En las santas Escrituras, en 2 Pedro 2:1-3 del testamento nuevo y final de Jesucristo, el apóstol nos recuerda: «Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por cuasa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.» Estimado oyente, mi preferencia personal sería siempre hablar de la esperanza que tenemos en común. Me gustaría pensar solamente en las cosas positivas. Deseo la harmonía en vez del desacuerdo. Sin embargo, mi bíblia me dice claramente que eso no es siempre posible. Puesto que los falsos maestros existen, y puesto que la invención de las herejías es negocio muy lucrativo, es necesario presentar las advertencias en su contra. Judas 3 dice: «Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.» Es lo mismo hoy día. Por tanto, tengo el deber de presentar algunas advertencias en contra de las doctrinas del mormonismo y esa secta creciente que está creando confusión en muchas partes de américa latina. Quisiera presentar este estudio con el mucho respeto debido personalmente a las personas sinceras que han sido influidas por el mormonismo. No está en tela de juicio su honestidad o integridad, sino las ideas enseñadas por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días. Creemos humildemente que esas ideas están antibíblicas y por ende equivocadas.
El mormonismo enseña el concepto de la preexistencia de las almas humanas. Esto fue supuestamente revelado a José Smith, el fundador de la iglesia mormona, en Kirtland, Ohio el 6 de mayo de 1833. Ya que rechazan el concepto de la creación proveniente de la nada, los mormones alegan que los espíritus de los hombres han existido eternamente. Creen que los espíritus humanos fueron engendrados por Dios, en vez de ser creados por él. Se parece más al concepto filosófico de Platón que a la enseñanza bíblica. No se recibe ningún sentido de ese concepto de la preexistencia de los espíritus humanos en la bíblia. Tenemos textos como de Zacarías 12:1 que hablan de Jehová que «forma el espíritu del hombre dentro de él,» y la consideración de que solo Cristo y el Espíritu Santo estuvieron con el Padre desde la eternidad (Colosenses 1:16). El concepto de los espíritus preexistentes es parte de su creencia en la deidad del hombre. Creen que el hombre puede convertirse en Dios, y que Dios una vez fue hombre. Sin embargo, bíblicamente somos criaturas.
De acuerdo con el concepto que los hombres existíamos en el cielo como espíritus antes de nuestro nacimiento en carne, los mormones creen que ya hemos recibido los premios o los castigos en esta presente vida de acuerdo con la manera de que hubiésamos vivido antes. Este concepto explica el racismo recio inherente en el mormonismo antiguo. Por ejemplo, el escritor mormón, Bruce McConkie, afirmó: «Hay una razón por la cual un hombre es nacido negro y con otras desventajas, mientras que otro es nacido blanco con las aventajas grandes.» Sigue explicando que tuvo que ver con nuestro grado de obediencia antes de nacer. Tradicionalmente, el mormonismo enseñaba que los negros llevan lo que ellos llaman la maldición de Caín, muestra de la cual es la piel morena y la naríz aplastada. Enseñan que la piel trigueña de los indíos del nuevo mundo es otra seña del castigo, o sea la desventaja, por no haber vivido tan obediente como los blancos en su supuesta preexistencia. Los mormones aún pensaban que era pecado para el blanco casarse con la negra hasta que esas ideas se convirtieron intolerables social y políticamente en EE.UU. después del movimiento para los derechos civiles. De hecho, me da pena aún mencionar esas ideas. Fue muy conveniente que el presidente mormón, Spencer W. Kimball, recibió una nueva «revelación» el 1 de junio de 1978 cambiando la ley y permitiendo por primera vez la entrada al sacerdocio mormono de los negros.
Quisiera recalcar un punto de interés histórico. Parece que cada vez que la doctrina mormona ha llegado a ser odiosa para el resto de la sociedad, los mormones «han recibido una revelación» conveniente, así cambiando la doctrina ofensiva. Si fue la verdad para los mormones que los morenos fueron inferiores antes de 1 de junio de 1978 a causa de su manera de vivir en su preexistencia espiritual, ¿cómo pudo haber cambiado ese supuesto hecho en su preexistencia más tarde? Déjeme dar un ejemplo del problema: para nosotros en las iglesias de Cristo que aun respetamos la ley controversial en contra de la mujer predicando en público de 1 Timoteo 2:11-15, para nosotros sería muy conveniente social y políticamente aquí en EE.UU. en esta época a tener recibir un cambio de la ley para evitar los conflictos con las feministas, etc. Pero, no se puede tergiversar así la verdad si es la verdad. Por supuesto, que el racismo del mormonismo temprano reflejaba el punto de vista prevalente en EE.UU. en el siglo pasado y no la enseñanza divina. Bíblicamente, somos iguales ante Dios (Hechos 17:26). La piel trigueña no es seña de ninguna desventaja ni del castigo. Esta vida terrenal es el único período de la probación (2 Corintios 5:10). No hay evidencia bíblica para ninguna vida humana anterior.
Otro error de los Mormones respecto al hombre—y se lo reporto con mucho respeto—es la idea que la caída de Adán y Eva fue una buena cosa. 2 Nefi 2:22-25 del libro del Mormón enseña que si el hombre no hubiese caído por el pecado, no hubiese tenido hijos. Dice que «Adán cayó para que los hombres pudieran existir; y los hombres existimos, para que tengamos el gozo.» Se enseña idea semejante en su libro de Moisés encontrado en La Perla de Gran Precio en 5:10-11. Su presidente José Fielding Smith dijo: «Yo nunca hablo del papel que Eva desempeñó en la caída como un pecado, tampoco le acuso a Adán de haber pecado.» Siguió diciendo que aunque transgredió el mandamiento, no es siempre pecado el transgredir la ley. Claro, que esto contradice la bíblia. Romanos 5:12 dice: «Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte….» 1 Timoteo 2:14 dice de Eva que «incurrió en transgresión.» 1 Juan 3:4 dice: «Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.» La palabra «infracción» aquí significa lo mismo que la «transgresión.» La doctrina mormona hace trivial el concepto del pecado, el transgredir el mandamiento santo de Dios. Esto refleja otra vez el origin verdadero del mormonismo en los deseos mesquinos y sensuales de los hombres. Satanás quizo hacer trivial la transgresión de la ley de Dios también (Génesis 3:4-5). Siempre los hombres hemos tratado de justificar nuestros pecados por decir que no son tan graves o tan serios como se piensa. Sin embargo, el pecado de Adán y Eva trajo muchas graves consecuencias y tristeza sobre tristeza al mundo.
Otra doctrina mormona respecto al hombre es la más seria. Enseña que los hombres pueden convertirse en dioses. El quinto presidente Mormón, Lorenzo Snow, dijo: «Como el hombre es, Dios una vez fue así; como Dios es, el hombre podrá hacerse así.» Esto fue otro engaño de la serpiente, del diablo, en Génesis 3:5. Nunca debemos de atravernos de anhelar la posición de la deidad. Somos humanos hechos a la imagen de Dios (Génesis 1:26), pero no somos dioses. Con mucho respeto les rogamos a los mormones que rechazen esos errores y que acudan a la bíblia como la única quía para nuestra salvación (2 Timoteo 3:16,17).
Jesuscristo declaró en Mateo 7:15,16: «Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis.» El apóstol Pablo asimismo advertió en 1 Timoteo 4:1: «Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios.» 2 Timoteo 3:1 dice: «También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.» Luego, se explica como. (A propósito, ya estamos en los tiempos postreros, Hebreos 1:2; Hechos 2:16,17). En 2 Timoteo 3:5-7 se hablan de aquellos que «tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a estos evita. Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan a las mujercillas cargadas de pecados, arrastrados por diversas concupiscencias. Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad.»
La presente lección es parecida a algunas otras disponibles por nuestras programaciones. Estamos analizando en la luz de la bíblia, el Antiguo y Nuevo Testamentos, las enseñanzas de la secta norteamericana, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días. Ese es el grupo más conocido y más numeroso de los seguidores de José Smith llamados los mormones (aunque han habido más de seisenta ramas de los mormones a través de los años desde la fundación de la iglesia mormona en 1830.) No es para insultar a nadie tampoco para entablar discusiones que presentamos estos estudios, sino es por motivo del amor de la verdad neotestamentaria y de las almas perdidas. Después del himno, volveremos a estudiar las enseñanzas y prácticas mormonas respecto al matrimonio:
Para inscribirse en nuestro curso bíblico por correspondencia, o para recibir una copia de este estudio, escriba a: La Verdad Para el Mundo, Apartado 515, Villa Rica, Georgia, 30180 EE.UU.; Apartado 515, Villa Rica, Georgia, 30180. Es bien conocido que los mormones tempranos aquí en EE.UU. practicaron la poligamia, o sea, los matrimonios plurales. Al principio, el mormonismo no enseñaba que el hombre puede tener más que una mujer al mismo tiempo. Por ejemplo, la poligamia es condenada en la primera Escritura del mormonismo, el libro del Mormón. En Jacobo 2:24 en el libro del Mormón, se dice: «He aquí, David y Salomón de veras tuvieron muchas esposas y concubinas, lo cual fue cosa abominable ante mí, dice el Señor.» La poligamia está condenada en las primeras Escrituras de los mormones. No obstante, más tarde Smith reclamó tener nuevas revelaciones de Dios permitiéndole tener más que una esposa. Escribió en la Sección 132 de Doctrinas y Convenios, verso 38: «David además recibió a muchas esposas y concubinas, asimismo Salomón y Moisés mis siervos, como muchos otros de mis siervos, desde la creación hasta este tiempo; y en nada pecaron.» Entonces, el mormonismo original enseñó que los matrimonios plurales fueron pecaminosos, pero más tarde Smith halló que le fue conveniente cambiar esta doctrina y enseñar la ley de la poligamia. El sucesor de Smith, Brigham Young, cuyo nombre lleva la universidad famosa en el estado de Utah, escribió en la Revista de Discursos, volumen 11, páginas 269: «Los únicos hombres que vienen a ser dioses, aún los hijos de Dios, son aquellos que entran en la poligamia.» En el libro escrito por Brodie, Ningún Hombre Conoce Mi Historia, página 334, se dice que Smith a lo mejor tenía más que cincuenta esposas. En varios casos, fueron las esposas de sus apóstoles a quienes habían enviado convenientamente para la obra misionera.
A causa de la práctica de los mormones de la poligamia, los ciuidadanos de los EE.UU. no les toleraban. Estaban perseguidos hasta que finalmente Smith mismo estuvo asesinado en una palea con pistola en mano en la carcel de Carthage, Missouri. La poligamia está contra la ley en los estados de este país. Por eso, un presidente de la iglesia mormona, Wilford Woodruff, declaró la práctica de la poligamia oficialmente terminada el 6 de octubre de 1890. Esa nueva revelación del cambio de la ley de la poligamia fue muy conveniente social y politicamente para los mormones. Se dice que, a pesar de esto, algunos mormones fundamentalistas todavía practican la poligamia en secreto en algunas partes de los estados de Utah, Arizona y en México.
Bíblicamente hablando, la poligamia está condenada como el adulterio. Pablo escribió en Romanos 7:1-3: «¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley), que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que éste vive? Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera.» Por supuesto, alguien pueda decir, «sí, hermano, pero eso es de la mujer que se casa con otro, pero no menciona al hombre que se casa con otra.» Es cierto que los mormones nunca permitieron ese privilegio de tener más que un conyuge para la mujer sino solamente para el hombre. Sin embargo, el principio de Romanos 7:1-3 le aplica asimismo al hombre.
En Mateo 19:4-5 Cristo destaca que la ley divina original para el matrimonio todavía aplica a nosotros. Dijo: «Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.» No dijo, ¡se unirá a sus muchas mujeres y que los muchos serán una sola carne, sino los dos! La poligamia no concuerda con la voluntad ideal y original de Dios. Moisés por la dureza de los corazones de los judíos les permitió suspender esa ley original, y Dios pasó por alto algunas prácticas que ya no permite (Hechos 17:30). La poligamia está contra la voluntad de Dios. (Escriba a: La Verdad Para el Mundo, Apartado 515, Villa Rica, Georgia, 30180 EE.UU.; Apartado 515, Villa Rica, Georgia, 30180.)
De acuerdo con la práctica anterior de la poligamia entre los mormones ha surgido una doctrina muy extraña, la doctrina de los matrimonios celéstes. Los mormones creen en dos tipos de matrimonios: los matrimonios para el tiempo y los matrimonios para la eternidad. El matrimonio para el tiempo, o sea, el matrimonio temporal, es el casamiento no hecho en el templo. Estará disuelto en la muerte. Aquellos casados en esta manera no pueden hacerse dioses en la vida venidera, sino solamente ángeles que tendrán que atender a los más benditos. El otro tipo de matrimonio, el más bendito, es el matrimonio celeste. Dicen que aquellos que se casan en el templo son sellados así por toda la eternidad. Cuando llegan al cielo, pueden continuar teniendo las relaciones sexuales—el hombre con sus muchas esposas. Creen que el hombre sí puede practicar la poligamia en el cielo. Alegan que Jesucristo fue polígamo, y que Dios tiene muchas esposas.
Sin embargo, Cristo dijo claramente que «en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo.» El matrimonio no existe en el cielo.
Otra cosa: José reclamó que los matrimones no hechos por la autoridad de la iglesia mormona no tienen vigencia, no están en vigor. Por eso, no reconocen la legitimidad de los matrimonios entre los gentiles, nombre que tienen para los no-mormones. El resultado de esta doctrina ha sido la práctica de seducir las esposas de otros hombres para hacerlas esposas mormonas. Hoy día, los mormones están en una campaña de anuncios por la televisión, la radio, y los periódicos para provomer la imagen de sus valores familiares. La verdad es que el mormonismo ha sido destructivo para la familia. Sus ideas provienen de la mente sensual de José Smith y no de Dios. Gracias, y hasta la próxima.
Por Phillip Gray, La Verdad Para el Mundo
El mormonismo enseña el concepto de la preexistencia de las almas humanas. Esto fue supuestamente revelado a José Smith, el fundador de la iglesia mormona, en Kirtland, Ohio el 6 de mayo de 1833. Ya que rechazan el concepto de la creación proveniente de la nada, los mormones alegan que los espíritus de los hombres han existido eternamente. Creen que los espíritus humanos fueron engendrados por Dios, en vez de ser creados por él. Se parece más al concepto filosófico de Platón que a la enseñanza bíblica. No se recibe ningún sentido de ese concepto de la preexistencia de los espíritus humanos en la bíblia. Tenemos textos como de Zacarías 12:1 que hablan de Jehová que «forma el espíritu del hombre dentro de él,» y la consideración de que solo Cristo y el Espíritu Santo estuvieron con el Padre desde la eternidad (Colosenses 1:16). El concepto de los espíritus preexistentes es parte de su creencia en la deidad del hombre. Creen que el hombre puede convertirse en Dios, y que Dios una vez fue hombre. Sin embargo, bíblicamente somos criaturas.
De acuerdo con el concepto que los hombres existíamos en el cielo como espíritus antes de nuestro nacimiento en carne, los mormones creen que ya hemos recibido los premios o los castigos en esta presente vida de acuerdo con la manera de que hubiésamos vivido antes. Este concepto explica el racismo recio inherente en el mormonismo antiguo. Por ejemplo, el escritor mormón, Bruce McConkie, afirmó: «Hay una razón por la cual un hombre es nacido negro y con otras desventajas, mientras que otro es nacido blanco con las aventajas grandes.» Sigue explicando que tuvo que ver con nuestro grado de obediencia antes de nacer. Tradicionalmente, el mormonismo enseñaba que los negros llevan lo que ellos llaman la maldición de Caín, muestra de la cual es la piel morena y la naríz aplastada. Enseñan que la piel trigueña de los indíos del nuevo mundo es otra seña del castigo, o sea la desventaja, por no haber vivido tan obediente como los blancos en su supuesta preexistencia. Los mormones aún pensaban que era pecado para el blanco casarse con la negra hasta que esas ideas se convirtieron intolerables social y políticamente en EE.UU. después del movimiento para los derechos civiles. De hecho, me da pena aún mencionar esas ideas. Fue muy conveniente que el presidente mormón, Spencer W. Kimball, recibió una nueva «revelación» el 1 de junio de 1978 cambiando la ley y permitiendo por primera vez la entrada al sacerdocio mormono de los negros.
Quisiera recalcar un punto de interés histórico. Parece que cada vez que la doctrina mormona ha llegado a ser odiosa para el resto de la sociedad, los mormones «han recibido una revelación» conveniente, así cambiando la doctrina ofensiva. Si fue la verdad para los mormones que los morenos fueron inferiores antes de 1 de junio de 1978 a causa de su manera de vivir en su preexistencia espiritual, ¿cómo pudo haber cambiado ese supuesto hecho en su preexistencia más tarde? Déjeme dar un ejemplo del problema: para nosotros en las iglesias de Cristo que aun respetamos la ley controversial en contra de la mujer predicando en público de 1 Timoteo 2:11-15, para nosotros sería muy conveniente social y políticamente aquí en EE.UU. en esta época a tener recibir un cambio de la ley para evitar los conflictos con las feministas, etc. Pero, no se puede tergiversar así la verdad si es la verdad. Por supuesto, que el racismo del mormonismo temprano reflejaba el punto de vista prevalente en EE.UU. en el siglo pasado y no la enseñanza divina. Bíblicamente, somos iguales ante Dios (Hechos 17:26). La piel trigueña no es seña de ninguna desventaja ni del castigo. Esta vida terrenal es el único período de la probación (2 Corintios 5:10). No hay evidencia bíblica para ninguna vida humana anterior.
Otro error de los Mormones respecto al hombre—y se lo reporto con mucho respeto—es la idea que la caída de Adán y Eva fue una buena cosa. 2 Nefi 2:22-25 del libro del Mormón enseña que si el hombre no hubiese caído por el pecado, no hubiese tenido hijos. Dice que «Adán cayó para que los hombres pudieran existir; y los hombres existimos, para que tengamos el gozo.» Se enseña idea semejante en su libro de Moisés encontrado en La Perla de Gran Precio en 5:10-11. Su presidente José Fielding Smith dijo: «Yo nunca hablo del papel que Eva desempeñó en la caída como un pecado, tampoco le acuso a Adán de haber pecado.» Siguió diciendo que aunque transgredió el mandamiento, no es siempre pecado el transgredir la ley. Claro, que esto contradice la bíblia. Romanos 5:12 dice: «Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte….» 1 Timoteo 2:14 dice de Eva que «incurrió en transgresión.» 1 Juan 3:4 dice: «Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.» La palabra «infracción» aquí significa lo mismo que la «transgresión.» La doctrina mormona hace trivial el concepto del pecado, el transgredir el mandamiento santo de Dios. Esto refleja otra vez el origin verdadero del mormonismo en los deseos mesquinos y sensuales de los hombres. Satanás quizo hacer trivial la transgresión de la ley de Dios también (Génesis 3:4-5). Siempre los hombres hemos tratado de justificar nuestros pecados por decir que no son tan graves o tan serios como se piensa. Sin embargo, el pecado de Adán y Eva trajo muchas graves consecuencias y tristeza sobre tristeza al mundo.
Otra doctrina mormona respecto al hombre es la más seria. Enseña que los hombres pueden convertirse en dioses. El quinto presidente Mormón, Lorenzo Snow, dijo: «Como el hombre es, Dios una vez fue así; como Dios es, el hombre podrá hacerse así.» Esto fue otro engaño de la serpiente, del diablo, en Génesis 3:5. Nunca debemos de atravernos de anhelar la posición de la deidad. Somos humanos hechos a la imagen de Dios (Génesis 1:26), pero no somos dioses. Con mucho respeto les rogamos a los mormones que rechazen esos errores y que acudan a la bíblia como la única quía para nuestra salvación (2 Timoteo 3:16,17).
Jesuscristo declaró en Mateo 7:15,16: «Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis.» El apóstol Pablo asimismo advertió en 1 Timoteo 4:1: «Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios.» 2 Timoteo 3:1 dice: «También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.» Luego, se explica como. (A propósito, ya estamos en los tiempos postreros, Hebreos 1:2; Hechos 2:16,17). En 2 Timoteo 3:5-7 se hablan de aquellos que «tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a estos evita. Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan a las mujercillas cargadas de pecados, arrastrados por diversas concupiscencias. Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad.»
La presente lección es parecida a algunas otras disponibles por nuestras programaciones. Estamos analizando en la luz de la bíblia, el Antiguo y Nuevo Testamentos, las enseñanzas de la secta norteamericana, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días. Ese es el grupo más conocido y más numeroso de los seguidores de José Smith llamados los mormones (aunque han habido más de seisenta ramas de los mormones a través de los años desde la fundación de la iglesia mormona en 1830.) No es para insultar a nadie tampoco para entablar discusiones que presentamos estos estudios, sino es por motivo del amor de la verdad neotestamentaria y de las almas perdidas. Después del himno, volveremos a estudiar las enseñanzas y prácticas mormonas respecto al matrimonio:
Para inscribirse en nuestro curso bíblico por correspondencia, o para recibir una copia de este estudio, escriba a: La Verdad Para el Mundo, Apartado 515, Villa Rica, Georgia, 30180 EE.UU.; Apartado 515, Villa Rica, Georgia, 30180. Es bien conocido que los mormones tempranos aquí en EE.UU. practicaron la poligamia, o sea, los matrimonios plurales. Al principio, el mormonismo no enseñaba que el hombre puede tener más que una mujer al mismo tiempo. Por ejemplo, la poligamia es condenada en la primera Escritura del mormonismo, el libro del Mormón. En Jacobo 2:24 en el libro del Mormón, se dice: «He aquí, David y Salomón de veras tuvieron muchas esposas y concubinas, lo cual fue cosa abominable ante mí, dice el Señor.» La poligamia está condenada en las primeras Escrituras de los mormones. No obstante, más tarde Smith reclamó tener nuevas revelaciones de Dios permitiéndole tener más que una esposa. Escribió en la Sección 132 de Doctrinas y Convenios, verso 38: «David además recibió a muchas esposas y concubinas, asimismo Salomón y Moisés mis siervos, como muchos otros de mis siervos, desde la creación hasta este tiempo; y en nada pecaron.» Entonces, el mormonismo original enseñó que los matrimonios plurales fueron pecaminosos, pero más tarde Smith halló que le fue conveniente cambiar esta doctrina y enseñar la ley de la poligamia. El sucesor de Smith, Brigham Young, cuyo nombre lleva la universidad famosa en el estado de Utah, escribió en la Revista de Discursos, volumen 11, páginas 269: «Los únicos hombres que vienen a ser dioses, aún los hijos de Dios, son aquellos que entran en la poligamia.» En el libro escrito por Brodie, Ningún Hombre Conoce Mi Historia, página 334, se dice que Smith a lo mejor tenía más que cincuenta esposas. En varios casos, fueron las esposas de sus apóstoles a quienes habían enviado convenientamente para la obra misionera.
A causa de la práctica de los mormones de la poligamia, los ciuidadanos de los EE.UU. no les toleraban. Estaban perseguidos hasta que finalmente Smith mismo estuvo asesinado en una palea con pistola en mano en la carcel de Carthage, Missouri. La poligamia está contra la ley en los estados de este país. Por eso, un presidente de la iglesia mormona, Wilford Woodruff, declaró la práctica de la poligamia oficialmente terminada el 6 de octubre de 1890. Esa nueva revelación del cambio de la ley de la poligamia fue muy conveniente social y politicamente para los mormones. Se dice que, a pesar de esto, algunos mormones fundamentalistas todavía practican la poligamia en secreto en algunas partes de los estados de Utah, Arizona y en México.
Bíblicamente hablando, la poligamia está condenada como el adulterio. Pablo escribió en Romanos 7:1-3: «¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley), que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que éste vive? Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera.» Por supuesto, alguien pueda decir, «sí, hermano, pero eso es de la mujer que se casa con otro, pero no menciona al hombre que se casa con otra.» Es cierto que los mormones nunca permitieron ese privilegio de tener más que un conyuge para la mujer sino solamente para el hombre. Sin embargo, el principio de Romanos 7:1-3 le aplica asimismo al hombre.
En Mateo 19:4-5 Cristo destaca que la ley divina original para el matrimonio todavía aplica a nosotros. Dijo: «Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.» No dijo, ¡se unirá a sus muchas mujeres y que los muchos serán una sola carne, sino los dos! La poligamia no concuerda con la voluntad ideal y original de Dios. Moisés por la dureza de los corazones de los judíos les permitió suspender esa ley original, y Dios pasó por alto algunas prácticas que ya no permite (Hechos 17:30). La poligamia está contra la voluntad de Dios. (Escriba a: La Verdad Para el Mundo, Apartado 515, Villa Rica, Georgia, 30180 EE.UU.; Apartado 515, Villa Rica, Georgia, 30180.)
De acuerdo con la práctica anterior de la poligamia entre los mormones ha surgido una doctrina muy extraña, la doctrina de los matrimonios celéstes. Los mormones creen en dos tipos de matrimonios: los matrimonios para el tiempo y los matrimonios para la eternidad. El matrimonio para el tiempo, o sea, el matrimonio temporal, es el casamiento no hecho en el templo. Estará disuelto en la muerte. Aquellos casados en esta manera no pueden hacerse dioses en la vida venidera, sino solamente ángeles que tendrán que atender a los más benditos. El otro tipo de matrimonio, el más bendito, es el matrimonio celeste. Dicen que aquellos que se casan en el templo son sellados así por toda la eternidad. Cuando llegan al cielo, pueden continuar teniendo las relaciones sexuales—el hombre con sus muchas esposas. Creen que el hombre sí puede practicar la poligamia en el cielo. Alegan que Jesucristo fue polígamo, y que Dios tiene muchas esposas.
Sin embargo, Cristo dijo claramente que «en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo.» El matrimonio no existe en el cielo.
Otra cosa: José reclamó que los matrimones no hechos por la autoridad de la iglesia mormona no tienen vigencia, no están en vigor. Por eso, no reconocen la legitimidad de los matrimonios entre los gentiles, nombre que tienen para los no-mormones. El resultado de esta doctrina ha sido la práctica de seducir las esposas de otros hombres para hacerlas esposas mormonas. Hoy día, los mormones están en una campaña de anuncios por la televisión, la radio, y los periódicos para provomer la imagen de sus valores familiares. La verdad es que el mormonismo ha sido destructivo para la familia. Sus ideas provienen de la mente sensual de José Smith y no de Dios. Gracias, y hasta la próxima.
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