CAPITULO NUEVE
Todo lector de la Biblia reconoce que Dios tiene una iglesia en el mundo, y todos concuerdan en que el hombre salvo es parte de la gran familia de Dios y miembro de lo que algunos gustan llamar la iglesia universal. Sin embargo, en tiempos neotestamentarios la congregación local era la unidad de acción. Cada congregación era organización separada y distinta (Hechos 14:23). No había ningún sistema eclesiástico por el cual trabajaran las iglesias. Ellas creían en el Señor y tenían las mismas miras y propósitos, pero no tenía una jurisdicción sobre la otra, ni erigieron sobre sí mismas sistemas eclesiásticos. El Señor Jesús era la cabeza sobre la iglesia (Ef. 1:22), y ella se inclinaba ante él (Fil. 2:9-11; Ef. 3:14).
LA MISIÓN DE LA IGLESIA LOCAL. La intención de Dios era que la iglesia fuera una agencia activa para llevar a cabo sus propósitos en el mundo. Parece que toda actividad de la iglesia se puede incluir bajo tres encabezados: convertir a pecadores, edificarse a sí misma, y socorrer a los necesitados.
A. CONVERTIR A PECADORES. En discutir este aspecto de la actividad de la iglesia, no es necesario hacer la distinción común entre labores locales y extranjeras. Según el Señor, "el campo es el mundo" (Mateo 13:38).
EL ORDEN NATURAL. Hay orden natural. Un cristiano se interesa primero en su familia, luego en sus prójimos, y después en los de lejos, "hasta lo último de la tierra" (Hechos 1:8). En este caso el orden natural es escriturístico. Es el deber de cada cristiano, y es su privilegio, de enseñar a la gente y convertir a pecadores. Quiere Dios que todo hijo suyo estudie para que dentro de un período razonable de tiempo pueda enseñar a otros. "Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios" (Heb. 5:12). Pero la magnitud de la obra demanda que toda la iglesia se esfuerce juntamente.
LA IGLESIA DE JERUSALÉN. Cuando fue esparcida la iglesia de Jerusalén (Hechos 8), cada uno hizo lo que pudo según sus propios recursos, bajo la providencia de Dios, para predicar el evangelio y establecer iglesias. Parece que algunos muy pronto regresaron a Jerusalén u otros fueron convertidos, porque en seguida leemos otra vez de la iglesia en Jerusalén (Hechos 9:26-31). Esta iglesia envió a Bernabé en misión especial a Antioquía (Hechos 11:22- 24). Siendo cristianos, por supuesto, no requerían que él llevará los gastos contingentes a la obra a la cual le enviaron.
LA IGLESIA DE ANTIOQUÍA. Dirigida por el Espíritu Santo, la iglesia en Antioquía envió a Pablo y a Bernabé a los campos de labor seleccionados por el Espíritu Santo (Hechos 13:13). Después de haber predicado en muchas ciudades regresaron a Antioquía, unieron la iglesia, y relataron su obra (Hechos 14:26,27). Estos predicadores fueron enviados por la iglesia y sus informes fueron rendidos a la iglesia. Cuando surgió una dificultad en la iglesia en Antio-quía, como resultado de maestros judaizantes, la iglesia envió a Pablo y a Bernabé a Jerusalén para tratar la cuestión, y la iglesia en Jerusalén dio su respuesta, bajo la dirección de los apóstoles, a la iglesia en Antioquía (Hechos 15:1-35).
EL SEGUNDO VIAJE MISIONERO DE PABLO (Hechos 15:36-41). Parece que Pablo y Bernabé hicieron este viaje de su propia iniciativa. Mientras que Pablo iba de viaje, la iglesia en Filipos le envió ayuda (Fil. 4:16). La iglesia en Filipos fue establecida por Pablo (Hechos 16), y tuvo comunión con él desde el primer día (Fil. 1:3-7), hasta cuando estuvo en prisión.
LA IGLESIA, UN CANDELERO. Las iglesias locales son llamadas candeleros (Apoc. 1:20). El candelero no tiene luz propia, sino que alza y sostiene lo que da luz. Ahora bien, es la palabra de Dios que da la luz. "La exposición de tus palabras alumbra" (Sal. 119:130). La iglesia como candelero es una figura impresionante. La iglesia, un cuerpo de seres humanos, no puede generar luz espiritual, pero sí puede ofrecer al mundo lo que alumbra, que es la palabra del Dios viviente. Por lo tanto, reconozcan las iglesias locales su impor-tancia como candeleros, y alcen la palabra, para que puedan ver los que se hallan en tinieblas.
SOSTENER AL PREDICADOR. En los días de los apóstoles muchas iglesias parecieron ignorar sus responsabilidades, pero la iglesia en Filipos se presenta como ejemplo resplandeciente de celo misionero y actividad. "En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad. No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades. No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta. Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios. Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús" (Fil. 4:10-19). Al alabarlos así, es claro que condena a aquellas iglesias que rehusaron tener comunión con él en la obra.
LA IGLESIA, COLUMNA Y BALUARTE DE LA VERDAD. "Para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad" (1 Tim. 3:15). La declaración de Pablo de que es la iglesia la columna y el baluarte de la verdad da énfasis al hecho de que la iglesia ha de alzar y sostener la verdad. Una iglesia sostiene la verdad al enseñarla y sostener a los que la predican.
LA SUFICIENCIA DE LA IGLESIA. Las consideraciones arriba presen-tadas afirman que la iglesia es suficiente para predicar el evangelio a todo el mundo. De hecho, mientras que las actividades de la iglesia estaban bajo la dirección de hombres inspirados, la iglesia era el único cuerpo por el cual se hacía obra misionera. No fue organizada ninguna sociedad misionera. No hay vestigio de ninguna clase de sistema eclesiástico en el Nuevo Testamento, ni de ninguna organización de iglesias para propósitos misioneros o cualesquiera otros propósitos. Si uno reclama que la iglesia como institución misionera no es suficiente para hacer la obra necesaria de predicar el evangelio, con ello critica la sabiduría de Dios.
LA LIBERTAD CRISTIANA. Se reclama que oponerse a la organización de sociedades es atentar en contra de las libertades que tenemos en Cristo. Las iglesias primitivas no tenían sociedades; ¿no tenían libertades en Cristo? En aquel entonces los hombres inspirados no organizaron sociedades. Sus acciones, pues, son prueba de que si vivieran hoy, no organizarían ninguna de ellas. Los defensores de las sociedades hablan mucho de ser "progresistas". ¿Creen ellos seriamente que el Espíritu Santo ha avanzado suficientemente en sabiduría que, si inspirara a hombres ahora, los dirigiera a organizar y a patrocinar sociedades? ¿Creen ellos que el Espíritu Santo, por medio de la luz brillante de esta época progresista, ya se ha adelantado suficiente en sabiduría para poder ver la ventaja de tales organizaciones, y para ver que sus planes antiguos, o falta de planes, fueron el resultado de ideas anticuadas que entretenía en tiempos primitivos? Tales pensamientos se acercan mucho a la blasfemia; sin embargo, en vista del hecho de que no había sociedades en aquel entonces y del hecho adicional de que los que las organizan ahora creen que son aprobados por el Espíritu Santo, ¿en qué otra manera se justifican a sí mismos?
LOS FERROCARRILES. Cuando ellos se enfrentan al argumento de que los apóstoles no organizaron sociedades, los defensores de la sociedad responden: "Tampoco caminaron en trenes, automóviles, ni barcos de vapor". ¡Seguro qué no! pero sí se aprovechaban de todos los medios de transportación disponibles. Esto constituye un precedente para nosotros. El organizar sociedades no tiene nada qué ver con métodos de viajar. La organización que envía a un misionero y los medios de transporte que él seleccione son dos cosas distintas. No hay controversia sobre la cuestión de medios de transporte. La sociedad envía a un misionero, y la iglesia a uno. Los dos pueden irse en el mismo vehículo al mismo campo; pero es claro el hecho de que uno fue enviado por la iglesia y el otro por una sociedad humana-uno enviado por una institución divina según ejemplo apostólico, y el otro por una institución de origen humano según la sabiduría humana. En esto consiste la diferencia.
"LA SOCIEDAD ES SOLAMENTE UN MEDIO". Se argumenta que la sociedad es solamente un medio de hacer la obra. Pero la sociedad no es medio en ningún sentido, sino institución. Una institución organizada para hacer cierta obra y el método por el cual la hace, son dos cosas distintas. Además, los mismos métodos usados por la sociedad pueden ser usados por la iglesia. ¿Es necesario que la iglesia dependa de individuos deseosos de ir para que haya misioneros? Así también es con la sociedad. Para reunir dinero, ¿es necesario que la iglesia dependa de ofrendas voluntarias? También depende de ellas la sociedad. Los misioneros de ambas instituciones tienen acceso a los mismos medios de transporte, y generalmente los usan, para irse al campo de labor. Los misioneros de ambos la sociedad y la iglesia tienen acceso al mismo medio de enseñanza-es decir, la palabra hablada y la página impresa. Las dos instituciones tienen acceso al mismo medio de transmitir los fondos. Los métodos son iguales; las instituciones son diferentes-la una humana, la otra divina.
LOS MALES DE LA SOCIEDAD. Aparte del hecho de que las sociedades no son bíblicas, y tal vez por causa de ese hecho, una grande serie de males ha salido de ellas. En la organización de estas sociedades hubo apostasía de la simplicidad de la enseñanza neotestamentaria, y cuando la gente apostata de la ley en un punto, es cuestión de tiempo hasta que ignore la ley en otros puntos. Una apostasía gradual del Nuevo Testamento siempre se manifiesta en los que defien-den las sociedades. Es verdad que algunos han levantado su voz en contra de los más radicales, pero han tenido poco éxito en detener el progreso de la apostasía. El espíritu de apostasía de la ley resulta al final en completa oposición a la ley.
"Jamás ladrón golpeado con cachiporra,
ante la ley, agradecido, se quitó la gorra".
Muchos defensores de las sociedades han llegado al punto de negar la divinidad de Cristo y la inspiración de las Escrituras. Conscientes de que la palabra de Dios se opuso a su propósito, nació en sus corazones una actitud de oposición a la ley. La Sociedad Misionera Cristiana Unida ha enviado a los campos de labores a hombres que se sabe que favorecen la recepción en la comunión de la iglesia a los que no han sido bautizados. El Sr. R. E. Elmore, en tiempos pasados miembro del Comité Ejecutivo de la Sociedad Misionera Cristiana Extranjera, la que ahora es la Sociedad Misionera Cristiana Unida, hace las siguientes acusaciones, basadas en el informe presentado por John T. Brown, miembro del Comité Ejecutivo de la Sociedad Misionera Cristiana Unida. El Sr. Brown hizo una investigación personal en los campos extranjeros.
LOS CARGOS
"1. Algunos misioneros empleados por la sociedad han favorecido la práctica de membresía abierta en los campos, y todavía aprueban esta práctica.
"2. Algunos misioneros de la sociedad han practicado la membresía abierta en los campos, y probablemente la practican todavía.
"3. Algunos misioneros de la Sociedad Unida están dispuestos a practicar el rociamiento por el bautismo cristiano.
"4. Un misionero, cuando menos, de la sociedad rociaría a infantes.
"5. Algunos misioneros de la sociedad practican la invención de hombres conocida como la dedicación de infantes.
"6. Algunos misioneros de la sociedad tienen a las iglesias votando en cuanto a candidatos para la salvación.
"7. Algunos misioneros de la sociedad tienen a miembros no sumergidos elegidos para oficios de juntas de la iglesia, sirviendo como ancianos y diáconos.
"8. Algunos misioneros de la sociedad practican la 'probación'-es decir, que impiden a algunos indígenas que obedezcan al evangelio, y los privan de llegar a ser miembros de la iglesia, algunos candidatos quedándose en la lista de espera hasta un año o más.
"9. Algunos misioneros de la sociedad emplean a evangelistas y ministros indígenas que no han sido sumergidos.
"10. Algunos misioneros de la sociedad favorecen la sujeción de las iglesias locales a un supergobierno, una asociación distinta que 'determina la dirección de la iglesia de su distrito tocante a la recepción de miembros, la ordenación de ministros, y la superintendencia general.'
"11. Algunos misioneros de la sociedad, enseñando en las escuelas interdenominacionales, son racionalistas, concerniente a uno de los cuales dice el Dr. Allen Hutcheson: 'El hizo todo lo bíblico a un lado, desde Dios hasta el nacimiento virginal' (de Jesús).
"12. Algunos misioneros de la sociedad han usado de fraude y por lo tanto no son dignos de la confianza de la iglesia en general". Christian Standard, 30 de dic., de 1922, pág. 22.
Escribiendo en el periódico Christian Standard, 27 de enero de 1923, dice el Sr. Z. T. Sweeney: "No hay dónde detenerse en el camino de la apostasía. Cuando uno comienza a negar la fe, generalmente termina negándola completamente".
Estas cosas son sabidas por la Junta de Directores de la Sociedad Misionera Cristiana Unida, sin embargo continúan sosteniendo a estos misioneros en los campos y piden a las iglesias que los ayuden. La sociedad no es sierva de la iglesia, sino que las iglesias han llegado a ser siervas de la sociedad. Los directores de esta sociedad se hallan entre los principales de la iglesia que gusta darse el nombre de "La Iglesia Cristiana Progresista".
Ningún hombre puede favorecer ni sostener esta sociedad sin hacerse responsable por todos los males que resultan de sus partidas de la verdad (Apoc. 2:18,19).
LAS SOCIEDADES SON CAUSA DE DIVISIÓN. Muchas iglesias han sido divididas sobre esto de las sociedades. Aun entre sus defensores hay ahora grande división sobre el plan de acción de los que tienen el control. Por eso tenemos ahora una causa de división que no existía en los días de los apóstoles. Los que introdujeron las sociedades y los que las favorecen y sostienen son responsables por esta nueva causa de división. Sus defensores no están "solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz" (Ef. 4:3), pero están solícitos a propagar las pretensiones de la sociedad, aun hasta el punto de romper la paz entre las iglesias. Ellos ignoran y pisotean el ruego moribundo del Señor de "que todos sean uno" (Juan 17:21).
LA SOCIEDAD LE ROBA A DIOS. La sociedad no es la iglesia. Es una institución organizada por el hombre para hacer la obra entregada a la iglesia. Tiene su constitución y estatutos hechos por el hombre. El hecho de que los miembros de la sociedad son miembros de la iglesia no hace que la sociedad sea la iglesia, ni parte alguna de la iglesia. Una turba puede castigar a un criminal; pero la turba no son los gallardos autorizados por la ley, aunque toda persona de la turba sea ciudadano de los Estados Unidos, y el hecho de que la turba haga la obra que los tribunales están organizados para ejecutar, no hace que sean legales sus acciones. La sociedad es una institución organizada por el hombre para hacer la obra entregada a la iglesia, y tales instituciones son organizaciones ilegítimas. La gloria que es reflejada en alguien como resultado de las operaciones de la sociedad, es reflejada en sus organizadores y sostenedores. Todo hombre es glorificado por la exitosa operación de sus proyectos o invenciones. Dios es glorificado en su propia institución. "A él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos" (Ef. 3:21).
B. LA BENEVOLENCIA. En la historia temprana de la iglesia en Jerusalén, los que tenían suficiencia daban liberalmente para ayudar a los necesitados. (Este tema es discutido en Sana Doctrina, Tomo II, pp. 99-101). Al principio los apóstoles tenían la responsabilidad de distribuir estos fondos, pero más tarde esta obra fue encomendada a otros (Hech. 4:36,37; 5:1,2; 6:1-6). Cuando los hermanos de Antioquía enviaron subsidio a los hermanos que habitaban en Judea, lo enviaron a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo (Hech. 11:27-30). Las iglesias, como iglesias, hicieron colectas para los pobres (1 Cor. 16:1,2; 2 Cor. 8). Estos medios fueron enviadas a Jerusalén por mensajeros seleccionados por las iglesias (2 Cor. 8:18,23). Cada iglesia seleccionó su propio mensajero, o mensajeros (1 Cor. 16:3,4).
LA RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL. El individuo cristiano está obligado a aliviar el sufrimiento según tenga oportunidad. "Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe" (Gál. 6:10).
TENER CUIDADO DE LOS SUYOS (1 TIM. 5:1-6). Pablo escribe sobre el cuidado de las viudas ancianas. Para poder recibir el socorro continuo de la iglesia, es necesario que la viuda llene ciertos requisitos (vv. 5-10). Pablo encarga en particular que los que tienen viudas de entre sus familiares cercanos deben sostenerlas, para que la iglesia pueda dedicar toda su benevolencia a los que dependan de ella totalmente (v. 16). El versículo 8 dice: "Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo". Este pasaje que muchas veces es interpretado mal para que se aplique al deber de uno de tener cuidado de su esposa e hijos, sencillamente propone el deber de todo cris-tiano de tener cuidado de las viudas necesitadas de entre sus familiares cercanos, y especialmente de las de su propia casa. Las viudas de su propia casa pueden ser su madre o su abuela. Se da por sentado que cualquier hombre tendrá cuidado de su propia esposa e hijos, pero tal vez no sentiría la misma responsabilidad concerniente a las viudas necesitadas de entre sus familiares cercanos. Si uno tiene una madre, o hermana, o cuñada, que es viuda sin nadie que la cuide, él está obligado a ayudarle, para que la iglesia, librada de ese cargo, pueda encargarse de las que no tienen quién les ayude. Si no lo hace, niega la fe y es peor que un incrédulo. Además, debe de estar avergonzado el hombre robusto que permite que la iglesia tenga cuidado de cualquiera de sus familiares cercanos. Los que no tienen cuidado de sus viudas deben de ser considerados por la iglesia como incrédulos. La viuda que en verdad es viuda y que ha de ser sostenida constantemente por la iglesia, aparte de otras características, tiene que hallarse completamente desamparada. En cuanto al asunto completo de ayudar a la gente, hay esto: no importan las circunstancias de la vida de uno, puede hallarse por un tiempo necesitado de ayuda, y es el deber de toda la iglesia ayudarle. El hombre que cayó en manos de ladrones, pudo haber sido rico, sin embargo se halló necesitado de ayuda por un tiempo (Lucas 10:30- 37).
C. LA EDIFICACIÓN. Edificar es levantar un edificio. La edificación, como se aplica al cristiano, se refiere al levantamiento de su carácter. Fueron dados hombres inspirados "a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo" (Ef. 4:11-16). "Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis" (1 Tes. 5:11). La iglesia de Corinto fue ricamente dotada de dones espirituales, y cuando ella se congregaba algunos parecían querer hacer ostentación de sus poderes. Esto causaba una confusión que Pablo trató de corregir. "Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia" (1 Cor. 14:12). "Hágase todo para edificación" (v. 26). Es, pues, el deber de toda la iglesia buscar edificarse en sus servicios públicos y en toda ocasión según haya oportunidad.
¿CÓMO SE EDIFICA LA IGLESIA?
1. POR MEDIO DE ASOCIACIÓN. Uno se edifica mucho cuando anda en compañía de gente de corazón afectuoso y del mismo parecer, y prosiguiendo al mismo blanco.
2. POR MEDIO DE ENSEÑANZA. Los ancianos deben de tomar la dirección de la enseñanza como de toda otra actividad de la congregación. No obstante, no deben ellos de hacer toda la obra de enseñar como tampoco deben hacer toda la demás obra. De hecho, dice Pablo que los que poseen dones espirituales que los habilitan para enseñar pueden todos profetizar, o enseñar (1 Cor. 14:31). Esto nos justifica en concluir que toda persona que tiene palabra de provecho para la iglesia debe de tener el privilegio de decirla. Muchos ancianos no se esfuerzan en prepararse para enseñar. Nadie puede impartir la información ni el celo que él mismo no posee. Algunas cuantas consabidas palabras tocante a la Cena del Señor, repetidas vez tras vez en el transcurso de los años, no edifican a nadie. Es deber de los ancianos cuidar de que algunos se desarrollen hasta llegar a ser maestros. Que nombren a alguno para que hable el próximo domingo; que tenga tiempo para preparar algo.
3. POR MEDIO DE HACER LA OBRA. Los que dirigen deben de tener a todo miembro ocupado en alguna clase de obra. Muchos cristianos se enfrían y perecen por causa de falta de ejercicio.
COOPERACIÓN ENTRE IGLESIAS
En los tiempos neotestamentarios las iglesias cooperaban por medio de mensajeros. Un mensajero es sencillamente uno que lleva un mensaje. No tiene autoridad delegada a él para ejecutar cosas por los que le envían, excepto la de entregar el mensaje confiado a él. Cuando entrega el mensaje y vuelve con la respuesta, si la hay, su obra de mensajero termina. Podría ser mensajero fiel aún sin saber la naturaleza del mensaje. Como mensajero no tiene derecho alguno de hacer planes, ni tratar con otro respecto a planes, ni en manera alguna comprometer a los que le envían. Un delegado es uno que es autorizado por el cuerpo que le envía a tratar en conjunción con los otros delegados en formular planes de acción que obliguen a todos los cuerpos representados. El cuerpo de delegados viene a ser cuerpo legislativo, toda iglesia representada en aquel cuerpo es obligada a cumplir con toda decisión adoptada. La iglesia del Nuevo Testamento nunca tuvo ningunos delegados-se enviaban mensajeros. El empleo que ellos hicieron de mensajeros se ilustra en la cooperación de las iglesias en ayudar a la iglesia de Jerusalén (2 Cor. 8:16-24; 9:2-5; 1 Cor. 16:3,4).
En tiempos neotestamentarios la ayuda mandada fue directa entre la iglesia y los ayudados. La iglesia en Antioquía mandó dinero directamente a la iglesia de Jerusalén [Nota del traductor Bill H. Reeves: El texto dice: "determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban EN JUDEA", ¡no en Jerusalén!] (Hech. 11:29,30). Más tarde, todas las iglesias que hicieron colectas para enviar a la iglesia en Jerusalén enviaron mensajeros para llevar las colectas directamente a los hermanos en Jerusalén (1 Cor. 16:3,4). La iglesia de Filipos envió ayuda directamente a Pablo, estando él en campo de labor (Fil. 1:3--7). Epafrodito fue el mensajero de ellos (Fil. 2:25).
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Temas para investigación y discusión:
1. Una iglesia modelo.
2. La relación entre la iglesia y Cristo.
3. La iglesia en Corinto.
4. La iglesia en Efeso.
5. Cosas pequeñas (Ezeq. 16:47; 1 Reyes 16:31).
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Preguntas:
1. ¿Qué son los sistemas eclesiásticos?
2. ¿Quién es la cabeza de la iglesia? Cítese pasaje.
3. ¿Cuál es la misión de la iglesia?
4. ¿Qué es el campo?
5. ¿Cuál es el orden natural respecto a lo de uno?
6. ¿Cuál fue el orden de los apóstoles en su obra evangelística?
7. ¿Qué causó la dispersión de la iglesia que estaba en Jerusalén? ¿Cuándo fue? Cítese.
8. ¿A quién envió esta iglesia? Cítese.
9. ¿En qué misión le envió? Cítese.
10. ¿A quiénes envió la iglesia de Antioquía? Cítese.
11. ¿A quiénes dieron un informe de su obra cuando volvieron? Cítese.
12. ¿Qué cosa causó la dificultad en la iglesia de Antioquía? Cítese pasaje.
13. ¿A quiénes envió a Jerusalén? Cítese pasaje.
14. ¿A quiénes fue mandada la respuesta de la iglesia de Jerusalén? Cítese pasaje.
15. ¿Quién estableció la iglesia en Filipos?
16. ¿En qué parte se narra el establecimiento de esta iglesia?
17. ¿Tenía esta iglesia comunión con Pablo? Dése el pasaje.
18. ¿Por qué se le llama "candelero" a una iglesia? 19. ¿En qué pasaje se llama así a una iglesia?
20. ¿En qué sentido es la iglesia la columna y el baluarte de la verdad? Dése el pasaje.
21. ¿Cuántas veces envió ayuda a Pablo la iglesia de Filipos?
22. ¿Qué está haciendo la iglesia de la cual es usted miembro para ser columna y baluarte de la verdad?
23. ¿Cuál fue la unidad de acción de las iglesias primitivas?
24. ¿Es la iglesia una institución misionera suficiente?
25. ¿Qué le parece a usted que organicen los hombres sociedades que hagan la obra de la iglesia? 26. ¿Podemos progresar más allá de la sabiduría del Espíritu Santo?
27. ¿Por qué organizan los hombres sociedades misioneras?
28. ¿Es la sociedad misionera un método de hacer obra misionera?
29. Los apóstoles no viajaron en tren. ¿Por qué se nos permite a nosotros?
30. ¿Qué es un método?
31. ¿Cuál es la diferencia entre la iglesia y las sociedades misioneras?
32. ¿En qué sentido se apartan del mandato apostólico los que organizan sociedades?
33. ¿En qué resulta una partida de la verdad?
34. ¿Cuáles acusaciones se lanzan contra los misioneros de la Sociedad Misionera Cristiana Unida?
35. ¿Quiénes las lanzan?
36. ¿Es la sociedad sierva de la iglesia?
37. ¿Es lícito dar apoyo a las sociedades?
38. ¿En qué sentido han dividido a las iglesias las sociedades?
39. ¿Cree usted que la iglesia está incapacitada para hacer la obra necesaria?
40. ¿Es la sociedad parte de la iglesia?
41. ¿Es la sociedad organización bíblica?
42. ¿Quién recibe la gloria por la obra hecha por la sociedad?
43. ¿A quién debemos de dar la gloria? ¿En Dónde? Cítese pasaje.
44. Relátese la benevolencia de la iglesia de Jerusalén.
45. ¿Qué es un mensajero?
46. ¿Qué es un delegado?
47. ¿Qué clase de viudas debe de sostener la iglesia?
48. ¿Quiénes son los de su casa?
49. ¿Qué se debe hacer con el que no tiene cuidado de los suyos?
50. Relátese lo del "buen samaritano". ¿En qué parte se narra?
51. ¿Qué significa "edificar"?
52. ¿Quiénes deben de edificar? ¿Cómo podemos edificar? ¿Procura usted con diligencia edificar?
53. ¿Deben de trabajar todos? ¿Qué está haciendo usted?
54. ¿Cuál es el deber del mensajero?
55. Dése ejemplo neotestamentario de mensajeros de la iglesia.
56. ¿Quién fue el mensajero de la iglesia de Filipos para Pablo? Dése el pasaje.
CAPÍTULO DIEZ
EL SÁBADO
Los estudiantes deben hacer un repaso del Vol. I., pp. 70-83; y del Vol. II., p. 54-67.
Las reclamaciones persistentes de los sabatistas y la frecuente referencia al sábado de parte de otros, muestran una gran confusión entre la gente que asiste a los servicios de algunas iglesias. Por esta razón es tiempo oportuno de discutir este tema.
LA PRIMERA MENCIÓN AL SÁBADO. No hay ley en el libro de Génesis respecto al sábado, ni indicación alguna de que fuera observado por los primeros dos mil quinientos años de la historia del mundo. La primera mención que vemos al sábado es concerniente al acto de dar el maná (Ex. 16:22-30). Con motivo de la preparación del sábado les fue mandado recoger comida doble el día sexto, porque el sábado fue "el santo sábado, el reposo de Jehová". Toda la circunstancia muestra que la gente desconocía tal institución. Unos treinta días después, fue incorporada la ley del sábado en los Diez Mandamientos, hablados desde el Monte de Sinaí, y escritos en tablas de piedra, (Ex. 20).
DADO SOLAMENTE AL ISRAEL ANTIGUO. "Y Jehová dijo a Moisés: Escribe tú estas palabras; porque conforme a estas palabras he hecho pacto contigo y con Israel. Y él estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos" (Ex. 34:27,28).
NO DADO A LOS PADRES. "Llamó Moisés a todo Israel y les dijo: Oye, Israel, los estatutos y decretos que yo pronuncio hoy en vuestros oídos; aprendedlos, y guardadlos, para ponerlos por obra. Jehová nuestro Dios hizo pacto con nosotros en Horeb. No con nuestros padres hizo Jehová este pacto, sino con nosotros todos los que estamos aquí hoy vivos" (Deut. 5:1-3). En seguida de esta declaración, Moisés les recitó los Diez Mandamientos, que incluían al del sábado, y les anunció que este pacto fue hecho no con sus padres sino que con todos los presentes de aquel día.
¿CUÁNDO FUE DADO EL SÁBADO? Las referencias anteriores muestran el tiempo cuando fue dada la observancia del sábado; sin embargo, como prueba adicional, leamos otra vez: "Y sobre el monte de Sinaí descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y les diste juicios rectos, leyes verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos, y les ordenaste el día de reposo {Aquí equivale a [sábado]} santo" (Neh, 9:13,14). En este pasaje se afirma que les notificó su sábado en el Monte de Sinaí.
SEÑAL ENTRE DIOS E ISRAEL. "Guardarán, pues, el día de reposo {Aquí equivale a [sábado]} los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo. Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel" (Ex. 31:16,17; véase Ezeq. 20:10-12).
POR QUÉ FUE DADO EL SÁBADO A ISRAEL. "Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo. {Aquí equivale a [sábado]}" (Deut. 5:15). La razón dada en este pasaje de por qué debían de guardar el sábado no podría aplicarse a otro pueblo. Nunca fueron esclavos los gentiles en la tierra de Egipto.
NO DADO A LOS GENTILES. "Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?" (Deut. 4:8). Ciertamente toda "esta ley" incluye al sábado (véase Rom. 2:14).
LA LEY DE MOISÉS-LA LEY DE DIOS
Los sabatistas reclaman que los Diez Mandamientos constituyen la "ley de Dios", distinguiéndose de los estatutos, juicios, ceremonias, etc., que fueron publicados por Moisés, y contienden que toda la ley, excepto los Diez Mandamientos, ha sido quitada. De hecho, esta reclamación es sin fundamento, y ellos la hacen para defender su reclamación no bíblica de que los cristianos deben de guardar el sábado.
LA LEY DE MOISÉS ES LA LEY DE JEHOVÁ. "Y dijeron a Esdras el escriba que trajese el libro de la ley de Moisés, la cual Jehová había dado a Israel" (Neh. 8:1). "Y leyó Esdras en el libro de la ley de Dios cada día" (Neh. 8:18). "Y puestos de pie en su lugar, leyeron el libro de la ley de Jehová su Dios la cuarta parte del día" (Neh. 9:3). Los capítulos ocho y nueve de Nehemías describen un esfuerzo prolongado de parte de Nehemías y de sus socios de enseñar al pueblo. El pueblo le dijo a Esdras que trajera "el libro de la ley de Moisés" (8:1). El trajo "la ley" delante de la congregación (8:2). Leyó en el libro, y prestó atención el pueblo "al libro de la ley" (8:3), "las palabras de la ley" (8:13). Cada día leyó en "el libro de la ley de Dios" (8:18), "el libro de la ley de Jehová" (9:3). Toda persona puede ver que estos términos se usan alternativamente; que se refieren al mismo libro o ley. Por lo tanto, no hicieron distinción los autores inspirados entre "ley de Moisés" y "la ley de Jehová". Aun lo escrito por Josué fue escrito en "el libro de la ley de Dios" (Jos. 24:26). Ciertamente no escribió él en las tablas de piedra, ni añadió cosa alguna a los Diez Mandamientos, lo que los sabatistas llaman "la ley de Dios". Tal distinción existe solamente en la mente predispuesta de los sabatistas. Lucas, en un párrafo breve, usa estos términos alternativamente: "Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor (como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor) ...Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley... Después de haber cumplido con todo lo prescrito en la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret" (Lucas 2:22-39).
LOS GRANDES MANDAMIENTOS. Reclaman los sabatistas que los Diez Mandamientos constituyen la ley de Dios, y que esta ley nunca fue abolida; pero que todos los demás mandamientos del Antiguo Testamento fueron abolidos. Un intérprete de la ley le preguntó a Jesús: "Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas" (Mat. 22:35--40). Estos mandamientos se hallan en Deut. 6:5. No son parte de los Diez Mandamientos, la cosa que los sabatistas llaman la ley de Dios. Así es que a causa de su falsa posición hacen que los grandes mandamientos sean parte de la ley de Moisés. El hecho es que estos dos mandamientos son la suma, la esencia, de la ley. Todos los demás requisitos de la ley, inclusos los Diez Mandamientos, son mandatos que nacen de estos dos mandamientos fundamentales. Toda ley o mandamiento designado para regular nuestras acciones en cosas especialmente pertenecientes a Dios, está incluido en el mandamiento de amar a Dios con todo lo que uno es y tiene; y toda ley, o mandamiento, que persigue gobernarnos en nuestras relaciones con nuestro prójimo halla sus raíces en el mandamiento de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Por lo tanto, el sabatista quitaría el fundamento sobre el cual descansan las demás leyes, incluso la de los Diez Mandamientos, y retendría a los Diez Mandamientos sin fundamento.
LA LEY
Los sabatistas contienden que las palabras "la ley" siempre se refieren a los Diez Mandamientos. No siempre es así, como lo demuestran las siguientes referencias: 1 Cor. 14:34; Mat. 12:5; 22:36; Hechos 23:3; 5:34. Otras muchas se pueden citar.
LEY MORAL Y LEY CEREMONIAL. Los sabatistas contienden que los Diez Mandamientos constituyen la ley moral, y que la ley de Moisés es la ceremonial; que la ceremonial ha sido abolida, pero que la ley de Dios, la moral, o sea los Diez Mandamientos, todavía está en vigor. Conside-remos algunos de los mandamientos en "la ley de Moisés", "ley ceremonial", a ver si son ceremonias. "Y al extranjero no engañarás ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. A ninguna viuda ni huérfano afligiréis" (Ex. 22:21,22). ¿Son ceremonias estos mandamientos? "Si encontrares el buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevárselo. Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás sin ayuda? Antes bien le ayudarás a levantarlo" (Ex. 23:4,5). "No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo Jehová" (Lev. 19:16). "No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno" (Deut. 16:19). ¿Son meramente ceremonias estos mandamientos? Estúdiense los Diez Mandamientos, y véase si tienen razón los sabatistas en reclamar que constituyen una perfecta ley moral. ¿Prohiben los Diez Mandamientos mentir, excepto contra su prójimo? ¿Prohiben codiciar, excepto codiciar las cosas de su prójimo? Las palabras habladas por Moisés son la ley de Jehová, como también los Diez Mandamientos lo son, y el que sabía la ley de Jehová para el Israel antiguo, tenía que leer toda la ley dada en esa dispensación. Los Diez Mandamientos, excepto el quinto, son un sistema de ley negativa. Con la excepción del quinto, no requieren que uno ayude a otro en nada, no importa la condición en que esté.
LOS DIEZ MANDAMIENTOS
Y EL PACTO
Al llegar los Israelitas al monte de Sinaí, Dios les dio los Diez Mandamientos, y se llaman en particular el pacto. "Y él estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos" (Ex. 34:28). "Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra; los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra" (Deut. 4:13). "Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehová hizo con vosotros, estuve entonces en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua; y me dio Jehová las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios ...Sucedió al fin de los cuarenta días y cuarenta noches, que Jehová me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto" (Deut. 9:9-11). Obsérvese: (1) Los Diez Mandamientos se llaman el pacto. (2) Dios hizo este pacto con ellos en Horeb.
EL NUEVO PACTO HECHO. "He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto" (Jer. 31:31,32). Los sabatistas hacen distinción entre la ley de Dios y la de Moisés. La ley de Dios es, pues, el pacto de Dios, que él hizo con Israel. Al hacer esta distinción los sabatistas, arruinan de una vez para siempre su súplica por la perpetuidad de la ley de Dios, el pacto hecho por Dios; porque en la cita anterior Jehová hace contraste entre el pacto que haría en el futuro y el que había hecho con Israel, y muestra que el nuevo tomaría el lugar del que fue hecho con Israel. Léanse los capítulos ocho, nueve, y diez de Hebreos, y véase que Dios ha hecho el nuevo pacto. Este pacto nuevo es distinto al viejo.
PERPETUO-GENERACIONES-SIEMPRE. "Guardarán, pues, el día de reposo {Aquí equivale a [sábado]} los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo. Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel" (Ex. 31:16,17). Los sabatistas reclaman que el sábado todavía está en vigor, puesto que los judíos todavía tienen generaciones y que lo perpetuo y para siempre nunca termina. Tal posición demanda que lo siguiente esté en vigor: 1. La pascua. "Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis" (Ex. 12:14). 2. El incienso perpetuo. "Y al encender Aarón las lámparas a la caída de la tarde, lo quemará; incienso perpetuo es delante de Jehová, durante vuestras generaciones" (Ex. 30:8-Versión Moderna). 3. El holocausto perpetuo. "Este será el holocausto perpetuo durante vuestras generaciones" (Ex. 29:42-Versión Moderna). 4. Los flecos. "Habla a los hijos de Israel y diles que se hagan flecos en los bordes de sus vestidos, durante sus generaciones" (Núm. 15:38--Versión Moderna). ¿Hacen estas cosas los sabatistas? Los mismos términos que describen su duración describen la duración de la observancia del sábado. Los hechos son que el pueblo rompió el pacto (Isa. 24:5), y entonces Dios deshizo su pacto que había hecho con ellos (Zac. 11:10,11).
LA LEY DEL SÁBADO
El decálogo, que según los sabatistas rige eternamente a todas las naciones, contiene el mandamiento puro de acordarse del sábado. Los Diez Mandamientos no contienen pena por la violación de la observancia del sábado. Una ley sin castigo no es ley, porque no tiene fuerza. Los sabatistas buscan en la ley que llaman ellos la de Moisés para hallar el castigo por la violación de la observancia del sábado, y declaran y declaran que esta ley ha sido abolida; además, tienen a Dios dando la ley eterna y a Moisés dando la que le da fuerza. Además de eso, fuera de lo que llaman la ley ceremonial, no pueden hallar castigo para la transgresión de la observancia de sábado. Esto también hace que lo mayor descanse sobre lo menor. Pues, ¿Qué se requirió en día del sábado? El descanso. ¿Cuál fue la naturaleza del descanso requerido? Nada de trabajo de parte de ellos, de sus niños, de sus siervos o de sus bestias (Ex. 20:9,10).
NO PREPARAR COMIDA. "Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo día de reposo, {Aquí equivale a [sábado]} el reposo consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana" (Ex. 16:23).
ESTARSE EN SU LUGAR. "Mirad que Jehová os dio el día de reposo, {Aquí equivale a [sábado]} y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día" (Ex. 16:29).
LOS PANES DE LA PROPOSICIÓN. El pan de la proposición había de ser preparado de nuevo cada día de sábado (1 Crón. 9:32; Lev. 24:8,9).
SACRIFICIO DE DOS CORDEROS. Dos corderos fueron sacrificados cada día, y en el día del sábado otros dos adicionales (Núm. 28:1-10). Esta fue la ley para cada sábado. Si hay que observar el sábado hoy, es de necesidad "cada sábado" y dos corderos adicionales tienen que ser sacrificados y el pan de la proposición tiene que ser hecho. Estas cosas pertenecían a cada sábado. Si el sábado ha de ser observado continuamente, también tienen que seguir observándose estos servicios; si estos servicios ya terminaron, terminó también la observancia del sábado.
NO ENCENDER FUEGO. "No encenderéis fuego en ninguna de vuestras moradas en el día de reposo" (Ex. 35:3).
CASTIGO. "Cualquiera que en él hiciere trabajo alguno, morirá" (Ex. 35:2). Un ejemplo de la ejecución de la pena de muerte se halla en Núm. 15:32--36.
LA CIRCUNCISIÓN EN DÍA DEL SÁBADO. La ley requería la circuncisión de todo varón a la edad de ocho días. Ésta, dicen los sabatistas, era una ley ceremonial. La ley requería el descanso en día del sábado, y requería la circuncisión del varón en el día octavo de su nacimiento. Si un niño cumplía ocho días en día del sábado (como sucedía con algunos), una de estas leyes tenía que ser infringida. ¿Cuál? "Por cierto, Moisés os dio la circuncisión (no porque sea de Moisés, sino de los padres ); y en el día de reposo circuncidáis al hombre. Si recibe el hombre la circuncisión en el día de reposo, para que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en el día de reposo sané completamente a un hombre?" (Juan 7:22,23). Así es que la ley del sábado se quebrantó para observar la ley de Moisés.
UNA OVEJA EN UN HOYO. Jesús dijo a los judíos: "¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cayere en un hoyo en día de reposo, no le eche mano, y la levante?" (Mat. 12:11). En este caso vemos la violación de la ley del sábado por hacer hechos de misericordia hacia un animal.
NO PARA ABROGAR LA LEY. "No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir" (Mat. 5:17). Posiblemente aclara esto el pasaje según Lucas: "Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la ley" (Luc. 16:17). No dijo Cristo que estaría en vigor la ley hasta que pasara el cielo y la tierra, sino hasta que fuera cumplida. No hablaba de la duración de la ley, sino de la certeza de su cumplimiento. ¿Cumplió Cristo la ley? (Véase Lucas 24:44). Cuando fue cumplida, la ley expiró según delimitación divina.
NO PODÍA VIVIFICAR. "Porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley" (Gál. 3:21).
NO OBLIGABA A LOS CRISTIANOS. "Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley" (Rom. 3:19). "¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera." (Rom. 6:15)
Los cristianos nunca recibieron el mandamiento de observar el sábado, ni el pecado de violar el sábado se le cargó jamás a alguien de la nueva dispensación.
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Temas para investigación y discusión:
1. Discútase Moisés como legislador.
2. Los acontecimientos en el Monte de Sinaí. 3. Los requisitos de enseñar la ley en el Antiguo Testamento.
4. Los resultados de observancia universal de la ley del sábado.
5. Contraste entre la infracción de los Pactos Viejo y Nuevo (Heb. 10:28,29).
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Preguntas:
1. ¿Qué es un sabatista?
2. ¿Cómo se usa la palabra "sábado" generalmente?
3. ¿Cuánto tiempo se interpuso entre la creación y la institución del sábado?
4. ¿A quiénes fue dado el sábado? Cítese. 5. ¿Quiénes eran los "padres" a quienes no fue dado el sábado?
6. ¿Cuándo fue dado el sábado? Cítese.
7. ¿Dónde fue notificado el sábado? Cítese.
8. Pruébese que el sábado era señal.
9. ¿Entre quiénes era señal el sábado?
10. ¿Por qué fue dado el sábado a Israel? Cítese Deut. 5:15,11. Pruébese que el sábado no fue dado a los gentiles.
12. ¿Qué distinción hacen los sabatistas entre leyes del Antiguo Testamento?
13. ¿Por qué hacen tal distinción?
14. ¿Hicieron tal distinción hombres inspirados?
15. Pruébese que la ley de Moisés y la ley de Dios son la misma ley.
16. Pruébese que "el libro de la ley de Moisés" y "el libro de la ley de Dios" son el mismo.
17. ¿En qué escribió Josué? Cítese.
18. Cítese lo que llama Cristo los dos grandes mandamientos.
19. ¿En qué parte del Antiguo Testamento se hallan estos mandamientos?
20. ¿Se hallan los grandes mandamientos en la parte que llaman los sabatistas la ley de Dios?
21. ¿Quién es hecho el dador de los grandes mandamientos por los sabatistas?
22. ¿Qué descansa sobre estos mandamientos?
23. Preséntese evidencia de que "la ley" no siempre significa los Diez Mandamientos.
24. "A qué llaman los sabatistas la ley moral?
25. "Son los Diez Mandamientos una perfecta ley moral? ¿Por qué?
26. Dénse algunos mandamientos en la ley de Moisés que no son ceremoniales.
27. ¿Cuántos de los Diez Mandamientos son positivos? Nómbrense.
28. ¿Cuál de los Diez Mandamientos requiere a uno que ayude a su prójimo?
29. Dése el pasaje y cite dónde dice que los Diez Mandamientos son el pacto.
30. ¿Cuánto tiempo estuvo Moisés en el Monte de Sinaí?
31. ¿Dónde hizo Dios este pacto con Israel?
32. Si hay diferencia, ¿Cuál es la diferencia entre Horeb y Sinaí?
33. ¿Cuánto tiempo se interpuso entre la salida de Egipto y el arribo a Sinaí?
34. Cítese la profecía concerniente al Nuevo Pacto. ¿Dónde se halla?
35. "De cuál pacto tomó el lugar el Nuevo Pacto?
36. Nómbrense algunas cosas que habían de ser perpetuas aparte del sábado.
37. ¿Cuándo quebrantó el pacto el pueblo? Cítese el pasaje.
38. ¿Cuándo quebrantó Dios el pacto? Cítese el pasaje.
39. ¿En cuál ley se halla la pena por violar el sábado?
40. ¿Cuál fue la naturaleza del descanso en día del sábado?
41. ¿Qué les fue prohibido hacer en día del sábado?
42. ¿Cuáles sacrificios pertenecían a cada sábado? Dése el pasaje y cítese.
43. ¿Hay sábado que observar hoy? Si sí, ¿Cuál sacrificio pertenece a él? Cítese.
44. ¿Cuál es el castigo por la violación del sábado?
45. ¿Cuál ley fue violada cuando circuncidaron en día del sábado? Cítese.
46. ¿Es más importante la vida de un animal que la observancia de la ley del sábado?
47. ¿Dijo Cristo que no pasaría la ley? Cítese el pasaje.
48. ¿Cuándo fue cumplida la ley?
49. Demuéstrese que la vida no era por la ley. Cítese el pasaje.
50. Pruébese que los cristianos no están bajo la ley. Cítese el pasaje.
Todo lector de la Biblia reconoce que Dios tiene una iglesia en el mundo, y todos concuerdan en que el hombre salvo es parte de la gran familia de Dios y miembro de lo que algunos gustan llamar la iglesia universal. Sin embargo, en tiempos neotestamentarios la congregación local era la unidad de acción. Cada congregación era organización separada y distinta (Hechos 14:23). No había ningún sistema eclesiástico por el cual trabajaran las iglesias. Ellas creían en el Señor y tenían las mismas miras y propósitos, pero no tenía una jurisdicción sobre la otra, ni erigieron sobre sí mismas sistemas eclesiásticos. El Señor Jesús era la cabeza sobre la iglesia (Ef. 1:22), y ella se inclinaba ante él (Fil. 2:9-11; Ef. 3:14).
LA MISIÓN DE LA IGLESIA LOCAL. La intención de Dios era que la iglesia fuera una agencia activa para llevar a cabo sus propósitos en el mundo. Parece que toda actividad de la iglesia se puede incluir bajo tres encabezados: convertir a pecadores, edificarse a sí misma, y socorrer a los necesitados.
A. CONVERTIR A PECADORES. En discutir este aspecto de la actividad de la iglesia, no es necesario hacer la distinción común entre labores locales y extranjeras. Según el Señor, "el campo es el mundo" (Mateo 13:38).
EL ORDEN NATURAL. Hay orden natural. Un cristiano se interesa primero en su familia, luego en sus prójimos, y después en los de lejos, "hasta lo último de la tierra" (Hechos 1:8). En este caso el orden natural es escriturístico. Es el deber de cada cristiano, y es su privilegio, de enseñar a la gente y convertir a pecadores. Quiere Dios que todo hijo suyo estudie para que dentro de un período razonable de tiempo pueda enseñar a otros. "Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios" (Heb. 5:12). Pero la magnitud de la obra demanda que toda la iglesia se esfuerce juntamente.
LA IGLESIA DE JERUSALÉN. Cuando fue esparcida la iglesia de Jerusalén (Hechos 8), cada uno hizo lo que pudo según sus propios recursos, bajo la providencia de Dios, para predicar el evangelio y establecer iglesias. Parece que algunos muy pronto regresaron a Jerusalén u otros fueron convertidos, porque en seguida leemos otra vez de la iglesia en Jerusalén (Hechos 9:26-31). Esta iglesia envió a Bernabé en misión especial a Antioquía (Hechos 11:22- 24). Siendo cristianos, por supuesto, no requerían que él llevará los gastos contingentes a la obra a la cual le enviaron.
LA IGLESIA DE ANTIOQUÍA. Dirigida por el Espíritu Santo, la iglesia en Antioquía envió a Pablo y a Bernabé a los campos de labor seleccionados por el Espíritu Santo (Hechos 13:13). Después de haber predicado en muchas ciudades regresaron a Antioquía, unieron la iglesia, y relataron su obra (Hechos 14:26,27). Estos predicadores fueron enviados por la iglesia y sus informes fueron rendidos a la iglesia. Cuando surgió una dificultad en la iglesia en Antio-quía, como resultado de maestros judaizantes, la iglesia envió a Pablo y a Bernabé a Jerusalén para tratar la cuestión, y la iglesia en Jerusalén dio su respuesta, bajo la dirección de los apóstoles, a la iglesia en Antioquía (Hechos 15:1-35).
EL SEGUNDO VIAJE MISIONERO DE PABLO (Hechos 15:36-41). Parece que Pablo y Bernabé hicieron este viaje de su propia iniciativa. Mientras que Pablo iba de viaje, la iglesia en Filipos le envió ayuda (Fil. 4:16). La iglesia en Filipos fue establecida por Pablo (Hechos 16), y tuvo comunión con él desde el primer día (Fil. 1:3-7), hasta cuando estuvo en prisión.
LA IGLESIA, UN CANDELERO. Las iglesias locales son llamadas candeleros (Apoc. 1:20). El candelero no tiene luz propia, sino que alza y sostiene lo que da luz. Ahora bien, es la palabra de Dios que da la luz. "La exposición de tus palabras alumbra" (Sal. 119:130). La iglesia como candelero es una figura impresionante. La iglesia, un cuerpo de seres humanos, no puede generar luz espiritual, pero sí puede ofrecer al mundo lo que alumbra, que es la palabra del Dios viviente. Por lo tanto, reconozcan las iglesias locales su impor-tancia como candeleros, y alcen la palabra, para que puedan ver los que se hallan en tinieblas.
SOSTENER AL PREDICADOR. En los días de los apóstoles muchas iglesias parecieron ignorar sus responsabilidades, pero la iglesia en Filipos se presenta como ejemplo resplandeciente de celo misionero y actividad. "En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad. No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades. No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta. Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios. Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús" (Fil. 4:10-19). Al alabarlos así, es claro que condena a aquellas iglesias que rehusaron tener comunión con él en la obra.
LA IGLESIA, COLUMNA Y BALUARTE DE LA VERDAD. "Para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad" (1 Tim. 3:15). La declaración de Pablo de que es la iglesia la columna y el baluarte de la verdad da énfasis al hecho de que la iglesia ha de alzar y sostener la verdad. Una iglesia sostiene la verdad al enseñarla y sostener a los que la predican.
LA SUFICIENCIA DE LA IGLESIA. Las consideraciones arriba presen-tadas afirman que la iglesia es suficiente para predicar el evangelio a todo el mundo. De hecho, mientras que las actividades de la iglesia estaban bajo la dirección de hombres inspirados, la iglesia era el único cuerpo por el cual se hacía obra misionera. No fue organizada ninguna sociedad misionera. No hay vestigio de ninguna clase de sistema eclesiástico en el Nuevo Testamento, ni de ninguna organización de iglesias para propósitos misioneros o cualesquiera otros propósitos. Si uno reclama que la iglesia como institución misionera no es suficiente para hacer la obra necesaria de predicar el evangelio, con ello critica la sabiduría de Dios.
LA LIBERTAD CRISTIANA. Se reclama que oponerse a la organización de sociedades es atentar en contra de las libertades que tenemos en Cristo. Las iglesias primitivas no tenían sociedades; ¿no tenían libertades en Cristo? En aquel entonces los hombres inspirados no organizaron sociedades. Sus acciones, pues, son prueba de que si vivieran hoy, no organizarían ninguna de ellas. Los defensores de las sociedades hablan mucho de ser "progresistas". ¿Creen ellos seriamente que el Espíritu Santo ha avanzado suficientemente en sabiduría que, si inspirara a hombres ahora, los dirigiera a organizar y a patrocinar sociedades? ¿Creen ellos que el Espíritu Santo, por medio de la luz brillante de esta época progresista, ya se ha adelantado suficiente en sabiduría para poder ver la ventaja de tales organizaciones, y para ver que sus planes antiguos, o falta de planes, fueron el resultado de ideas anticuadas que entretenía en tiempos primitivos? Tales pensamientos se acercan mucho a la blasfemia; sin embargo, en vista del hecho de que no había sociedades en aquel entonces y del hecho adicional de que los que las organizan ahora creen que son aprobados por el Espíritu Santo, ¿en qué otra manera se justifican a sí mismos?
LOS FERROCARRILES. Cuando ellos se enfrentan al argumento de que los apóstoles no organizaron sociedades, los defensores de la sociedad responden: "Tampoco caminaron en trenes, automóviles, ni barcos de vapor". ¡Seguro qué no! pero sí se aprovechaban de todos los medios de transportación disponibles. Esto constituye un precedente para nosotros. El organizar sociedades no tiene nada qué ver con métodos de viajar. La organización que envía a un misionero y los medios de transporte que él seleccione son dos cosas distintas. No hay controversia sobre la cuestión de medios de transporte. La sociedad envía a un misionero, y la iglesia a uno. Los dos pueden irse en el mismo vehículo al mismo campo; pero es claro el hecho de que uno fue enviado por la iglesia y el otro por una sociedad humana-uno enviado por una institución divina según ejemplo apostólico, y el otro por una institución de origen humano según la sabiduría humana. En esto consiste la diferencia.
"LA SOCIEDAD ES SOLAMENTE UN MEDIO". Se argumenta que la sociedad es solamente un medio de hacer la obra. Pero la sociedad no es medio en ningún sentido, sino institución. Una institución organizada para hacer cierta obra y el método por el cual la hace, son dos cosas distintas. Además, los mismos métodos usados por la sociedad pueden ser usados por la iglesia. ¿Es necesario que la iglesia dependa de individuos deseosos de ir para que haya misioneros? Así también es con la sociedad. Para reunir dinero, ¿es necesario que la iglesia dependa de ofrendas voluntarias? También depende de ellas la sociedad. Los misioneros de ambas instituciones tienen acceso a los mismos medios de transporte, y generalmente los usan, para irse al campo de labor. Los misioneros de ambos la sociedad y la iglesia tienen acceso al mismo medio de enseñanza-es decir, la palabra hablada y la página impresa. Las dos instituciones tienen acceso al mismo medio de transmitir los fondos. Los métodos son iguales; las instituciones son diferentes-la una humana, la otra divina.
LOS MALES DE LA SOCIEDAD. Aparte del hecho de que las sociedades no son bíblicas, y tal vez por causa de ese hecho, una grande serie de males ha salido de ellas. En la organización de estas sociedades hubo apostasía de la simplicidad de la enseñanza neotestamentaria, y cuando la gente apostata de la ley en un punto, es cuestión de tiempo hasta que ignore la ley en otros puntos. Una apostasía gradual del Nuevo Testamento siempre se manifiesta en los que defien-den las sociedades. Es verdad que algunos han levantado su voz en contra de los más radicales, pero han tenido poco éxito en detener el progreso de la apostasía. El espíritu de apostasía de la ley resulta al final en completa oposición a la ley.
"Jamás ladrón golpeado con cachiporra,
ante la ley, agradecido, se quitó la gorra".
Muchos defensores de las sociedades han llegado al punto de negar la divinidad de Cristo y la inspiración de las Escrituras. Conscientes de que la palabra de Dios se opuso a su propósito, nació en sus corazones una actitud de oposición a la ley. La Sociedad Misionera Cristiana Unida ha enviado a los campos de labores a hombres que se sabe que favorecen la recepción en la comunión de la iglesia a los que no han sido bautizados. El Sr. R. E. Elmore, en tiempos pasados miembro del Comité Ejecutivo de la Sociedad Misionera Cristiana Extranjera, la que ahora es la Sociedad Misionera Cristiana Unida, hace las siguientes acusaciones, basadas en el informe presentado por John T. Brown, miembro del Comité Ejecutivo de la Sociedad Misionera Cristiana Unida. El Sr. Brown hizo una investigación personal en los campos extranjeros.
LOS CARGOS
"1. Algunos misioneros empleados por la sociedad han favorecido la práctica de membresía abierta en los campos, y todavía aprueban esta práctica.
"2. Algunos misioneros de la sociedad han practicado la membresía abierta en los campos, y probablemente la practican todavía.
"3. Algunos misioneros de la Sociedad Unida están dispuestos a practicar el rociamiento por el bautismo cristiano.
"4. Un misionero, cuando menos, de la sociedad rociaría a infantes.
"5. Algunos misioneros de la sociedad practican la invención de hombres conocida como la dedicación de infantes.
"6. Algunos misioneros de la sociedad tienen a las iglesias votando en cuanto a candidatos para la salvación.
"7. Algunos misioneros de la sociedad tienen a miembros no sumergidos elegidos para oficios de juntas de la iglesia, sirviendo como ancianos y diáconos.
"8. Algunos misioneros de la sociedad practican la 'probación'-es decir, que impiden a algunos indígenas que obedezcan al evangelio, y los privan de llegar a ser miembros de la iglesia, algunos candidatos quedándose en la lista de espera hasta un año o más.
"9. Algunos misioneros de la sociedad emplean a evangelistas y ministros indígenas que no han sido sumergidos.
"10. Algunos misioneros de la sociedad favorecen la sujeción de las iglesias locales a un supergobierno, una asociación distinta que 'determina la dirección de la iglesia de su distrito tocante a la recepción de miembros, la ordenación de ministros, y la superintendencia general.'
"11. Algunos misioneros de la sociedad, enseñando en las escuelas interdenominacionales, son racionalistas, concerniente a uno de los cuales dice el Dr. Allen Hutcheson: 'El hizo todo lo bíblico a un lado, desde Dios hasta el nacimiento virginal' (de Jesús).
"12. Algunos misioneros de la sociedad han usado de fraude y por lo tanto no son dignos de la confianza de la iglesia en general". Christian Standard, 30 de dic., de 1922, pág. 22.
Escribiendo en el periódico Christian Standard, 27 de enero de 1923, dice el Sr. Z. T. Sweeney: "No hay dónde detenerse en el camino de la apostasía. Cuando uno comienza a negar la fe, generalmente termina negándola completamente".
Estas cosas son sabidas por la Junta de Directores de la Sociedad Misionera Cristiana Unida, sin embargo continúan sosteniendo a estos misioneros en los campos y piden a las iglesias que los ayuden. La sociedad no es sierva de la iglesia, sino que las iglesias han llegado a ser siervas de la sociedad. Los directores de esta sociedad se hallan entre los principales de la iglesia que gusta darse el nombre de "La Iglesia Cristiana Progresista".
Ningún hombre puede favorecer ni sostener esta sociedad sin hacerse responsable por todos los males que resultan de sus partidas de la verdad (Apoc. 2:18,19).
LAS SOCIEDADES SON CAUSA DE DIVISIÓN. Muchas iglesias han sido divididas sobre esto de las sociedades. Aun entre sus defensores hay ahora grande división sobre el plan de acción de los que tienen el control. Por eso tenemos ahora una causa de división que no existía en los días de los apóstoles. Los que introdujeron las sociedades y los que las favorecen y sostienen son responsables por esta nueva causa de división. Sus defensores no están "solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz" (Ef. 4:3), pero están solícitos a propagar las pretensiones de la sociedad, aun hasta el punto de romper la paz entre las iglesias. Ellos ignoran y pisotean el ruego moribundo del Señor de "que todos sean uno" (Juan 17:21).
LA SOCIEDAD LE ROBA A DIOS. La sociedad no es la iglesia. Es una institución organizada por el hombre para hacer la obra entregada a la iglesia. Tiene su constitución y estatutos hechos por el hombre. El hecho de que los miembros de la sociedad son miembros de la iglesia no hace que la sociedad sea la iglesia, ni parte alguna de la iglesia. Una turba puede castigar a un criminal; pero la turba no son los gallardos autorizados por la ley, aunque toda persona de la turba sea ciudadano de los Estados Unidos, y el hecho de que la turba haga la obra que los tribunales están organizados para ejecutar, no hace que sean legales sus acciones. La sociedad es una institución organizada por el hombre para hacer la obra entregada a la iglesia, y tales instituciones son organizaciones ilegítimas. La gloria que es reflejada en alguien como resultado de las operaciones de la sociedad, es reflejada en sus organizadores y sostenedores. Todo hombre es glorificado por la exitosa operación de sus proyectos o invenciones. Dios es glorificado en su propia institución. "A él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos" (Ef. 3:21).
B. LA BENEVOLENCIA. En la historia temprana de la iglesia en Jerusalén, los que tenían suficiencia daban liberalmente para ayudar a los necesitados. (Este tema es discutido en Sana Doctrina, Tomo II, pp. 99-101). Al principio los apóstoles tenían la responsabilidad de distribuir estos fondos, pero más tarde esta obra fue encomendada a otros (Hech. 4:36,37; 5:1,2; 6:1-6). Cuando los hermanos de Antioquía enviaron subsidio a los hermanos que habitaban en Judea, lo enviaron a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo (Hech. 11:27-30). Las iglesias, como iglesias, hicieron colectas para los pobres (1 Cor. 16:1,2; 2 Cor. 8). Estos medios fueron enviadas a Jerusalén por mensajeros seleccionados por las iglesias (2 Cor. 8:18,23). Cada iglesia seleccionó su propio mensajero, o mensajeros (1 Cor. 16:3,4).
LA RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL. El individuo cristiano está obligado a aliviar el sufrimiento según tenga oportunidad. "Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe" (Gál. 6:10).
TENER CUIDADO DE LOS SUYOS (1 TIM. 5:1-6). Pablo escribe sobre el cuidado de las viudas ancianas. Para poder recibir el socorro continuo de la iglesia, es necesario que la viuda llene ciertos requisitos (vv. 5-10). Pablo encarga en particular que los que tienen viudas de entre sus familiares cercanos deben sostenerlas, para que la iglesia pueda dedicar toda su benevolencia a los que dependan de ella totalmente (v. 16). El versículo 8 dice: "Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo". Este pasaje que muchas veces es interpretado mal para que se aplique al deber de uno de tener cuidado de su esposa e hijos, sencillamente propone el deber de todo cris-tiano de tener cuidado de las viudas necesitadas de entre sus familiares cercanos, y especialmente de las de su propia casa. Las viudas de su propia casa pueden ser su madre o su abuela. Se da por sentado que cualquier hombre tendrá cuidado de su propia esposa e hijos, pero tal vez no sentiría la misma responsabilidad concerniente a las viudas necesitadas de entre sus familiares cercanos. Si uno tiene una madre, o hermana, o cuñada, que es viuda sin nadie que la cuide, él está obligado a ayudarle, para que la iglesia, librada de ese cargo, pueda encargarse de las que no tienen quién les ayude. Si no lo hace, niega la fe y es peor que un incrédulo. Además, debe de estar avergonzado el hombre robusto que permite que la iglesia tenga cuidado de cualquiera de sus familiares cercanos. Los que no tienen cuidado de sus viudas deben de ser considerados por la iglesia como incrédulos. La viuda que en verdad es viuda y que ha de ser sostenida constantemente por la iglesia, aparte de otras características, tiene que hallarse completamente desamparada. En cuanto al asunto completo de ayudar a la gente, hay esto: no importan las circunstancias de la vida de uno, puede hallarse por un tiempo necesitado de ayuda, y es el deber de toda la iglesia ayudarle. El hombre que cayó en manos de ladrones, pudo haber sido rico, sin embargo se halló necesitado de ayuda por un tiempo (Lucas 10:30- 37).
C. LA EDIFICACIÓN. Edificar es levantar un edificio. La edificación, como se aplica al cristiano, se refiere al levantamiento de su carácter. Fueron dados hombres inspirados "a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo" (Ef. 4:11-16). "Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis" (1 Tes. 5:11). La iglesia de Corinto fue ricamente dotada de dones espirituales, y cuando ella se congregaba algunos parecían querer hacer ostentación de sus poderes. Esto causaba una confusión que Pablo trató de corregir. "Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia" (1 Cor. 14:12). "Hágase todo para edificación" (v. 26). Es, pues, el deber de toda la iglesia buscar edificarse en sus servicios públicos y en toda ocasión según haya oportunidad.
¿CÓMO SE EDIFICA LA IGLESIA?
1. POR MEDIO DE ASOCIACIÓN. Uno se edifica mucho cuando anda en compañía de gente de corazón afectuoso y del mismo parecer, y prosiguiendo al mismo blanco.
2. POR MEDIO DE ENSEÑANZA. Los ancianos deben de tomar la dirección de la enseñanza como de toda otra actividad de la congregación. No obstante, no deben ellos de hacer toda la obra de enseñar como tampoco deben hacer toda la demás obra. De hecho, dice Pablo que los que poseen dones espirituales que los habilitan para enseñar pueden todos profetizar, o enseñar (1 Cor. 14:31). Esto nos justifica en concluir que toda persona que tiene palabra de provecho para la iglesia debe de tener el privilegio de decirla. Muchos ancianos no se esfuerzan en prepararse para enseñar. Nadie puede impartir la información ni el celo que él mismo no posee. Algunas cuantas consabidas palabras tocante a la Cena del Señor, repetidas vez tras vez en el transcurso de los años, no edifican a nadie. Es deber de los ancianos cuidar de que algunos se desarrollen hasta llegar a ser maestros. Que nombren a alguno para que hable el próximo domingo; que tenga tiempo para preparar algo.
3. POR MEDIO DE HACER LA OBRA. Los que dirigen deben de tener a todo miembro ocupado en alguna clase de obra. Muchos cristianos se enfrían y perecen por causa de falta de ejercicio.
COOPERACIÓN ENTRE IGLESIAS
En los tiempos neotestamentarios las iglesias cooperaban por medio de mensajeros. Un mensajero es sencillamente uno que lleva un mensaje. No tiene autoridad delegada a él para ejecutar cosas por los que le envían, excepto la de entregar el mensaje confiado a él. Cuando entrega el mensaje y vuelve con la respuesta, si la hay, su obra de mensajero termina. Podría ser mensajero fiel aún sin saber la naturaleza del mensaje. Como mensajero no tiene derecho alguno de hacer planes, ni tratar con otro respecto a planes, ni en manera alguna comprometer a los que le envían. Un delegado es uno que es autorizado por el cuerpo que le envía a tratar en conjunción con los otros delegados en formular planes de acción que obliguen a todos los cuerpos representados. El cuerpo de delegados viene a ser cuerpo legislativo, toda iglesia representada en aquel cuerpo es obligada a cumplir con toda decisión adoptada. La iglesia del Nuevo Testamento nunca tuvo ningunos delegados-se enviaban mensajeros. El empleo que ellos hicieron de mensajeros se ilustra en la cooperación de las iglesias en ayudar a la iglesia de Jerusalén (2 Cor. 8:16-24; 9:2-5; 1 Cor. 16:3,4).
En tiempos neotestamentarios la ayuda mandada fue directa entre la iglesia y los ayudados. La iglesia en Antioquía mandó dinero directamente a la iglesia de Jerusalén [Nota del traductor Bill H. Reeves: El texto dice: "determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban EN JUDEA", ¡no en Jerusalén!] (Hech. 11:29,30). Más tarde, todas las iglesias que hicieron colectas para enviar a la iglesia en Jerusalén enviaron mensajeros para llevar las colectas directamente a los hermanos en Jerusalén (1 Cor. 16:3,4). La iglesia de Filipos envió ayuda directamente a Pablo, estando él en campo de labor (Fil. 1:3--7). Epafrodito fue el mensajero de ellos (Fil. 2:25).
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Temas para investigación y discusión:
1. Una iglesia modelo.
2. La relación entre la iglesia y Cristo.
3. La iglesia en Corinto.
4. La iglesia en Efeso.
5. Cosas pequeñas (Ezeq. 16:47; 1 Reyes 16:31).
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Preguntas:
1. ¿Qué son los sistemas eclesiásticos?
2. ¿Quién es la cabeza de la iglesia? Cítese pasaje.
3. ¿Cuál es la misión de la iglesia?
4. ¿Qué es el campo?
5. ¿Cuál es el orden natural respecto a lo de uno?
6. ¿Cuál fue el orden de los apóstoles en su obra evangelística?
7. ¿Qué causó la dispersión de la iglesia que estaba en Jerusalén? ¿Cuándo fue? Cítese.
8. ¿A quién envió esta iglesia? Cítese.
9. ¿En qué misión le envió? Cítese.
10. ¿A quiénes envió la iglesia de Antioquía? Cítese.
11. ¿A quiénes dieron un informe de su obra cuando volvieron? Cítese.
12. ¿Qué cosa causó la dificultad en la iglesia de Antioquía? Cítese pasaje.
13. ¿A quiénes envió a Jerusalén? Cítese pasaje.
14. ¿A quiénes fue mandada la respuesta de la iglesia de Jerusalén? Cítese pasaje.
15. ¿Quién estableció la iglesia en Filipos?
16. ¿En qué parte se narra el establecimiento de esta iglesia?
17. ¿Tenía esta iglesia comunión con Pablo? Dése el pasaje.
18. ¿Por qué se le llama "candelero" a una iglesia? 19. ¿En qué pasaje se llama así a una iglesia?
20. ¿En qué sentido es la iglesia la columna y el baluarte de la verdad? Dése el pasaje.
21. ¿Cuántas veces envió ayuda a Pablo la iglesia de Filipos?
22. ¿Qué está haciendo la iglesia de la cual es usted miembro para ser columna y baluarte de la verdad?
23. ¿Cuál fue la unidad de acción de las iglesias primitivas?
24. ¿Es la iglesia una institución misionera suficiente?
25. ¿Qué le parece a usted que organicen los hombres sociedades que hagan la obra de la iglesia? 26. ¿Podemos progresar más allá de la sabiduría del Espíritu Santo?
27. ¿Por qué organizan los hombres sociedades misioneras?
28. ¿Es la sociedad misionera un método de hacer obra misionera?
29. Los apóstoles no viajaron en tren. ¿Por qué se nos permite a nosotros?
30. ¿Qué es un método?
31. ¿Cuál es la diferencia entre la iglesia y las sociedades misioneras?
32. ¿En qué sentido se apartan del mandato apostólico los que organizan sociedades?
33. ¿En qué resulta una partida de la verdad?
34. ¿Cuáles acusaciones se lanzan contra los misioneros de la Sociedad Misionera Cristiana Unida?
35. ¿Quiénes las lanzan?
36. ¿Es la sociedad sierva de la iglesia?
37. ¿Es lícito dar apoyo a las sociedades?
38. ¿En qué sentido han dividido a las iglesias las sociedades?
39. ¿Cree usted que la iglesia está incapacitada para hacer la obra necesaria?
40. ¿Es la sociedad parte de la iglesia?
41. ¿Es la sociedad organización bíblica?
42. ¿Quién recibe la gloria por la obra hecha por la sociedad?
43. ¿A quién debemos de dar la gloria? ¿En Dónde? Cítese pasaje.
44. Relátese la benevolencia de la iglesia de Jerusalén.
45. ¿Qué es un mensajero?
46. ¿Qué es un delegado?
47. ¿Qué clase de viudas debe de sostener la iglesia?
48. ¿Quiénes son los de su casa?
49. ¿Qué se debe hacer con el que no tiene cuidado de los suyos?
50. Relátese lo del "buen samaritano". ¿En qué parte se narra?
51. ¿Qué significa "edificar"?
52. ¿Quiénes deben de edificar? ¿Cómo podemos edificar? ¿Procura usted con diligencia edificar?
53. ¿Deben de trabajar todos? ¿Qué está haciendo usted?
54. ¿Cuál es el deber del mensajero?
55. Dése ejemplo neotestamentario de mensajeros de la iglesia.
56. ¿Quién fue el mensajero de la iglesia de Filipos para Pablo? Dése el pasaje.
CAPÍTULO DIEZ
EL SÁBADO
Los estudiantes deben hacer un repaso del Vol. I., pp. 70-83; y del Vol. II., p. 54-67.
Las reclamaciones persistentes de los sabatistas y la frecuente referencia al sábado de parte de otros, muestran una gran confusión entre la gente que asiste a los servicios de algunas iglesias. Por esta razón es tiempo oportuno de discutir este tema.
LA PRIMERA MENCIÓN AL SÁBADO. No hay ley en el libro de Génesis respecto al sábado, ni indicación alguna de que fuera observado por los primeros dos mil quinientos años de la historia del mundo. La primera mención que vemos al sábado es concerniente al acto de dar el maná (Ex. 16:22-30). Con motivo de la preparación del sábado les fue mandado recoger comida doble el día sexto, porque el sábado fue "el santo sábado, el reposo de Jehová". Toda la circunstancia muestra que la gente desconocía tal institución. Unos treinta días después, fue incorporada la ley del sábado en los Diez Mandamientos, hablados desde el Monte de Sinaí, y escritos en tablas de piedra, (Ex. 20).
DADO SOLAMENTE AL ISRAEL ANTIGUO. "Y Jehová dijo a Moisés: Escribe tú estas palabras; porque conforme a estas palabras he hecho pacto contigo y con Israel. Y él estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos" (Ex. 34:27,28).
NO DADO A LOS PADRES. "Llamó Moisés a todo Israel y les dijo: Oye, Israel, los estatutos y decretos que yo pronuncio hoy en vuestros oídos; aprendedlos, y guardadlos, para ponerlos por obra. Jehová nuestro Dios hizo pacto con nosotros en Horeb. No con nuestros padres hizo Jehová este pacto, sino con nosotros todos los que estamos aquí hoy vivos" (Deut. 5:1-3). En seguida de esta declaración, Moisés les recitó los Diez Mandamientos, que incluían al del sábado, y les anunció que este pacto fue hecho no con sus padres sino que con todos los presentes de aquel día.
¿CUÁNDO FUE DADO EL SÁBADO? Las referencias anteriores muestran el tiempo cuando fue dada la observancia del sábado; sin embargo, como prueba adicional, leamos otra vez: "Y sobre el monte de Sinaí descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y les diste juicios rectos, leyes verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos, y les ordenaste el día de reposo {Aquí equivale a [sábado]} santo" (Neh, 9:13,14). En este pasaje se afirma que les notificó su sábado en el Monte de Sinaí.
SEÑAL ENTRE DIOS E ISRAEL. "Guardarán, pues, el día de reposo {Aquí equivale a [sábado]} los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo. Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel" (Ex. 31:16,17; véase Ezeq. 20:10-12).
POR QUÉ FUE DADO EL SÁBADO A ISRAEL. "Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo. {Aquí equivale a [sábado]}" (Deut. 5:15). La razón dada en este pasaje de por qué debían de guardar el sábado no podría aplicarse a otro pueblo. Nunca fueron esclavos los gentiles en la tierra de Egipto.
NO DADO A LOS GENTILES. "Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?" (Deut. 4:8). Ciertamente toda "esta ley" incluye al sábado (véase Rom. 2:14).
LA LEY DE MOISÉS-LA LEY DE DIOS
Los sabatistas reclaman que los Diez Mandamientos constituyen la "ley de Dios", distinguiéndose de los estatutos, juicios, ceremonias, etc., que fueron publicados por Moisés, y contienden que toda la ley, excepto los Diez Mandamientos, ha sido quitada. De hecho, esta reclamación es sin fundamento, y ellos la hacen para defender su reclamación no bíblica de que los cristianos deben de guardar el sábado.
LA LEY DE MOISÉS ES LA LEY DE JEHOVÁ. "Y dijeron a Esdras el escriba que trajese el libro de la ley de Moisés, la cual Jehová había dado a Israel" (Neh. 8:1). "Y leyó Esdras en el libro de la ley de Dios cada día" (Neh. 8:18). "Y puestos de pie en su lugar, leyeron el libro de la ley de Jehová su Dios la cuarta parte del día" (Neh. 9:3). Los capítulos ocho y nueve de Nehemías describen un esfuerzo prolongado de parte de Nehemías y de sus socios de enseñar al pueblo. El pueblo le dijo a Esdras que trajera "el libro de la ley de Moisés" (8:1). El trajo "la ley" delante de la congregación (8:2). Leyó en el libro, y prestó atención el pueblo "al libro de la ley" (8:3), "las palabras de la ley" (8:13). Cada día leyó en "el libro de la ley de Dios" (8:18), "el libro de la ley de Jehová" (9:3). Toda persona puede ver que estos términos se usan alternativamente; que se refieren al mismo libro o ley. Por lo tanto, no hicieron distinción los autores inspirados entre "ley de Moisés" y "la ley de Jehová". Aun lo escrito por Josué fue escrito en "el libro de la ley de Dios" (Jos. 24:26). Ciertamente no escribió él en las tablas de piedra, ni añadió cosa alguna a los Diez Mandamientos, lo que los sabatistas llaman "la ley de Dios". Tal distinción existe solamente en la mente predispuesta de los sabatistas. Lucas, en un párrafo breve, usa estos términos alternativamente: "Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor (como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor) ...Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley... Después de haber cumplido con todo lo prescrito en la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret" (Lucas 2:22-39).
LOS GRANDES MANDAMIENTOS. Reclaman los sabatistas que los Diez Mandamientos constituyen la ley de Dios, y que esta ley nunca fue abolida; pero que todos los demás mandamientos del Antiguo Testamento fueron abolidos. Un intérprete de la ley le preguntó a Jesús: "Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas" (Mat. 22:35--40). Estos mandamientos se hallan en Deut. 6:5. No son parte de los Diez Mandamientos, la cosa que los sabatistas llaman la ley de Dios. Así es que a causa de su falsa posición hacen que los grandes mandamientos sean parte de la ley de Moisés. El hecho es que estos dos mandamientos son la suma, la esencia, de la ley. Todos los demás requisitos de la ley, inclusos los Diez Mandamientos, son mandatos que nacen de estos dos mandamientos fundamentales. Toda ley o mandamiento designado para regular nuestras acciones en cosas especialmente pertenecientes a Dios, está incluido en el mandamiento de amar a Dios con todo lo que uno es y tiene; y toda ley, o mandamiento, que persigue gobernarnos en nuestras relaciones con nuestro prójimo halla sus raíces en el mandamiento de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Por lo tanto, el sabatista quitaría el fundamento sobre el cual descansan las demás leyes, incluso la de los Diez Mandamientos, y retendría a los Diez Mandamientos sin fundamento.
LA LEY
Los sabatistas contienden que las palabras "la ley" siempre se refieren a los Diez Mandamientos. No siempre es así, como lo demuestran las siguientes referencias: 1 Cor. 14:34; Mat. 12:5; 22:36; Hechos 23:3; 5:34. Otras muchas se pueden citar.
LEY MORAL Y LEY CEREMONIAL. Los sabatistas contienden que los Diez Mandamientos constituyen la ley moral, y que la ley de Moisés es la ceremonial; que la ceremonial ha sido abolida, pero que la ley de Dios, la moral, o sea los Diez Mandamientos, todavía está en vigor. Conside-remos algunos de los mandamientos en "la ley de Moisés", "ley ceremonial", a ver si son ceremonias. "Y al extranjero no engañarás ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. A ninguna viuda ni huérfano afligiréis" (Ex. 22:21,22). ¿Son ceremonias estos mandamientos? "Si encontrares el buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevárselo. Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás sin ayuda? Antes bien le ayudarás a levantarlo" (Ex. 23:4,5). "No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo Jehová" (Lev. 19:16). "No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno" (Deut. 16:19). ¿Son meramente ceremonias estos mandamientos? Estúdiense los Diez Mandamientos, y véase si tienen razón los sabatistas en reclamar que constituyen una perfecta ley moral. ¿Prohiben los Diez Mandamientos mentir, excepto contra su prójimo? ¿Prohiben codiciar, excepto codiciar las cosas de su prójimo? Las palabras habladas por Moisés son la ley de Jehová, como también los Diez Mandamientos lo son, y el que sabía la ley de Jehová para el Israel antiguo, tenía que leer toda la ley dada en esa dispensación. Los Diez Mandamientos, excepto el quinto, son un sistema de ley negativa. Con la excepción del quinto, no requieren que uno ayude a otro en nada, no importa la condición en que esté.
LOS DIEZ MANDAMIENTOS
Y EL PACTO
Al llegar los Israelitas al monte de Sinaí, Dios les dio los Diez Mandamientos, y se llaman en particular el pacto. "Y él estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos" (Ex. 34:28). "Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra; los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra" (Deut. 4:13). "Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehová hizo con vosotros, estuve entonces en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua; y me dio Jehová las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios ...Sucedió al fin de los cuarenta días y cuarenta noches, que Jehová me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto" (Deut. 9:9-11). Obsérvese: (1) Los Diez Mandamientos se llaman el pacto. (2) Dios hizo este pacto con ellos en Horeb.
EL NUEVO PACTO HECHO. "He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto" (Jer. 31:31,32). Los sabatistas hacen distinción entre la ley de Dios y la de Moisés. La ley de Dios es, pues, el pacto de Dios, que él hizo con Israel. Al hacer esta distinción los sabatistas, arruinan de una vez para siempre su súplica por la perpetuidad de la ley de Dios, el pacto hecho por Dios; porque en la cita anterior Jehová hace contraste entre el pacto que haría en el futuro y el que había hecho con Israel, y muestra que el nuevo tomaría el lugar del que fue hecho con Israel. Léanse los capítulos ocho, nueve, y diez de Hebreos, y véase que Dios ha hecho el nuevo pacto. Este pacto nuevo es distinto al viejo.
PERPETUO-GENERACIONES-SIEMPRE. "Guardarán, pues, el día de reposo {Aquí equivale a [sábado]} los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo. Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel" (Ex. 31:16,17). Los sabatistas reclaman que el sábado todavía está en vigor, puesto que los judíos todavía tienen generaciones y que lo perpetuo y para siempre nunca termina. Tal posición demanda que lo siguiente esté en vigor: 1. La pascua. "Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis" (Ex. 12:14). 2. El incienso perpetuo. "Y al encender Aarón las lámparas a la caída de la tarde, lo quemará; incienso perpetuo es delante de Jehová, durante vuestras generaciones" (Ex. 30:8-Versión Moderna). 3. El holocausto perpetuo. "Este será el holocausto perpetuo durante vuestras generaciones" (Ex. 29:42-Versión Moderna). 4. Los flecos. "Habla a los hijos de Israel y diles que se hagan flecos en los bordes de sus vestidos, durante sus generaciones" (Núm. 15:38--Versión Moderna). ¿Hacen estas cosas los sabatistas? Los mismos términos que describen su duración describen la duración de la observancia del sábado. Los hechos son que el pueblo rompió el pacto (Isa. 24:5), y entonces Dios deshizo su pacto que había hecho con ellos (Zac. 11:10,11).
LA LEY DEL SÁBADO
El decálogo, que según los sabatistas rige eternamente a todas las naciones, contiene el mandamiento puro de acordarse del sábado. Los Diez Mandamientos no contienen pena por la violación de la observancia del sábado. Una ley sin castigo no es ley, porque no tiene fuerza. Los sabatistas buscan en la ley que llaman ellos la de Moisés para hallar el castigo por la violación de la observancia del sábado, y declaran y declaran que esta ley ha sido abolida; además, tienen a Dios dando la ley eterna y a Moisés dando la que le da fuerza. Además de eso, fuera de lo que llaman la ley ceremonial, no pueden hallar castigo para la transgresión de la observancia de sábado. Esto también hace que lo mayor descanse sobre lo menor. Pues, ¿Qué se requirió en día del sábado? El descanso. ¿Cuál fue la naturaleza del descanso requerido? Nada de trabajo de parte de ellos, de sus niños, de sus siervos o de sus bestias (Ex. 20:9,10).
NO PREPARAR COMIDA. "Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo día de reposo, {Aquí equivale a [sábado]} el reposo consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana" (Ex. 16:23).
ESTARSE EN SU LUGAR. "Mirad que Jehová os dio el día de reposo, {Aquí equivale a [sábado]} y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día" (Ex. 16:29).
LOS PANES DE LA PROPOSICIÓN. El pan de la proposición había de ser preparado de nuevo cada día de sábado (1 Crón. 9:32; Lev. 24:8,9).
SACRIFICIO DE DOS CORDEROS. Dos corderos fueron sacrificados cada día, y en el día del sábado otros dos adicionales (Núm. 28:1-10). Esta fue la ley para cada sábado. Si hay que observar el sábado hoy, es de necesidad "cada sábado" y dos corderos adicionales tienen que ser sacrificados y el pan de la proposición tiene que ser hecho. Estas cosas pertenecían a cada sábado. Si el sábado ha de ser observado continuamente, también tienen que seguir observándose estos servicios; si estos servicios ya terminaron, terminó también la observancia del sábado.
NO ENCENDER FUEGO. "No encenderéis fuego en ninguna de vuestras moradas en el día de reposo" (Ex. 35:3).
CASTIGO. "Cualquiera que en él hiciere trabajo alguno, morirá" (Ex. 35:2). Un ejemplo de la ejecución de la pena de muerte se halla en Núm. 15:32--36.
LA CIRCUNCISIÓN EN DÍA DEL SÁBADO. La ley requería la circuncisión de todo varón a la edad de ocho días. Ésta, dicen los sabatistas, era una ley ceremonial. La ley requería el descanso en día del sábado, y requería la circuncisión del varón en el día octavo de su nacimiento. Si un niño cumplía ocho días en día del sábado (como sucedía con algunos), una de estas leyes tenía que ser infringida. ¿Cuál? "Por cierto, Moisés os dio la circuncisión (no porque sea de Moisés, sino de los padres ); y en el día de reposo circuncidáis al hombre. Si recibe el hombre la circuncisión en el día de reposo, para que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en el día de reposo sané completamente a un hombre?" (Juan 7:22,23). Así es que la ley del sábado se quebrantó para observar la ley de Moisés.
UNA OVEJA EN UN HOYO. Jesús dijo a los judíos: "¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cayere en un hoyo en día de reposo, no le eche mano, y la levante?" (Mat. 12:11). En este caso vemos la violación de la ley del sábado por hacer hechos de misericordia hacia un animal.
NO PARA ABROGAR LA LEY. "No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir" (Mat. 5:17). Posiblemente aclara esto el pasaje según Lucas: "Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la ley" (Luc. 16:17). No dijo Cristo que estaría en vigor la ley hasta que pasara el cielo y la tierra, sino hasta que fuera cumplida. No hablaba de la duración de la ley, sino de la certeza de su cumplimiento. ¿Cumplió Cristo la ley? (Véase Lucas 24:44). Cuando fue cumplida, la ley expiró según delimitación divina.
NO PODÍA VIVIFICAR. "Porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley" (Gál. 3:21).
NO OBLIGABA A LOS CRISTIANOS. "Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley" (Rom. 3:19). "¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera." (Rom. 6:15)
Los cristianos nunca recibieron el mandamiento de observar el sábado, ni el pecado de violar el sábado se le cargó jamás a alguien de la nueva dispensación.
* * *
Temas para investigación y discusión:
1. Discútase Moisés como legislador.
2. Los acontecimientos en el Monte de Sinaí. 3. Los requisitos de enseñar la ley en el Antiguo Testamento.
4. Los resultados de observancia universal de la ley del sábado.
5. Contraste entre la infracción de los Pactos Viejo y Nuevo (Heb. 10:28,29).
* * *
Preguntas:
1. ¿Qué es un sabatista?
2. ¿Cómo se usa la palabra "sábado" generalmente?
3. ¿Cuánto tiempo se interpuso entre la creación y la institución del sábado?
4. ¿A quiénes fue dado el sábado? Cítese. 5. ¿Quiénes eran los "padres" a quienes no fue dado el sábado?
6. ¿Cuándo fue dado el sábado? Cítese.
7. ¿Dónde fue notificado el sábado? Cítese.
8. Pruébese que el sábado era señal.
9. ¿Entre quiénes era señal el sábado?
10. ¿Por qué fue dado el sábado a Israel? Cítese Deut. 5:15,11. Pruébese que el sábado no fue dado a los gentiles.
12. ¿Qué distinción hacen los sabatistas entre leyes del Antiguo Testamento?
13. ¿Por qué hacen tal distinción?
14. ¿Hicieron tal distinción hombres inspirados?
15. Pruébese que la ley de Moisés y la ley de Dios son la misma ley.
16. Pruébese que "el libro de la ley de Moisés" y "el libro de la ley de Dios" son el mismo.
17. ¿En qué escribió Josué? Cítese.
18. Cítese lo que llama Cristo los dos grandes mandamientos.
19. ¿En qué parte del Antiguo Testamento se hallan estos mandamientos?
20. ¿Se hallan los grandes mandamientos en la parte que llaman los sabatistas la ley de Dios?
21. ¿Quién es hecho el dador de los grandes mandamientos por los sabatistas?
22. ¿Qué descansa sobre estos mandamientos?
23. Preséntese evidencia de que "la ley" no siempre significa los Diez Mandamientos.
24. "A qué llaman los sabatistas la ley moral?
25. "Son los Diez Mandamientos una perfecta ley moral? ¿Por qué?
26. Dénse algunos mandamientos en la ley de Moisés que no son ceremoniales.
27. ¿Cuántos de los Diez Mandamientos son positivos? Nómbrense.
28. ¿Cuál de los Diez Mandamientos requiere a uno que ayude a su prójimo?
29. Dése el pasaje y cite dónde dice que los Diez Mandamientos son el pacto.
30. ¿Cuánto tiempo estuvo Moisés en el Monte de Sinaí?
31. ¿Dónde hizo Dios este pacto con Israel?
32. Si hay diferencia, ¿Cuál es la diferencia entre Horeb y Sinaí?
33. ¿Cuánto tiempo se interpuso entre la salida de Egipto y el arribo a Sinaí?
34. Cítese la profecía concerniente al Nuevo Pacto. ¿Dónde se halla?
35. "De cuál pacto tomó el lugar el Nuevo Pacto?
36. Nómbrense algunas cosas que habían de ser perpetuas aparte del sábado.
37. ¿Cuándo quebrantó el pacto el pueblo? Cítese el pasaje.
38. ¿Cuándo quebrantó Dios el pacto? Cítese el pasaje.
39. ¿En cuál ley se halla la pena por violar el sábado?
40. ¿Cuál fue la naturaleza del descanso en día del sábado?
41. ¿Qué les fue prohibido hacer en día del sábado?
42. ¿Cuáles sacrificios pertenecían a cada sábado? Dése el pasaje y cítese.
43. ¿Hay sábado que observar hoy? Si sí, ¿Cuál sacrificio pertenece a él? Cítese.
44. ¿Cuál es el castigo por la violación del sábado?
45. ¿Cuál ley fue violada cuando circuncidaron en día del sábado? Cítese.
46. ¿Es más importante la vida de un animal que la observancia de la ley del sábado?
47. ¿Dijo Cristo que no pasaría la ley? Cítese el pasaje.
48. ¿Cuándo fue cumplida la ley?
49. Demuéstrese que la vida no era por la ley. Cítese el pasaje.
50. Pruébese que los cristianos no están bajo la ley. Cítese el pasaje.
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