ..." (v.3,5). Cordero es una clase específica de la clasificación general de animal. Si Dios hubiera mandado a usar un animal, no especificando alguna clase particular, cualquier clase habría sido aceptable. Pero el mandamiento era cordero y nada mas. Si ciertos Judíos hubieran comido la carne de una vaca, un perro, o caballo junto con esa de un cordero en la fiesta de la pascua, no habrían ayudado al mandamiento de Dios sino que le habrían añadido. Al Judío fiel le fue requerido implícitamente lo que Dios mandó; solamente cordero cumpliría el requerimiento divino en este caso. Nótese cuidadosamente al siguiente principio pertinente de la demanda de Dios a los Judíos con respecto a Sus mandamientos divinos: "Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás" (Deut. 12:32). (c) Música es un término genérico. Hay dos clases de música especificas: cantar (vocal) e instrumental. Si Jesucristo en el Nuevo Testamento hubiera mandado a los hombres a hacer música en la adoración de Dios, no especificando alguna clase particular, entonces cantar y/o el uso de instrumentos sería aceptable. Pero el Señor mandó específicamente a cantar y no a usar instrumentos; de esta manera el último está excluido. Cuando los hombres usan música instrumental no están ayudando al canto sino que están añadiendo al mandamiento divino. El principio de Deuteronomio 12:32 está reiterado en 1 Corintios 4:6 - "... para que aprendáis ... a no pensar más de lo que está escrito ..." Aquellos que usan música instrumental en la adoración piensan más de lo que está escrito.
Dice la Enciclopedia Católica:
"Que la música vocal es en general más expresiva que los tonos de los instrumentos mecánicamente producidos es innegable. El sentimiento religioso encuentra su mas natural expresión en la pronunciación vocal porque el corazón humano es la fuente de la devoción y del canto". (Enc. Cat. Vol. 10, Pág. 651)
No obstante, antes de que una cosa pueda ser usada como una ayuda o conveniencia, primero debe ser lícita. Puesto que el instrumento no está autorizado y es ilícito, está excluido, aún si pudiera ser probado que es una ayuda. Pero tampoco está autorizado ni es una ayuda. [Si desea tener un estudio más amplio acerca de la autoridad genérica y específica, sobre el silencio de Dios, sobre las ayudas y las conveniencias, puede solicitar el libro "LA AUTORIDAD BIBLICA", a este servidor, A.A. 1254, Manizales, Colombia, S.A.]
6. La música instrumental es disfrutada en la casa, ¿por qué no así en la iglesia? En una sección previa de esta discusión aprendimos que una actividad puede ser moralmente correcta y aún incorrecta religiosamente. Hay muchas actividades en las que nos comprometemos en el hogar que no son hechas en la adoración, tal como el lavamiento de las manos, comer alimento para nutrir nuestro cuerpo, y envolvernos en varias formas de recreación. Ninguna de estas acciones, que no son moralmente incorrectas, serían correctas en la adoración a Dios. Muchos reciben deleite y relajación mental por el uso del instrumento de música en la casa, lo cual es totalmente correcto; en la adoración de Dios sería incorrecto, porque el Nuevo Testamento solamente autoriza cantar.
7. Hay instrumentos de música en el cielo, ¿por qué no en la iglesia?
Las Arpas de Apocalipsis
Entre aquellos asociados en alguna forma con el así llamado «Movimiento de Restauración» el uso de instrumentos mecánicos de música en la adoración ha sido un largo punto de contención, y los proponentes de la práctica han promovido una gran variedad de argumentos en su defensa a través los años. No cae dentro de la mira limitada de este artículo dirigirse a cada uno de tales argumentos desarrollados sino enfocarse particularmente en uno de ellos.
El argumento referido y uno de los más sobresalientes en esta controversia es la contención de que en vista que las arpas estaban supuestamente asociadas con el cántico de los santos en el cielo en el libro de Apocalipsis, la música instrumental puede entonces acompañar el cántico de adoración de los santos en la tierra. Este argumento tiene una atracción que los otros no tienen, y por tanto, merece la inmediata atención. Su fortaleza se encuentra en el hecho de que, de todos los argumentos, este parece llegar a la mas estrecha incorporación de la actual contención de los proponentes del instrumento. Juan dice que oye en el cielo las voces de los santos «... de arpistas que tocaban sus arpas» (Ap. 14:2). ¿No parece esto confirmar la contención esencial de los instrumentalistas de que los santos (los Cristianos) pueden acompañar su adoración cantando con un arpa, o algún otro instrumento musical? Por supuesto, para aquellos que se oponen al instrumento en la adoración y están enseñados en los argumentos de la cuestión en este punto quisieran entrar precipitadamente con toda clase de atenuantes (como lo hará brevemente el escritor), pero los mas prudentes, ilustrados, buscadores de la verdad no son los que están bajo consideración. ¿Cómo reaccionará el instrumentalista quien hasta aquí ha sido ignorante por largo tiempo de la cuestión cuando esté confrontado con este argumento, especialmente si está buscando desesperadamente alguna justificación para su práctica? Una lectura superficial, no crítica, del texto mencionado sin duda, parece proveerle con toda la justificación que necesita. Piensa que aquí están los Cristianos adorando con el instrumento — en el cielo, no menos. El argumento basado en el uso de David del instrumento puede haberlo contrariado porque podría fácilmente ser refutado por medio de redargüir que David no era un Cristiano y no estaba limitado al Nuevo Testamento como un modelo de autoridad en algo mas de lo que un Cristiano puede recurrir al Antiguo Testamento para justificar sus prácticas. También puede haber sido contrariado por el argumento basado en el término Griego Psallo porque parece llevar a una pelea sobre la claridad etérea de los eruditos que cambian con una agitación de citas que él no se siente educacionalmente equipado para seguirlas. A lo tal, entonces, las arpas de Apocalipsis pueden ser un «texto de prueba» como un oasis en el desierto. Es eso exactamente lo que él necesita .... ¿ o no?
Lo Que Dicen los Pasajes
Hay cuatro pasajes en el apocalipsis de Juan que mencionan las arpas, arpistas, o tocando arpas (5:8; 14:2; 15:2; 18:22), pero el último puede ser eliminado de la consideración en vista de que se refiere solamente a un uso secular del arpa. Los otros tres pasajes citados pueden ser resumidos como sigue:
(1) 5:8 — La escena es el trono de Dios en el cielo rodeado por los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos cada uno teniendo un arpa y copas de oro llenas de incienso. Ellos se postran delante del Cordero y le cantan un cántico nuevo.
(2) 14:2 — Juan oye la voz del cielo como el sonido de muchas aguas, trueno, y arpistas tocando sus arpas.
(3) 15:2 — Juan ve a los victoriosos de pie sobre un mar de vidrio mezclado con fuego, sosteniendo las arpas de Dios.
Una Examinación Concienzuda
Hay un número de consideraciones que socavan decisivamente el uso instrumentalista de los textos antes mencionados como base para su defensa del instrumento en la adoración.
Primero, en realidad ninguno de estos tres pasajes dice lo que los instrumentalistas dicen que dice, que las arpas eran tocadas en el cielo. Dos de los tres pasajes (5:8; 15:2) sencillamente dicen que los protagonistas tenían (o sostenían) arpas. No dicen que las tocaban. Francamente, este escritor no se opondrá a que los instrumentalistas hagan con sus instrumentos en los servicios exactamente lo que estos pasajes dicen que fue hecho con las arpas. Si los instrumentalistas quieren venir a los servicios con pesados pianos y órganos, este escritor no ofrecerá la mas leve objeción, con tal que se sienten calladamente sosteniéndolos. Esto es todo lo que estos dos pasajes dicen que los protagonistas hicieron con sus arpas. (Por supuesto, uno naturalmente podría preguntar por qué ellos tenían arpas si no las tocaron, pero este punto será atendido más tarde).
El tercer pasaje (14:2) pudiera parecer ser un refugio de este contra-argumento, pero realmente ni aún dice que las arpas fueron tocadas. Lo que dice es que Juan oyó una voz, un sonido, el cual dice que sonaba como tres cosas: muchas aguas, trueno y arpistas que tocaban sus arpas. Con respecto a este asunto primero podría ser dicho que el texto específicamente dice que él oyó una «voz». Por supuesto, el término Griego «phone» es, ampliamente definido, «un sonido», y necesariamente no se refiere a una voz humana. No obstante, en el contexto la voz es claramente identificada como una voz humana. La voz que Juan oye la identifica en el mismo versículo siguiente como el cántico de los ciento cuarenta y cuatro mil redimidos de entre los de la tierra (v.3). (Los instrumentalistas que no están deseando aceptar esta conclusión no ganan nada con su negativa, porque al hacerlo así se colocan a sí mismos en el dilema de ser incapaces de probar cuatro cosas que tendrán que probar para establecer su proposición; es decir, que habían arpas literales que realmente fueron tocadas, que el toque de las arpas acompañó, o realmente eran coexistentes con el cántico, que el toque de las arpas fue hecho con un propósito religioso o de adoración, y que los redimidos eran los que estaban tocando las arpas). Por tanto, en vista de que la «voz» está cantando, no puede estar tocando, porque el cántico no puede ser el toque de las arpas.
También, Juan no dice que la voz que oyó era realmente el sonido de arpas siendo tocadas, sino que era como tal sonido. Fallar en apreciar esta distinción es fallar en entender una figura literaria básica indicada por el término Griego «hos» (Español, «como», o «así») y conocida como un «símil». Un «símil» es simplemente «una declaración en que una cosa se asemeja a otra»1. Los dos elementos de un símil no son idénticos sino similares en algunos respectos. Por ejemplo, cuando Jesús dice que vendrá «como» («hos») ladrón (Ap. 16:15), no quiere decir que él es realmente un ladrón sino que la naturaleza inesperada y repentina de Su venida será como la de una ladrón. Por tanto, si Juan dice que la voz es «como» de arpistas que tocaban sus arpas, con eso implica que esto no es arpistas tocando sus arpas. (Debiera ser notado que Juan estaba lo bastante cerca para ver a los ciento cuarenta y cuatro mil en el cielo; tan cerca, en realidad, que parece que pudo ver el escrito en sus frentes. Por tanto, si la «voz» que escuchó saliendo de ellos hubiera observado que eran sus arpistas tocando sus arpas, clara y sencillamente habría identificado la «voz» como tal y no un sonido tan incierto como la fuente de la «voz» por medio de usar el término «hos»). De esta manera, ninguno de los pasajes aducidos en apoyo del instrumento en la adoración habla realmente de arpas siendo tocadas en la adoración. Por tanto, el caso puede reposar aquí.
No obstante, un segundo punto que puede ser hecho es que, aún si fuera concedido que estos pasajes prueban el arpa tocada en la adoración, ellos relatan que fue hecho en el cielo y no que esto debe ser hecho en la iglesia. A menos que uno esté deseando aceptar la poca envidiable premisa de que todo lo que es aceptado en el cielo debe ser aceptado en la iglesia en la tierra, no puede concluir que el uso de música instrumental en la adoración del cielo autoriza su uso en la adoración de la iglesia en la tierra. La realidad es que hay un número de cosas que son, o serán aceptadas en el cielo que no son aceptables, o aún posibles, en la iglesia en la tierra. Por ejemplo, la relación marital no existirá en el cielo (Mat. 22:30; Comp. Ap. 14:4). ¿Puede uno argumentar que los Cristianos deberían ser célibes? Los bebés entrarán al cielo. ¿Significa esto que la iglesia en la tierra puede practicar el bautismo de bebés y la membresía de bebés? El trono de Dios está en el cielo (Ap. 4:2). ¿Puede uno argumentar de esta manera como lo hacen los premilenarios, que el trono de Dios puede ser establecido en la tierra? Ha habido ejércitos y guerra en el cielo (Ap. 11:7; 19:11-16). ¿Puede entonces la iglesia, crear un ejército para pelear batallas físicas en el nombre de Cristo? Es dicho que en el cielo hay un templo, un altar, y la quema de incienso (Ap. 5:8; 6:9; 15:5), pero ¿significa esto que la iglesia en la tierra puede tener tales cosas? Además, Cristo ministra como sumo sacerdote en el cielo, pero El no puede hacerlo así en la tierra (Heb. 8:4). La iglesia sobre la tierra tiene hombres de carne y sangre, pero este no será el caso en el cielo (1 Cor. 15:50). Los hombres en la tierra no pueden ver el rostro de Dios (Ex. 33:20), pero lo harán en el cielo (Ap. 22:4). La experiencia celestial será completamente diferente de la experiencia terrenal (Ap. 21:4). El cielo y la tierra son dos mundos completamente diferentes. Lo que pudiera estar presente en el primero podría no estar presente en el segundo. Si es la voluntad de Dios incluir la música instrumental en la adoración del cielo, es Su prerrogativa hacerlo así, pero El aún no ha dicho nada autorizando su presencia en la adoración de la iglesia en la tierra. Las prácticas de los seres en el cielo no sirve mas como modelo de autoridad para las actividades de la iglesia en la tierra que lo que hacen las prácticas de los Israelitas en y alrededor del Tabernáculo del Antiguo Testamento. Es como si los Cristianos en la tierra están en un país extranjero (Fil. 3:20; Heb. 11:13) y, de esta manera, no pueden comprometerse en tales actividades que pudieran ser permitidas en su tierra nativa.
Tercero, aún si uno pudiera probar que los redimidos en el cielo tocan arpas que acompañan su cántico de adoración y que lo tal sirve como autorización para la música instrumental en la adoración de la iglesia sobre la tierra, aún tendría que probar que las «arpas» son literales. Que el Apocalipsis de Juan, y particularmente, los pasajes bajo consideración, son altamente simbólicos es algo que aún el mas ardiente instrumentalista tendrá que admitir. Aún una lectura cuidadosa casual de los textos hará esto claro. ¿Habrá en el cielo una quema de incienso literal, el Monte de Sion, Cordero, muchas aguas, truenos, ciento cuarenta y cuatro mil varones Judíos vírgenes con escritos en sus frentes y el mar de vidrio mezclado con fuego? Si uno no está deseando dar a esto una interpretación literal, en el nombre de la consistencia, ¿cómo es que él puede justificablemente redimir un artículo de tal contexto figurativo y darle una interpretación literal? Si los instrumentalistas pueden argumentar por y usar el instrumento sobre la base de la referencia a las arpas en estos pasajes, ¿por qué no incluyen en su doctrina y práctica las otras cosas mencionadas en los mismos pasajes? ¿Por que no quemar incienso, instalar una caída de agua, simular el trueno, y adorar en el Monte de Sion en un edificio con un mar de vidrio mezclado con fuego y los adoradores limitados a ciento cuarenta y cuatro mil varones Judíos vírgenes? Por supuesto, esto es admitidamente absurdo, pero no mas de lo que pueden dar a las arpas una interpretación literal. Uno no puede dar una interpretación literal a un pasaje admitidamente figurativo.
Esto introduce la pregunta que fue postergada al principio; es decir, por qué las arpas aún son mencionadas. Son mencionadas porque, como las otras cosas, connotan una idea o cualidad abstracta. No tienen realidad concreta. Porqué, un pasaje aún da una interpretación figurativa a algunos elementos mencionados junto con las arpas (Ap. 5:8), indicando de esta manera como debe ser interpretado el elemento en el pasaje. Las copas de oro llenas de incienso son dichas que son (eso es, representan) las oraciones de los santos. Si este es el caso que las copas no son literales sino que simbolizan una idea, ¿por qué no debería ser verdad de los elementos que preceden inmediatamente a las copas? Ciertamente, es el caso que las copas simbolizan el gozo y la alabanza. Las arpas invariablemente tienen esta connotación en la Biblia (Sal. 137:1-3; Isa. 24:8; Ap. 18:22). De esta manera, las arpas de Apocalipsis sencillamente simbolizan el gozo y la alabanza de los redimidos, y nada más allá de esto puede ser construido de su mención en contexto figurativo.
No obstante, si el instrumentalista aún insiste que el Apocalipsis habla de tocar arpas literales, y que lo tal constituye justificación para su inclusión en la adoración de la iglesia en la tierra, lo que él consigue es sino arpas, y nada mas. Los instrumentalistas hacen explosión por las arpas literales en Apocalipsis, y luego adhieren el piano u órgano en su adoración sobre esa base. Bueno, los pianos y los órganos no son arpas. Las arpas autorizarían arpas y nada mas. El Señor nunca ha permitido ser menos exacto en cumplir Sus mandamientos que lo que ha sido en dictarlos (Comp. Lev. 10:1-3). Si El dijo madera de gofer (Gén. 6:14), ¡no quiso decir Acacia! Si dijo una vaca alazana (Núm. 19:2), ¡no quiso decir blanca o negra! Si dijo un macho cabrío de un año (Ex. 12:5), ¡no quiso decir una hembra de dos años! Si dijo pan (Mat. 26:26), ¡no quiso decir carne! En resumidas cuentas, Dios quiere decir exactamente lo que dice y ¡nada mas! Los hombres no pueden permitirse simplemente aproximarse a la obediencia de los mandamientos de Dios. Si no han aprendido ese principio básico, entonces no han comprendido mucho del Antiguo Testamento (Gál. 3:24). Los hombres no pueden argumentar que las arpas de Apocalipsis justifican cualquier otro instrumento en la adoración simplemente a causa de alguna similitud entre ellos. (Incidentalmente, pianos y órganos no son tan similares a las arpas como un pudiera pensar. Son tan fundamentalmente diferentes que el arpa está clasificada como instrumento de cuerda, el piano como un instrumento de percusión, y el órgano como un instrumento de viento). Si el arpa justifica el piano, órgano, trompeta, o bombo sobre la base de alguna similitud entre ellos, por la misma señal el jugo de uva en la Cena del Señor podría ser reemplazado aceptablemente con jugo de tomate (siendo ambos jugos de rojo oscuro obtenido de las viñas, etc.). De esta manera, si las arpas de Apocalipsis justifican el uso de algún instrumento en la adoración de la iglesia, solamente justificarán las arpas, y no nada que no sea un arpa.
Finalmente, si el instrumentalista ha seguido la argumentación hasta aquí y aún insiste en que las arpas de Apocalipsis son literales y justifican otro instrumento en la adoración de la iglesia en la tierra, entonces, para ser consistente, tendrá que insistir en que cada participante tenga un arpa, o al menos un instrumento de alguna clase. En Apocalipsis cuando son mencionadas las arpas, son siempre mencionadas en plural, indicando que cada participante tenía una. Nunca es mencionada «un arpa». En realidad, un pasaje habla de los adoradores «todos tenían arpas» (Ap. 5:8). [«cada uno tenía un arpa» - Biblia de las Américas]. Si los instrumentalistas insisten en usar estos pasajes de Apocalipsis como justificación para su práctica, debieran seguirlos enteramente y tener a cada adorador tocando un instrumento.
En resumen, pudiera probarse útil colocar las contorsiones exegéticas en las que los instrumentalistas han torcido estos pasajes de Apocalipsis en una forma sencilla y cápsular de manera que lo que han hechos con ellos pueda ser visto fácilmente (pero solamente ellos pueden tragárselo). (1) Contienden por el uso de instrumentos de pasajes que realmente no dicen que los instrumentos fueron tocados. (2) Contienden por una práctica en la tierra que admitidamente no ocurre en la tierra. (3) Contienden por un uso literal de instrumentos de pasajes que no los usan literalmente. (4) Contienden que las arpas son tocadas en estos pasajes y luego tocan cualquier y todo instrumento pero no un arpa. (5) Contienden por el uso de instrumentos de pasajes que indican que todo adorador tenía uno y luego limitan su uso en sus servicios a solamente uno, o a unos pocos, adoradores. ¿No es extraño que algunas personas hagan una cantidad de «arpista tocando sus arpas» sobre un texto de prueba y sin embargo se la ingenien para que se haga solamente una cosa?
8. Si no pueden ser usados en la Iglesia, entonces puedo usarlos en la casa para cantar y alabar a Dios. El Espíritu Santo a través de Pablo, el apóstol de Señor, ordena: «Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él» (Colosenses 3:17). En el contexto de 1 Corintios 10, discutiendo la idolatría de Israel, y la fornicación, Pablo advirtió a los creyentes a «huir de la fornicación» (v.14), a no tener «comunión con los demonios» (v.16-22), y a hacer solamente las cosas que «edifican» y a demostrar amor hacia la «conciencia» de los demás (v.23-33). Es en este arreglo que el Espíritu Santo dice: «Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios» (v.31). En Efesios 5:20, Pablo declara: «Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo».
Todos estos pasajes claramente ilustran le necesidad de hacer todo para «la gloria» o poder maravilloso, majestuoso y esplendoroso de Dios. Y, cuando esto es hecho podemos verdaderamente «dar gracias por todo...en el nombre de nuestro Señor Jesucristo». Pero una cosa es hecha para Su «gloria» y «en su nombre» solamente cuando esto es llevado a cabo con el reconocimiento de Su autoridad soberana. El tiene «toda la autoridad», y esta autoridad está revelada al hombre y atada sobre los hombres a través de Su palabra la cual permanece escrita (Juan 12:48; 1 Cor. 2:9-13; 2 Ped. 1-3; Judas 3; 2 Tim. 3:16-17). Por tanto, en las cosas religiosas la pregunta crucial es siempre: «¿Qué dicen las Escrituras?» «¿Qué está escrito?» No importa que asuntos estén siendo discutidos, la respuesta autorizada es sólo encontrada por la investigación de lo que Dios habló, de lo que Cristo trajo, de lo que el Espíritu Santo reveló, de lo que los apóstoles escribieron, enseñaron, y predicaron, y de lo que la temprana iglesia practicó bajo la guía apostólica, por medio de la revelación que vino de Dios, a Cristo, por el Espíritu Santo, a través de los apóstoles y los otros escritores inspirados, y finalmente en el obligado volumen del libro que tenemos (Juan 12:48; Juan 16:13; Efesios 3:3-5; Judas 3; Colosenses 4:16; etc.).
El canto de «salmos, himnos, y cánticos espirituales» es un acto de adoración por medio del cual alabamos a Dios, y nos «enseñamos y amonestamos unos a otros» (Rom. 15:9; Hechos 16:25; Col. 3:16). La palabra de Dios regula nuestras actividades en la adoración congregacional, y en la adoración privada con respecto a la clase de música que debemos ofrecerle. Las Escrituras nos enseñan que Dios nos obliga a comprometernos en el canto, a la exclusión de los instrumentos mecánicos de música con respecto a los actos del individuo en su adoración privada.
Lucas escribió: «Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios, y los presos los oían» (Hechos 16:25). Santiago escribió lo siguiente: «¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas» (Santiago 5:13). Pablo y Silas no estaban en una reunión de adoración pública, estaban en prisión. La acción atribuida a ellos fue ejecutada fuera de una reunión congregacional; la devoción privada, individual, está expresada. El canto de alabanza mandado por Santiago debe ser hecho por alguien que este alegre — individualmente, privadamente.
Por tanto, en el caso de Pablo y Silas comprometidos en la adoración privada a Dios con cánticos, fuera de la congregación, tenemos un ejemplo apostólico de cántico sin el acompañamiento musical. En el texto de Santiago, el Espíritu Santo mandó al alegre a cantar alabanzas. Por tanto, por ejemplo y declaración directa aprendemos que el cántico es la única clase de música autorizada por Dios en la adoración privada, tal como en la casa de uno. Siendo esto verdad, si uno puede añadir una clase de música diferente a su adoración privada en lugar de la que Dios requiere, ¿no podría él (o nosotros) hacer la misma cosa en la adoración congregacional, y por las mismas razones?
Algunos argumentan: «Estoy de acuerdo en que sería pecaminoso cantar con instrumentos de música si tal cántico fuera hecho como un acto de adoración, pero podremos cantar `salmos, e himnos, y cánticos espirituales’ para el entretenimiento con instrumentos mecánicos de música y no ser culpables de pecado». Este argumento tiene dos implicaciones muy peligrosas, a saber, que uno podrá correctamente cantar «salmos, e himnos, y cánticos espirituales» para el entretenimiento (y no estamos hablando aquí de disfrutar un buen espíritu que venga del cántico de canciones con significado, sino por simple espectáculo, despliegue de talento, y sin la completa consideración por las palabras y sentimientos expresados por los cantos), y que uno podrá añadir instrumentos mecánicos, aún cuando Dios nos da autoridad para cantar solamente. Por tanto, en lugar de dar justificación Bíblica para la práctica, ¡este argumento es una mezcla para el pecado!
Además, no solamente es pecaminoso usar instrumentos mecánicos de música con el cántico en la adoración privada, pues nos estamos colocando en una muy grande desventaja al hacer nuestra defensa verbal contra esta misma práctica entre las denominaciones, la Iglesia Cristiana incluida, a causa de la inconsistencia doctrinal implicada. Si ellos violan las Escrituras porque van más allá de la enseñanza de Cristo, y repudiando la autoridad de la palabra de Dios, y por añadir un elemento a la adoración que es extraño al Nuevo Testamento, por tanto nosotros, ¡cuando lo hacemos, hacemos la misma cosa!
¿Puede un Cristiano tener un piano u otro instrumento de música en su hogar? Si. ¿Puede un Cristiano tocar música secular en el instrumento de música? Si. Estas cosas no son el asunto. La cuestión es, ¿Puede un Cristiano (o alguien más) usar instrumentos mecánicos de música como un acompañamiento para el canto de «salmos, e himnos y cánticos espirituales» en la adoración privada? Respondemos inequívocamente NO, porque no hay autoridad provista para tal cosa en el Nuevo Testamento. La conclusión, es pecaminoso para uno cantar canciones religiosas con instrumentos mecánicos de música en cualquier momento, en cualquier ocasión, en cualquier lugar, y por cualquier razón.
9. Nos gusta, la queremos, y estamos determinados a tenerla. Cuando ninguna evidencia Bíblica puede ser aducida para la música mecánica en la adoración, cuando todo argumento ha sido contestado; muchos simplemente admiten que la usan porque les gusta y la quieren. Aquellos que así contienden están andando por el sentimiento antes que por fe. Están más interesados en agradarse a sí mismos que en agradar a Dios. No está en el hombre el dirigir sus propios pasos (Jer. 10:23; Pr. 14:12), y Dios le ha dado al hombre un registro escrito de Su voluntad. Es imposible llegar y enseñar a aquellos que no respetarán y no serán guiados por la palabra escrita. Debemos hacer la voluntad de Dios para ser salvos (Mat. 7:21). En la adoración y servicio a Dios, debemos esforzarnos por agradarlo -- y no a nosotros mismos, "Porque ni aún Cristo se agradó a sí mismo ..." (Rom. 15:3). Seremos juzgados por la palabra escrita (Jn. 12:48; Ap. 20:12). Permanezcamos fielmente en la doctrina de Cristo sin añadir o quitar de ella.
La gran diferencia fundamental de la Iglesia de Cristo y los otros grupos religiosos es la diferencia en la actitud hacia la Biblia. Creemos que debemos hacer solamente lo que está autorizado y enseñado en la Biblia, y seguir el principio de andar por fe (2 Cor. 5:7), y la fe viene por oir la palabra de Dios (Rom. 10:17).
Podríamos presentar mas argumentos, pero estos son suficientes para refutar la justificación del uso de los mismos en la adoración del Nuevo Testamento.
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