CAPÍTULO CUATRO
CÓMO LLEGAR A SER MIEMBRO DE LA IGLESIA
En las lecciones anteriores aprendimos cuándo fue establecida la iglesia y por qué debe uno ser miembro de la iglesia. Ahora venimos a aprender cómo llegar a ser miembro de la iglesia de Dios. Antes de dejar la tierra, Jesús declaró en la gran comisión los términos de admisión a la iglesia, o sea al reino.
LA GRAN COMISIÓN
MATEO 28:19,20: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo".
MARCOS 16:15,16: "Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado".
LUCAS 24:46,47: "Y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén".
Notemos las partes constitutivas en estos registros distintos.
Mateo: Hacer discípulos-bautizar en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo.
Marcos: Predicar-creer-bautizar-salvación.
Lucas: Predicar-arrepentimiento-remisión de pecados.
Tomando los varios elementos como se mencionan por cada evangelista, encontramos: Predicar-creer-arrepentirse-bautizarse-remisión de peca-dos.
De esta Gran Comisión y de los ejemplos bajo la predicación de los apóstoles aprendemos cómo las personas vinieron a ser miembros de la iglesia. En una lección anterior aprendimos que la iglesia tuvo su principio el primer día de Pentecostés después de la resurrección de Cristo. Jesús mandó a los apóstoles a quedarse en Jerusalén hasta ser investidos de poder de lo alto (Lucas 24:49) antes de comenzar a llevar a cabo la comisión. Esta poder vino el día de Pentecostés, el día en que fue establecida la iglesia (Hech. 2:1-4). Esto concuerda con los profetas (Is. 2:14; Miqueas 4:1,2). Las demostraciones maravillosas de aquel día atrajeron a la multitud (Hech. 2:1-14). Pedro, comprendiendo que había llegado el tiempo de operaciones bajo la Gran Comisión, procedió a predicar a la multitud.
EL SERMÓN DE PEDRO. Es notable que Pedro no usó de verdades triviales, o de teorías insignificantes, o de sociología, sino que se dirigió directamente al corazón de la gente con el hecho de que ellos eran pecadores condenados, y que el Jesús crucificado por ellos era el Señor y Cristo reinante. Se compungieron de corazón. Reconociendo su condición, indagaron sobre la ruta de escape. Puesto que Pedro no buscaba agradar a los hombres, sino salvarlos, les respondió al instante: "Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados" (Hechos 2). Se ve muy fácilmente que en este caso hay perfecta armonía con la Gran Comisión. Comisión: Predicar-creer-arrepentirse-bautizarse-remisión de pecados.
Primer Sermón: Predicar-creer arrepentirse-bautizarse-remisión de pecados. No piense nadie que con sólo un gesto de la mano pueda despedir este asunto o concluir que no es de ninguna importancia el sermón de Pedro, porque dijo Jesús:
LAS LLAVES DEL REINO. "Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos" (Mateo 16:19). Obsérvese que este sermón ató sobre la gente la necesidad de creer, arrepentirse y ser bautizados. Los que así obedecieran, iban a recibir la remisión de sus pecados. Además, recuérdese que las palabras dichas por Pedro no eran suyas de él, sino que, de hecho, eran las palabras del Espíritu Santo (Hech. 2:1-4). Si Pedro estuviera presente hoy, guiado por el Espíritu Santo, él daría la misma respuesta a los que le preguntaran que la que dio en aquél entonces.
¿LLEGARON ELLOS A SER MIEMBROS DE LA IGLESIA? Dice el texto: "Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas" (Hech. 2:41). Nadie duda que los que fueron bautizados así llegaron a ser miembros de la iglesia. Lucas se refiere a ellos como iglesia (Hechos 8:1). (Véase Sana Doctrina, Tomo I, pp. 97-123).
LOS SAMARITANOS
"Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo...Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito" (Hech. 8:5-13). En este relato de la obra de Felipe en la ciudad de Samaria, es bien claro que los procedimientos armonizan plenamente tanto con la Gran Comisión como con el primer sermón de Pedro predicado bajo esa Comisión. Felipe predicó el evangelio, hubo creyentes, y éstos fueron bautizados. El hecho de que se apartaron de la locura de Simón es prueba de que se arrepintieron (Véase Sana Doctrina, Tomo II., pp. 113-117).
LA CONVERSIÓN DEL EUNUCO
HECHOS 8:26-40. El señor dirigió a Felipe para que saliera de Samaria y se fuera al camino que descendía de Jerusalén a Gaza. Cuando Felipe llegó al lugar designado, vio a un etiope viajando hacia Gaza. Acercándose al carro según mandato del Espíritu, oyó al funcionario leyendo al profeta Isaías. Después de invitado por el hombre, Felipe subió y se sentó en el carro, "y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino". Como era de esperarse, hallamos en este caso de conversión la misma armonía con la Gran Comisión que en los otros: es decir, el evangelio fue predicado, el eunuco creyó y fue bautizado, y seguramente recibió la remisión de pecados.
LA CONVERSIÓN DE SAULO
HECHOS 9:19; 22:1-16; 26:12-18. Al leer estas referencias nos damos cuenta, entre otras cosas, de que Saulo iba en camino a Damasco con el fin de perseguir a la iglesia, de que le apareció el Señor en el camino, y de que Saulo fue mandado a irse a Damasco donde se le diría qué hacer. Hallamos que Pablo creyó. Esto se indica por su pregunta: "Señor, ¿Qué quieres que yo haga?" Su pronta obediencia revela su fe. Toda su vida subsecuente es prueba de su arrepentimiento. Ananías le dijo: Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre (Hechos 22:16). Este caso de conversión, como todos los demás, armoniza con la Gran Comisión.
LA CONVERSIÓN DE CORNELIO
HECHOS 10. Aunque Cornelio era de carácter muy excelente, no era hombre salvo, como lo revela el hecho de que fue instruido para hiciera venir a Pedro, quien le diría palabras por las cuales podría ser salvo (Hech. 11:14). También era hombre de oración, pero oraba para saber qué hacer. En contestación a sus oraciones, le fue mandado que hiciera venir a Pedro, quien le diría qué hacer. Habiendo llegado, Pedro halló a Cornelio y sus amigos congregados para oír todas las cosas que el Señor había mandado. Con esta confianza, Pedro les comenzó a predicar el evangelio. Creyeron (Hech. 15:7-9), se arrepintieron (Hech. 11:18), y fueron bautizados (Hech. 10:47,48). Se ve también que este caso, como se esperaba, armoniza con la Comisión.
LA CONVERSIÓN DE LIDIA
HECHOS 16:14,15. Pablo le predicó a ella, y el hecho de que estuvo atenta a lo predicado, y que fue bautizada, revela que creyó. No se dice en tantas y cuantas palabras que se arrepintió, pero nadie cree que Pablo hubiera bautizado a alguien que no se hubiera arrepentido. Esta conversión concuerda con la Comisión. Ella creyó, se arrepintió, se bautizó, y fue salva.
EL CARCELERO
HECHOS 16:19-34. A las cero horas de la medianoche Pablo predicó a este hombre; él creyó y fue bautizado, según la dirección de la Comisión, y ciertamente fue salvo. Siendo empleado de un gobierno pagano, era evidentemente pagano y sin conocimiento del Dios verdadero, sin embargo, aprendió bastante en el breve espacio de una hora para llegar a ser cristiano. Esto es debido al hecho de que deseó aprender la verdad, y que tuvo a Pablo, predicador del evangelio, para que le dijera qué hacer. Pablo no perdió tiempo inútilmente en sermonear o dar conferencias sobre temas populares del día, sino que predicó el evangelio; le dijo al hombre qué hacer para ser salvo. Dentro de la hora, el carcelero oyó, creyó, y fue bautizado.
LOS CORINTIOS
HECHOS, 18:1-8. La narración de esta conversión es breve. Pablo les predicó, "y muchos de los corintios oyendo creían, y eran bautizados". Esto también concuerda con los requisitos de la Comisión. Unos años después de su bautismo, les escribió Pablo una carta y se dirigió a ellos como "a la iglesia de Dios que está en Corinto" (1 Cor. 1:2). En la misma epístola dice: Os prediqué el evangelio "el cual también recibisteis" (1 Cor. 15:1). 1. Pablo predicó el evangelio a los corintios. 2. Ellos, "oyendo, creían y eran bautizados". 3. Luego Pablo se dirigió a ellos como a "la iglesia de Dios que está en Corinto" (1 Cor. 1:2). Si el evangelio se predica hoy y si la gente lo oye, cree y es bautizada, ¿no vendrán así a ser miembros de la iglesia de Dios? Si no, ¿porqué no? ¿Es usted miembro de la iglesia de Dios? Si una carta fuera dirigida a la iglesia de Dios en su pueblo, ¿Caería ella en manos de la que usted es miembro?
ALGUNAS OBSERVACIONES ADICIONALES
Por motivo de la grande confusión resultante de las varias teorías y prácticas tocante a este asunto de llegar a ser cristianos, o miembros de la iglesia, no creemos que esta lección estaría completa sin otras cuantas observaciones referentes a estas cuestiones. Si la gente estuviera contenta con ser sencillamente cristianos y con pertenecer tan sólo a la iglesia del Dios vivo, no existirían muchos de estos problemas molestos. En los días de los apóstoles, no había tal cosa como denominaciones. Los discípulos de Cristo de aquel entonces eran sencillamente cristianos.
CREDOS HUMANOS. En los días de los apóstoles a la gente no la molestaron los credos humanos, porque tales cosas no existían entonces. Esto siendo la verdad, ¿por qué debe uno ahora dejar que tales cosas le molesten, o por qué debe la gente suscribirse a ellos? Tenemos la Biblia, la inspirada Palabra de Dios, y no necesitamos otro guía. A los ojos de Jehová, ella basta para toda necesidad religiosa (2 Pedro 1:3; 2 Tim. 3:16,17; Juan 8:31,32; 12:48,49; Hech. 4:19,20; 5:27--29; Gál. 1:8; 1 Ped. 4:11; 2 Tim. 2:2; 1:13; Fil. 4:9; 2 Juan 9,10). A un credo que contenga menos que la Biblia le falta; y a uno que contenga más que la Biblia le sobra.
¿ES UNA IGLESIA TAN BUENA COMO LA OTRA? Hay un gran número de iglesias fundadas por hombres en el mundo, y posiblemente de éstas una es tan buena como la otra; pero seguramente nadie, si reverencia al Señor, cree que los hombres puedan edificar una iglesia tan buena como la edificada por el Señor. Si la gente en todas las iglesias es el pueblo de Dios, entonces dividirlo en muchas sectas distintas, o iglesias, es una violación positiva de la voluntad de Dios (1 Cor. 1:10-15; 3:1- 7; Ef. 4:3,4; Juan 17:20-21). En medio de la confusión sobre las muchas denominaciones de hoy, parece haberse olvidado que el Señor las reprueba a todas ellas. ¿Insiste usted en que hay gente buena en todas las iglesias? ¿Es la doctrina peculiar de toda denominación lo que la hace buena, o no es verdad que son buenas a pesar de las doctrinas peculiares que hacen que sean denominaciones? A veces se sugiere que en la parábola de la vid y los pámpanos (Juan 15) se enseña la lección de iglesias o denominaciones diferentes. En esta parábola declara Jesús que él es la vid y que los discípulos son los pámpanos. "El que en mí no permanece, dijo Cristo, será echado fuera como pámpano". Algunos creen que las siete iglesias de Asia (Apoc. capítulos 2 y 3) eran denominaciones. Éstas eran congregaciones locales en los pueblos mencionados.
PREDICACIÓN SENSACIONAL. El predicador sensacional busca excitar las emociones más bien que enseñar a la gente qué es ser cristianos. El excita a la gente. Los métodos empleados para persuadir a la gente a expresar algún deseo de ser salva, como por ejemplo firmar tarjetitas o nombrar a la iglesia de su preferencia, le parecen extraños al que lee y respeta el Nuevo Testamento. Bajo emoción alguna gente profesa creer en Cristo y es declarada salva por el pueblo, mientras que no ha obedecido al evangelio. Que compare el lector el proceso en las reuniones dirigidas por uno de estos evangelistas sensacionales con la narración de eventos de reuniones dirigidas por hombres inspirados, los cuales ha estado estudiando en esta lección, y vea qué distintos son sus métodos y predicación.
LA CONVERSIÓN. Frecuentemente, pensando que la conversión es alguna cosa mística que Dios envía sobre uno, la persona espera en lugar de hacer prontamente lo que Dios ha mandado. Cree que el pecador ha de ser del todo pasivo en esto y espera que Dios envíe de arriba el poder. Sin embargo, conversión significa volverse, y cuando alguno se vuelve del pecado a Dios, se convierte. La Versión Moderna, en Hech. 3:19 dice: "Arrepentíos pues, y volveos a Dios"; mientras que la Versión de Valera dice, "Arrepentíos y convertíos". Nótese, pues, que es deber del individuo arrepentirse y volverse; la responsabilidad de esto es de él. El puede y está obligado a volverse. Un hombre salvo es un hombre convertido. La idea mística de la conversión, como es afirmada por las denominaciones, nunca fue predicada por ningún hombre inspirado. En aquel entonces Cristo fue puesto delante de la gente en todo sermón; creyeron en él, se arrepintieron de sus pecados, fueron bautizados, y fueron salvos. Así se volvieron de Satanás a Dios. No hubo nada de misterio en esto, y nadie se quedaba esperando a que se le convirtiera, o se le salvara. No habría problema hoy si todos siguieran estos ejemplos inspirados.
EL RENACIMIENTO. Cristo le dijo a Nicodemo: "Os es necesario nacer de nuevo" (Juan 3:7-Versión Moderna). Este es lenguaje figurado. Pero cuando hombres inspirados dijeron a pecadores que inquirieron por la salvación qué hacer para ser salvos, nunca les dijeron que nacieran de nuevo. La gente no hubiera entendido lo que eso requería. Ignoraron toda expresión figurada y dijeron a la gente en términos sencillos qué hacer para ser salva. Cuando la gente preguntó el día de Pentecostés qué era necesario hacer, no les dijo Pedro que nacieran de nuevo sino que dijo en lenguaje sencillo: "Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados" (Hechos 2:38). Al hacer esto llegaron a ser hijos de Dios. Hacer estas cosas es nacer de nuevo y llegar a ser hijos de Dios. Pablo dice: "pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos" (Gál. 3:26,27).
SOBRE CONSEGUIR LA RELIGIÓN. En ciertas partes hay quienes hablan de "conseguir la religión". Sin embargo, no se halla tal idea o expresión en la Biblia. La religión de los judíos es mencionada (Hech. 26:5), pero era cosa qué creer y practicar, y no cosa qué conseguir. La palabra "religión" es aplicada una vez a la vida cristiana: "La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo" (Sant. 1:27). Así es que la religión pura y sin mácula consiste en ayudar a los necesitados y en guardarse sin mancha del mundo. Esto es una vida qué vivir, pero no una cosa qué conseguir. Un hombre no salvo, un hombre que es de este mundo, no puede hacer las cosas que Santiago llama en este pasaje la religión pura. Puede ayudar a los necesitados; pero no puede guardarse sin mancha del mundo por la simple razón de que él es parte del mundo. Puede salvarse del mundo, y luego ayudar a los necesitados y guardarse sin mancha del mundo, pero no puede "conseguir" lo que llama Santiago la religión pura. Una persona puede ser religiosa y a la vez no ser cristiano. Pablo tuvo que abandonar la religión de los judíos para llegar a ser cristiano. Todo pagano tiene que abandonar su religión para ser salvo. Después de salva, cualquier persona puede hacer las cosas que según Santiago constituyen la religión pura; pero no "consigue" uno el ayudar a los necesitados, ni "consigue" el guardarse sin mancha del mundo. Estas cosas se hacen. Si alguien "consigue" una religión, es religión de otra clase.
* * *
Temas para investigación y estudio:
1. ¿Qué es adoración vana?
2. Métodos de predicadores inspirados. 3. Discusión sobre la conversión delos del día de Pentecostés.
4. Felipe y su obra.
5. Pablo como predicador.
* * *
Preguntas:
1. ¿Cuándo fue establecida la iglesia? 2. Cítese de memoria la Gran Comisión. Dése referencia.
3. Dénse las partes constitutivas de cada narración de la Comisión.
4. ¿Dónde aprende uno cómo llegar a ser miembro de la iglesia?
5. ¿Por qué cosa habían los apóstoles de esperar en Jerusalén?
6. ¿Cuándo comenzaron a trabajar bajo la Gran Comisión?
7. ¿Qué era el tema central del sermón de Pedro?
8. Léase en voz alta ese sermón.
9. ¿Qué resultado tuvo ese sermón?
10. ¿Qué fue la contestación de Pedro a los que preguntaron? Cítese el pasaje.
11. ¿Armoniza esta contestación con la Gran Comisión?
12. ¿Qué son las llaves del reino?
13. ¿Qué significa la frase "atar y desatar"?
14. Muéstrese que los del día de Pentecostés llegaron a ser miembros de la iglesia.
15. ¿Por qué fue Felipe a Samaria?
16. ¿Qué predicó él? Cítese el pasaje.
17. ¿Qué resultado tuvo su predicación?
18. Dése prueba de que se arrepintieron.
19. ¿Por qué salió Felipe de Samaria?
20. ¿En qué dirección se fue? ¿A quién encontró y ¿Dónde?
21. Nárrese la historia del encuentro y la predicación.
22. Muéstrese que las cosas hechas armonizan con la Gran Comisión.
23. ¿Quién era Saulo?
24. ¿Qué carácter tenía?
25. ¿A dónde iba? ¿Para qué? ¿Experimentó él cambio de motivos?
26. ¿Quién lo encontró en el camino?
27. ¿Cuáles preguntas hizo Saulo? Cítense las preguntas y las respuestas.
28. ¿Quién le fue enviado en la ciudad?
29. ¿Qué le dijo Ananías que hiciera? Cítese.
30. Muéstrese que Saulo creyó y se arrepintió.
31. Muéstrese que las cosas hechas concuerdan con la Gran Comisión.
32. ¿Quién era Cornelio?
33. ¿Estaba salvo cuando le apareció un ángel? Cítese el pasaje.
34. Descríbanse la visita y el sermón de Pedro.
35. Muéstrese que la conversión de Cornelio armoniza con la Gran Comisión.
36. ¿Quién era Lidia?
37. ¿Dónde está Tiatira?
38. Descríbase su conversión.
39. ¿Dónde está Filipos?
40. ¿Cómo fueron tratados Pablo y Silas en Filipos?
41. ¿Cuáles eventos introdujeron la predicación al carcelero?
42. ¿Qué es un pagano?
43. ¿Qué pasó dentro de la hora?
44. ¿Qué hay de evidencia de que se arrepintió el carcelero?
45. ¿Dónde fue bautizado?
46. ¿Dónde está Corinto? ¿Cuál era la nacionalidad de los corintios?
47. ¿En qué parte se narra su conversión?
48. Nárrese la historia de su conversión.
49. ¿Qué prueba que ellos llegaron a ser miembros de la iglesia?
50. ¿Harán hoy las mismas cosas que uno sea miembro de la iglesia?
51. ¿Quién recibiría una carta dirigida a la "iglesia de Dios" en el pueblo suyo?
52. ¿Qué es un credo humano? ¿Quiénes los usan?
53. Pruébese que la Biblia es guía suficiente.
54. ¿Por qué no es tan buena una iglesia como la otra?
55. Si uno sigue las instrucciones de la Biblia, ¿a qué cosa será guiado?
56. Pruébese que la división es mala.
57. ¿Qué da principio a denominaciones?
58. ¿Qué simbolizan la vid y los pámpanos?
59. ¿Qué eran las siete iglesias de Asia?
60. ¿Dónde estaban?
61. Descríbanse los métodos de los predicadores sensacionales.
62. Muéstrese la diferencia entre su predicación y la de los apóstoles.
63. ¿Qué debe ser el objeto del predicador?
64. ¿Es activo o pasivo el pecador en la conversión?
65. Descríbanse los resultados de la predicación falsa.
66. ¿Qué es conversión?
67. Dése el proceso de la conversión.
68. Descríbase el renacimiento.
69. ¿Qué es la religión pura? ¿La conseguimos?
70. ¿Qué es religión vana?
CAPÍTULO CINCO
LA MISIÓN DE LA IGLESIA
Todo lector de la Biblia reconoce que Dios tiene una iglesia en el mundo, y todos concuerdan en que el hombre salvo es parte de la gran familia de Dios y miembro de lo que algunos gustan llamar la iglesia universal. Sin embargo, en tiempos neotestamentarios la congregación local era la unidad de acción. Cada congregación era organización separada y distinta (Hechos 14:23). No había ningún sistema eclesiástico por el cual trabajaran las iglesias. Ellas creían en el Señor y tenían las mismas miras y propósitos, pero no tenía una jurisdicción sobre la otra, ni erigieron sobre sí mismas sistemas eclesiásticos. El Señor Jesús era la cabeza sobre la iglesia (Ef. 1:22), y ella se inclinaba ante él (Fil. 2:9-11; Ef. 3:14).
LA MISIÓN DE LA IGLESIA LOCAL. La intención de Dios era que la iglesia fuera una agencia activa para llevar a cabo sus propósitos en el mundo. Parece que toda actividad de la iglesia se puede incluir bajo tres encabezados: convertir a pecadores, edificarse a sí misma, y socorrer a los necesitados.
A. CONVERTIR A PECADORES. En discutir este aspecto de la actividad de la iglesia, no es necesario hacer la distinción común entre labores locales y extranjeras. Según el Señor, "el campo es el mundo" (Mateo 13:38).
EL ORDEN NATURAL. Hay orden natural. Un cristiano se interesa primero en su familia, luego en sus prójimos, y después en los de lejos, "hasta lo último de la tierra" (Hechos 1:8). En este caso el orden natural es escriturístico. Es el deber de cada cristiano, y es su privilegio, de enseñar a la gente y convertir a pecadores. Quiere Dios que todo hijo suyo estudie para que dentro de un período razonable de tiempo pueda enseñar a otros. "Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios" (Heb. 5:12). Pero la magnitud de la obra demanda que toda la iglesia se esfuerce juntamente.
LA IGLESIA DE JERUSALÉN. Cuando fue esparcida la iglesia de Jerusalén (Hechos 8), cada uno hizo lo que pudo según sus propios recursos, bajo la providencia de Dios, para predicar el evangelio y establecer iglesias. Parece que algunos muy pronto regresaron a Jerusalén u otros fueron convertidos, porque en seguida leemos otra vez de la iglesia en Jerusalén (Hechos 9:26-31). Esta iglesia envió a Bernabé en misión especial a Antioquía (Hechos 11:22- 24). Siendo cristianos, por supuesto, no requerían que él llevará los gastos contingentes a la obra a la cual le enviaron.
LA IGLESIA DE ANTIOQUÍA. Dirigida por el Espíritu Santo, la iglesia en Antioquía envió a Pablo y a Bernabé a los campos de labor seleccionados por el Espíritu Santo (Hechos 13:13). Después de haber predicado en muchas ciudades regresaron a Antioquía, unieron la iglesia, y relataron su obra (Hechos 14:26,27). Estos predicadores fueron enviados por la iglesia y sus informes fueron rendidos a la iglesia. Cuando surgió una dificultad en la iglesia en Antio-quía, como resultado de maestros judaizantes, la iglesia envió a Pablo y a Bernabé a Jerusalén para tratar la cuestión, y la iglesia en Jerusalén dio su respuesta, bajo la dirección de los apóstoles, a la iglesia en Antioquía (Hechos 15:1-35).
EL SEGUNDO VIAJE MISIONERO DE PABLO (Hechos 15:36-41). Parece que Pablo y Bernabé hicieron este viaje de su propia iniciativa. Mientras que Pablo iba de viaje, la iglesia en Filipos le envió ayuda (Fil. 4:16). La iglesia en Filipos fue establecida por Pablo (Hechos 16), y tuvo comunión con él desde el primer día (Fil. 1:3-7), hasta cuando estuvo en prisión.
LA IGLESIA, UN CANDELERO. Las iglesias locales son llamadas candeleros (Apoc. 1:20). El candelero no tiene luz propia, sino que alza y sostiene lo que da luz. Ahora bien, es la palabra de Dios que da la luz. "La exposición de tus palabras alumbra" (Sal. 119:130). La iglesia como candelero es una figura impresionante. La iglesia, un cuerpo de seres humanos, no puede generar luz espiritual, pero sí puede ofrecer al mundo lo que alumbra, que es la palabra del Dios viviente. Por lo tanto, reconozcan las iglesias locales su impor-tancia como candeleros, y alcen la palabra, para que puedan ver los que se hallan en tinieblas.
SOSTENER AL PREDICADOR. En los días de los apóstoles muchas iglesias parecieron ignorar sus responsabilidades, pero la iglesia en Filipos se presenta como ejemplo resplandeciente de celo misionero y actividad. "En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad. No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades. No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta. Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios. Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús" (Fil. 4:10-19). Al alabarlos así, es claro que condena a aquellas iglesias que rehusaron tener comunión con él en la obra.
LA IGLESIA, COLUMNA Y BALUARTE DE LA VERDAD. "Para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad" (1 Tim. 3:15). La declaración de Pablo de que es la iglesia la columna y el baluarte de la verdad da énfasis al hecho de que la iglesia ha de alzar y sostener la verdad. Una iglesia sostiene la verdad al enseñarla y sostener a los que la predican.
LA SUFICIENCIA DE LA IGLESIA. Las consideraciones arriba presen-tadas afirman que la iglesia es suficiente para predicar el evangelio a todo el mundo. De hecho, mientras que las actividades de la iglesia estaban bajo la dirección de hombres inspirados, la iglesia era el único cuerpo por el cual se hacía obra misionera. No fue organizada ninguna sociedad misionera. No hay vestigio de ninguna clase de sistema eclesiástico en el Nuevo Testamento, ni de ninguna organización de iglesias para propósitos misioneros o cualesquiera otros propósitos. Si uno reclama que la iglesia como institución misionera no es suficiente para hacer la obra necesaria de predicar el evangelio, con ello critica la sabiduría de Dios.
LA LIBERTAD CRISTIANA. Se reclama que oponerse a la organización de sociedades es atentar en contra de las libertades que tenemos en Cristo. Las iglesias primitivas no tenían sociedades; ¿no tenían libertades en Cristo? En aquel entonces los hombres inspirados no organizaron sociedades. Sus acciones, pues, son prueba de que si vivieran hoy, no organizarían ninguna de ellas. Los defensores de las sociedades hablan mucho de ser "progresistas". ¿Creen ellos seriamente que el Espíritu Santo ha avanzado suficientemente en sabiduría que, si inspirara a hombres ahora, los dirigiera a organizar y a patrocinar sociedades? ¿Creen ellos que el Espíritu Santo, por medio de la luz brillante de esta época progresista, ya se ha adelantado suficiente en sabiduría para poder ver la ventaja de tales organizaciones, y para ver que sus planes antiguos, o falta de planes, fueron el resultado de ideas anticuadas que entretenía en tiempos primitivos? Tales pensamientos se acercan mucho a la blasfemia; sin embargo, en vista del hecho de que no había sociedades en aquel entonces y del hecho adicional de que los que las organizan ahora creen que son aprobados por el Espíritu Santo, ¿en qué otra manera se justifican a sí mismos?
LOS FERROCARRILES. Cuando ellos se enfrentan al argumento de que los apóstoles no organizaron sociedades, los defensores de la sociedad responden: "Tampoco caminaron en trenes, automóviles, ni barcos de vapor". ¡Seguro qué no! pero sí se aprovechaban de todos los medios de transportación disponibles. Esto constituye un precedente para nosotros. El organizar sociedades no tiene nada qué ver con métodos de viajar. La organización que envía a un misionero y los medios de transporte que él seleccione son dos cosas distintas. No hay controversia sobre la cuestión de medios de transporte. La sociedad envía a un misionero, y la iglesia a uno. Los dos pueden irse en el mismo vehículo al mismo campo; pero es claro el hecho de que uno fue enviado por la iglesia y el otro por una sociedad humana-uno enviado por una institución divina según ejemplo apostólico, y el otro por una institución de origen humano según la sabiduría humana. En esto consiste la diferencia.
"LA SOCIEDAD ES SOLAMENTE UN MEDIO". Se argumenta que la sociedad es solamente un medio de hacer la obra. Pero la sociedad no es medio en ningún sentido, sino institución. Una institución organizada para hacer cierta obra y el método por el cual la hace, son dos cosas distintas. Además, los mismos métodos usados por la sociedad pueden ser usados por la iglesia. ¿Es necesario que la iglesia dependa de individuos deseosos de ir para que haya misioneros? Así también es con la sociedad. Para reunir dinero, ¿es necesario que la iglesia dependa de ofrendas voluntarias? También depende de ellas la sociedad. Los misioneros de ambas instituciones tienen acceso a los mismos medios de transporte, y generalmente los usan, para irse al campo de labor. Los misioneros de ambos la sociedad y la iglesia tienen acceso al mismo medio de enseñanza-es decir, la palabra hablada y la página impresa. Las dos instituciones tienen acceso al mismo medio de transmitir los fondos. Los métodos son iguales; las instituciones son diferentes-la una humana, la otra divina.
LOS MALES DE LA SOCIEDAD. Aparte del hecho de que las sociedades no son bíblicas, y tal vez por causa de ese hecho, una grande serie de males ha salido de ellas. En la organización de estas sociedades hubo apostasía de la simplicidad de la enseñanza neotestamentaria, y cuando la gente apostata de la ley en un punto, es cuestión de tiempo hasta que ignore la ley en otros puntos. Una apostasía gradual del Nuevo Testamento siempre se manifiesta en los que defien-den las sociedades. Es verdad que algunos han levantado su voz en contra de los más radicales, pero han tenido poco éxito en detener el progreso de la apostasía. El espíritu de apostasía de la ley resulta al final en completa oposición a la ley.
"Jamás ladrón golpeado con cachiporra,
ante la ley, agradecido, se quitó la gorra".
Muchos defensores de las sociedades han llegado al punto de negar la divinidad de Cristo y la inspiración de las Escrituras. Conscientes de que la palabra de Dios se opuso a su propósito, nació en sus corazones una actitud de oposición a la ley. La Sociedad Misionera Cristiana Unida ha enviado a los campos de labores a hombres que se sabe que favorecen la recepción en la comunión de la iglesia a los que no han sido bautizados. El Sr. R. E. Elmore, en tiempos pasados miembro del Comité Ejecutivo de la Sociedad Misionera Cristiana Extranjera, la que ahora es la Sociedad Misionera Cristiana Unida, hace las siguientes acusaciones, basadas en el informe presentado por John T. Brown, miembro del Comité Ejecutivo de la Sociedad Misionera Cristiana Unida. El Sr. Brown hizo una investigación personal en los campos extranjeros.
LOS CARGOS
"1. Algunos misioneros empleados por la sociedad han favorecido la práctica de membresía abierta en los campos, y todavía aprueban esta práctica.
"2. Algunos misioneros de la sociedad han practicado la membresía abierta en los campos, y probablemente la practican todavía.
"3. Algunos misioneros de la Sociedad Unida están dispuestos a practicar el rociamiento por el bautismo cristiano.
"4. Un misionero, cuando menos, de la sociedad rociaría a infantes.
"5. Algunos misioneros de la sociedad practican la invención de hombres conocida como la dedicación de infantes.
"6. Algunos misioneros de la sociedad tienen a las iglesias votando en cuanto a candidatos para la salvación.
"7. Algunos misioneros de la sociedad tienen a miembros no sumergidos elegidos para oficios de juntas de la iglesia, sirviendo como ancianos y diáconos.
"8. Algunos misioneros de la sociedad practican la 'probación'-es decir, que impiden a algunos indígenas que obedezcan al evangelio, y los privan de llegar a ser miembros de la iglesia, algunos candidatos quedándose en la lista de espera hasta un año o más.
"9. Algunos misioneros de la sociedad emplean a evangelistas y ministros indígenas que no han sido sumergidos.
"10. Algunos misioneros de la sociedad favorecen la sujeción de las iglesias locales a un supergobierno, una asociación distinta que 'determina la dirección de la iglesia de su distrito tocante a la recepción de miembros, la ordenación de ministros, y la superintendencia general.'
"11. Algunos misioneros de la sociedad, enseñando en las escuelas interdenominacionales, son racionalistas, concerniente a uno de los cuales dice el Dr. Allen Hutcheson: 'El hizo todo lo bíblico a un lado, desde Dios hasta el nacimiento virginal' (de Jesús).
"12. Algunos misioneros de la sociedad han usado de fraude y por lo tanto no son dignos de la confianza de la iglesia en general". Christian Standard, 30 de dic., de 1922, pág. 22.
Escribiendo en el periódico Christian Standard, 27 de enero de 1923, dice el Sr. Z. T. Sweeney: "No hay dónde detenerse en el camino de la apostasía. Cuando uno comienza a negar la fe, generalmente termina negándola completamente".
Estas cosas son sabidas por la Junta de Directores de la Sociedad Misionera Cristiana Unida, sin embargo continúan sosteniendo a estos misioneros en los campos y piden a las iglesias que los ayuden. La sociedad no es sierva de la iglesia, sino que las iglesias han llegado a ser siervas de la sociedad. Los directores de esta sociedad se hallan entre los principales de la iglesia que gusta darse el nombre de "La Iglesia Cristiana Progresista".
Ningún hombre puede favorecer ni sostener esta sociedad sin hacerse responsable por todos los males que resultan de sus partidas de la verdad (Apoc. 2:18,19).
LAS SOCIEDADES SON CAUSA DE DIVISIÓN. Muchas iglesias han sido divididas sobre esto de las sociedades. Aun entre sus defensores hay ahora grande división sobre el plan de acción de los que tienen el control. Por eso tenemos ahora una causa de división que no existía en los días de los apóstoles. Los que introdujeron las sociedades y los que las favorecen y sostienen son responsables por esta nueva causa de división. Sus defensores no están "solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz" (Ef. 4:3), pero están solícitos a propagar las pretensiones de la sociedad, aun hasta el punto de romper la paz entre las iglesias. Ellos ignoran y pisotean el ruego moribundo del Señor de "que todos sean uno" (Juan 17:21).
LA SOCIEDAD LE ROBA A DIOS. La sociedad no es la iglesia. Es una institución organizada por el hombre para hacer la obra entregada a la iglesia. Tiene su constitución y estatutos hechos por el hombre. El hecho de que los miembros de la sociedad son miembros de la iglesia no hace que la sociedad sea la iglesia, ni parte alguna de la iglesia. Una turba puede castigar a un criminal; pero la turba no son los gallardos autorizados por la ley, aunque toda persona de la turba sea ciudadano de los Estados Unidos, y el hecho de que la turba haga la obra que los tribunales están organizados para ejecutar, no hace que sean legales sus acciones. La sociedad es una institución organizada por el hombre para hacer la obra entregada a la iglesia, y tales instituciones son organizaciones ilegítimas. La gloria que es reflejada en alguien como resultado de las operaciones de la sociedad, es reflejada en sus organizadores y sostenedores. Todo hombre es glorificado por la exitosa operación de sus proyectos o invenciones. Dios es glorificado en su propia institución. "A él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos" (Ef. 3:21).
B. LA BENEVOLENCIA. En la historia temprana de la iglesia en Jerusalén, los que tenían suficiencia daban liberalmente para ayudar a los necesitados. (Este tema es discutido en Sana Doctrina, Tomo II, pp. 99-101). Al principio los apóstoles tenían la responsabilidad de distribuir estos fondos, pero más tarde esta obra fue encomendada a otros (Hech. 4:36,37; 5:1,2; 6:1-6). Cuando los hermanos de Antioquía enviaron subsidio a los hermanos que habitaban en Judea, lo enviaron a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo (Hech. 11:27-30). Las iglesias, como iglesias, hicieron colectas para los pobres (1 Cor. 16:1,2; 2 Cor. 8). Estos medios fueron enviadas a Jerusalén por mensajeros seleccionados por las iglesias (2 Cor. 8:18,23). Cada iglesia seleccionó su propio mensajero, o mensajeros (1 Cor. 16:3,4).
LA RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL. El individuo cristiano está obligado a aliviar el sufrimiento según tenga oportunidad. "Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe" (Gál. 6:10).
TENER CUIDADO DE LOS SUYOS (1 TIM. 5:1-6). Pablo escribe sobre el cuidado de las viudas ancianas. Para poder recibir el socorro continuo de la iglesia, es necesario que la viuda llene ciertos requisitos (vv. 5-10). Pablo encarga en particular que los que tienen viudas de entre sus familiares cercanos deben sostenerlas, para que la iglesia pueda dedicar toda su benevolencia a los que dependan de ella totalmente (v. 16). El versículo 8 dice: "Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo". Este pasaje que muchas veces es interpretado mal para que se aplique al deber de uno de tener cuidado de su esposa e hijos, sencillamente propone el deber de todo cris-tiano de tener cuidado de las viudas necesitadas de entre sus familiares cercanos, y especialmente de las de su propia casa. Las viudas de su propia casa pueden ser su madre o su abuela. Se da por sentado que cualquier hombre tendrá cuidado de su propia esposa e hijos, pero tal vez no sentiría la misma responsabilidad concerniente a las viudas necesitadas de entre sus familiares cercanos. Si uno tiene una madre, o hermana, o cuñada, que es viuda sin nadie que la cuide, él está obligado a ayudarle, para que la iglesia, librada de ese cargo, pueda encargarse de las que no tienen quién les ayude. Si no lo hace, niega la fe y es peor que un incrédulo. Además, debe de estar avergonzado el hombre robusto que permite que la iglesia tenga cuidado de cualquiera de sus familiares cercanos. Los que no tienen cuidado de sus viudas deben de ser considerados por la iglesia como incrédulos. La viuda que en verdad es viuda y que ha de ser sostenida constantemente por la iglesia, aparte de otras características, tiene que hallarse completamente desamparada. En cuanto al asunto completo de ayudar a la gente, hay esto: no importan las circunstancias de la vida de uno, puede hallarse por un tiempo necesitado de ayuda, y es el deber de toda la iglesia ayudarle. El hombre que cayó en manos de ladrones, pudo haber sido rico, sin embargo se halló necesitado de ayuda por un tiempo (Lucas 10:30- 37).
C. LA EDIFICACIÓN. Edificar es levantar un edificio. La edificación, como se aplica al cristiano, se refiere al levantamiento de su carácter. Fueron dados hombres inspirados "a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo" (Ef. 4:11-16). "Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis" (1 Tes. 5:11). La iglesia de Corinto fue ricamente dotada de dones espirituales, y cuando ella se congregaba algunos parecían querer hacer ostentación de sus poderes. Esto causaba una confusión que Pablo trató de corregir. "Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia" (1 Cor. 14:12). "Hágase todo para edificación" (v. 26). Es, pues, el deber de toda la iglesia buscar edificarse en sus servicios públicos y en toda ocasión según haya oportunidad.
¿CÓMO SE EDIFICA LA IGLESIA?
1. POR MEDIO DE ASOCIACIÓN. Uno se edifica mucho cuando anda en compañía de gente de corazón afectuoso y del mismo parecer, y prosiguiendo al mismo blanco.
2. POR MEDIO DE ENSEÑANZA. Los ancianos deben de tomar la dirección de la enseñanza como de toda otra actividad de la congregación. No obstante, no deben ellos de hacer toda la obra de enseñar como tampoco deben hacer toda la demás obra. De hecho, dice Pablo que los que poseen dones espirituales que los habilitan para enseñar pueden todos profetizar, o enseñar (1 Cor. 14:31). Esto nos justifica en concluir que toda persona que tiene palabra de provecho para la iglesia debe de tener el privilegio de decirla. Muchos ancianos no se esfuerzan en prepararse para enseñar. Nadie puede impartir la información ni el celo que él mismo no posee. Algunas cuantas consabidas palabras tocante a la Cena del Señor, repetidas vez tras vez en el transcurso de los años, no edifican a nadie. Es deber de los ancianos cuidar de que algunos se desarrollen hasta llegar a ser maestros. Que nombren a alguno para que hable el próximo domingo; que tenga tiempo para preparar algo.
3. POR MEDIO DE HACER LA OBRA. Los que dirigen deben de tener a todo miembro ocupado en alguna clase de obra. Muchos cristianos se enfrían y perecen por causa de falta de ejercicio.
COOPERACIÓN ENTRE IGLESIAS
En los tiempos neotestamentarios las iglesias cooperaban por medio de mensajeros. Un mensajero es sencillamente uno que lleva un mensaje. No tiene autoridad delegada a él para ejecutar cosas por los que le envían, excepto la de entregar el mensaje confiado a él. Cuando entrega el mensaje y vuelve con la respuesta, si la hay, su obra de mensajero termina. Podría ser mensajero fiel aún sin saber la naturaleza del mensaje. Como mensajero no tiene derecho alguno de hacer planes, ni tratar con otro respecto a planes, ni en manera alguna comprometer a los que le envían. Un delegado es uno que es autorizado por el cuerpo que le envía a tratar en conjunción con los otros delegados en formular planes de acción que obliguen a todos los cuerpos representados. El cuerpo de delegados viene a ser cuerpo legislativo, toda iglesia representada en aquel cuerpo es obligada a cumplir con toda decisión adoptada. La iglesia del Nuevo Testamento nunca tuvo ningunos delegados-se enviaban mensajeros. El empleo que ellos hicieron de mensajeros se ilustra en la cooperación de las iglesias en ayudar a la iglesia de Jerusalén (2 Cor. 8:16-24; 9:2-5; 1 Cor. 16:3,4).
En tiempos neotestamentarios la ayuda mandada fue directa entre la iglesia y los ayudados. La iglesia en Antioquía mandó dinero directamente a la iglesia de Jerusalén [Nota del traductor Bill H. Reeves: El texto dice: "determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban EN JUDEA", ¡no en Jerusalén!] (Hech. 11:29,30). Más tarde, todas las iglesias que hicieron colectas para enviar a la iglesia en Jerusalén enviaron mensajeros para llevar las colectas directamente a los hermanos en Jerusalén (1 Cor. 16:3,4). La iglesia de Filipos envió ayuda directamente a Pablo, estando él en campo de labor (Fil. 1:3--7). Epafrodito fue el mensajero de ellos (Fil. 2:25).
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Temas para investigación y discusión:
1. Una iglesia modelo.
2. La relación entre la iglesia y Cristo.
3. La iglesia en Corinto.
4. La iglesia en Efeso.
5. Cosas pequeñas (Ezeq. 16:47; 1 Reyes 16:31).
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Preguntas:
1. ¿Qué son los sistemas eclesiásticos?
2. ¿Quién es la cabeza de la iglesia? Cítese pasaje.
3. ¿Cuál es la misión de la iglesia?
4. ¿Qué es el campo?
5. ¿Cuál es el orden natural respecto a lo de uno?
6. ¿Cuál fue el orden de los apóstoles en su obra evangelística?
7. ¿Qué causó la dispersión de la iglesia que estaba en Jerusalén? ¿Cuándo fue? Cítese.
8. ¿A quién envió esta iglesia? Cítese.
9. ¿En qué misión le envió? Cítese.
10. ¿A quiénes envió la iglesia de Antioquía? Cítese.
11. ¿A quiénes dieron un informe de su obra cuando volvieron? Cítese.
12. ¿Qué cosa causó la dificultad en la iglesia de Antioquía? Cítese pasaje.
13. ¿A quiénes envió a Jerusalén? Cítese pasaje.
14. ¿A quiénes fue mandada la respuesta de la iglesia de Jerusalén? Cítese pasaje.
15. ¿Quién estableció la iglesia en Filipos?
16. ¿En qué parte se narra el establecimiento de esta iglesia?
17. ¿Tenía esta iglesia comunión con Pablo? Dése el pasaje.
18. ¿Por qué se le llama "candelero" a una iglesia? 19. ¿En qué pasaje se llama así a una iglesia?
20. ¿En qué sentido es la iglesia la columna y el baluarte de la verdad? Dése el pasaje.
21. ¿Cuántas veces envió ayuda a Pablo la iglesia de Filipos?
22. ¿Qué está haciendo la iglesia de la cual es usted miembro para ser columna y baluarte de la verdad?
23. ¿Cuál fue la unidad de acción de las iglesias primitivas?
24. ¿Es la iglesia una institución misionera suficiente?
25. ¿Qué le parece a usted que organicen los hombres sociedades que hagan la obra de la iglesia? 26. ¿Podemos progresar más allá de la sabiduría del Espíritu Santo?
27. ¿Por qué organizan los hombres sociedades misioneras?
28. ¿Es la sociedad misionera un método de hacer obra misionera?
29. Los apóstoles no viajaron en tren. ¿Por qué se nos permite a nosotros?
30. ¿Qué es un método?
31. ¿Cuál es la diferencia entre la iglesia y las sociedades misioneras?
32. ¿En qué sentido se apartan del mandato apostólico los que organizan sociedades?
33. ¿En qué resulta una partida de la verdad?
34. ¿Cuáles acusaciones se lanzan contra los misioneros de la Sociedad Misionera Cristiana Unida?
35. ¿Quiénes las lanzan?
36. ¿Es la sociedad sierva de la iglesia?
37. ¿Es lícito dar apoyo a las sociedades?
38. ¿En qué sentido han dividido a las iglesias las sociedades?
39. ¿Cree usted que la iglesia está incapacitada para hacer la obra necesaria?
40. ¿Es la sociedad parte de la iglesia?
41. ¿Es la sociedad organización bíblica?
42. ¿Quién recibe la gloria por la obra hecha por la sociedad?
43. ¿A quién debemos de dar la gloria? ¿En Dónde? Cítese pasaje.
44. Relátese la benevolencia de la iglesia de Jerusalén.
45. ¿Qué es un mensajero?
46. ¿Qué es un delegado?
47. ¿Qué clase de viudas debe de sostener la iglesia?
48. ¿Quiénes son los de su casa?
49. ¿Qué se debe hacer con el que no tiene cuidado de los suyos?
50. Relátese lo del "buen samaritano". ¿En qué parte se narra?
51. ¿Qué significa "edificar"?
52. ¿Quiénes deben de edificar? ¿Cómo podemos edificar? ¿Procura usted con diligencia edificar?
53. ¿Deben de trabajar todos? ¿Qué está haciendo usted?
54. ¿Cuál es el deber del mensajero?
55. Dése ejemplo neotestamentario de mensajeros de la iglesia.
56. ¿Quién fue el mensajero de la iglesia de Filipos para Pablo? Dése el pasaje.
CÓMO LLEGAR A SER MIEMBRO DE LA IGLESIA
En las lecciones anteriores aprendimos cuándo fue establecida la iglesia y por qué debe uno ser miembro de la iglesia. Ahora venimos a aprender cómo llegar a ser miembro de la iglesia de Dios. Antes de dejar la tierra, Jesús declaró en la gran comisión los términos de admisión a la iglesia, o sea al reino.
LA GRAN COMISIÓN
MATEO 28:19,20: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo".
MARCOS 16:15,16: "Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado".
LUCAS 24:46,47: "Y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén".
Notemos las partes constitutivas en estos registros distintos.
Mateo: Hacer discípulos-bautizar en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo.
Marcos: Predicar-creer-bautizar-salvación.
Lucas: Predicar-arrepentimiento-remisión de pecados.
Tomando los varios elementos como se mencionan por cada evangelista, encontramos: Predicar-creer-arrepentirse-bautizarse-remisión de peca-dos.
De esta Gran Comisión y de los ejemplos bajo la predicación de los apóstoles aprendemos cómo las personas vinieron a ser miembros de la iglesia. En una lección anterior aprendimos que la iglesia tuvo su principio el primer día de Pentecostés después de la resurrección de Cristo. Jesús mandó a los apóstoles a quedarse en Jerusalén hasta ser investidos de poder de lo alto (Lucas 24:49) antes de comenzar a llevar a cabo la comisión. Esta poder vino el día de Pentecostés, el día en que fue establecida la iglesia (Hech. 2:1-4). Esto concuerda con los profetas (Is. 2:14; Miqueas 4:1,2). Las demostraciones maravillosas de aquel día atrajeron a la multitud (Hech. 2:1-14). Pedro, comprendiendo que había llegado el tiempo de operaciones bajo la Gran Comisión, procedió a predicar a la multitud.
EL SERMÓN DE PEDRO. Es notable que Pedro no usó de verdades triviales, o de teorías insignificantes, o de sociología, sino que se dirigió directamente al corazón de la gente con el hecho de que ellos eran pecadores condenados, y que el Jesús crucificado por ellos era el Señor y Cristo reinante. Se compungieron de corazón. Reconociendo su condición, indagaron sobre la ruta de escape. Puesto que Pedro no buscaba agradar a los hombres, sino salvarlos, les respondió al instante: "Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados" (Hechos 2). Se ve muy fácilmente que en este caso hay perfecta armonía con la Gran Comisión. Comisión: Predicar-creer-arrepentirse-bautizarse-remisión de pecados.
Primer Sermón: Predicar-creer arrepentirse-bautizarse-remisión de pecados. No piense nadie que con sólo un gesto de la mano pueda despedir este asunto o concluir que no es de ninguna importancia el sermón de Pedro, porque dijo Jesús:
LAS LLAVES DEL REINO. "Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos" (Mateo 16:19). Obsérvese que este sermón ató sobre la gente la necesidad de creer, arrepentirse y ser bautizados. Los que así obedecieran, iban a recibir la remisión de sus pecados. Además, recuérdese que las palabras dichas por Pedro no eran suyas de él, sino que, de hecho, eran las palabras del Espíritu Santo (Hech. 2:1-4). Si Pedro estuviera presente hoy, guiado por el Espíritu Santo, él daría la misma respuesta a los que le preguntaran que la que dio en aquél entonces.
¿LLEGARON ELLOS A SER MIEMBROS DE LA IGLESIA? Dice el texto: "Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas" (Hech. 2:41). Nadie duda que los que fueron bautizados así llegaron a ser miembros de la iglesia. Lucas se refiere a ellos como iglesia (Hechos 8:1). (Véase Sana Doctrina, Tomo I, pp. 97-123).
LOS SAMARITANOS
"Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo...Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito" (Hech. 8:5-13). En este relato de la obra de Felipe en la ciudad de Samaria, es bien claro que los procedimientos armonizan plenamente tanto con la Gran Comisión como con el primer sermón de Pedro predicado bajo esa Comisión. Felipe predicó el evangelio, hubo creyentes, y éstos fueron bautizados. El hecho de que se apartaron de la locura de Simón es prueba de que se arrepintieron (Véase Sana Doctrina, Tomo II., pp. 113-117).
LA CONVERSIÓN DEL EUNUCO
HECHOS 8:26-40. El señor dirigió a Felipe para que saliera de Samaria y se fuera al camino que descendía de Jerusalén a Gaza. Cuando Felipe llegó al lugar designado, vio a un etiope viajando hacia Gaza. Acercándose al carro según mandato del Espíritu, oyó al funcionario leyendo al profeta Isaías. Después de invitado por el hombre, Felipe subió y se sentó en el carro, "y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino". Como era de esperarse, hallamos en este caso de conversión la misma armonía con la Gran Comisión que en los otros: es decir, el evangelio fue predicado, el eunuco creyó y fue bautizado, y seguramente recibió la remisión de pecados.
LA CONVERSIÓN DE SAULO
HECHOS 9:19; 22:1-16; 26:12-18. Al leer estas referencias nos damos cuenta, entre otras cosas, de que Saulo iba en camino a Damasco con el fin de perseguir a la iglesia, de que le apareció el Señor en el camino, y de que Saulo fue mandado a irse a Damasco donde se le diría qué hacer. Hallamos que Pablo creyó. Esto se indica por su pregunta: "Señor, ¿Qué quieres que yo haga?" Su pronta obediencia revela su fe. Toda su vida subsecuente es prueba de su arrepentimiento. Ananías le dijo: Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre (Hechos 22:16). Este caso de conversión, como todos los demás, armoniza con la Gran Comisión.
LA CONVERSIÓN DE CORNELIO
HECHOS 10. Aunque Cornelio era de carácter muy excelente, no era hombre salvo, como lo revela el hecho de que fue instruido para hiciera venir a Pedro, quien le diría palabras por las cuales podría ser salvo (Hech. 11:14). También era hombre de oración, pero oraba para saber qué hacer. En contestación a sus oraciones, le fue mandado que hiciera venir a Pedro, quien le diría qué hacer. Habiendo llegado, Pedro halló a Cornelio y sus amigos congregados para oír todas las cosas que el Señor había mandado. Con esta confianza, Pedro les comenzó a predicar el evangelio. Creyeron (Hech. 15:7-9), se arrepintieron (Hech. 11:18), y fueron bautizados (Hech. 10:47,48). Se ve también que este caso, como se esperaba, armoniza con la Comisión.
LA CONVERSIÓN DE LIDIA
HECHOS 16:14,15. Pablo le predicó a ella, y el hecho de que estuvo atenta a lo predicado, y que fue bautizada, revela que creyó. No se dice en tantas y cuantas palabras que se arrepintió, pero nadie cree que Pablo hubiera bautizado a alguien que no se hubiera arrepentido. Esta conversión concuerda con la Comisión. Ella creyó, se arrepintió, se bautizó, y fue salva.
EL CARCELERO
HECHOS 16:19-34. A las cero horas de la medianoche Pablo predicó a este hombre; él creyó y fue bautizado, según la dirección de la Comisión, y ciertamente fue salvo. Siendo empleado de un gobierno pagano, era evidentemente pagano y sin conocimiento del Dios verdadero, sin embargo, aprendió bastante en el breve espacio de una hora para llegar a ser cristiano. Esto es debido al hecho de que deseó aprender la verdad, y que tuvo a Pablo, predicador del evangelio, para que le dijera qué hacer. Pablo no perdió tiempo inútilmente en sermonear o dar conferencias sobre temas populares del día, sino que predicó el evangelio; le dijo al hombre qué hacer para ser salvo. Dentro de la hora, el carcelero oyó, creyó, y fue bautizado.
LOS CORINTIOS
HECHOS, 18:1-8. La narración de esta conversión es breve. Pablo les predicó, "y muchos de los corintios oyendo creían, y eran bautizados". Esto también concuerda con los requisitos de la Comisión. Unos años después de su bautismo, les escribió Pablo una carta y se dirigió a ellos como "a la iglesia de Dios que está en Corinto" (1 Cor. 1:2). En la misma epístola dice: Os prediqué el evangelio "el cual también recibisteis" (1 Cor. 15:1). 1. Pablo predicó el evangelio a los corintios. 2. Ellos, "oyendo, creían y eran bautizados". 3. Luego Pablo se dirigió a ellos como a "la iglesia de Dios que está en Corinto" (1 Cor. 1:2). Si el evangelio se predica hoy y si la gente lo oye, cree y es bautizada, ¿no vendrán así a ser miembros de la iglesia de Dios? Si no, ¿porqué no? ¿Es usted miembro de la iglesia de Dios? Si una carta fuera dirigida a la iglesia de Dios en su pueblo, ¿Caería ella en manos de la que usted es miembro?
ALGUNAS OBSERVACIONES ADICIONALES
Por motivo de la grande confusión resultante de las varias teorías y prácticas tocante a este asunto de llegar a ser cristianos, o miembros de la iglesia, no creemos que esta lección estaría completa sin otras cuantas observaciones referentes a estas cuestiones. Si la gente estuviera contenta con ser sencillamente cristianos y con pertenecer tan sólo a la iglesia del Dios vivo, no existirían muchos de estos problemas molestos. En los días de los apóstoles, no había tal cosa como denominaciones. Los discípulos de Cristo de aquel entonces eran sencillamente cristianos.
CREDOS HUMANOS. En los días de los apóstoles a la gente no la molestaron los credos humanos, porque tales cosas no existían entonces. Esto siendo la verdad, ¿por qué debe uno ahora dejar que tales cosas le molesten, o por qué debe la gente suscribirse a ellos? Tenemos la Biblia, la inspirada Palabra de Dios, y no necesitamos otro guía. A los ojos de Jehová, ella basta para toda necesidad religiosa (2 Pedro 1:3; 2 Tim. 3:16,17; Juan 8:31,32; 12:48,49; Hech. 4:19,20; 5:27--29; Gál. 1:8; 1 Ped. 4:11; 2 Tim. 2:2; 1:13; Fil. 4:9; 2 Juan 9,10). A un credo que contenga menos que la Biblia le falta; y a uno que contenga más que la Biblia le sobra.
¿ES UNA IGLESIA TAN BUENA COMO LA OTRA? Hay un gran número de iglesias fundadas por hombres en el mundo, y posiblemente de éstas una es tan buena como la otra; pero seguramente nadie, si reverencia al Señor, cree que los hombres puedan edificar una iglesia tan buena como la edificada por el Señor. Si la gente en todas las iglesias es el pueblo de Dios, entonces dividirlo en muchas sectas distintas, o iglesias, es una violación positiva de la voluntad de Dios (1 Cor. 1:10-15; 3:1- 7; Ef. 4:3,4; Juan 17:20-21). En medio de la confusión sobre las muchas denominaciones de hoy, parece haberse olvidado que el Señor las reprueba a todas ellas. ¿Insiste usted en que hay gente buena en todas las iglesias? ¿Es la doctrina peculiar de toda denominación lo que la hace buena, o no es verdad que son buenas a pesar de las doctrinas peculiares que hacen que sean denominaciones? A veces se sugiere que en la parábola de la vid y los pámpanos (Juan 15) se enseña la lección de iglesias o denominaciones diferentes. En esta parábola declara Jesús que él es la vid y que los discípulos son los pámpanos. "El que en mí no permanece, dijo Cristo, será echado fuera como pámpano". Algunos creen que las siete iglesias de Asia (Apoc. capítulos 2 y 3) eran denominaciones. Éstas eran congregaciones locales en los pueblos mencionados.
PREDICACIÓN SENSACIONAL. El predicador sensacional busca excitar las emociones más bien que enseñar a la gente qué es ser cristianos. El excita a la gente. Los métodos empleados para persuadir a la gente a expresar algún deseo de ser salva, como por ejemplo firmar tarjetitas o nombrar a la iglesia de su preferencia, le parecen extraños al que lee y respeta el Nuevo Testamento. Bajo emoción alguna gente profesa creer en Cristo y es declarada salva por el pueblo, mientras que no ha obedecido al evangelio. Que compare el lector el proceso en las reuniones dirigidas por uno de estos evangelistas sensacionales con la narración de eventos de reuniones dirigidas por hombres inspirados, los cuales ha estado estudiando en esta lección, y vea qué distintos son sus métodos y predicación.
LA CONVERSIÓN. Frecuentemente, pensando que la conversión es alguna cosa mística que Dios envía sobre uno, la persona espera en lugar de hacer prontamente lo que Dios ha mandado. Cree que el pecador ha de ser del todo pasivo en esto y espera que Dios envíe de arriba el poder. Sin embargo, conversión significa volverse, y cuando alguno se vuelve del pecado a Dios, se convierte. La Versión Moderna, en Hech. 3:19 dice: "Arrepentíos pues, y volveos a Dios"; mientras que la Versión de Valera dice, "Arrepentíos y convertíos". Nótese, pues, que es deber del individuo arrepentirse y volverse; la responsabilidad de esto es de él. El puede y está obligado a volverse. Un hombre salvo es un hombre convertido. La idea mística de la conversión, como es afirmada por las denominaciones, nunca fue predicada por ningún hombre inspirado. En aquel entonces Cristo fue puesto delante de la gente en todo sermón; creyeron en él, se arrepintieron de sus pecados, fueron bautizados, y fueron salvos. Así se volvieron de Satanás a Dios. No hubo nada de misterio en esto, y nadie se quedaba esperando a que se le convirtiera, o se le salvara. No habría problema hoy si todos siguieran estos ejemplos inspirados.
EL RENACIMIENTO. Cristo le dijo a Nicodemo: "Os es necesario nacer de nuevo" (Juan 3:7-Versión Moderna). Este es lenguaje figurado. Pero cuando hombres inspirados dijeron a pecadores que inquirieron por la salvación qué hacer para ser salvos, nunca les dijeron que nacieran de nuevo. La gente no hubiera entendido lo que eso requería. Ignoraron toda expresión figurada y dijeron a la gente en términos sencillos qué hacer para ser salva. Cuando la gente preguntó el día de Pentecostés qué era necesario hacer, no les dijo Pedro que nacieran de nuevo sino que dijo en lenguaje sencillo: "Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados" (Hechos 2:38). Al hacer esto llegaron a ser hijos de Dios. Hacer estas cosas es nacer de nuevo y llegar a ser hijos de Dios. Pablo dice: "pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos" (Gál. 3:26,27).
SOBRE CONSEGUIR LA RELIGIÓN. En ciertas partes hay quienes hablan de "conseguir la religión". Sin embargo, no se halla tal idea o expresión en la Biblia. La religión de los judíos es mencionada (Hech. 26:5), pero era cosa qué creer y practicar, y no cosa qué conseguir. La palabra "religión" es aplicada una vez a la vida cristiana: "La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo" (Sant. 1:27). Así es que la religión pura y sin mácula consiste en ayudar a los necesitados y en guardarse sin mancha del mundo. Esto es una vida qué vivir, pero no una cosa qué conseguir. Un hombre no salvo, un hombre que es de este mundo, no puede hacer las cosas que Santiago llama en este pasaje la religión pura. Puede ayudar a los necesitados; pero no puede guardarse sin mancha del mundo por la simple razón de que él es parte del mundo. Puede salvarse del mundo, y luego ayudar a los necesitados y guardarse sin mancha del mundo, pero no puede "conseguir" lo que llama Santiago la religión pura. Una persona puede ser religiosa y a la vez no ser cristiano. Pablo tuvo que abandonar la religión de los judíos para llegar a ser cristiano. Todo pagano tiene que abandonar su religión para ser salvo. Después de salva, cualquier persona puede hacer las cosas que según Santiago constituyen la religión pura; pero no "consigue" uno el ayudar a los necesitados, ni "consigue" el guardarse sin mancha del mundo. Estas cosas se hacen. Si alguien "consigue" una religión, es religión de otra clase.
* * *
Temas para investigación y estudio:
1. ¿Qué es adoración vana?
2. Métodos de predicadores inspirados. 3. Discusión sobre la conversión delos del día de Pentecostés.
4. Felipe y su obra.
5. Pablo como predicador.
* * *
Preguntas:
1. ¿Cuándo fue establecida la iglesia? 2. Cítese de memoria la Gran Comisión. Dése referencia.
3. Dénse las partes constitutivas de cada narración de la Comisión.
4. ¿Dónde aprende uno cómo llegar a ser miembro de la iglesia?
5. ¿Por qué cosa habían los apóstoles de esperar en Jerusalén?
6. ¿Cuándo comenzaron a trabajar bajo la Gran Comisión?
7. ¿Qué era el tema central del sermón de Pedro?
8. Léase en voz alta ese sermón.
9. ¿Qué resultado tuvo ese sermón?
10. ¿Qué fue la contestación de Pedro a los que preguntaron? Cítese el pasaje.
11. ¿Armoniza esta contestación con la Gran Comisión?
12. ¿Qué son las llaves del reino?
13. ¿Qué significa la frase "atar y desatar"?
14. Muéstrese que los del día de Pentecostés llegaron a ser miembros de la iglesia.
15. ¿Por qué fue Felipe a Samaria?
16. ¿Qué predicó él? Cítese el pasaje.
17. ¿Qué resultado tuvo su predicación?
18. Dése prueba de que se arrepintieron.
19. ¿Por qué salió Felipe de Samaria?
20. ¿En qué dirección se fue? ¿A quién encontró y ¿Dónde?
21. Nárrese la historia del encuentro y la predicación.
22. Muéstrese que las cosas hechas armonizan con la Gran Comisión.
23. ¿Quién era Saulo?
24. ¿Qué carácter tenía?
25. ¿A dónde iba? ¿Para qué? ¿Experimentó él cambio de motivos?
26. ¿Quién lo encontró en el camino?
27. ¿Cuáles preguntas hizo Saulo? Cítense las preguntas y las respuestas.
28. ¿Quién le fue enviado en la ciudad?
29. ¿Qué le dijo Ananías que hiciera? Cítese.
30. Muéstrese que Saulo creyó y se arrepintió.
31. Muéstrese que las cosas hechas concuerdan con la Gran Comisión.
32. ¿Quién era Cornelio?
33. ¿Estaba salvo cuando le apareció un ángel? Cítese el pasaje.
34. Descríbanse la visita y el sermón de Pedro.
35. Muéstrese que la conversión de Cornelio armoniza con la Gran Comisión.
36. ¿Quién era Lidia?
37. ¿Dónde está Tiatira?
38. Descríbase su conversión.
39. ¿Dónde está Filipos?
40. ¿Cómo fueron tratados Pablo y Silas en Filipos?
41. ¿Cuáles eventos introdujeron la predicación al carcelero?
42. ¿Qué es un pagano?
43. ¿Qué pasó dentro de la hora?
44. ¿Qué hay de evidencia de que se arrepintió el carcelero?
45. ¿Dónde fue bautizado?
46. ¿Dónde está Corinto? ¿Cuál era la nacionalidad de los corintios?
47. ¿En qué parte se narra su conversión?
48. Nárrese la historia de su conversión.
49. ¿Qué prueba que ellos llegaron a ser miembros de la iglesia?
50. ¿Harán hoy las mismas cosas que uno sea miembro de la iglesia?
51. ¿Quién recibiría una carta dirigida a la "iglesia de Dios" en el pueblo suyo?
52. ¿Qué es un credo humano? ¿Quiénes los usan?
53. Pruébese que la Biblia es guía suficiente.
54. ¿Por qué no es tan buena una iglesia como la otra?
55. Si uno sigue las instrucciones de la Biblia, ¿a qué cosa será guiado?
56. Pruébese que la división es mala.
57. ¿Qué da principio a denominaciones?
58. ¿Qué simbolizan la vid y los pámpanos?
59. ¿Qué eran las siete iglesias de Asia?
60. ¿Dónde estaban?
61. Descríbanse los métodos de los predicadores sensacionales.
62. Muéstrese la diferencia entre su predicación y la de los apóstoles.
63. ¿Qué debe ser el objeto del predicador?
64. ¿Es activo o pasivo el pecador en la conversión?
65. Descríbanse los resultados de la predicación falsa.
66. ¿Qué es conversión?
67. Dése el proceso de la conversión.
68. Descríbase el renacimiento.
69. ¿Qué es la religión pura? ¿La conseguimos?
70. ¿Qué es religión vana?
CAPÍTULO CINCO
LA MISIÓN DE LA IGLESIA
Todo lector de la Biblia reconoce que Dios tiene una iglesia en el mundo, y todos concuerdan en que el hombre salvo es parte de la gran familia de Dios y miembro de lo que algunos gustan llamar la iglesia universal. Sin embargo, en tiempos neotestamentarios la congregación local era la unidad de acción. Cada congregación era organización separada y distinta (Hechos 14:23). No había ningún sistema eclesiástico por el cual trabajaran las iglesias. Ellas creían en el Señor y tenían las mismas miras y propósitos, pero no tenía una jurisdicción sobre la otra, ni erigieron sobre sí mismas sistemas eclesiásticos. El Señor Jesús era la cabeza sobre la iglesia (Ef. 1:22), y ella se inclinaba ante él (Fil. 2:9-11; Ef. 3:14).
LA MISIÓN DE LA IGLESIA LOCAL. La intención de Dios era que la iglesia fuera una agencia activa para llevar a cabo sus propósitos en el mundo. Parece que toda actividad de la iglesia se puede incluir bajo tres encabezados: convertir a pecadores, edificarse a sí misma, y socorrer a los necesitados.
A. CONVERTIR A PECADORES. En discutir este aspecto de la actividad de la iglesia, no es necesario hacer la distinción común entre labores locales y extranjeras. Según el Señor, "el campo es el mundo" (Mateo 13:38).
EL ORDEN NATURAL. Hay orden natural. Un cristiano se interesa primero en su familia, luego en sus prójimos, y después en los de lejos, "hasta lo último de la tierra" (Hechos 1:8). En este caso el orden natural es escriturístico. Es el deber de cada cristiano, y es su privilegio, de enseñar a la gente y convertir a pecadores. Quiere Dios que todo hijo suyo estudie para que dentro de un período razonable de tiempo pueda enseñar a otros. "Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios" (Heb. 5:12). Pero la magnitud de la obra demanda que toda la iglesia se esfuerce juntamente.
LA IGLESIA DE JERUSALÉN. Cuando fue esparcida la iglesia de Jerusalén (Hechos 8), cada uno hizo lo que pudo según sus propios recursos, bajo la providencia de Dios, para predicar el evangelio y establecer iglesias. Parece que algunos muy pronto regresaron a Jerusalén u otros fueron convertidos, porque en seguida leemos otra vez de la iglesia en Jerusalén (Hechos 9:26-31). Esta iglesia envió a Bernabé en misión especial a Antioquía (Hechos 11:22- 24). Siendo cristianos, por supuesto, no requerían que él llevará los gastos contingentes a la obra a la cual le enviaron.
LA IGLESIA DE ANTIOQUÍA. Dirigida por el Espíritu Santo, la iglesia en Antioquía envió a Pablo y a Bernabé a los campos de labor seleccionados por el Espíritu Santo (Hechos 13:13). Después de haber predicado en muchas ciudades regresaron a Antioquía, unieron la iglesia, y relataron su obra (Hechos 14:26,27). Estos predicadores fueron enviados por la iglesia y sus informes fueron rendidos a la iglesia. Cuando surgió una dificultad en la iglesia en Antio-quía, como resultado de maestros judaizantes, la iglesia envió a Pablo y a Bernabé a Jerusalén para tratar la cuestión, y la iglesia en Jerusalén dio su respuesta, bajo la dirección de los apóstoles, a la iglesia en Antioquía (Hechos 15:1-35).
EL SEGUNDO VIAJE MISIONERO DE PABLO (Hechos 15:36-41). Parece que Pablo y Bernabé hicieron este viaje de su propia iniciativa. Mientras que Pablo iba de viaje, la iglesia en Filipos le envió ayuda (Fil. 4:16). La iglesia en Filipos fue establecida por Pablo (Hechos 16), y tuvo comunión con él desde el primer día (Fil. 1:3-7), hasta cuando estuvo en prisión.
LA IGLESIA, UN CANDELERO. Las iglesias locales son llamadas candeleros (Apoc. 1:20). El candelero no tiene luz propia, sino que alza y sostiene lo que da luz. Ahora bien, es la palabra de Dios que da la luz. "La exposición de tus palabras alumbra" (Sal. 119:130). La iglesia como candelero es una figura impresionante. La iglesia, un cuerpo de seres humanos, no puede generar luz espiritual, pero sí puede ofrecer al mundo lo que alumbra, que es la palabra del Dios viviente. Por lo tanto, reconozcan las iglesias locales su impor-tancia como candeleros, y alcen la palabra, para que puedan ver los que se hallan en tinieblas.
SOSTENER AL PREDICADOR. En los días de los apóstoles muchas iglesias parecieron ignorar sus responsabilidades, pero la iglesia en Filipos se presenta como ejemplo resplandeciente de celo misionero y actividad. "En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad. No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades. No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta. Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios. Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús" (Fil. 4:10-19). Al alabarlos así, es claro que condena a aquellas iglesias que rehusaron tener comunión con él en la obra.
LA IGLESIA, COLUMNA Y BALUARTE DE LA VERDAD. "Para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad" (1 Tim. 3:15). La declaración de Pablo de que es la iglesia la columna y el baluarte de la verdad da énfasis al hecho de que la iglesia ha de alzar y sostener la verdad. Una iglesia sostiene la verdad al enseñarla y sostener a los que la predican.
LA SUFICIENCIA DE LA IGLESIA. Las consideraciones arriba presen-tadas afirman que la iglesia es suficiente para predicar el evangelio a todo el mundo. De hecho, mientras que las actividades de la iglesia estaban bajo la dirección de hombres inspirados, la iglesia era el único cuerpo por el cual se hacía obra misionera. No fue organizada ninguna sociedad misionera. No hay vestigio de ninguna clase de sistema eclesiástico en el Nuevo Testamento, ni de ninguna organización de iglesias para propósitos misioneros o cualesquiera otros propósitos. Si uno reclama que la iglesia como institución misionera no es suficiente para hacer la obra necesaria de predicar el evangelio, con ello critica la sabiduría de Dios.
LA LIBERTAD CRISTIANA. Se reclama que oponerse a la organización de sociedades es atentar en contra de las libertades que tenemos en Cristo. Las iglesias primitivas no tenían sociedades; ¿no tenían libertades en Cristo? En aquel entonces los hombres inspirados no organizaron sociedades. Sus acciones, pues, son prueba de que si vivieran hoy, no organizarían ninguna de ellas. Los defensores de las sociedades hablan mucho de ser "progresistas". ¿Creen ellos seriamente que el Espíritu Santo ha avanzado suficientemente en sabiduría que, si inspirara a hombres ahora, los dirigiera a organizar y a patrocinar sociedades? ¿Creen ellos que el Espíritu Santo, por medio de la luz brillante de esta época progresista, ya se ha adelantado suficiente en sabiduría para poder ver la ventaja de tales organizaciones, y para ver que sus planes antiguos, o falta de planes, fueron el resultado de ideas anticuadas que entretenía en tiempos primitivos? Tales pensamientos se acercan mucho a la blasfemia; sin embargo, en vista del hecho de que no había sociedades en aquel entonces y del hecho adicional de que los que las organizan ahora creen que son aprobados por el Espíritu Santo, ¿en qué otra manera se justifican a sí mismos?
LOS FERROCARRILES. Cuando ellos se enfrentan al argumento de que los apóstoles no organizaron sociedades, los defensores de la sociedad responden: "Tampoco caminaron en trenes, automóviles, ni barcos de vapor". ¡Seguro qué no! pero sí se aprovechaban de todos los medios de transportación disponibles. Esto constituye un precedente para nosotros. El organizar sociedades no tiene nada qué ver con métodos de viajar. La organización que envía a un misionero y los medios de transporte que él seleccione son dos cosas distintas. No hay controversia sobre la cuestión de medios de transporte. La sociedad envía a un misionero, y la iglesia a uno. Los dos pueden irse en el mismo vehículo al mismo campo; pero es claro el hecho de que uno fue enviado por la iglesia y el otro por una sociedad humana-uno enviado por una institución divina según ejemplo apostólico, y el otro por una institución de origen humano según la sabiduría humana. En esto consiste la diferencia.
"LA SOCIEDAD ES SOLAMENTE UN MEDIO". Se argumenta que la sociedad es solamente un medio de hacer la obra. Pero la sociedad no es medio en ningún sentido, sino institución. Una institución organizada para hacer cierta obra y el método por el cual la hace, son dos cosas distintas. Además, los mismos métodos usados por la sociedad pueden ser usados por la iglesia. ¿Es necesario que la iglesia dependa de individuos deseosos de ir para que haya misioneros? Así también es con la sociedad. Para reunir dinero, ¿es necesario que la iglesia dependa de ofrendas voluntarias? También depende de ellas la sociedad. Los misioneros de ambas instituciones tienen acceso a los mismos medios de transporte, y generalmente los usan, para irse al campo de labor. Los misioneros de ambos la sociedad y la iglesia tienen acceso al mismo medio de enseñanza-es decir, la palabra hablada y la página impresa. Las dos instituciones tienen acceso al mismo medio de transmitir los fondos. Los métodos son iguales; las instituciones son diferentes-la una humana, la otra divina.
LOS MALES DE LA SOCIEDAD. Aparte del hecho de que las sociedades no son bíblicas, y tal vez por causa de ese hecho, una grande serie de males ha salido de ellas. En la organización de estas sociedades hubo apostasía de la simplicidad de la enseñanza neotestamentaria, y cuando la gente apostata de la ley en un punto, es cuestión de tiempo hasta que ignore la ley en otros puntos. Una apostasía gradual del Nuevo Testamento siempre se manifiesta en los que defien-den las sociedades. Es verdad que algunos han levantado su voz en contra de los más radicales, pero han tenido poco éxito en detener el progreso de la apostasía. El espíritu de apostasía de la ley resulta al final en completa oposición a la ley.
"Jamás ladrón golpeado con cachiporra,
ante la ley, agradecido, se quitó la gorra".
Muchos defensores de las sociedades han llegado al punto de negar la divinidad de Cristo y la inspiración de las Escrituras. Conscientes de que la palabra de Dios se opuso a su propósito, nació en sus corazones una actitud de oposición a la ley. La Sociedad Misionera Cristiana Unida ha enviado a los campos de labores a hombres que se sabe que favorecen la recepción en la comunión de la iglesia a los que no han sido bautizados. El Sr. R. E. Elmore, en tiempos pasados miembro del Comité Ejecutivo de la Sociedad Misionera Cristiana Extranjera, la que ahora es la Sociedad Misionera Cristiana Unida, hace las siguientes acusaciones, basadas en el informe presentado por John T. Brown, miembro del Comité Ejecutivo de la Sociedad Misionera Cristiana Unida. El Sr. Brown hizo una investigación personal en los campos extranjeros.
LOS CARGOS
"1. Algunos misioneros empleados por la sociedad han favorecido la práctica de membresía abierta en los campos, y todavía aprueban esta práctica.
"2. Algunos misioneros de la sociedad han practicado la membresía abierta en los campos, y probablemente la practican todavía.
"3. Algunos misioneros de la Sociedad Unida están dispuestos a practicar el rociamiento por el bautismo cristiano.
"4. Un misionero, cuando menos, de la sociedad rociaría a infantes.
"5. Algunos misioneros de la sociedad practican la invención de hombres conocida como la dedicación de infantes.
"6. Algunos misioneros de la sociedad tienen a las iglesias votando en cuanto a candidatos para la salvación.
"7. Algunos misioneros de la sociedad tienen a miembros no sumergidos elegidos para oficios de juntas de la iglesia, sirviendo como ancianos y diáconos.
"8. Algunos misioneros de la sociedad practican la 'probación'-es decir, que impiden a algunos indígenas que obedezcan al evangelio, y los privan de llegar a ser miembros de la iglesia, algunos candidatos quedándose en la lista de espera hasta un año o más.
"9. Algunos misioneros de la sociedad emplean a evangelistas y ministros indígenas que no han sido sumergidos.
"10. Algunos misioneros de la sociedad favorecen la sujeción de las iglesias locales a un supergobierno, una asociación distinta que 'determina la dirección de la iglesia de su distrito tocante a la recepción de miembros, la ordenación de ministros, y la superintendencia general.'
"11. Algunos misioneros de la sociedad, enseñando en las escuelas interdenominacionales, son racionalistas, concerniente a uno de los cuales dice el Dr. Allen Hutcheson: 'El hizo todo lo bíblico a un lado, desde Dios hasta el nacimiento virginal' (de Jesús).
"12. Algunos misioneros de la sociedad han usado de fraude y por lo tanto no son dignos de la confianza de la iglesia en general". Christian Standard, 30 de dic., de 1922, pág. 22.
Escribiendo en el periódico Christian Standard, 27 de enero de 1923, dice el Sr. Z. T. Sweeney: "No hay dónde detenerse en el camino de la apostasía. Cuando uno comienza a negar la fe, generalmente termina negándola completamente".
Estas cosas son sabidas por la Junta de Directores de la Sociedad Misionera Cristiana Unida, sin embargo continúan sosteniendo a estos misioneros en los campos y piden a las iglesias que los ayuden. La sociedad no es sierva de la iglesia, sino que las iglesias han llegado a ser siervas de la sociedad. Los directores de esta sociedad se hallan entre los principales de la iglesia que gusta darse el nombre de "La Iglesia Cristiana Progresista".
Ningún hombre puede favorecer ni sostener esta sociedad sin hacerse responsable por todos los males que resultan de sus partidas de la verdad (Apoc. 2:18,19).
LAS SOCIEDADES SON CAUSA DE DIVISIÓN. Muchas iglesias han sido divididas sobre esto de las sociedades. Aun entre sus defensores hay ahora grande división sobre el plan de acción de los que tienen el control. Por eso tenemos ahora una causa de división que no existía en los días de los apóstoles. Los que introdujeron las sociedades y los que las favorecen y sostienen son responsables por esta nueva causa de división. Sus defensores no están "solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz" (Ef. 4:3), pero están solícitos a propagar las pretensiones de la sociedad, aun hasta el punto de romper la paz entre las iglesias. Ellos ignoran y pisotean el ruego moribundo del Señor de "que todos sean uno" (Juan 17:21).
LA SOCIEDAD LE ROBA A DIOS. La sociedad no es la iglesia. Es una institución organizada por el hombre para hacer la obra entregada a la iglesia. Tiene su constitución y estatutos hechos por el hombre. El hecho de que los miembros de la sociedad son miembros de la iglesia no hace que la sociedad sea la iglesia, ni parte alguna de la iglesia. Una turba puede castigar a un criminal; pero la turba no son los gallardos autorizados por la ley, aunque toda persona de la turba sea ciudadano de los Estados Unidos, y el hecho de que la turba haga la obra que los tribunales están organizados para ejecutar, no hace que sean legales sus acciones. La sociedad es una institución organizada por el hombre para hacer la obra entregada a la iglesia, y tales instituciones son organizaciones ilegítimas. La gloria que es reflejada en alguien como resultado de las operaciones de la sociedad, es reflejada en sus organizadores y sostenedores. Todo hombre es glorificado por la exitosa operación de sus proyectos o invenciones. Dios es glorificado en su propia institución. "A él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos" (Ef. 3:21).
B. LA BENEVOLENCIA. En la historia temprana de la iglesia en Jerusalén, los que tenían suficiencia daban liberalmente para ayudar a los necesitados. (Este tema es discutido en Sana Doctrina, Tomo II, pp. 99-101). Al principio los apóstoles tenían la responsabilidad de distribuir estos fondos, pero más tarde esta obra fue encomendada a otros (Hech. 4:36,37; 5:1,2; 6:1-6). Cuando los hermanos de Antioquía enviaron subsidio a los hermanos que habitaban en Judea, lo enviaron a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo (Hech. 11:27-30). Las iglesias, como iglesias, hicieron colectas para los pobres (1 Cor. 16:1,2; 2 Cor. 8). Estos medios fueron enviadas a Jerusalén por mensajeros seleccionados por las iglesias (2 Cor. 8:18,23). Cada iglesia seleccionó su propio mensajero, o mensajeros (1 Cor. 16:3,4).
LA RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL. El individuo cristiano está obligado a aliviar el sufrimiento según tenga oportunidad. "Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe" (Gál. 6:10).
TENER CUIDADO DE LOS SUYOS (1 TIM. 5:1-6). Pablo escribe sobre el cuidado de las viudas ancianas. Para poder recibir el socorro continuo de la iglesia, es necesario que la viuda llene ciertos requisitos (vv. 5-10). Pablo encarga en particular que los que tienen viudas de entre sus familiares cercanos deben sostenerlas, para que la iglesia pueda dedicar toda su benevolencia a los que dependan de ella totalmente (v. 16). El versículo 8 dice: "Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo". Este pasaje que muchas veces es interpretado mal para que se aplique al deber de uno de tener cuidado de su esposa e hijos, sencillamente propone el deber de todo cris-tiano de tener cuidado de las viudas necesitadas de entre sus familiares cercanos, y especialmente de las de su propia casa. Las viudas de su propia casa pueden ser su madre o su abuela. Se da por sentado que cualquier hombre tendrá cuidado de su propia esposa e hijos, pero tal vez no sentiría la misma responsabilidad concerniente a las viudas necesitadas de entre sus familiares cercanos. Si uno tiene una madre, o hermana, o cuñada, que es viuda sin nadie que la cuide, él está obligado a ayudarle, para que la iglesia, librada de ese cargo, pueda encargarse de las que no tienen quién les ayude. Si no lo hace, niega la fe y es peor que un incrédulo. Además, debe de estar avergonzado el hombre robusto que permite que la iglesia tenga cuidado de cualquiera de sus familiares cercanos. Los que no tienen cuidado de sus viudas deben de ser considerados por la iglesia como incrédulos. La viuda que en verdad es viuda y que ha de ser sostenida constantemente por la iglesia, aparte de otras características, tiene que hallarse completamente desamparada. En cuanto al asunto completo de ayudar a la gente, hay esto: no importan las circunstancias de la vida de uno, puede hallarse por un tiempo necesitado de ayuda, y es el deber de toda la iglesia ayudarle. El hombre que cayó en manos de ladrones, pudo haber sido rico, sin embargo se halló necesitado de ayuda por un tiempo (Lucas 10:30- 37).
C. LA EDIFICACIÓN. Edificar es levantar un edificio. La edificación, como se aplica al cristiano, se refiere al levantamiento de su carácter. Fueron dados hombres inspirados "a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo" (Ef. 4:11-16). "Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis" (1 Tes. 5:11). La iglesia de Corinto fue ricamente dotada de dones espirituales, y cuando ella se congregaba algunos parecían querer hacer ostentación de sus poderes. Esto causaba una confusión que Pablo trató de corregir. "Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia" (1 Cor. 14:12). "Hágase todo para edificación" (v. 26). Es, pues, el deber de toda la iglesia buscar edificarse en sus servicios públicos y en toda ocasión según haya oportunidad.
¿CÓMO SE EDIFICA LA IGLESIA?
1. POR MEDIO DE ASOCIACIÓN. Uno se edifica mucho cuando anda en compañía de gente de corazón afectuoso y del mismo parecer, y prosiguiendo al mismo blanco.
2. POR MEDIO DE ENSEÑANZA. Los ancianos deben de tomar la dirección de la enseñanza como de toda otra actividad de la congregación. No obstante, no deben ellos de hacer toda la obra de enseñar como tampoco deben hacer toda la demás obra. De hecho, dice Pablo que los que poseen dones espirituales que los habilitan para enseñar pueden todos profetizar, o enseñar (1 Cor. 14:31). Esto nos justifica en concluir que toda persona que tiene palabra de provecho para la iglesia debe de tener el privilegio de decirla. Muchos ancianos no se esfuerzan en prepararse para enseñar. Nadie puede impartir la información ni el celo que él mismo no posee. Algunas cuantas consabidas palabras tocante a la Cena del Señor, repetidas vez tras vez en el transcurso de los años, no edifican a nadie. Es deber de los ancianos cuidar de que algunos se desarrollen hasta llegar a ser maestros. Que nombren a alguno para que hable el próximo domingo; que tenga tiempo para preparar algo.
3. POR MEDIO DE HACER LA OBRA. Los que dirigen deben de tener a todo miembro ocupado en alguna clase de obra. Muchos cristianos se enfrían y perecen por causa de falta de ejercicio.
COOPERACIÓN ENTRE IGLESIAS
En los tiempos neotestamentarios las iglesias cooperaban por medio de mensajeros. Un mensajero es sencillamente uno que lleva un mensaje. No tiene autoridad delegada a él para ejecutar cosas por los que le envían, excepto la de entregar el mensaje confiado a él. Cuando entrega el mensaje y vuelve con la respuesta, si la hay, su obra de mensajero termina. Podría ser mensajero fiel aún sin saber la naturaleza del mensaje. Como mensajero no tiene derecho alguno de hacer planes, ni tratar con otro respecto a planes, ni en manera alguna comprometer a los que le envían. Un delegado es uno que es autorizado por el cuerpo que le envía a tratar en conjunción con los otros delegados en formular planes de acción que obliguen a todos los cuerpos representados. El cuerpo de delegados viene a ser cuerpo legislativo, toda iglesia representada en aquel cuerpo es obligada a cumplir con toda decisión adoptada. La iglesia del Nuevo Testamento nunca tuvo ningunos delegados-se enviaban mensajeros. El empleo que ellos hicieron de mensajeros se ilustra en la cooperación de las iglesias en ayudar a la iglesia de Jerusalén (2 Cor. 8:16-24; 9:2-5; 1 Cor. 16:3,4).
En tiempos neotestamentarios la ayuda mandada fue directa entre la iglesia y los ayudados. La iglesia en Antioquía mandó dinero directamente a la iglesia de Jerusalén [Nota del traductor Bill H. Reeves: El texto dice: "determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban EN JUDEA", ¡no en Jerusalén!] (Hech. 11:29,30). Más tarde, todas las iglesias que hicieron colectas para enviar a la iglesia en Jerusalén enviaron mensajeros para llevar las colectas directamente a los hermanos en Jerusalén (1 Cor. 16:3,4). La iglesia de Filipos envió ayuda directamente a Pablo, estando él en campo de labor (Fil. 1:3--7). Epafrodito fue el mensajero de ellos (Fil. 2:25).
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Temas para investigación y discusión:
1. Una iglesia modelo.
2. La relación entre la iglesia y Cristo.
3. La iglesia en Corinto.
4. La iglesia en Efeso.
5. Cosas pequeñas (Ezeq. 16:47; 1 Reyes 16:31).
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Preguntas:
1. ¿Qué son los sistemas eclesiásticos?
2. ¿Quién es la cabeza de la iglesia? Cítese pasaje.
3. ¿Cuál es la misión de la iglesia?
4. ¿Qué es el campo?
5. ¿Cuál es el orden natural respecto a lo de uno?
6. ¿Cuál fue el orden de los apóstoles en su obra evangelística?
7. ¿Qué causó la dispersión de la iglesia que estaba en Jerusalén? ¿Cuándo fue? Cítese.
8. ¿A quién envió esta iglesia? Cítese.
9. ¿En qué misión le envió? Cítese.
10. ¿A quiénes envió la iglesia de Antioquía? Cítese.
11. ¿A quiénes dieron un informe de su obra cuando volvieron? Cítese.
12. ¿Qué cosa causó la dificultad en la iglesia de Antioquía? Cítese pasaje.
13. ¿A quiénes envió a Jerusalén? Cítese pasaje.
14. ¿A quiénes fue mandada la respuesta de la iglesia de Jerusalén? Cítese pasaje.
15. ¿Quién estableció la iglesia en Filipos?
16. ¿En qué parte se narra el establecimiento de esta iglesia?
17. ¿Tenía esta iglesia comunión con Pablo? Dése el pasaje.
18. ¿Por qué se le llama "candelero" a una iglesia? 19. ¿En qué pasaje se llama así a una iglesia?
20. ¿En qué sentido es la iglesia la columna y el baluarte de la verdad? Dése el pasaje.
21. ¿Cuántas veces envió ayuda a Pablo la iglesia de Filipos?
22. ¿Qué está haciendo la iglesia de la cual es usted miembro para ser columna y baluarte de la verdad?
23. ¿Cuál fue la unidad de acción de las iglesias primitivas?
24. ¿Es la iglesia una institución misionera suficiente?
25. ¿Qué le parece a usted que organicen los hombres sociedades que hagan la obra de la iglesia? 26. ¿Podemos progresar más allá de la sabiduría del Espíritu Santo?
27. ¿Por qué organizan los hombres sociedades misioneras?
28. ¿Es la sociedad misionera un método de hacer obra misionera?
29. Los apóstoles no viajaron en tren. ¿Por qué se nos permite a nosotros?
30. ¿Qué es un método?
31. ¿Cuál es la diferencia entre la iglesia y las sociedades misioneras?
32. ¿En qué sentido se apartan del mandato apostólico los que organizan sociedades?
33. ¿En qué resulta una partida de la verdad?
34. ¿Cuáles acusaciones se lanzan contra los misioneros de la Sociedad Misionera Cristiana Unida?
35. ¿Quiénes las lanzan?
36. ¿Es la sociedad sierva de la iglesia?
37. ¿Es lícito dar apoyo a las sociedades?
38. ¿En qué sentido han dividido a las iglesias las sociedades?
39. ¿Cree usted que la iglesia está incapacitada para hacer la obra necesaria?
40. ¿Es la sociedad parte de la iglesia?
41. ¿Es la sociedad organización bíblica?
42. ¿Quién recibe la gloria por la obra hecha por la sociedad?
43. ¿A quién debemos de dar la gloria? ¿En Dónde? Cítese pasaje.
44. Relátese la benevolencia de la iglesia de Jerusalén.
45. ¿Qué es un mensajero?
46. ¿Qué es un delegado?
47. ¿Qué clase de viudas debe de sostener la iglesia?
48. ¿Quiénes son los de su casa?
49. ¿Qué se debe hacer con el que no tiene cuidado de los suyos?
50. Relátese lo del "buen samaritano". ¿En qué parte se narra?
51. ¿Qué significa "edificar"?
52. ¿Quiénes deben de edificar? ¿Cómo podemos edificar? ¿Procura usted con diligencia edificar?
53. ¿Deben de trabajar todos? ¿Qué está haciendo usted?
54. ¿Cuál es el deber del mensajero?
55. Dése ejemplo neotestamentario de mensajeros de la iglesia.
56. ¿Quién fue el mensajero de la iglesia de Filipos para Pablo? Dése el pasaje.
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