La Iglesia
“las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”
-por Jorge L. Trujillo
Mateo 16
13 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? 14 Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. 15 El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? 16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Introducción:
Iglesia: La palabra iglesia (ekklesia) tiene como significado principal el describir a un grupo de reunió, asamblea o congregación de personas. Dios siempre ha tenido una “asamblea” o “congregación”. Bajo el Antiguo Pacto la congregación (o iglesia) de Dios fue el pueblo de Israel.
Existe una diferencia importante que debemos entender sobre esto:
Existen dos aspectos de la iglesia:
(a) Se llama iglesia al grupo (local) visible en cualquier lugar donde se congregan los que profesan fe en Cristo.
(b) Se llama iglesia al grupo (universal) espiritual de todos los conocidos por Dios y compuesto por aquellos que verdaderamente han sido lavados por la sangre de Cristo (vivos y muertos).
¿Cuál es la diferencia? ¡Bastante!. Esto significa que algunos de los que forman parte del grupo visible en realidad NO SON parte del grupo espiritual. Muchos de los que se reúnen, participan, cantan y hasta llegan a ser lideres en verdad NUNCA forman parte de la verdadera iglesia espiritual. Nunca se han arrepentido de sus pecados y JAMAS han tenido una verdadera experiencia de conversión. Esto significa que “no todos los que están son”. Es un error pensar que la iglesia de Cristo se compone de los mismos que se reúnen en cierto lugar – o que dicen tener cierta fe en Cristo. Por eso Cristo dijo “por su fruto los conoceréis”:
15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 20 Así que, por sus frutos los conoceréis. (Mateo 7)
Este fenómeno no es nuevo en la Iglesia del Nuevo Pacto. Este manifestación fue así también en la congregación del AT. Pablo dice “porque no todos los que descienden de Israel son israelitas” (Romanos 9:6). Pedro dijo “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros” (2 Pedro 2:1). Cristo mismo llamó dijo a unos lideres religiosos de Israel que ellos no eran ‘hijos de Abraham’ sino que eran “de vuestro padre el diablo”.
La Victoria de la Iglesia de Cristo
“y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”.
La Iglesia en este verso nos habla no de las congregaciones visibles que se reúnen en distintos lugares con el fin de hablar y adorar a Cristo SINO que nos habla del cuerpo espiritual de Cristo de verdaderos creyentes que se han sido unidos a Cristo por medio del Espíritu Santo.
Pedro había acabado de confesar que Jesús era el Mesías. Cristo le “aclara” que tal declaración fue posible solamente por “revelación divina” y luego continua diciendo:
1. “y sobre esta roca...”
La identidad de la roca ha sido debatida entre católicos y protestantes por muchos años. Los católicos sostienen que la roca es Pedro y los protestantes y evangélicos creen que la roca es Cristo. Debo decir que sin duda alguna Cristo es la roca de nuestra salvación y no Pedro. Cristo es nuestra esperanza y nuestra vida PERO Pedro había declarado una gran verdad sin la cual no puede haber salvación, ni vida, ni esperanza. La declaración de Pedro es una “roca” de esperanza para todos aquellos que la pueden repetir.
Pero tal como Pedro, la declaración de estas palabras no viene del antojo humano ni la intuición carnal sino por revelación de lo alto. Pablo nos dice que “nadie puede llamar a Jesús Señor sino por el Espíritu Santo” (1 Cor. 12).
2. “...edificaré mi iglesia”
Si es cierto que Pedro había hablado palabras contundentes y poderosas y necesarias para la salvación, es mucho más cierto que es Cristo quién edifica la iglesia y no Pedro. Cristo dijo “edificaré mi iglesia”. Esto nos muestra dos verdades importantes: (a) ¡La iglesia es ‘de’ Cristo! (b)¡Cristo es quién la Edifica!:
(a) ¡La iglesia es ‘de’ Cristo!
La iglesia le pertenece a Cristo y la Biblia siempre que menciona la iglesia lo hace de esa manera “la iglesia del Señor que el compró con su propia sangre” (Hechos 20:28), “la iglesia de Cristo” (Rom. 16:16), “su iglesia de Dios” (1 Cor. 1:2). Ningún hombre posee dominio de la Iglesia solamente Cristo:
25…“Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.” (Efesios 5)
(b)¡Cristo es quién la Edifica!
Cristo dijo que el “edificaría su iglesia”. Los hombres trabajan en la iglesia para la edificación de esta. Pablo escribió que Cristo “11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,” (Efesios 4:11). Los hombres trabajan en la obra pero es Cristo quién edifica. “si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los que edifican” (Salmo ). Pablo dice:
5 ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. 6 Yo planté,(C) Apolos regó;(D) pero el crecimiento lo ha dado Dios. 7 Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.
3. “y las puertas del Hades”
¡Este punto es interesante! ¿Sabe usted que es Hades? En la Biblia es referencia al “infierno”, a la “muerte” y “la tumba”. Pero es interesante que aquí se nos dice que el Hades “tiene puertas” en inglés dice “gates”. Curioso que el infierno tiene “portones”. Las puertas son normalmente utilizadas para “mantener algo dentro” o “para mantener algo fuera”. Normalmente las ciudades y reinos de los tiempos antiguos tenían “puertas” que eran cerradas a la caída del sol o en tiempo de guerra. Las puertas cerradas mantenían fuera los enemigos y estos no podían entrar fácilmente. Así que las “puertas” no son un arma de “ofensa” sino de “defensa”.
¿Pero que nos quiere decir esta expresión “las puertas del Hades?”¿A que se refiere? ¿Será que el Hades (infierno, muerte o tumba) es como una ciudad o reino con puertas para defenderse de los enemigos que vienen de afuera?. Puede ser, pero creo que la idea aquí puede ser otra. ¿Sabe usted algo? La cárcel también tiene puertas. Veamos a continuación.
Puertas de Engaño (el pecado y los demonios - espíritus de error)
Las puertas de la cárcel no son para mantener “el enemigo fuera” sino para mantener “presos dentro”. La traducción de la NVI dice “las puertas del reino de la muerte”. En verdad entonces podemos entender que se trata de que el reino de la muerte (el reino del diablo, de las tinieblas) tiene puertas PERO no para evitar que alguien entre sino para evitar que alguien salga.
El diablo mantiene las gentes cautivas (presas) para que no conozcan la verdad para que sus ojos sean cegados y no les resplandezca la luz de Dios. El diablo tiene sus mentes cautivas y sus corazones entenebrecidos por la falsedad y el pecado.
2 Timoteo 2:25-26
25 que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, 26 y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.
El profeta nos habla de la cautividad del pueblo de Dios por el Lucifer (Satanás) la cual es tipificada en el rey de Babilonia:
Isaías 14
12 !!Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. 13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; 14 sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. 15 Mas tú derribado eres hasta el Seol,(B) a los lados del abismo. 16 Se inclinarán hacia ti los que te vean, te contemplarán, diciendo: ¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos; 17 que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades, que a sus presos nunca abrió la cárcel?
El reino de las tinieblas tiene detrás de sus puertas (o portones) mucha gente encarcelada. Gente que necesita ser libre de la cárcel del diablo. Gente que necesita salvación y libertad. Esto nos trae al próximo punto:
4. “y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”
Cristo dice que las puertas del hades no prevalecerán contra la iglesia. La Biblia nos presenta a Cristo como alguien que vendría a traer libertad de la opresión del diablo:
Isaías 42
5 Así dice Jehová Dios, Creador de los cielos, y el que los despliega; el que extiende la tierra y sus productos; el que da aliento al pueblo que mora sobre ella, y espíritu a los que por ella andan: 6 Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones,7 para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas.
El reino del diablo es como una gran ciudad de oscuridad que tiene mucha gente encarcelada dentro de ella y no pueden salir porque las “PUERTAS del Infierno son fuertes y poderosas”. Las puertas de esta ciudad son llamadas “pecado”, “engaño” y “error”. En esa gran ciudad satánica de tinieblas la gente trabaja, camina, funciona y vive en pecado siendo presa del diablo. Ellos no saben que están presos del diablo y les gusta su ciudad, les gusta el engaño sin saber que es engaño, disfrutan su cautiverio sin saber que son cautivos en la esclavitud del diablo y no quieren salir de ella.
Juan 8
31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. 33 Le respondieron: Linaje de Abraham somos,(D) y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? 34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. 35 Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. 36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
Ellos (los presos del diablo) piensan que están libres y que tienen gobierno de sus vidas, sin embargo en realidad no son libres, son presos del diablo, del pecado y de la muerte, y del infierno. ¡Son esclavos de Satanás! Pero “Cristo vino a deshacer las obras del diablo” (1 Juan 3:8). Cristo vino a traer libertad a los cautivos a predicar el año agradable del Señor.
La Iglesia como un “Centro de combate”
Existen muchas razones por las cuales se abren distintas iglesias. Sin embargo una razón primordial debe de ser para servir como centro (cuartel) de entrenamiento contra las fuerzas del mal. Las iglesias deben ser cuarteles que no solamente dan refugio a sus miembros sino lugares donde estos son preparados para “atacar” las puertas del infierno con el fin de salvar aquellos que están presos detrás de ellas. No hay diablo, ni demonio ni espíritu contrario que pueda ser demasiado fuerte para derrumbar.
2 Corintios 10
3 Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
Y tenemos la garantía de que nuestra misión será siempre victoriosa. “las puertas del infierno no prevalecerán contra la iglesia de Cristo”. La iglesia será victoriosa PERO debe saber cual es su razón de ser. Estamos en el ejercito de Cristo contra las fuerzas del mal. ¡Y sabemos que venceremos!
Conclusión
Cristo vino a “saquear la casa” (prisión) del hombre fuerte y tomar sus bienes. En Mateo 12:28 el dijo:
28 Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. 29 Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa.
Hermanos ¡Cristo ha “atado” al diablo! para saquear su casa (prisión espiritual) y liberar aquellos con los cuales ha de edificar “su iglesia”, una iglesia que el comenzó a edificar hace 2000 años atrás y sigue edificando hasta el día de hoy con todos aquellos que son libertados de “detrás” de las puertas del infierno, de la muerte y las tinieblas. Detrás de las “puertas del engaño”.
Jesús dijo a sus discípulos “id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16). Cuando Cristo es predicado los ojos de los cautivos son abiertos, los presos se dan cuenta que están presos y los que viven en tinieblas. Pablo dio testimonio del propósito de su llamado:
Hechos 26
18 para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.
Hebreos 2:14-15
14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, 15 y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.
Cuando Cristo es predicado los hombres salen de la cárcel del diablo confesando la verdad que Pedro confesó aquel día “tu eres el Cristo (el libertador), el Hijo del Dios viviente”. Y cuando confiesan esa verdad, SALEN de la cárcel a la libertad, salen de las tinieblas a la luz, salen del engaño a la verdad. Cuando una persona recibe la revelación del Evangelio ¡LAS PUERTAS DEL INFIERNO NO PREVALECEN! Sino que son derrumbadas y esa persona puede salir a la libertad de los hijos de Dios. De esta manera es ‘edificada’ la iglesia de Cristo. La iglesia está compuesta por personas que han salido de detrás de las puertas del hades. ¡Las puertas del infierno no han podido retenerles! El poder de Dios por medio de la predicación del evangelio ha sido poderoso para con ellos y les ha librado. No hay diablo ni demonio ni infierno ni osucuridad que pueda retener un hijo de Dios detrás de las puertas del error, el engaño y el pecado. ¡Cristo es nuestro libertador!
La Biblia dice “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable (1 Pedro 2:9). Hoy como Iglesia tenemos una gran encomienda:
“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,(B) bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Mateo 28:18-20)”
Tenemos un mandamiento como Iglesia. Nuestro mandamiento es más que pasar tiempo juntos- aunque eso es muy bueno. Es más que reunirnos en adoración aunque eso es importante, es más que compartir alimentos aunque eso edifica. Nuestro mandamiento PRINCIPAL es “anunciar a Cristo” y “discipular creyentes” fielmente HASTA el fin del mundo. Cristo tiene todo el poder en los cielos y en la tierra, si somos fieles al mandamiento dado veremos la gloria de Dios quién edifica su iglesia cada día y las puertas del infierno no prevalecen contra ella.
¡Anunciemos sus virtudes!
“las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”
-por Jorge L. Trujillo
Mateo 16
13 Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? 14 Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. 15 El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? 16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Introducción:
Iglesia: La palabra iglesia (ekklesia) tiene como significado principal el describir a un grupo de reunió, asamblea o congregación de personas. Dios siempre ha tenido una “asamblea” o “congregación”. Bajo el Antiguo Pacto la congregación (o iglesia) de Dios fue el pueblo de Israel.
Existe una diferencia importante que debemos entender sobre esto:
Existen dos aspectos de la iglesia:
(a) Se llama iglesia al grupo (local) visible en cualquier lugar donde se congregan los que profesan fe en Cristo.
(b) Se llama iglesia al grupo (universal) espiritual de todos los conocidos por Dios y compuesto por aquellos que verdaderamente han sido lavados por la sangre de Cristo (vivos y muertos).
¿Cuál es la diferencia? ¡Bastante!. Esto significa que algunos de los que forman parte del grupo visible en realidad NO SON parte del grupo espiritual. Muchos de los que se reúnen, participan, cantan y hasta llegan a ser lideres en verdad NUNCA forman parte de la verdadera iglesia espiritual. Nunca se han arrepentido de sus pecados y JAMAS han tenido una verdadera experiencia de conversión. Esto significa que “no todos los que están son”. Es un error pensar que la iglesia de Cristo se compone de los mismos que se reúnen en cierto lugar – o que dicen tener cierta fe en Cristo. Por eso Cristo dijo “por su fruto los conoceréis”:
15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 20 Así que, por sus frutos los conoceréis. (Mateo 7)
Este fenómeno no es nuevo en la Iglesia del Nuevo Pacto. Este manifestación fue así también en la congregación del AT. Pablo dice “porque no todos los que descienden de Israel son israelitas” (Romanos 9:6). Pedro dijo “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros” (2 Pedro 2:1). Cristo mismo llamó dijo a unos lideres religiosos de Israel que ellos no eran ‘hijos de Abraham’ sino que eran “de vuestro padre el diablo”.
La Victoria de la Iglesia de Cristo
“y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”.
La Iglesia en este verso nos habla no de las congregaciones visibles que se reúnen en distintos lugares con el fin de hablar y adorar a Cristo SINO que nos habla del cuerpo espiritual de Cristo de verdaderos creyentes que se han sido unidos a Cristo por medio del Espíritu Santo.
Pedro había acabado de confesar que Jesús era el Mesías. Cristo le “aclara” que tal declaración fue posible solamente por “revelación divina” y luego continua diciendo:
1. “y sobre esta roca...”
La identidad de la roca ha sido debatida entre católicos y protestantes por muchos años. Los católicos sostienen que la roca es Pedro y los protestantes y evangélicos creen que la roca es Cristo. Debo decir que sin duda alguna Cristo es la roca de nuestra salvación y no Pedro. Cristo es nuestra esperanza y nuestra vida PERO Pedro había declarado una gran verdad sin la cual no puede haber salvación, ni vida, ni esperanza. La declaración de Pedro es una “roca” de esperanza para todos aquellos que la pueden repetir.
Pero tal como Pedro, la declaración de estas palabras no viene del antojo humano ni la intuición carnal sino por revelación de lo alto. Pablo nos dice que “nadie puede llamar a Jesús Señor sino por el Espíritu Santo” (1 Cor. 12).
2. “...edificaré mi iglesia”
Si es cierto que Pedro había hablado palabras contundentes y poderosas y necesarias para la salvación, es mucho más cierto que es Cristo quién edifica la iglesia y no Pedro. Cristo dijo “edificaré mi iglesia”. Esto nos muestra dos verdades importantes: (a) ¡La iglesia es ‘de’ Cristo! (b)¡Cristo es quién la Edifica!:
(a) ¡La iglesia es ‘de’ Cristo!
La iglesia le pertenece a Cristo y la Biblia siempre que menciona la iglesia lo hace de esa manera “la iglesia del Señor que el compró con su propia sangre” (Hechos 20:28), “la iglesia de Cristo” (Rom. 16:16), “su iglesia de Dios” (1 Cor. 1:2). Ningún hombre posee dominio de la Iglesia solamente Cristo:
25…“Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.” (Efesios 5)
(b)¡Cristo es quién la Edifica!
Cristo dijo que el “edificaría su iglesia”. Los hombres trabajan en la iglesia para la edificación de esta. Pablo escribió que Cristo “11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,” (Efesios 4:11). Los hombres trabajan en la obra pero es Cristo quién edifica. “si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los que edifican” (Salmo ). Pablo dice:
5 ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. 6 Yo planté,(C) Apolos regó;(D) pero el crecimiento lo ha dado Dios. 7 Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.
3. “y las puertas del Hades”
¡Este punto es interesante! ¿Sabe usted que es Hades? En la Biblia es referencia al “infierno”, a la “muerte” y “la tumba”. Pero es interesante que aquí se nos dice que el Hades “tiene puertas” en inglés dice “gates”. Curioso que el infierno tiene “portones”. Las puertas son normalmente utilizadas para “mantener algo dentro” o “para mantener algo fuera”. Normalmente las ciudades y reinos de los tiempos antiguos tenían “puertas” que eran cerradas a la caída del sol o en tiempo de guerra. Las puertas cerradas mantenían fuera los enemigos y estos no podían entrar fácilmente. Así que las “puertas” no son un arma de “ofensa” sino de “defensa”.
¿Pero que nos quiere decir esta expresión “las puertas del Hades?”¿A que se refiere? ¿Será que el Hades (infierno, muerte o tumba) es como una ciudad o reino con puertas para defenderse de los enemigos que vienen de afuera?. Puede ser, pero creo que la idea aquí puede ser otra. ¿Sabe usted algo? La cárcel también tiene puertas. Veamos a continuación.
Puertas de Engaño (el pecado y los demonios - espíritus de error)
Las puertas de la cárcel no son para mantener “el enemigo fuera” sino para mantener “presos dentro”. La traducción de la NVI dice “las puertas del reino de la muerte”. En verdad entonces podemos entender que se trata de que el reino de la muerte (el reino del diablo, de las tinieblas) tiene puertas PERO no para evitar que alguien entre sino para evitar que alguien salga.
El diablo mantiene las gentes cautivas (presas) para que no conozcan la verdad para que sus ojos sean cegados y no les resplandezca la luz de Dios. El diablo tiene sus mentes cautivas y sus corazones entenebrecidos por la falsedad y el pecado.
2 Timoteo 2:25-26
25 que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, 26 y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.
El profeta nos habla de la cautividad del pueblo de Dios por el Lucifer (Satanás) la cual es tipificada en el rey de Babilonia:
Isaías 14
12 !!Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. 13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; 14 sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. 15 Mas tú derribado eres hasta el Seol,(B) a los lados del abismo. 16 Se inclinarán hacia ti los que te vean, te contemplarán, diciendo: ¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos; 17 que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades, que a sus presos nunca abrió la cárcel?
El reino de las tinieblas tiene detrás de sus puertas (o portones) mucha gente encarcelada. Gente que necesita ser libre de la cárcel del diablo. Gente que necesita salvación y libertad. Esto nos trae al próximo punto:
4. “y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”
Cristo dice que las puertas del hades no prevalecerán contra la iglesia. La Biblia nos presenta a Cristo como alguien que vendría a traer libertad de la opresión del diablo:
Isaías 42
5 Así dice Jehová Dios, Creador de los cielos, y el que los despliega; el que extiende la tierra y sus productos; el que da aliento al pueblo que mora sobre ella, y espíritu a los que por ella andan: 6 Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones,7 para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas.
El reino del diablo es como una gran ciudad de oscuridad que tiene mucha gente encarcelada dentro de ella y no pueden salir porque las “PUERTAS del Infierno son fuertes y poderosas”. Las puertas de esta ciudad son llamadas “pecado”, “engaño” y “error”. En esa gran ciudad satánica de tinieblas la gente trabaja, camina, funciona y vive en pecado siendo presa del diablo. Ellos no saben que están presos del diablo y les gusta su ciudad, les gusta el engaño sin saber que es engaño, disfrutan su cautiverio sin saber que son cautivos en la esclavitud del diablo y no quieren salir de ella.
Juan 8
31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. 33 Le respondieron: Linaje de Abraham somos,(D) y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? 34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. 35 Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. 36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
Ellos (los presos del diablo) piensan que están libres y que tienen gobierno de sus vidas, sin embargo en realidad no son libres, son presos del diablo, del pecado y de la muerte, y del infierno. ¡Son esclavos de Satanás! Pero “Cristo vino a deshacer las obras del diablo” (1 Juan 3:8). Cristo vino a traer libertad a los cautivos a predicar el año agradable del Señor.
La Iglesia como un “Centro de combate”
Existen muchas razones por las cuales se abren distintas iglesias. Sin embargo una razón primordial debe de ser para servir como centro (cuartel) de entrenamiento contra las fuerzas del mal. Las iglesias deben ser cuarteles que no solamente dan refugio a sus miembros sino lugares donde estos son preparados para “atacar” las puertas del infierno con el fin de salvar aquellos que están presos detrás de ellas. No hay diablo, ni demonio ni espíritu contrario que pueda ser demasiado fuerte para derrumbar.
2 Corintios 10
3 Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
Y tenemos la garantía de que nuestra misión será siempre victoriosa. “las puertas del infierno no prevalecerán contra la iglesia de Cristo”. La iglesia será victoriosa PERO debe saber cual es su razón de ser. Estamos en el ejercito de Cristo contra las fuerzas del mal. ¡Y sabemos que venceremos!
Conclusión
Cristo vino a “saquear la casa” (prisión) del hombre fuerte y tomar sus bienes. En Mateo 12:28 el dijo:
28 Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. 29 Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa.
Hermanos ¡Cristo ha “atado” al diablo! para saquear su casa (prisión espiritual) y liberar aquellos con los cuales ha de edificar “su iglesia”, una iglesia que el comenzó a edificar hace 2000 años atrás y sigue edificando hasta el día de hoy con todos aquellos que son libertados de “detrás” de las puertas del infierno, de la muerte y las tinieblas. Detrás de las “puertas del engaño”.
Jesús dijo a sus discípulos “id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16). Cuando Cristo es predicado los ojos de los cautivos son abiertos, los presos se dan cuenta que están presos y los que viven en tinieblas. Pablo dio testimonio del propósito de su llamado:
Hechos 26
18 para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.
Hebreos 2:14-15
14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, 15 y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.
Cuando Cristo es predicado los hombres salen de la cárcel del diablo confesando la verdad que Pedro confesó aquel día “tu eres el Cristo (el libertador), el Hijo del Dios viviente”. Y cuando confiesan esa verdad, SALEN de la cárcel a la libertad, salen de las tinieblas a la luz, salen del engaño a la verdad. Cuando una persona recibe la revelación del Evangelio ¡LAS PUERTAS DEL INFIERNO NO PREVALECEN! Sino que son derrumbadas y esa persona puede salir a la libertad de los hijos de Dios. De esta manera es ‘edificada’ la iglesia de Cristo. La iglesia está compuesta por personas que han salido de detrás de las puertas del hades. ¡Las puertas del infierno no han podido retenerles! El poder de Dios por medio de la predicación del evangelio ha sido poderoso para con ellos y les ha librado. No hay diablo ni demonio ni infierno ni osucuridad que pueda retener un hijo de Dios detrás de las puertas del error, el engaño y el pecado. ¡Cristo es nuestro libertador!
La Biblia dice “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable (1 Pedro 2:9). Hoy como Iglesia tenemos una gran encomienda:
“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,(B) bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Mateo 28:18-20)”
Tenemos un mandamiento como Iglesia. Nuestro mandamiento es más que pasar tiempo juntos- aunque eso es muy bueno. Es más que reunirnos en adoración aunque eso es importante, es más que compartir alimentos aunque eso edifica. Nuestro mandamiento PRINCIPAL es “anunciar a Cristo” y “discipular creyentes” fielmente HASTA el fin del mundo. Cristo tiene todo el poder en los cielos y en la tierra, si somos fieles al mandamiento dado veremos la gloria de Dios quién edifica su iglesia cada día y las puertas del infierno no prevalecen contra ella.
¡Anunciemos sus virtudes!
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